XVIII‹ Pequeña Pinocho
(Zac)
Mi padre se enteró del club de música y enloqueció ante la idea, obligándome a entrar a algún equipo deportivo; no es como que odie la idea de unirme, pero no es algo que me haya llamado la atención en algún momento.
Pero ahora que mi padre se volvió el nuevo entrenador del equipo de basquetbol, pues obviamente me hizo hacer una prueba y finalmente entrar. Ahora soy un "Lince" Y mi cara de celebración ante esa noticia, bien podría ser peor a la que haría en un basurero.
Así es, no me gusta. Pero lo haré por mi padre; y porque al parecer es bueno para mi futuro.
Al menos no se enteró sobre el curso de teatro.
Hace una semana mi padre se dio cuenta de que seguía hablando con Nicole por la computadora y me dió tremendo sermón; que lo resumiré en que ya no quiere que hable más con ella... Me confiscó mis aparatos electrónicos y hasta ahora, casi dos meses después, no los he siquiera visto.
–Zac...– mi hermano tocó la puerta de mi habitación
–Adelante– dije. Escuché como la perilla giró y entró Dylan con una mochila al hombro.
–Venía a despedirme– se sentó en la cama. Nuestra relación de hermanos había mejorado durante estos meses que él estuvo en casa –¿Vendrás al aeropuerto con nosotros?–
–Prefiero quedarme en casa, odio las despedidas – dije sin muchos ánimos.
–Entiendo.– hizo un pausa –Sé que estás en el equipo de basquetbol sólo por mi padre, prometeme que no dejarás el teatro y la música, eso sí es lo que te gusta –
–¿Cómo sabes eso?–
–Se nota a leguas que aún no te sientes cómodo en el equipo. Y... Nicole me mandó un vídeo, antes de que se fuera a Los Ángeles; era una obra en la que participaste, al parecer en un curso de teatro.–
–¡¿Qué ella hizo qué?! – me sorprendió que Nicole haya hecho algo como eso. Se suponía que era un secreto.
–Tranquilo. La descubrí un día en el parque mirando ese vídeo. Ella no notó que yo estaba ahí, y lo vi. Después le pedí que me lo enviara. Hermano, eres buen actor ¿quién lo diría?– después de contarle toda la historia término burlándose de mi aparente faceta de actor repentina.
–Aunque quisiera seguir con eso, el equipo deportivo me consume.–
El celular en el bolsillo de Dylan hizo un sonido. –Es tarde, no quiero perder el vuelo– se levantó y volvió a guardar su teléfono –Nos vemos luego– me tendió la mano, pero me acerqué para darle un abrazo, que terminó en una guerra de apretones. –Y sabes... Nicole no tenía novio, así que seguiré intentándolo – dijo separándose de mí, seguido de una palmadas en la mejilla. Parecía que se burlaba; o más bien, sí se estaba burlando.
–suerte con eso, no te servirá de mucho estar al otro lado del océano – ¿Quería burlarse? Burla tendrá.
–Pequeño e inocente Zac... Es obvio que no sabes nada– rió de lado y salió de la habitación.
¿Qué demonios quiso decir con eso? Y ¿Por qué no podemos tener un momento normal y nostálgico de despedida? Esperen.... Ya lo sé ¡él no es normal!
***
(Nicole)
Casi cuatro meses, y no he podido comunicarme con Zac. ¿Estará bien?
¿Estará enojado?
En cuanto a las cosas en Hollywood, todo sigue igual, me levanto a las 5 a.m. desayuno, vamos al estudio, grabo, comemos, entrevistas, reuniones... Y a dormir para hacer lo mismo al día siguiente. Por una parte me ayuda a olvidarme de que en algún momento tuve otra vida en San Francisco.
–¿Y esa carita?– Drake se sentó a mi lado. Últimamente pasaba mas tiempo con él.
