21. finality

Joe se metió en el coche un par de minutos después. Sus manos todavía temblaban un poco y su corazón latía más rápido que de costumbre. Cerró la puerta suavemente, como si estuviera evitando molestar a Sadie más todavía. 
Sadie estaba de brazos cruzados mientras miraba por la ventanilla. Su mandíbula estaba tensa y tenía el ceño medio fruncido, quizás involuntariamente. Joe se puso el cinturón de seguridad con torpeza. 

Sadie resopló exageradamente, impaciente.

— Gracias por esperarme —murmuró Joe, rompiendo el silencio tan pesado que había entre ambas.

Sadie dejó una carcajada seca a la vez que se ponía el cinturón ella también. Ni siquiera miró de reojo a Joe.

— Oh, de nada. Me encanta esperarte por veinte minutos —dijo Sadie, su voz tan fría y sarcástica que Joe se estremeció—. Vamos a llegar tarde, pero no pasa nada. El tiempo de los demás no vale de nada, solo el tuyo.

Joe sintió una punzada en su pecho, claramente dolida por las palabras de ella.

— Vale, Sadie, lo pillo.

— ¡Oh, no! Lo digo en serio. Tu tiempo es el único que importa —dijo Sadie, sonriendo falsamente—. Todo el mundo se detendrá para ti. Siempre. Tómate el tiempo que necesites. Cuando tú me digas, nos vamos.

Neumann parecía que quería decir algo para protestar, para defenderse, pero el tono de voz de la pelirroja y el hecho de que ni siquiera la había mirado ni un segundo desde que entró en el coche le hizo pensárselo dos veces antes. 

Sadie se quedó callada, cómo si estuviera esperando la aprobación de Joe. Sin embargo, Joe no dijo absolutamente nada. Se hundió en el asiento y se puso a mirar por la ventanilla. Aunque poco pudo ver por las lágrimas nublando sus ojos. Lágrimas que se rehusó a que Sadie viera.

Acto seguido, Sadie bufó, murmuró algo que Joe no alcanzó a escuchar y arrancó el coche. El silencio pesaba tanto que casi podía hundir el coche bajo tierra. 

Ninguna de las dos sabía que decir. Joe en especial, que sentía que si decía algo más, Sadie le haría un comentario burlón o sarcástico nuevamente. Quería disculparse, pero entre que no sabía cómo y que ahora estaba más que molesta con la pelirroja... Va a ser que no. Y Sadie tampoco parecía que iba a dar su lado más paciente y cariñoso, cómo siempre hacía.

Parecía que las dos se estaban aferrando a su orgullo con tanta fuerza que les daba igual el dolor.

ʲᵃⁿᵘᵃʳʸ ³ʳᵈ, ²⁰²¹

Vivir en el mismo sitio con alguien con el que no te llevabas bien era un infierno. De repente, toda tu rutina cambia y de repente es como si vivieras sola. 

Meses atrás, ahora mismo estarían viendo una película juntas, o haciendo el desayuno para el día siguiente, o bien cotilleando en el cuarto de la otra hasta que una de ellas (generalmente Sadie) se quedara dormida. Ahora, Joe estaba comiendo espaguetis en la cocina y Sadie estaba con sus nuevos amigos y familia. Joe lo sabía solamente porque Millie se lo había dicho casualmente, quien no era consciente de la tensa situación entre ellas. De hecho, nadie lo sabía. 

A Sadie se le daba genial actuar, eso estaba más que claro. En el set, a pesar de ya no ser tan cercana a Joe, no daba ni una pizca de señal de que había un distanciamiento emocional entre ambas. Era muy superficial, pero Sadie era capaz de disfrazar la superficialidad con amabilidad tan bien que no se notaba otra cosa más que esa. Joe, por otro lado, era un poco menos sutil. Le picaba mucho y muchas veces simplemente o directamente la ignoraba; o le contestaba con menos de tres palabras.

Joe pasó el año nuevo sola en el apartamento, igual que la Navidad. Por un lado quería pensar que le daba exactamente igual, pero sinceramente le dolía más de lo que podía y quería admitir. Había recibido una llamada de Belina en ambas fechas, pero Joe estaba demasiado ocupada revolcándose en su burbujeante amargura y acidez como para realmente fingir querer mantener una conversación con alguien que, a su parecer, se preocupaba muy poco por ella y solo mantenía el contacto para no sentirse culpable.

