–¿De dónde vienes?–

–Por ahí –

–Nicole, sé que estuviste con el abogado de tu padre. ¿Qué hacías ahí? – mi madre se acercó a mí antes de que pudiera siquiera cerrar la puerta de entrada.
Después de salir con el abogado, Drake me acompaño de regreso y se despidió para cumplir con un compromiso.

–¿Mi padre? – dije actuando despistada...

–Nada de lo que te haya dicho ese sujeto te servirá... – me tomó de la parte superior del brazo y se acercó milimétricamente a mi rostro. –Piensas que eres muy listas, pero no más que yo–

–¿Quieres apostar?– me solté de su agarre como pude y sin dudar subí las escaleras.

Recorrí el corredor que parecía inmenso, al final de éste se encontraba el despacho de Carlos.
Toqué a la puerta varias veces hasta recibir un "adelante" de su parte.

–Nicole. Pasa, siéntate.–

–No gracias –

–Bien ¿Qué sucede?– colocó sus codos sobre el escritorio frente al él, juntando sus palmas, formando una unión entre ambas.

–Quiero que retires la denuncia que hiciste en contra de Jo– lo dije con actitud decidida.

–Lo siento... Pero eso no será posible. Nicole, él cometió un delito –

–No. Él no hizo nada, al menos nada que se pueda comprobar – me crucé de brazos.

–¿Qué dices?–

–Que estuve con tu abogado y me explicó la situación de Jo. Carlos él no hizo nada, yo lo sé. – El hombre frente a mí se reclinó en su asiento y me observó con atención –Tu abogado me explicó que no cuentan con pruebas más que con el testimonio de mi madre; pero nadie más lo vio con los papeles en sus manos.– Cada vez mi tono de voz se volvía más desesperado.

–Sé que quieres mucho a ese muchacho, pero tu madre dice que... –

–¡Mi madre miente!– lo interrumpí –¡Ella inventó todo esto!–

–No hables así de ella–

–Pero es la verdad. Además, sí, las cámaras dejaron de grabar después de una discusión entre él y mi madre en el pasillo cerca de su habitación; pero eso no prueba nada. Y, sí, Jo tiene antecedentes, pero eso fue hace mucho, ya no se ha metido en problemas y lo del pasado no fue grave. Jo no es malo. Tienes que creer en mí – Me acerqué un poco al escritorio, pero no demasiado. Hice mi mejor cara de perrito.

Carlos suspiró pesadamente y  pareció reflexionarlo. –¿Qué es lo que esperas que haga?–

–Retira la denuncia por favor. No hay pruebas en su contra, no merece estar ahí. –

Una nueva expresión de reflexión apareció en su rostro –Está bien – soltó no muy convencido.

–¿De verdad?–

–Supongo que tienes razón de algún modo.– se encogió de hombros – Además, yo también creo que ese muchacho es inocente –

–¡Sí! ¡Sí! ¡Gracias papá! – dije sin pensar en el momento que corrí a abrazarlo –Lo siento... Yo no...–

Él me miró con una sonrisa gigante en su rostro. –No te disculpes...– Estaba muy avergonzada como para responder algo coherente. –Ahora tengo una junta importante, pero te prometo que en cuanto termine, iremos juntos a la estación de policía ¿De acuerdo? – asentí con una sonrisa.

–De acuerdo.–

Ok, creo que Carlos comienza a agradarme, es un buen hombre, pero ahora me pregunto como es que soporta a mi madre.
Decirle papá fue algo raro, solo salió de mis labios sin pensarlo... Es una palabra que no había usado en una persona antes.

Pasé un rato en mi habitación viendo algo en youtube hasta que mi madre apareció y eliminó cualquier oportunidad de tranquilidad para mí.

–Hay un productor musical que desea hablar contigo.–

–¿Productor? ¿Para qué? Creí que dejaría la música una temporada– Dije sin dirigirle la mirada, la mantenía clavada en mi celular.

–Eso teníamos planeado, pero hay oportunidades muy buenas que no puedes rechazar. Así que, levántate y andando–

Me quejé e hice lo que pidió. En verdad deseaba encontrar pronto un nuevo mánager.

–Edgard te llevará – Me indicó mi madre antes de salir de casa.

–¿Cómo? ¿Tú no vienes?–

–Hay mas asuntos con respecto a ti que aún debo resolver con una compañía de televisión... –

–Ok... ¿Y mi chófer? ¿Por qué debe llevarme el tuyo?–

–Cuántas preguntas... Sólo sube al auto y apresúrate, Edgard ya tiene la dirección. Te la mando luego junto con el nombre del productor.–

Subí al auto y a los segundos la información que había mencionado mi madre ya estaba en mi teléfono.

–Uhmmm... ¿Edgar? Creo que te desviaste– Hablé desde el asiento trasero del auto.

–Lo siento señorita...–
Pero su voz no sonaba a disculpa por equivocarse; se escuchaba más como alguien nervioso y asustado.

–Sigues en el camino incorrecto...– dije comenzando a sentirme incómoda.
Edgard iba a gran velocidad, sin mencionar que estábamos saliendo de la ciudad.
–¡Edgard! ¡BAJA LA VELOCIDAD!–
Recibí únicamente un sollozo de su parte. –¡¿QUÉ TE PASA?! ¡¿A caso quieres matarnos?!–

–Sólo sigo órdenes –

–¿Qué clase de órdenes? ¿De quién? –
Oh, no tienes que responder... Sé perfectamente quién está detrás de todo esto.

–No puedo hablar–

Una sensación en el pecho, como si el aire me faltara, acompañó una visión, la misma escena, yo me encontraba en el asiento trasero del auto, éste iba rápido y después una sensación de terror reinó en mí.
Todo eso debía ser un recuerdo del accidente que me hizo perder la memoria.

Miedo.
Desesperacion.
Sufrí un ataque de pánico que no me permitía siquiera moverme...

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Medio capítulo de relleno???
Naahh....

Sorry, but no sorry. <3

Los amo... Muack!

<3