–Estoy cansada.–
Asintió no muy convencido –Y... Dime estás por cumplir 16, ¿haremos una fiesta enorme?–
–No tengo mucho ánimo de celebrarlo – madrugar y desvelarse no eran una buena combinación y acompañado con mis pocas ganas de hacer lo que mi madre me obligaba, sólo lo volvía peor.
–Nicole– mi madre entró a una especie de oficina que utilizábamos para descansar; donde nos encontrábamos sentados. –Tenemos que irnos, encontré una casa hermosa y...–
–¿Casa?– ella estaba por salir del pequeño cuarto pero la detuve –¿Para qué queremos una casa?– ¿pregunta obvia? No tanto.
–No quiero vivir para siempre en ese mugriento hotel– dijo con desprecio –Además, hoy dimos por terminadas las sesiones de grabación y tus fotografías estuvieron listas hace semanas. –
–Creí que volveríamos a San... –
–San Francisco esto, San Francisco lo otro. ¡Me tienes harta con eso!–
–Pero tú dijiste que...–
–Shhh... Yo, no confirmé nada. Era un plan regresar, pero han surgido proyectos y compañías interesadas en ti, no podemos desaprovecharlas... Así que no volveremos–
Cada palabra salía de su boca con desprecio, como si su propósito fuera únicamente lastimarme.
–Pues yo no quiero seguir con esto. ¡No volveré a pisar un estudio de grabación!–
–Nicole... No hagas una escenita. Te lo pondré sencillo... Ese chico, ¿Zac? ¿Te importa?– se cruzó de brazos luciendo de una manera autoritaria.
–¿A dónde quieres llegar con eso?– intentaba lucir fuerte. Pero por dentro me sentía pequeña a su lado.
–Te hice una pregunta–
–Pues... Sí, es mi mejor amigo...–
–Entonces... Me imagino que no te gustaría que toda su vida se viera frustrada por tu culpa. ¿O me equivoco?–
–¿Por qué...? – ella se acercó tanto a mi rostro, que mi voz de pronto perdió fuerzas.
–Si tú no sigues mis instrucciones, tu amiguito nunca cumplirá su ridículo sueño se ser actor... –
–¿Cómo sabes que...–
–Yo sé muchas cosas. Y no te conviene hacerme enojar. ¿Hacemos un trato? –
–Estas sobornandome, ¿cómo puedes hacerme esto? Soy tu hija– ambas nos encontrábamos a un corta distancia una de la otra.
–Y porque eres mi hija, es porque hago todo esto; quiero que tengas un buen futuro...–
No me había dado cuenta de que Drake ya no estaba en la habitación hasta que volvió a entrar acompañado de Jo.
–¿Y cómo puedo confiar en ti ahora? ¿Cómo sé que no le harás daño a Zac?– finalmente dije.
–Es fácil. Una vez ya salvaste la vida de tu querido Jo... O ¿Ya olvidaste que armaste éste mismo berrinche cuando no querías regresar de Londres? – ella había comenzado a susurrar.
–Como olvidar que me amenazaste, si no volvía contigo a California, le harías daño a Jo... Y a su familia...–
–Y ahora ves la prueba con tus propios ojos, él está bien. Hiciste lo correcto aquel día.–
–Bien. Lo haré. – ella sonrió maliciosamente al escucharme decir eso. ¿Se podría odiar a una mamá? ¿Pero al mismo tiempo intentar amarla?
Si bien, nunca sabré si sus amenazas podrías hacerse realidad, prefería no tomar riesgos. Sabía que mi madre era una mujer de peligro, que se tomaba muy a pecho las traiciones y nunca perdonaba. Prefería no tenerla en mi contra.
Y ahora me encontraba en una mansión divina, digna de la realeza. Mi cuarto no se quedaba atrás en majestuosidad, pero me pregunto ¿De dónde sacó el dinero mi madre para éstos lujos?
–¿Cómo es que tu madre siempre logra convencerte de hacer lo que no quieres?– Jo se a acercó hasta mí; me encontraba desempacando mi ropa.
