Entramos a la cocina y lo primero que veo es a J-hope, sentado en el banquito de la isla. En una mano trae una botella y en la otra una copa de vino.

Se lleva la copa a los labios al verme entrar, se bebe todo de un trago. Huele demasiado a alcohol y se ve que ha estado bebiendo un buen rato. Veo que tiene diferentes tipos de bebidas de otras botellas: Whisky, vodka, Soju...

RM lo acompaña de pie a su lado y le dice algo pero J-hope niega y quita su mano de sus hombros. RM niega, se lleva la mano en la nuca, preocupado. Nota mi presencia y me sonríe sin ganas.

-¡La pequeña Sun-Hee! -alza la voz J-hope y se acerca a mí.

Tae se interpone entre los dos, cuando ve que se dispone tambaleante a acercarse a mí.

-Hyung, haz bebido mucho -se acerca y lo toma de los hombros, J-hope solo asiente y se sirve más vino. A lo que JK corre a detenerlo y quitarle la botella.

-Vamos, Hobi. -RM lo anima a acompañarlo afuera de la cocina- Necesitas tomar un poco de aire ¿JK, puedes sacar dos botellas de agua por favor?

-Tu no entiendes -da un pequeño hipo- ella -me señala- bebo de hablar con ella.

Todos me miran. Yo me he quedado apartada, mirando con expectativa la escena de J-hope borracho.

-Ella está indispuesta ahora, Hoseok -le dice Tae, aún interponiendose entre yo y J-hope.

-¿Tú qué, Taehyung? ¿Se te olvida que yo soy tu Hyung? A un lado -camina y lo empuja para hacerlo a un lado.

RM se mueve rápido antes de que Tae le conteste y con dificultad lo logra alejar de nosotros. J-hope manotea con él pero se rinde cuando RM ni intenta defenderse, ni lo aparta. Al fin J-hope baja la cabeza, muy lentamente alza la vista. Camina y se sirve una copita de Soju y lo bebe rápido antes de que JK pueda quitárselo.

Custodiado al patio principal, J-hope es escoltado por RM y JK. Cuando se van, es cuando logro soltar la respiración. Me siento mareada y pongo mis manos en la isla de la cocina.

-¿Estás bien? -pregunta Tae- ¿Quieres agua?

Asiento y el va y me trae un vaso con agua. La bebo con dos manos temblorosas. Ver a J-hope así, me ha nuevamente sorprendido.

-¿Siempre bebe así? -le pregunto.

-No siempre, ya tenía mucho tiempo de no hacer una escena así.

Guardo silencio y contengo las ganas de llorar. No me gustó para nada verlo así.

-Oh, aquí está.

Mi abuela entra sonriendo, al parecer no se ha percatado de nada, me estira del brazo y me conduce afuera de la cocina, a la sala. Tae se queda.

-¿Qué sucede abuela? -pregunto confundida. Ella no me responde. Cruzamos la sala y me sienta en el banquito del piano. Suga se gira, ha estado viendo un disco de vinilo.

-Su abuela dice que de pequeña tocaba el piano. Ha insistido que la evalúe -los ojos de Suga me ponen nerviosa y solo abro la boca sorprendida de que mi abuela haya dicho aquello.

-Yo... Sí -me rasco la cabeza y cruzo mis brazos- sí tomé algunas clases. Mi madre lo tomaba como algo extracurricular.

-¡Ella era la mejor de su clase! -mi abuela alza la voz con orgullo.

-¡Qué intérprete algo! Quiero escucharla-vocifera Jimin a mí espalda. Me giro para verlo subir su copa de vino, está cruzado de piernas en el sillón y me sonríe ampliamente.

-Soy todo oídos, señorita Kim -Suga se lleva las manos a la parte de atrás y se acerca al piano.

Mi abuela aplaude cuando me acomodo en el banquillo. Extiendo mis brazos, los flexiono y acomodo mis manos sobre las teclas.

-No puedo hacerlo -susurro y retiro mis manos, escondiendolas de nuevo en mi regazo.

-Puedes hacerlo.

Me responde J-hope, está recargado en un pilar de la entrada de la sala. Se cruza de brazos, su mirada es nostálgica. Me hace tragar saliva y a mi mente llega el recuerdo de esta madrugada... Sus besos, caricias y no puedo verlo más. Retiro mi mirada enseguida de él.

Suga carraspea y pregunta a mi abuela:

-¿Se molestaría si me siento al lado de su nieta?

-Oh, no, no, no -mi abuela lo toma sin aviso del brazos y lo sienta- ay, ustedes dos se ven muy lindos juntos. Cómo me gustaría tomarles una fotografía.

-Me ofrezco de fotógrafo -Jin, quién ha estado en su teléfono en todo este tiempo, se levanta y viene dispuesto a tomar una foto.

