23
-¿Puede quedarse un momento? -su voz ronca aparece después de conducir hasta la mansión de los Jung.
Bajo la mano del seguro de la puerta de su automóvil. El silencio se instala. El pitido dentro del vehículo me parece molesto. Apaga el motor después de un momento y también las luces delanteras.
Veo a Cece y a uno de los guardias salir para ver quién ha llegado. El guardia se acerca y le pregunta, Suga se limita a decir que está conversando conmigo que en un momento se retira.
-No quiero causarle más problemas hoy, Señorita Kim Sun-Hee.
-Oh, no. Usted no me ha causado problemas.
-Y ahí lo tiene -se gira para verme- me ha vuelto a hablar de "usted" cuando hace un par de horas tan solo era Suga o Min Yoongi. ¿A caso J-hope la está obligando a algo?
-¿Qué está insinuando?
-No es insinuación, lo que sucede es que me hable claro ¿Usted tiene alguna relación sentimental con Jung Hoseok?
-Eso es algo que no le debería de importar. No tiene el derecho de preguntar eso -me pongo a la defensiva.
Se escucha el sonido de un motor acercarse, la graba del caminito cruje. Veo las luces de los faroles delanteros parpadear. Suga mira por el espejo lateral. Me voltea a ver a mí con mi cara roja de vergüenza y enojo por su indiscreción. Se acomoda el cabello largo detrás de su oreja al tiempo que toquetea el volante con la otra mano.
Hace un sonido de absorción con la lengua entre los dientes y sale del vehículo dando un fuerte portazo. Lo escucho caminar pisando con fuerza la graba. Me quito el cinturón de seguridad y me bajo de la camioneta. Hoseok ya está afuera con las manos apretadas en puños.
Oh, no. No ¡No!
Camino deprisa para interponerme entre los dos. Suga avienta su pecho y cuerpo contra mi mano, J-hope me hace a un lado y caigo contra las piedritas del suelo.
Los escucho gruñir cuando se enfrascan en una pelea de fuerza y luego escucho como el impacto de un puño choca contra el cuerpo de alguien y es entonces que la escena reanuda su ritmo normal y comienzo a gritar para que se detengan.
-¡Jung Hoseok, detente! ¡Suga, sueltalo!
Los guardias que estaban vigilando la puerta la fin salen y dan instrucciones apresuradas a los demás escoltas. Las luces delanteras de la mansión se proyectan con lámparas especiales que alumbran el lugar donde estamos. Escucho los gritos de más personas.
Y luego como si un ángel hubiera aparecido de la nada, Namjoon aparece corriendo desde adentro de la mansión y los intenta separar.
Yo estoy aún sin poder creer lo que sucede. Mi abuela y Cece vienen a mi lado y me preguntan que pasó pero no puedo hablar, mis ojos no se apartan de la trágica escena que estoy viendo.
-¡YA BASTA! ¡DIJE BASTA! ¡YOONGI, HOSEOK!
Un guardia sostiene a Yoongi de la cintura y este se enfurece más, su mirada no se aparta de un Hoseok que está resguardado y alejado por los brazos fuertes de Namjoon.
Hay sangre en su mano y eso lo hace entrar en razón. Yoongi ve lo mismo que yo y aparta la mirada con aún el pecho subiendo y bajando por la adrenalina.
-¡¿QUÉ LES PASA?! ¿¡AH!? ¿¡QUIEREN QUE LLAME A BANG PD!? ¡RESPONDAN! -Grita indignado Namjoon.
Ha soltado a J-hope y este se examina los dedos de la mano como si fueran otra extremidad rara que ha aparecido de pronto.
-No sucede nada, Namjoon -responde J-hope con la barbilla en alto.
-¿No? ¡Claro que sucede! -le responde su lider- ¡Se acaban de golpear! ¿Creen que eso está bien? ¿Creen que así se resuelven las diferencias?
Mira a Suga que ha apartado la mirada y rostro de todos.
-¿Qué sucedió hija? -me susurra mi abuelita, tomandome del brazo con protección.
-¿Yoon? ¿Me has escuchado siquiera? Mírame, Min Yoongi.
Suga gira su cabeza y lo ve directo a los ojos con cara de póker. Ninguna emoción se asoma por su rostro pálido. Le veo un corte en la ceja que comienza a escurrir por su ojo y resbala hasta su mandíbula.
-Te escucho, RM.
-Ahora vengan los dos aquí, vamos caminen aquí. De frente, así.
