(Nicole)

–Tu mamá quiere verte en la sala– Jo prestó atención a lo que hacía anteriormente –¿Qué haces?–

–Estudiando el guión, mañana grabamos dos episodios – dije acomodando el desastre de papeles sobre la mesa de mi habitación.
Hace unos días un productor de televisión me llamó para ofrecerme el protagónico en una serie de un canal familiar muy reconocido.

–Ese libreto es enorme –

–Lo sé – suspiré de forma pesada. –¿Y para qué me quiere ver mi mamá?–
Jo levantó los hombros indicando su desconocimiento a la situación. –Ok, ahora voy– terminé de acomodar las hojas y me dirigí a la sala.

Carlos, sus hijos y mi madre se encontraban distribuidos en los sofás a lo largo de la sala con decoración elegante.

–Nicole... Siéntate – Carlos se levantó en cuanto llegué y me habló animadamente. Seguí su orden –Ya que estamos todos juntos... Maribel y yo hemos pensado que sería bueno irnos de vacaciones – anunció con una gran sonrisa de oreja a oreja.
Hubo un gran silencio, dirigimos nuestras miradas  unos con otros.

–¡Sí! – mi madre se levantó de su lugar aplaudiendo

–¿Y qué dicen chicos?– Carlos se refirió a nosotros.

–No... ¡Yo no voy a ningún lado con ella!– Melanie levantó la voz mirándome con odio.

–Yo tampoco– me crucé de brazos.

–No peleen niñas...– mi madre hablaba con ternura cada vez que Carlos estaba presente.

–Yo no veo por que no ir... Serían increíbles unas vacaciones– David intentó animar la situación.

–No se diga más. Nos vamos en tres días – Carlos sentenció.

– Pero tengo escuela y es importante ¡son exámenes! – Melanie hizo otro berrinche

–Y yo tengo trabajo...– dije.

–Hablé con el director de la serie, te dará cinco días libres... – Carlos me miró

–¿Y qué hay de mí?– Melanie hizo un puchero.

–No me habías dicho antes de los exámenes... Pude haber hecho algo... – Carlos puso de cara de concentración.

– ¡Bien! No iré, mejor para ustedes ¿no?–Melanie salió furiosa de la sala.

–Hija...–

–Dejala Carlos... Si no quiere ir no la obligues, ya habrá otra oportunidad. –

Durante todo el drama, Max estuvo sumamente callado. De vez en cuando hacía gestos y rodaba los ojos ante las expresiones de emoción por el viaje que Carlos anunció.

***

–Yo abro– dije a Mary al momento que sonaba el timbre mientras yo pasaba por la puerta de entrada.

–Hola–

–Hola Drew, ¿Cómo estás? Pasa– Saludé con una enorme sonrisa al chico frente a mí.

–Estoy bien. Algo atareado por la escuela y el trabajo, pero todo bien– dijo con una sonrisa.

–¿Y... A qué se debe tu visita?–

–Quería invitarte a la escuela de la que te hablé, es de artes, pero trabajo en el área de baile. Pensé que podrías incorporarte...–

–¿incorporarme...?– pregunté confundida

–Siempre son bienvenidos nuevos docentes...–

–¿Quieres que sea maestra?–

–¿Qué dices? – me miró con ojos de cachorrito

–No lo sé... No creo ser buena para eso, además sólo soy una adolescente–

–De hecho yo empecé hace un año, cuando tenía 17– Drew era tan sólo unos meses mayor que yo. –¿Al menos me acompañarías?– juntó sus palmas.

–uhmmm... Ok– Drew sonrió al escuchar eso.

–¿Qué día puedes?–

–Ahora estaría perfecto... No tengo nada que hacer – su sonrisa se hizo aún más grande al escuchar mis palabras.

.....

Drew tenía su auto fuera de casa; después de unos 10min estábamos ingresando a una de las escuelas con más prestigio de Los Ángeles en cuanto a artes se refiere.

–Y aquí es mi salón... – Drew me había dado un recorrido por la escuela hasta llegar a una amplia habitación rodeada de grandes espejos.

–wow... Es enorme...– dije mirando todo a mi alrededor. –hace años que no entraba a un salón de baile.–

–Está por comenzar mi clase ¿te quedas?– observó su reloj

–me encantaría –

Minutos después, el salón se había llenado con chicos jóvenes siguiendo los pasos que Drew les mostraba al frente de la clase.

