Lo vi bailar y cantar un par de veces una nueva coreografía de la versión tropical de Dynamite. También me sorprendió con una nueva canción que él había compuesto y realizado y la cual ya había escuchado el primer día que dormí en la mansión de los Jung.

-Se llama More -me decía con la respiración agitada y limpiando su sudor después de interpretarla.

-Es muy buena canción. Es algo diferente, me gusta.

-Lo sé. Vendrá en mi próximo álbum. Todos sacaremos albums individuales.

-¿Enserio? Eso es increíble. El fandom los apoyará mucho. Son buenas noticias.

-Hay un par de cosas que no te diré porque es confidencial pero el motivo por el cuál Suga y yo nos comportamos así, fue porque él quería promocionar primero su álbum. Sé que es tonto discutir por eso pero hemos estado muy estresados últimamente.

-¿Por qué?

Hasta donde estaba enterada no tenía nuevos proyectos en puerta. Apenas promocionaban su último álbum. Aunque con Bangtan era difícil predecir algo, tenía todo planeado con demasiada anticipación.

-Tenemos a personas siguiéndonos -hizo una pausa- Lo del servicio y bueno, está lo de nuestro retiro.

-¿Su qué? -me levanté de golpe del piso de su estudio de baile.

-Sun-Hee, tal vez no separemos.

-¿Por qué? -alcé la voz una octava más de lo que pretendía. Los bellos de mi piel se alzaron de pronto. La sensación era extraña.

-Hemos decepcionado a los ejecutivos de Hybe -me mira a los ojos y luego oculta su rostro entre sus piernas- Al no ganar el grammy las dos veces que nos nominaron fue un duro golpe para la compañía y los accionistas.

-Pero ustedes son los accionistas principales ¿No? Por algo compraron acciones hace algunos años.

-Si pero no somos la mayoría en las juntas. Todo eso trae mal a algunos integrantes. Entre ellos Suga que ha estado irritable estos meses.

-Me pareció tranquilo en la cena que tuvimos.

-Es tranquilo pero eso no quita que esta noche su nivel de estrés estuviera a su máximo nivel. O al menos esa fue su explicación que nos dijo hace unas horas a mí y a Namjoon.

-Es una tristeza que estén pasando por esto.

Las palabras me faltan. No se que decirle para darle ánimo. Una cosa es verlos desde afuera del cristal y la otra es que te confiesen a la cara sus preocupaciones.

-Solo es una idea de los ejecutivos y Bang PD. Aún no está decidido. Hay posibilidades y opciones. Aún están deliberando todo eso- se pone de pie y se sacude los pantalones-; Por nuestra parte ninguno se quiere desintegrar del grupo. Todos queremos seguir haciendo música y conciertos juntos.

-Pues creo que tú canción será un éxito. Todo tu álbum. Me gustaría escuchar las demás canciones.

Trato de despejar su mente de esos pensamientos de separación. En respuesta, me atrae a sus brazos y me da un besito en la frente.

-Gracias cariño. Otro día te muestro otra canción. Ahora debemos de ir ya a dormir. Mañana será un día largo para ambos. Yo también tengo cosas que hacer.

-¿Me dejarás dormir con mi camiseta? -olfateo su perfume de su camisa. Huele delicioso.

-No -se ríe y me aprieta un poco más contra su pecho.

Hago un puchero mental. Al menos lo intenté.

Bajamos al tercer piso tomados de la mano. Hoy volveré a dormir con J-hope en su habitación. En cuanto nos cubrimos y acurrucamos en su gran cama, cierro los ojos con una sonrisa en mi rostro. Ese simple pero cálido acto me hace tan feliz que el sueño llega de forma tranquila.

-Sun-Hee, despierta -susurra en mi oído, me revuelvo entre las sábanas- despierta dormilona. Ya me tengo que ir.

Giro mi rostro aún con los ojos cerrados. Siento su toque en mi frente. No quiero abrir los ojos, he dormido muy bien a su lado.

-¿Qué hora es? -pregunto con voz gruñona y ronca.

-Son las cinco de la mañana. Pero debo de ir a trabajar, tenemos que grabar unas cosas hoy. Dijiste que te despertara anoche.

-Quiero quedarme aquí todo el día -me cobijo más con la sábana, haciéndome bolita ante la ausencia de calor de mi sol personal.

-Yo también pero tenemos cosas que hacer. Debes de aprovechar el día lo máximo posible.

-Jmm, no, no. No quiero -refunfuño a lo que el se ríe.

-No te comportes como una bebé y ya levántate, si no te levantas no te llevaré a cenar esta noche.

Me levanto de golpe y al fin abro los ojos.