Las conversaciones no duraron ni cinco minutos en total. Vivi era la que trataba de sonsacar más, de más o menos tratar de forzar algún tipo de conversación entre ambas. Fue completamente en vano.

De repente, Joe fue sacada de sus pensamientos cuando la puerta principal se abrió y cerró poco después. Se dio la vuelta, sabiendo que era Sadie, pero ciertamente no esperándose a otra persona—otra chica—a su lado, ambas hablando de algo que Joe no sabía.

Sadie se paró en seco al ver a Joe en la cocina y su cara cambió por un momento. Unos pocos segundos después, una sonrisa forzada apareció en sus labios (si es que podía considerarse cómo una). A su lado estaba una chica que Joe por poco no recordaba su nombre. 

— Hola, Joe —dijo Sadie, sus labios puestos en una línea tensa—. No sabía que estabas en casa.

Joe se encogió  de hombros y volvió a darse la vuelta.

— Vivo aquí —fue todo lo que le dijo.

Sadie rodó los ojos irritada y se mordió la lengua con tal de mantener la paz tan frágil en el piso, especialmente con Chiara aquí. 

Chiara y ella se conocieron en 2019, cuando grabaron Fear Street. Se hicieron muy buenas amigas, pero la distancia y el hecho de que Sadie y Joe eran inseparables hicieron que su relación de amistad no fuera tan fuerte. Pero ahora que Sadie estaba en un mal lugar con Joe, se había puesto a reconectar con algunas personas, siendo Chiara con la que más. Chiara la entendía y parecía estar emocionalmente para ella de igual forma que Sadie, cosa que siempre había escaseado con Joe.

Sí, siempre. Sadie se había dado cuenta de que ella era la que más daba en la amistad. No podía decir lo mismo de Joe.

— Chiara se va a quedar unos días aquí —dijo Sadie con sequedad esta vez.

Joe se puso tensa y volvió a girar la cabeza hacia las otras dos chicas.

— ¿No podrías haberme avisado, por lo menos? —farfulla Joe.

—  Vivo aquí —fue todo lo que Sadie contestó, sus ojos entrecerrados mientras miraba fijamente a Joe.

Ouch.

Viel Spaß mit deiner neuen Freundin, das ist mir völlig egal —dijo Joe en voz baja.

— ¿Tienes algún problema? —retó Sadie, cruzada de brazos, una sonrisa falsa que helaba a cualquiera—. Si tienes algo que decir, dilo, por favor. ¡Me muero por saber tu opinión!

Claramente era sarcasmo. Era tan ardiente que Joe se estaba retorciendo por dentro de la frustración.

¿Cómo es que habían llegado a este nivel de mezquindad?

— No, ninguno —respondió Joe, con tono cansado—. No hagan mucho ruido, por favor.

Con eso, se levantó de con su plato medio comido de espaguetis. Tiró los restos que definitivamente no iba a comerse y lavó tanto su plato como cubiertos y vaso. Sadie la observaba fijamente todo el tiempo, molesta, con todo su cuerpo en tensión. Parecía que estaba esperando otra protesta. Pero la protesta no llegó.

Cuando Joe terminó de limpiar, nada más se fue a su habitación y cerró la puerta con suavidad detrás de ella. Sadie se relajó al momento. Ni siquiera había notado que sus hombros estaban elevados hasta que los dejó caer inconscientemente.

Chiara la agarró del brazo gentil, haciendo que Sadie la mire.

— ¿Estás bien? —preguntó Chiara en voz baja.

— Sí... sí, estoy bien —suspiró la pelirroka—. Me pone de los nervios todo el tiempo, nada más.

Las dos siguieron quitándose los zapatos y los abrigos. En cuanto se pusieron cómodas, ambas fueron al salón. Chiara se dejó caer en el sofá con un resoplo. Sadie fue a por vasos de agua para ambas. Chiara le dio las gracias y Sadie se sentó a su lado.

— ¿Aún sigues pensando en mudarte?