-Un poco más hacia un lado, Suga -le señala a la derecha- Así, señorita Kim un poco más hacia atrás... Sí así, ahora digan Jiiiinnn.

Alzo mi mano y hago la señal de paz. Con mi ojo periférico veo a J-hope apretar la mandíbula. Mi sonrisa desaparece cuando el flash de la cámara se dispara.

-Bien -Suga prosigue a lo que estábamos-ahora si gustas puedo darte la indicación para cuáles notas debes de oprimir mientras yo tecleo otras ¿De acuerdo?

Asiento. Estamos tan juntos que sus movimientos mueven mis brazos. Toca tres notas y las repite en mi lugar. Trato de imitarlas y es sencillo. Entonces él comienza con sus notas y aunque al principio tuvimos varios errores de sincronización, el se ríe cuando al fin congeniamos.

Por un instante me veo y entro en otra atmósfera diferente. Me sumerjo con facilidad en el mundo musical de Suga.

De pronto como si quisiera probar mis capacidades, Suga deja de tocar sus notas y me invita a seguir yo sola. Se pone de pie para darme más espacio en el piano. La melodía se detiene un momento pero quiero continuar, quiero recordar mi infancia. Así que sigo la melodía principal yo sola. No soy la más audaz de las pianistas ni por un millón de años y mi compás es muy lento pero aún así, sigo.

Siento mis dedos engarrotados y es entonces cuando paro. Me sonrojo cuando Suga aplaude.

-Nada mal, si quieras y te lo propusieras lo harías mucho mejor.

-Creo que lo ha hecho de maravilla, Señorita Kim. Usted es un gran descubrimiento ¿No es así, Hyung?

Jimin se ha puesto de pie y ha venido a nuestro lado. Suga no le contesta y camina alejándose de nosotros. Jimin aprovecha y me hace la seña para que le dé un espacio en el banquillo. Me observa con esa mirada suya de coqueteo cuando se sienta a mi lado.

Observo a mi abuela preguntarle algo a Jin sobre la foto y él ríe y le muestra una vez más.

-Gracias por la canción que acabas de interpretar -me susurra Jimin en completa confidencialidad- Y debo de decir que su abuela fue muy atenta conmigo y le he preguntado si usted tiene algún pretendiente y me ha dicho que no...

Sonríe y achica más sus ojos. Se lleva una mano a su mentón y se saborea sus labios.

¿Qué le ha preguntado qué a mi abuela?

-Aaaa, pues -mis ojos van de nuevo al lugar donde antes estaba J-hope pero no hay nadie ahí. Intento ver si está en otro lado pero Jimin se cruza con su rostro, llamando mi atención de nuevo.

-¿Y bien? ¿Eso es verdad? -sus ojos buscan mi respuesta, yo me sonrojo e intento alejarme un poco de él.

-Es verdad.

¿Cierto? ¿Estoy mintiendo? ¿Era J-hope un pretendiente? ¿Aún lo podría llamar así después de nuestra discusión y después de la escena en la cocina?

Estoy tan confundida.

-Bien, en ese caso -toma mi mano, justo en el momento en el que J-hope aparece por su espalda y lo toca de su hombro.

-Jimin, me permites un momento con la señorita Kim.

-Estoy platicando con ella Hoseok. Espera un poco ¿Quieres?

-Es importante Jimin.

Jimin se levanta bruscamente del banquillo, me suelta de la mano y se pone frente a frente con su hermano. Pasan tres segundos de incertidumbre, que el corazón se me quiere salir del pecho.

-Bien, estaré en el jardín -toma mi mano y me deposita un beso en el dorso- vaya a buscarme después de platicar.

Se despide con una sonrisa encantadora y se va con las manos en los bolsillos de sus vaqueros negros.

Me dispongo a levantarme pero J-hope me lo impide. Se sienta en el mismo lugar donde antes Suga y Jimin han estado acompañándome.

-No creo que sea conveniente que hables conmigo en este momento, J-hope -no me digno a verlo a la cara cuando se lo digo- haz bebido mucho.

-Solo quería decirte que... -comienza pero se detiene- olvídalo, ve con Jimin. Te estará esperando.

Se levanta y se va. Este hombre si que me confunde y me hace perder los escrúpulos. ¿Algún día hablaremos sin interrupciones? Hablar claro, directo.

-¡Mira Sun-Hee, Seokjin me regaló su teléfono! -le hago un espacio a mi abuela para que se siente a mi lado y me muestra mi fotografía con un Suga sonriente y yo con cara de pocos amigos.

-Le puedo enseñar otros trucos mágicos que hace el teléfono, señora Kim -Jin se acerca a nosotras.

Amablemente por media hora los escucho intercambiar palabras referentes a la tecnología y como es más sencillo configurar el teléfono para que mi abuela no tenga inconvenientes al usarlo. Los escucho pero mi mente está en otro lugar, espacio y tiempo.