-¿Lo dices enserio? -me quito el cabello enredado de la cara y limpio mi boca de la baba que he soltado.

-¿Desde cuándo dudas de mi palabra?

-No lo dudo, solo quiero que me insistas para darte una respuesta -hago un puchero.

Me empuja los hombros y se trepa arriba de mí, estoy presa de su cuerpo. Sonrío con satisfacción y lo abrazo de la nuca.

-Al fin estás despierta, señorita Kim Sun-Hee. Así que mi trabajo ya está hecho -se retira pero yo lo detengo de la camisa negra de botones que trae puesta.

-Que tengas un buen día Señor Jung Hoseok -le doy un pequeño beso en los labios y lo dejo ir.

Él solo sonríe y besa mi frente.

-Te llamaré más tarde para que me digas cómo te fue con la señora Kim.

-¿La señora Kim? -pregunto cuando ya está casi fuera de la habitación.

-Dijiste que hoy irías a hablar con la ex esposa de tu padre.

-Jmm ¡No! Aishh no -me quejo y me doy la vuelta para quedar boca abajo- está bien, te avisaré como me va. Te mantendré al tanto. Pon tu teléfono en alto... Por si... Ya sabes -hago gestos de pelea con la mano.

J-hope abre sus ojos y se regresa para inclinarse y hablar a la altura de la cama.

-No quiero más peleas Sun-Hee. Si la mujer te falta al respeto la grabas y me avisas. O solo llama e iré de inmediato.

-Solo bromeaba. No pretendo pelearme con nadie.

-Yo no bromeo -me da un beso en los labios- así que cuídate mucho. Nos vemos en la noche.

Se va y yo me quedo ahí, contemplando el peluche de la alfombra de la habitación de J-hope. Cierro los ojos y me comienzo a mentalizar que debo de mantener la calma cuando me encuentre con Lola.

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La estancia es grande y espaciosa. De pisos de mármol blanco reluciente y marcos se puertas doradas, hasta muebles de madera fina con acabados brillantes. Todo aquí apesta a "Vete de aquí, corre, aléjate".

Estoy esperando sentada en un sillón de aspecto barroco en la entrada del departamento V.I.P de mi padre en el edificio de lujo en la zona de Gangnam. Tardé menos de quince minutos venir en taxi desde la mansión de los Jung hasta acá.

El guardia de la entrada ya tenía mi nombre anotado como la próxima visita de la señora Kim. Así que no supuse ningún problema llegar hasta acá en el elevador de cristal.

Un mayordomo fue quien me abrió la puerta y me pidió de forma educada esperar aquí. Que en un momento me atenderían.

-¡Hola querida Sun-Hee! -Lola entra con toda confianza en su elemento y con los brazos extendidos.

Espera a que me ponga de pie y le dé un abrazo.

Dudosa pero convencida en qué podemos llegar a un acuerdo, lo hago y ella me envuelve ni tres segundos en el abrazo, la veo sonreír como si de verdad le diera gusto verme.

Que le crea su perro. Porque yo no lo haré.

-Pensé que nunca vendrías, corazón. ¿Tuviste problema con estacionar o con el tráfico?

Niego y ella sonríe aun más. Así que ¿Así va estar su jugada y su hipocresía a ese nivel? Bien, solo tengo que mantenerme firme y esto pasará rápido.

-Vamos hablar al despacho de mi querido Kim Do-Yun. Estoy segura que te mueres por verlo.

Me levanto de inmediato, temblando, no por lo que ha dicho esta señora si no por los nervios que es saber que conoceré un aspecto más de mi padre.

Al entrar un olor refrescante me envuelve de pies a cabeza. Todo es tan hermoso, la madera brilla de los libreros que ocupan tres de las cuatro paredes de su despacho. El lugar es acogedor y cálido. Comienzo a buscar con la mirada algún indicio de que él aún estuvo aquí hace algunos segundos atrás.

Todo se ve ordenado y limpio. Manteniendo todo en su lugar pero de una forma que te hace pensar que es más una escenografía bien montada en lugar de un despacho de un hombre de negocios ocupado.

-Toma asiento, iré por los papeles y enseguida regreso -me guía con sus manos en mis brazos a la silla de la cabecera del escritorio. La veo salir apurada.

Se siente extraño estar aquí. Acaricio la madera de la mesa, parece caoba. Fue buena idea no traer a mi abuela conmigo, no creo que hubiera sido fuerte ante la hipocresía de Lola. Saco mi teléfono y comienzo a tomar fotos del lugar para mostrárselas después cuando vuelva.

Lola entra y yo guardo el teléfono de nuevo. Me sonríe, cierra la puerta y coloca dos sobres amarillos, grandes y cerrados enfrente de mí. Ella se muerde los labios y toma asiento. Me mira con detenimiento.