–¿Me ayudarías?– Drew se acercó a donde me encontraba observándolos sentada en la silla del "profesor"

–¿Yo?– él asintió –No creo que...–

–Será divertido. Y necesito una compañera – extendió su mano.

–Bien– acepté y tomé su mano.

Drew me mostró algunos pasos que aprendí casi de inmediato y después ya nos encontrábamos bailando al ritmo de la música, seguidos por los demás estudiantes.
Fue una experiencia hermosa. El estrés y ansiedad que sentía parecían haberse liberado.

.......

–¿Nicole?– me giré para ver quien me llamaba cuando íbamos por el pasillo.

–¡Drake!– lo abracé.

–¿Qué haces aquí?–

–Yo me pregunto lo mismo... –

–Soy asistente en la cabina de grabación.–

–¿enserio? –

–El trabajo ha sido algo... Nulo últimamente para mí... – Drake observó curioso a Drew que se mantenía de pie junto a mí

–Oh. Drake, él es Drew... Drew, él es Drake, un amigo de hace años– ambos estrecharon sus manos en forma de saludo.

–Voy a comer algo ¿Quieren acompañarme?– Drake nos invitó amablemente; observé a Drew quién sólo asintió con una sonrisa.

–Claro, debes contarme mucha cosas Drake... Hace tanto que no te veía – dije y comenzamos a caminar por el pasillo, yo en el medio de ambos chicos.

–Sí... ¿Cómo dos meses?– dijo Drake un poco burlón. –¿Y a ti cómo que ha ido?– me preguntó.

–Bien, supongo... También me pasaron un sin fin de cosas los últimos meses, pero ahora todo parece más calmado.–

–Y no me invitaste a la boda de tu madre– Drake actuó indignado.

–Es tu culpa, siempre vas de viaje a México... Y tampoco me invitas – dije indignada igual que él. Ambos reímos.

–Igual no quería ir... Habrían cientos de personas elegantes con las que no encajaría. Y por lo de México, no te preocupes, voy en unos meses, y estás más que invitada, y tu también Drew por supuesto.–
Ya habíamos salido del edificio. El clima era hermoso.

–Lo tendré en cuenta– Drew dijo amable. –¿Vas seguido a México? –

–Algunos dicen que vivo más haya que aquí...– Drake soltó un suspiro seguido de una risita –Me encanta ir.–

–Nunca he ido... – Drew parecía entusiasmado con la idea.

–Deberías ir, es hermoso. Y por el idioma no te preocupes... Todos son muy amables por haya. Además tenemos a la mejor traductora frente a nosotros...– Drake pasó una de sus manos alrededor de mis hombros.

–No sabía que hablabas español –  dijo Drew.

–Pues sí... Soy Mexicana de nacimiento...–

–Wow... ¿Qué mas sorpresas ocultas?– Drew sonrió de lado

–Si supieras toda la historia de ésta niña.–

–Drake.– dije. Él me observó de forma interrogante –Vamos a comer mejor...–

Fuimos a un restaurante de comida rápida que se encontraba cerca de la escuela. Drew y Drake se llevaron muy bien, lo que me hizo sentir aún más cómoda.
Y ahora que lo pienso sus nombres son algo parecidos... Que coincidencias.

Al terminar las hamburguesas, Drew debía volver a sus clases, y Drake se ofreció a acompañarme a casa, aunque le dije que no era necesario.

–¿Quieres pasar?– dije al momento que nos encontrábamos frente a la puerta de mi casa.

–Mejor otro día... Seguro que a tu mamá no le dará mucho gusto verme– Drake me recordaba un poco a Glen en su forma de actuar. «Glen, ¿cómo estará?»

–¿Crees que aún te guarde rencor?–

–Prefiero no descubrirlo. Nos vemos después.– me despedí con una sonrisa.
Conocí a Drake cuando era pequeña, y pasaba mucho tiempo con él, durante y después de las grabaciones de la serie en la que participábamos.
A mi madre, como es de costumbre, no le agradaba Drake; pero aún así me permitía pasar tiempo con él. Un día estábamos en casa, jugábamos un videojuego y al mismo tiempo comíamos algunas frituras y en un acto de emoción por ganar, Drake se levantó y le derramó una soda a mi madre que justo iba entrando; ella intentó tomarlo con calma, pero era su vestido de miles de dólares quien provocó su ataque de furia y como era de esperarse corrió a Drake de casa.

Después lo llamaba vago sin oficio ni beneficio ¿pueden creerlo?.

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Maratón 4/6