XXXIV‹ "¡¿Prisión?!"

-¿Nicole? - David tocó una y otra vez a mi puerta. -Sé que estás ahí... Ábreme por favor -

-No quiero hablar ni ver a nadie. ¡Déjenme tranquila!- grité desde mi habitación.

-Solo quiero saber como estás... Hoy regreso a la universidad.-

-¡¿Cómo quieres que esté?!-.

-Quiero que sepas que lamento todo lo que pasó -
Abrí la puerta de mi habitación y ahí estaba David.
Había pasado una semana y no salía de casa para nada.

-Solo veniste tú y Melanie a arruinar todo.-

-¿Qué? -

-Melanie me contó que tú fuiste quien le dijo a mi padre de los antecedentes que Jo tenía, ¡por tú culpa él está en la cárcel! -

-No. Él está encerrado porque se lo merece -

-¡Vete! ¡Ya no me vuelvas a hablar en tu vida!- apunté con mi índice el pasillo que daba a la escalera.

-Bien.- David aceptó sin más; dio unos pasos y se detuvo. -Habla con el abogado de papá... Quizá pueda ayudarte.- dicho eso, se fue.

No quería gritarle eso a David, él había sido el único que me había aceptado en esta familia por mucho tiempo. Ya lo quería como mi hermano pero enterarme de lo que hizo, sólo provocó que actuara por impulso.
Tanto él, como Melanie, habían venido a pasar sus vacaciones, pero David debía regresar antes de tiempo.

***

-Hey. Hola- Salí a tomar un café cerca de casa, quería distraerme un poco. Drew me alcanzó y me detuvo.

-Hola... Estoy ocupada, no puedo hablar... -Intenté evadirlo. Yo no llevaba maquillaje en éste momento y la marca del golpe que mi madre me había dejado se notaba a la perfección.

-¿Estás bien? ¿Qué te pasó? - claramente se refería a la marca en mi rostro

-No pasa nada- intenté cubrirme. -Nos vemos luego- Caminé.

-Nicole... Espera.- de nuevo me detuvo tomándome del brazo.
-¿Sabes que puedes contarme lo que sea, verdad?-

-Sí, gracias... Pero en verdad todo está bien-

-Ok... Te acompaño a tu casa-

-No es necesario...-

Drew asintió. -Por cierto, el director de la escuela me dijo que podrías ir a hablar con él, para que tramitaras tu ingreso el próximo ciclo.-

-Gracias. Lo tendré en cuenta. Nos vemos - ésta vez logré encaminarme de regreso a casa.

Fueron solo dos cuadras.
Frente a mi casa, Drake estaba esperando.

-Hola. Estaba a punto de irme. Nadie sabía nada de ti-

-Hola Drake. Fuí por un café.-

-Que rico...- se frotó el estómago con la palma de su mano. -¿Todo bien?- Señaló mi rostro.

La cubrí por reflejo. -No es nada. ¿A qué se debe tu visita?-

-Tengo unos días libres... Y quería visitar a mi amiga.- dijo sonriente.

-Supongo que está bien... -Abrí la puerta exterior de la casa e invité a pasar a Drake. Caminamos por el patio frontal en silencio hasta llegar finalmente a la casa. -¿Quieres algo de tomar... O comer...?-

-Bien que me conoces.-

-Lo sé, no haz cambiado nada. - lo guíe hasta la cocina -En el refrigerador hay gelatina, pastel... Helado... Sirvete.-
Drake y yo habíamos establecido una relación de amistad muy fuerte, nos teníamos mucha confianza, así que no era raro verlo husmear en éste momento en mi cocina.

-¿Gustas?- Drake me ofreció un bote de helado. Negué con la cabeza y enseguida él se sirvió un poco en un tazón de cristal. -¿Y Jo? Tengo tiempo que no lo veo - dio un bocado gigante de helado.