— Definitivamente —dijo Sadie sin dudarlo—. Lo llevo pensando un tiempo. Es lo mejor.

— ¿Se lo has dicho?

— No. No sé si debería —murmuró Sadie, su ceño frunciéndose instintivamente ante el pensamiento—. No es que le vaya a importar, de todas formas.

Chiara hizo una pequeña mueca de desaprobación.

— Tienes que decírselo.

— ¿Y ponerme a discutir con ella? Claro —dijo Sadie irónica.

— Sades, no es justo que te vayas sin decir nada.

— No importa. Se lo digo el día antes de mudarme y listo, me ahorro dramas estúpidos —farfulla Sadie, poniéndose un poco agitada.

Tomó un trago largo de agua y dejó el vaso sobre la mesa con más fuerza de la necesaria. De tan solo pensar en esa conversación se le ponían los pelos de punta. Peor. Casi ni la dejaba dormir. Se imaginaba mil y un escenarios y todo salían mal. Pero también sabía que irse sin decir nada era algo que solamente una zorra haría. Además, Sadie no quería rebajarse al mismo nivel de Joe. Ella no quería cerrarse tanto que nadie más supiera de sus cosas. 

— No sé cómo decirle —dijo Sadie, hundiéndose en el sofá. Su ceño se suavizó. En su lugar, una expresión de ansiedad se hizo—. No quería llegar a esto, de verdad que no. Pero ya no puedo más. Es que...

La pelirroja se tapó la cara, frustrada.

— No sé cómo llegamos a esto.

Volvió a mirar a Chiara.

— Tiene que ser muy duro —dijo Chiara en voz baja, mirándola con empatía.

— Es horrible. Se supone que... se supone que lo íbamos a hacer todo juntas —dijo Sadie con dolor—. Siempre dijimos de estar juntas incluso después de Stranger Things. Nos lo prometimos.

La pelinegra asintió. Su mano apretó el hombro de Sadie, dándole a entender que estaba ahí para ella.

— Entiendo que te duela. Pero sabes que no puedes seguir así —dijo Chiara—. Siempre dices que te sientes incómoda viviendo con ella. Cómo... con tensión, con nervios. Eso no es sano, Sades. Lo intentaste. Lo llevas intentando desde hace meses. No eres una terapeuta, ni tienes poderes mágicos. Si Joe no pone de su parte para reparar todo esto... —tomó aire, sabiendo que lo siguiente dolería— ...tienes que irte.

Sink miró para otro lado, sus ojos llenándose de lágrimas. Una parte de ella quería pensar que Chiara estaba dramatizando, que exageraba las cosas. Pero otra parte de ella sabía que tenía toda la razón.

— Lo intentaste. Se nota —asegura Chiara, inclinándose un poco hacia Sadie para que la mirara—. Pero no hay mucho más que puedas hacer por alguien que no acepta ayuda. Tus sentimientos también importan y los tienes que proteger. No es sano, Sadie. Lo sabes.

Sadie asintió, sus lágrimas empezando a caer. Chiara la abrazó con fuerza y Sadie le devolvió el abrazo. Claramente lo necesitaba. Su carita pecosa se escondió en el hombro de la pelinegra. Chiara acarició su espalda y no dijo nada, dejando que Sadie llorara.

— Quizás lo mejor es que tengan espacio —susurró Chiara—. Lo necesitan.

— Sí, quizás —respondió Sadie, aún abrazada a ella.

— Todo va a salir bien, Sades. Paso a paso.

La muchacha asintió sin separarse de Chiara. Por primera vez en mucho tiempo quiso creer que todo realmente iría bien. Bien o no, Sadie sabía que tenía que irse. Por su propia cordura.

ᶠᵉᵇʳᵘᵃʳʸ ⁴ᵗʰ, ²⁰²¹

Este era el día. Sadie estaba decidida a decirle a Joe que se mudaba la próxima semana a otro apartamento, y luego de las grabaciones se mudaría de nuevo, pero solo ella. Sin Joe. En parte deseaba haberlo dicho en el momento en el que se le habían aprobado la renta de ambos apartamentos, pero no pudo hacerlo. Nunca parecía el momento adecuado. De hecho ahora no lo parecía, pero no podía esperar más.