-¿Qué tanto amor estás dispuesta a dejar Kim Sun-Hee? ¿Qué tanto estás dispuesta a apostar?

¿Qué? ¿A qué se refiere?

-No entiendo -le respondo.

-Es sencillo querida. Solo elige un sobre. El de la derecha son los papeles que me dan el derecho de manejar la parte de tu herencia de aquí a que cumplas la mayoría de edad y este -ríe y en sus ojos puedo ver el fuego de la trampa antes del incendio- este contiene las pruebas de tus más recientes aventuras con alguien muy importante.

Se lleva la mano a la boca. Mis ojos están desorbitados. Creo que he escuchado todo mal. Esto es un error. Un vil chantaje.

Sin pensarlo tomo el sobre de la izquierda y rompo el sello. Vierto el contenido en el escritorio. Son todas fotografías.

Mi llegada a Seúl, cuando entré a la mansión de los Jung aquel día de tormenta y luego... Están otras de mí saliendo con J-hope.

Están fotografías tomadas de las cámaras de seguridad, aquella mañana que me peleé con Lola y fuimos a dar a la comisaría y también las más recientes donde J-hope está borracho en el estacionamiento del edificio de Cece.

Me han estado siguiendo. Todo este tiempo fui espiada por un paparazzi. Cada moviendo y salida de la mansión de los Jung fue registrada y mandada a manos de Lola.

Esto no puede estar pasando.

-¿Qué significa esto Lola? -dejo las formalidades y me pongo de pie. Le arrojo las fotografías a la cara.

Todas caen en su regazo. Ella toma una y le sonríe.

-Es mi regalo de bienvenida a la familia, querida. Esto -alza la foto donde yo y J-hope nos hemos besado en el elevador de Hybe Labels- es oro puro para mí. ¿Qué harás Kim Sun-Hee?

-¿Qué quiere de mí?

Sé lo que quiere. Pero no puedo creer aún que me haya espiado tan descaradamente.

-Ya lo sabes -abre y cierra los ojos lentamente- quiero que me sedas los derechos de tu herencia. No solo hasta que cumplas la mayoría de edad. Quiero que renuncies a tus derechos por completo... También quiero que renuncies a Jung Hoseok.

-¿Y si me niego? -me aventuro a retarla. Quiero saber hasta que punto es capaz de llegar con su manipulación. Me tiembla el cuerpo por lo último que ha dicho pero no quiero que vea lo cuánto me afectó su petición.

-Tengo a un mensajero justo ahora, allá abajo esperando mis órdenes. Una llamada y se irá con una copia doble de estás fotografías y las mandará primero a la prensa nacional e internacional y después a Hybe Labels. En menos de una hora, habrás destruido la carrera de tu querido Jung Hoseok, junto con la de los otros seis.

El corazón me da un vuelco. Me presiono el pecho. La miro con la rabia contenida, brotando de mis ojos que comienzan a llorar. Siento el nudo en mi garganta ahogándome.

-También tengo a mi resguardo una grabación. -continua al ver qué me comienzo a poner pálida- Un tanto humillante para ti. ¿Hacía mucho frío en los viveros a las afueras de Seúl?

¿¡Qué!? Nos ha visto. Nos atrapó esa noche y tiene pruebas.

-Es usted una maldita bruja -le espeto levantando la voz y dando un manazo al escritorio de mi padre.

Ella se carcajea y se abanica con la foto en la cara.

-No te conviene meterte en mis asuntos, niñita. Fuiste fácil de seguir, ni siquiera sabes tener un amante -se pone de pie y acerca su rostro al mío- ¿Qué crees que pensará tu querida abuela cuando sepa que su nieta no es más que una zor...

Le doy una cachetada. Ella saca los dientes y se gira de forma lenta para clavarme su mirada asesina. Levanta su mano, pero se detiene.

-Tienes 48 horas para elegir un sobre, estúpida niña. Si vas de chismosa con tu abuela, la policía o incluso con cualquiera de los Jung y si no obtengo respuesta...

-¿Qué? ¿Qué me va a pasar? -picoteo el panal de avispas.

Ella se limpia la gota de sangre que le he sacado de la comisura de su boca.

-Conocerás a Kim Ha-Eun y te va a destrozar de todas las maneras posibles.

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"Puede ser desagradable y cruel, pero piénsalo otra vez,
¿Cómo es que somos parecidos? ¿Cómo es que somos iguales?
Cambiar la esencia y percepción es inevitable, así soy yo mismo,
Mis creencias me dominan,
No hay malas personas en el mundo." -J-Hope, Stop.