-Y no lo verás pronto...-

-¿A qué te refieres?-

-Jo está en prisión - Me senté en uno de los bancos

- ¡¿Prisión?! - escupió un poco del helado que comía. -No juegues.-

-Es la verdad.- Drake seguía mirándome confundido; había bajado la cuchara.

-¿Qué fue lo que pasó? Porque sinceramente no me imaginó a Jo haciendo algo para estar en esas condiciones-

-Lo acusan de intentar robar unos papeles importantes de mi madre.- jugué con mis manos.

-wow... No puedo creerlo.- limpió el helado de chocolate que ensuciaba su rostro con una servilleta. -Habría apostado a que ese chico era totalmente confiable... No me creo que haya hecho algo así -

-Ni yo.- bajé la mirada

-¿Y tú que piensas de todo esto? ¿Ya hablaste con él?-

-Intento con todas mis fuerzas creer que es inocente, porque siempre me dio razones para creer ciegamente en él. Pero hay tantos baches en la versión de Jo y de mi madre... No sé que pensar. Cuando hablé con él me dijo que estaba siendo acusado injustamente... Pero después me ocultó algo que parecía importante...- Me di un pequeño masaje en las sienes con la yema de mis dedos. -No sé que pensar-

-Tranquila...- Drake se acercó a darme un rápido abrazo.

-Hace un rato David me dijo algo...- lo miré fijamente -¿Me acompañas a hablar con el abogado de Carlos?-

-Claro.- Ante su respuesta me levanté de mi asiento y me dirigí a la salida. -¡¿Qué, Ahora?!-

-Sí... -

-Ok- le dio una última mirada melancólica a su helado y corrió detrás de mí.

***

Drake y yo nos encontrábamos sentado en una elegante sala de espera.
La secretaria nos dio pase a la oficina de uno de los mejores abogados de la ciudad.

-¿En qué puedo ayudarlos jóvenes? - el hombre que no pasaba los 40 años, bien vestido y cabello perfectamente arreglado, acomodó unos papeles en su escritorio para después dirigir su atención a nosotros. Con un gesto nos invitó a tomar asiento frente a él.

-Uhmm... ¿Usted sigue el caso de Jonah Sheer?- comencé algo tímida. Él hombre realmente demostraba poder.

-Me temo que eso es información confidencial señorita.-

-Lo siento. Debí comenzar por presentarme, soy Nicole... ¿Seguro conoce a mi padrastro?- el hombre frunció el ceño -¿Carlos Slier? ¿Lo conoce?-

-Claro que sí. Es mi cliente. - su actitud a nosotros cambio por una mas amable -Al fin conozco en persona a la famosa Nicole, no puedo creer como no te reconocí, tu padre me a hablado mucho sobre ti.- Bajo un segundo la mirada para volver a dirigirla a nosotros -¿Tu padre sabe que estás aquí?-

-¿Eso es importante? - contesté.
Drake permanecía sentado en una silla junto a mí, en silencio, observando.

-Supongo que así es-

-Ok. La cosa es ésta...- Drake comenzó a hablar inclinándose al abogado -Jo no es culpable, y queremos saber cual es la razón por la que está encarcelado, porque hasta donde sé, no hay pruebas que lo acusen- Drake terminó su frase acomodándose despreocupado en la silla.

-¿Jóven...?-

-Drake, soy Drake Bell-

-Señor Bell... Tenemos el testimonio de Maribel Ross...- suspiró profundo y buscó entre los cajones del escritorio -Pueden revisarlo-

Tomé el sobre amarillo que me ofrecía. -¿Qué es esto?-

-El caso de su amigo-

-¿Cómo sabe que Jo es mi amigo?-

-Tu madre me habló mucho sobre ti, ya lo había dicho.- me hizo una seña con la cabeza para que abriera aquel sobre.

Con cuidado saqué cada papel que había dentro, sentía mi corazón latir y mis manos sudar; Drake apoyó su mano en mi hombro y me sonrió.

Nada...

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