Justamente habían terminado de grabar unas escenas juntas y les tocaba descanso. Normalmente, Joe se habría ido con Sadie a desayunar o simplemente para hablar un poco. Quizás con Caleb para charlar de algo que no fuera trabajo. Pero Joe poco hablaba con sus compañeros de rodaje a no ser que fuera necesario. 

Ahora mismo, Joe estaba fuera del set, botella de agua en una mano y su teléfono en la otra, viendo sin mucho interés que había de nuevo por sus redes sociales, redes que apenas manejaba ella hoy en día. Le daba un sorbo de vez en cuando a su agua y a veces esbozaba una sonrisa por algo estúpido en su móvil.

Sadie dejó un suspiro largo y tembloroso antes de empezar a caminar hasta su compañera de escena. Joe la escuchó y levantó la mirada. Parecía confusa y un tanto sorprendida.

— Joe.

Joe bloqueó el móvil y pestañeó perpleja.

— Uh, ¿sí?

Sadie no paraba de mordisquearse el labio. La ansiedad se la carcomía por dentro. Su estómago parecía tener una batalla y Sadie quería irse corriendo al baño para vomitar. Ya podía imaginarse la tremenda escena que Joe iba a montar ahí mismo el momento que Sadie compartiera la noticia. Sería más fácil si Sadie se creyera de verdad que a Joe no le importa, pero en el fondo, Sadie quería que Joe le pidiese que se quedase. O al menos una disculpa. Eso era todo lo que Sadie necesitaba para quedarse, una pequeña muestra de esfuerzo, de querer que esto—lo que sea que era esto—funcionara.

— Me, um... —Sadie tragó saliva—. Me mudo, Joe.

— ¿Qué? ¿Te mudas?

— Me voy. Me mudo —repitió Sadie.

Trató con toda su energía no dejar que sus sentimientos la abrumaran, pero velozmente fueron capaz de roer sus defensas, más de lo que le gustaría admitir. Antes de que pudiera darse cuenta, antes de que pudiera decir algo más, se puso a llorar. Grandes lágrimas cayendo rápido por sus mejillas pecosas, una detrás de otra, como si fuera una lluvia torrencial o una cascada. De igual manera, estaba sollozando por culpa de la persona que significó tanto para ella.

Joe la estaba mirando fijamente, completamente confundida.

— No puedo con esto, Joe. Me siento... me siento como si estuviera caminando por un campo de minas. No importa lo que diga o lo que haga, siempre termina en discusión. No sé que está pasando, no sé por qué no hablas conmigo sobre lo que te está pasando. Pero lo que sí sé es que no puedo seguir haciéndome esto. No voy a dejar que me hagas más daño. No quiero vivir con alguien que me hace sentir tan ansiosa en mi propia casa —dijo con la voz temblorosa y mocosa.

Estaba jadeando, pero con cada palabra que salía de su boca sentía que estaba dejando ir un peso enorme de sus hombros.

— No voy a seguir con esto. ¿Quieres estar sola, Joe? Vale, hecho. Recibí el mensaje.

Joe estaba quieta en el sitio. Parecía una estatua de lo quieta que estaba. Ni si quiera pestañeaba. No tenía ni puta idea de qué decir. Bueno, sí. Más o menos.

Quería disculparse, pero nada coherente parecía aparecer en su cabeza. De repente se sentía cómo si no pudiera hablar el mismo idioma que Sadie, solamente alemán. Abrió su boca para decir algo. Al principio hizo un par de sonidos incoherentes, pero al fin salió algo.

— ¿Te mudas? O sea, ¿mudarte a otro sitio?

Sadie se limpió la cara, asintió y luego se cruzó de brazos. Las lágrimas seguían presentes, pero ahora ya no estaba ansiosa. Al menos no tanto. Pudo decir todo lo que quería. Casi todo.

— Pero... Es decir... No lo entiendo —Joe balbuceó, su acento más marcado que nunca.

Sadie se burló un poco.

— Me voy del piso. Me mudo. ¿Qué no entiendes? —dijo Sadie, mirando a otra parte con tal de no mirar a Joe a los confusos ojitos de Joe.