–Uhmmm... No sé de que hablas–
–No te hagas la desentendida – yo me movía por toda la habitación intentando evitar sus preguntas, simulando acomodar mis cosas.
–Escuchame– me detuvo sujetándome por los hombros.
–Te conozco demasiado, a mí no puedes engañarme... Tus ojos me dicen otra cosa–
Y en verdad me conocía... Probablemente ahora existan únicamente dos personas que podrían decir que me conocen, entre ellas Zac; pero con Jo es diferente, hemos crecido juntos, pasado por toda clase de cosas y definitivamente mentirnos no es una opción. Pero en este caso no podía contarle nada.
–Estoy bien. Me gusta esta nueva casa, Los Ángeles siempre ha sido una de mis ciudades favoritas y además, ahora tienes una habitación ¿sólo quieres disfrutar este nuevo comienzo conmigo?– intenté sonreír. Él mantenía la mirada clavada en la mía.
–No te creí nada pequeña pinocho. Pero está bien. Además, no me molestaba tener que dormir en un sofá, o en una de las habitaciones destinadas a los empleados, después de todo, eso soy.–
–Pues de nada por pelear con mi madre para que te dieran una habitación – me hice la ofendida.
–Gracias– me abrazó y después me miró y frunció el entrecejo.
–¿Qué?–
–Como que esa nariz está empezando a crecer– me dijo con una sonrisa burlona y pico la punta de mi nariz.
–¡No es cierto!– le di un pequeño empujón y él comenzó a reír.
–¿Disculpe?– una mujer de unos 50 años, de baja estatura, morena y de apariencia amigable apareció en la puerta de mi habitación.
Tanto Jo, como yo, la miramos confundidos. –Soy Mary, una de las nuevas empleadas. Su madre me puso a cargo de lo que usted pueda necesitar.–
¿Empleada? Hace años que no contábamos con trabajadoras domésticas, desde que vivíamos en Londres. –muy bien, gracias– dije aún aturdida.
–Llámeme si necesita algo – por un momento creí que Mary haría un reverencia, ciertamente era amable.
–Gracias... Pero ¿puedes hablarme de tú? No me gustan las formalidades. – le Sonreí, intentando ser amigable.
–Como ordene.... Digo, Lo intentaré – y salió
–¿Sabes de dónde esta sacando tanto dinero mi madre para todas estás comodidades? – me dirigí a Jo –Que yo sepa en lo poco que he trabajado estos últimos meses, no creo haber conseguido para todo esto–
–Ni idea... Y será mejor que no nos metamos en los asuntos de esa mujer.–
Hablando de Roma... se escucharon los gritos de mi progenitora en la planta de abajo, estaba llamándome por mi nombre.
–Ya vez, ya la invocaste– se burló Jo.
–Ja- Ja... Ahora vuelvo.–
Al bajar encontré a mi mamá en el filo de la escalera.
–¿Me llamaste? – dije
–No... Sólo quería gritar tu nombre porque me parece hermoso– Divino Sarcasmo
–Oh, sí, lo sé, es hermoso–
Mi chiste pareció no hacerle gracia pues me miró con desaprobación.
–Voy a salir de viaje. Y sólo quería pedir que no te metas en problemas. Ya te lo dije antes, no quieres verme enojada. Le di instrucciones a seguridad...–
–¿Seguridad? – la interrumpí
–Contraté a agentes de seguridad... Jo también tiene instrucciones, así que no intentes hacer nada de lo que después te arrepientas... ¿Entendido?–
Asentí a sus ordenes. Después de todo, no tenía planes en mente.
Aunque... Había algo que quizá cruzó por mi mente en el momento que la vi salir de la casa con sus maletas...
////////////////////////////<|>/////////////////////////////////
Cap un poquitito más lago para compensar el anterior 🤗 ;-)
-¿Capitulo de relleno, dónde?-
Ilysm <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top