Veo minutos después a todos reunirse (con excepción de J-hope que se ha metido quién sabe en donde; su hermana que desde temprano no la he visto rondando; sus padres que decidieron mejor irse a cenar para darles espacio a todos los chicos) en la sala, se han puesto a jugar poker y hasta el momento JK va ganando 7 de 10 partidas. Y eso porque una le ganó Jin y en la otra Jimin aseguró que era su noche de suerte.

A eso de las once de la noche todos se levantan del suelo de la sala y se van a descansar a sus casas y departamentos. Jimin, quién no me ha reclamado por no ir a encontrarlo después de hablar con J-hope, se despide de mí con un saludo a la distancia. Jin de igual forma, solo JK y Tae lo hacen de saludo formal. No veo a RM y supongo que aún ronda por aquí por lo que dijo JK.

Pero la sorpresa fue ver a Suga venir a mí antes de irse. Me entrega a escondidas de los demás un papelito en la mano y se va con las manos en sus bolsillos. No se gira a ver si lo abro enseguida.

Desdoblo el papel cuando ni mi abuela ni Cece me rondan. El sonrojo se me sube a las mejillas y abro los ojos al leer. Su letra es un garabato apresurado pero entendible, había escrito el mensaje en una servilleta de la cocina.

¿Quiere tomar un café conmigo mañana por la tarde?
Espero su respuesta.

Abajo del papel estaba su número de teléfono.

-¿Qué te ha escrito, Sun-Hee?

Mi abuela que se me había perdido de vista me asustó al decir aquello por mi espalda.

-¡Ay abuela! -me llevo una mano al pecho del susto repentino- ¡Me asustas!

-Ven, vamos a mi habitación y me cuentas con lujo de detalle el chisme de la cocina y el de ahorita.

¿Pero...? ¿¡Qué rayos!? ¿Cómo supo lo de la cocina?

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-Ya te dije abuelita, no sucedió nada. Solo era el joven Jung algo borracho. Nada de otro mundo.

-Bueno entonces cuéntame lo que te dijo Suga, antes de irse.

-Nada.

-Mientes, Sun-Hee. Te conozco como la palma de mi mano y sé cuándo mientes.

-Abuela, deja eso. Enserio no fue nada. Solo dijo que siguiera tocando el piano -le miento- y que eras una buena abuela ¿Contenta?

-Jmmm -se pone de nuevo en plan de cupido- es aceptable. Si te pretende y quiere unirse a la familia Kim, le conviene llevarse a la bolsa a la abuela... Aprecio el detalle. No fue mala idea después de todo, decirle maravillas de mi nieta soltera.

-Abuela... -le comienzo a reclamar. Pero me corta al instante.

-Ay, ya -le resta importancia con un movimiento de manos- me prepararé para dormir, que hoy si que ha sido un día agotador y mañana ufff peor.

-Quisiera hablar contigo de algo, abuelita. Es importante -ella me pone atención y continúo- Cece me prestó su departamento para quedarme allá por algún tiempo. Sería mientras arreglamos lo de la herencia de mi padre. Puedes venir conmigo.

-Aaa ¿Y por qué Cece te prestó su departamento? ¿No estabas ya a gusto, hija?

-La verdad no, abuelita.

-Ay, mi Sun-Hee. Igual no puedo hacer nada. Aunque estemos en Corea del Sur sé lo independiente que te haz vuelto con el paso de los años. No necesitas pedirme permiso.

-Gracias por comprender, abuelita -me acerco a darle un abrazo.

-Debes de anotar la dirección de aquí y los teléfonos, así como el mío ¿Ok?

-¿Segura qué ya aprendiste a usar uno, abuela?

-Segura o podrías llamarme tu y yo solo contestar. En fin ¿Cuando te irás al departamento?

-¿Puede ser esta noche? -pregunto dudosa.

-Bueno, entonces tenemos que empacar tus cosas y pedirle a uno de los choferes del señor Jung que te lleve.

Tocan a la puerta que ha estado entre abierta en todo este momento.

-Adelante -dice mi abuela.

-Yo la llevo, no se preocupe señora Jung -RM se ofrece, asomándose por la puerta.

Al parecer ha estado en algún lugar de la casa. Escuché decir a JK que iría a buscar a su Hyung Namjoon a la biblioteca de la mansión pero sus otros hermanos le dijeron que no, que era mejor dejarlo atrás como una pequeña broma a su líder.

-Gracias, Joven Namjoon -le agradece mi abuela.

-No se moleste -hago una reverencia. -Pediremos a un chófer de los Jung que me lleve.

-Descuide, sería un placer. -su sonrisa es sincera. -Además me queda cerca de donde vivo.

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"Pierdo la cabeza solo con tus pequeños gestos..." -J-hope, War of Hormone.