— Vale... vale, entonces... Te mudas. Sola —Joe repitió en voz baja, tratando de digerir la nueva información.

Sadie se estaba poniendo un poco impaciente. Esta no era la reacción que se esperaba en lo absoluto.

"Sí, Joe, me voy a mudar. ¿Eres idiota?", pensó para sí misma, un poco sorprendida por pensar así de Joe, de todas las personas. De pronto se sentía llena de ira.

Dios, todo era un completo lío en la cabeza de Sadie. Hasta le dolía.

— Entonces... ¿cuándo? —preguntó Joe, casi casual, aunque su acento aún seguía marcado.

Sadie parecía tomada por sorpresa. Y más enfadada todavía. ¿Ni siquiera una disculpa? ¿Una explicación? ¿Nada?

— La próxima semana.

Joe por fin miró a otro lado, su expresión cambiando a una que Sadie no podía descifrar, lo que era algo nuevo para la pelirroja, quien era capaz de leer a Joe como un libro abierto desde siempre.

— ¿Y después de las grabaciones? —Joe preguntó—. ¿Aún sigue en pie lo de mudarnos juntas después de la temporada? Necesito saberlo para saber que hacer, ya sabes...

Sadie no podía creer lo que estaba escuchando.

— No, Joe. No lo haremos. Ya no —dijo Sadie, su tono decepcionado y cansado.

Esta vez Joe no dijo nada. Simplemente asintió un par de segundos después. Era lento, cómo si todavía estuviera procesando todo. Aunque no es que estuviera procesando absolutamente nada. Solo hubo una cosa que había entrado.

Perdió a Sadie.

— Vale —susurró.

— ¿Eso es todo? —Sadie preguntó en voz baja, dolida más allá de lo que podía explicar.

— Sí, es decir... es tu decisión. No puedo hacer nada.

Joe se encogió de hombros y acto seguido desbloqueó su teléfono y se puso a usarlo sin pensar mucho. Sadie se quedó ahí parada. Su cara estaba roja tanto del enfado como las lágrimas. 
No sabía que dolía más, si la falta de una conversación profunda y sincera, la falta de reacción, la indiferencia al final, o el hecho de que su relación estaba cayéndose a pedazos ante sus ojos y que Joe no estaba ni siquiera intentando arreglarlo. O quizás era todo.

— Eres... eres increíble —dijo Sadie con una risa acuosa e incrédula.

Sadie sintió su rostro romperse una vez más. Lágrimas frescas rebosaban de sus ojos y amenazaban con caer en cualquier momento. 

— Que te den, Joe.

Con eso, se dio la vuelta y se alejó. Joe ni siquiera la vio irse. No quiso. Estaba muy ocupada tratando de convencerse de que Sadie estaba simplemente exagerándolo todo. Prefería pensar eso que aceptar que todo esto podría haber acabado mucho mejor si hubiese hecho las cosas distintas. 

ᶠᵉᵇʳᵘᵃʳʸ ¹¹ᵗʰ, ²⁰²¹

Dicho y hecho, la semana pasó y las cosas de Sadie desaparecieron bastante rápido. No hubo ningún tipo de despedida ni tampoco una pizca de conversación entre ambas cada vez que cruzaban caminos en el salón o la cocina. Joe ni la miraba. Sadie tampoco. La pelirroja estaba siempre ocupada guardando sus cosas en cajas. Por suerte no eran muchas, puesto que era más bien un lugar temporal en el que quedarse. Aún así, era algo que no se suponía que iba a hacer sola, ni tampoco tan temprano. 

Sadie había estado tan ocupada que había olvidado el cumpleaños número 18 de Joe. Había sido el 6. Sadie se sentía peor por el hecho de que no se sentía mal por haberse olvidado, que el hecho de haberse olvidado. No tenía mucho sentido, pero daba igual.

Para el final del día, la pelirroja tenía sus cosas en un coche. Dejó las llaves en la mesita de la entrada salió de casa. Y ya. 

No le dijo nada a Joe, que estaba en la cocina haciéndose algo para cenar. Sadie quería pensar que era mejor así. 

Aún así, dolía horrores. 

———

DOS CAPÍTULOS EN MENOS DE UN MES?!?!?!? QUÉ????? :P

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