Suga y J-hope están frente a frente, ambos con las barbillas alzadas aún en posición de quien domina a quien en esta guerra silenciosa y absurda.
-Como hombres que somos pero principalmente como caballeros, quiero que se den la mano y pidan disculpas por lo que se han echo el uno al otro.
-No puedo hacer eso, Nam.
-No te estoy pidiendo tu consentimiento, Suga. Hazlo. Ahora.
Ambos levantan sus manos y en un apretón fuerte se dan las manos. Namjoon pone su mano arriba, evitando que rompan la conexión.
Las lagrimas se me salen y no soy capaz de aguantar el llanto. Veo como J-hope truena su cuello al escucharme sollozar.
-Ahora. Esto será difícil pero necesito que los dos vayan a la casa grande y hablen de esto libres de rencores y ofensas. ¿De acuerdo?
Ambos asienten.
-Bien, sube a la camioneta de Suga, J-hope. Sube también Suga. Esperen ahí, yo mismo los llevaré.
Los dos obedecen sin decir ni una palabra. Ninguno de los dos me voltea a ver.
Namjoon se rasca la frente y viene a dónde estamos Cece, mi abuela y yo.
-Tenemos que resolver esto hoy mismo -me observa, se acerca y me toma de los hombros con gentileza- No piense lo que está pensando, señorita Kim. No dé una sentencia juzgando mal, aún no sabemos lo que orilló a eso.
-Es mi culpa -le sollozo. Él comienza a negar con la cabeza.
-No lo creo y si así fuera, hoy mismo se aclararan las cosas. No se preocupe por Hoseok o por Suga. Ellos no harán más. Saben ya lo que se hicieron. Le aseguro que el arrepentimiento ya está en sus corazones. Así que no se preocupe. ¿Puede prepararle un té para que se tranquilice? -le pregunta a Cece y ella afirma que me lo hará lo más pronto posible.
-Nos vemos damas -se inclina, soltándome y trepando a la camioneta de Suga con dos escoltas más de la mansión de los Jung.
Las camionetas se van y nos quedamos en la reja abierta del patio delantero de los Jung.
-Vamos, Sun-Hee. Me tienes que explicar lo que te dijo el joven Namjoon. Y más vale que digas la verdad, señorita. Esto fue grave -me recrimina mi abuela y soy arrastrada hacia la mansión.
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-No debí de pedirle invitarte a salir al joven Min -mi abuelita Kim Mi-Sue bebe un gran sorbo de té de semilla de calabaza y agrega- si tan solo me hubieras dicho que Jung Hoseok y tú estaban realmente saliendo... ¡Ay mi niña, mi niña! Sun-Hee, en el lío que te haz metido y todo por mi culpa.
-No digas eso abuela, fui yo la que no hablé claro desde el principio y todo hubiera sido evitado si yo mostraba mi sentimientos reales pero es que sentía miedo y aún lo siento.
-¿Miedo de que mi niña?
La puerta se abre de golpe y pasa tan rápido que no sé lo que sucede hasta que Ji Woo me voltea las ideas con una cachetada. Me llevo la mano a la mejilla pero mi abuela salta como tigre salido de la jaula y la detiene con fuerza del brazo antes de que intente de nuevo golpearme.
-¡No le voy a permitir que golpee a mí nieta, antes pasa por encima de su abuela!
-¡A un lado abuela! -forcejean y me meto a intentar separarlas- ¡Túuuu, maldita zorra arrimada! Quiero que a la cuenta de ya -truena los dedos- se largen de mi casa y dejen en paz a mi familia. Si no lo hacen llamaré a la policía y ellos al departamento de migración y las dos serán sacadas del país con dos patadas en el culo. Así que recojan sus cuchitriles y largo.
Nos observa con asco y fuego en su mirada. Se va cerrando la puerta y vociferando órdenes por toda la casa.
-Vamos Sun-Hee. No te quedes ahí parada, ayudame a empacar.
-No tenemos porqué hacerle caso, abuelita. Ella no es dueña de la casa, son los señores Jung.
-¡Basta Sun-Hee! -me reprende- Ya no más problemas hoy. Hemos tenido suficiente espectáculo que dar.
Comienza a llorar y eso me parte el alma. La abrazo disculpándome y pidiéndole perdón una y otra vez por mis actos. Lo que menos quiero es que se altere por esto.
Saco mi teléfono y comienzo a buscar el número de J-hope pero me detengo, no puedo siempre recurrir a él para todo.
-¿Abuela me prestas tu teléfono? -ella lo trae de la mesita de noche y me lo entrega.
De fondo de pantalla tiene una selfie de ella con Jin y Jungkook...
Una ligera sonrisa se asoma por mis labios pero la reprimo. Es un momento delicado. Voy a contactos y están todos sus teléfonos, incluso el del señor Jung que es a quien le voy hablar.
Me alejo de mi abuela que ha estado sacando su ropa del armario y llevándola a la maleta. Me observa deteniendose un momento. Tengo el teléfono en la oreja esperando que me conteste el señor Jung.
-¿Diga?
-Oh, hola. Buenas noches señor Jung. Habla Kim Sun-Hee.
-Señorita Kim -alguien pregunta detrás de la línea que quién le habla, el señor Jung trata de tapar el micrófono pero alcanzo a escuchar su respuesta: - Es la señorita Kim Sun-Hee, querida.
-¿En qué le puedo ayudar señorita Kim? ¿Se trata de mi hijo?
Vaya, era verdad. Al parecer lo saben. Sacudo mi cabeza para evitar esos pensamientos.
-Sí señor Jung... -comienzo a explicarle con detalles lo sucedido. Hasta que me doy cuenta que es vergonzoso acusar a su hija de haberme agredido en su propia casa.
SU CASA.
La abuela me pide ponerlo en altavoz para escuchar mejor su reacción. Lo hago y las dos estamos a mitad de la habitación con las maletas casi terminadas de hacer.
-Oooh, no sabe la cara de vergüenza que se me cae ahora mismo. Hablaré con ella de inmediato, en cuanto a usted y su abuela por favor quédense ahí. No se vayan. Son aún nuestras invitadas, más ahora señorita Kim Sun-Hee. ¿Está mi hijo ahí con ustedes?
-No -miro de reojo que mi abuela se ha llevado una mano a la boca por lo que acaba de decir el señor Jung- No está aquí. Él... Él se fue a quedar a casa de uno de los chicos.
-Entiendo, le pediré que vaya a hablar también con su hermana. Yo y mi esposa aún estamos de fin de semana en nuestra casa de campo. Llegaremos a mediados de semana.
-Se lo agradezco señor Jung.
Quito el altavoz y por fortuna mi abuela no escucha lo último que me dice el padre de Hoseok.
-No se preocupe señorita Kim, me alegró saber que sale con mi hijo.
Media hora más tarde, mientras esperamos con las maletas aún hechas en la habitación. Escuchamos como llaman a la puerta, ambas nos observamos. Voy y la abro pensando que es Ji Woo pero no, es J-hope.
-¿Estás bien? -toca mi mejilla, la cual me ha agredido su hermana. Me alejo de su tacto- vine en cuanto mi padre me llamó. Ya hablé con mi hermana y ella va en camino a la casa de campo para hablar con nuestro padre.
Le doy el pase y mi abuela se pone de pie.
-¿Cuáles son las intenciones que tiene usted con mi nieta?
Le suelta de golpe la pregunta que antes me ha hecho a mí y cuya cuál, he respondido.
-Wow, oh pues -se rasca la cabeza y se gira para verme- me atrae y me gusta de verdad su nieta.
Viene a mi lado y me toma de la mano, es inevitable. Enrojezco por su valor de aceptar sus sentimientos frente a mi abuela.
-Aaaah, ya veo. Así que Sun-Hee le parece bonita.
-Es hermosa -la corrige, clavando el brillo de su mirada en mis ojos- y quiero pedir su permiso para salir con ella.
Escucho como mi abuela rompe a reír con alegría.
-Je, je, je -se acerca a nosotros y pone sus manos en nuestros hombros- yo no soy la indicada para responder eso muchacho, es ella.
Los dos me miran esperando mi respuesta. Me late el corazón tan rápido que siento que se me va a salir del pecho.
-Sí.
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"Porque esos labios eran demasiado dulces,
Cegado de amor, renuncié a mi futuro por ti,
Cuando desperté las trampas me rodeaban,
Crueles miradas de la gente que no podía soportar,
Ahora mismo suplico por un milagro,
Era un loco cegado por ti,
Era un idiota adicto a tu dulzura,
Así es, un tonto, tonto, tonto,
No quise soltar la mano del diablo,
Tan malo, pero tan dulce,
Es tan dulce, es tan dulce." -J-Hope, Boy Meets Evil.
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