LXII‹ "Bla bla bla"
(Nicole)
–Mi papá se equivocó al traer a Fabiola a esta casa... Pero no lo culpo por nada– Brenda se sentó frente al tocador de su habitación. –Desde el primer día ella actuó de forma agresiva... Nunca había permitido que me pusiera una mano encima, Fabiola sabía que yo también era fuerte...– Comencé a cubrir sus golpes con un poco de maquillaje mientras la escuchaba. –Pero desde que nos enteramos que mi papá se casaría con esa mujer... Los problemas con Allison, su hija, se pusieron peores.–
–¿Y... Cómo están la cosas con papá? ¿Se arreglaron?–
–Creo que sigue un poco molesto porque no le conté nada antes... Pero parece que entendió las razones de la pelea. Por cierto...Tengo algo que quiero pedirte.– Se puso de pie justo cuando terminé de maquillarla
–¿Qué es esto? –
Me entregó una hoja con un escrito.
–Una canción... La escribí para papá, me gustaría que la escuchara en su boda. Drake me ayudó a escribirla. –
Leí un poco de lo escrito –Es muy hermosa...– dije con la mirada clavada en la hoja.
–Me gustaría que la cántaras...–
–¿Porqué yo? Es tuya, deberías hacerlo tú. Drake dice que tienes una voz hermosa.–
–Mi papá.. A él no le gusta que me relacione con nada que tenga que ver con la música; aparte, él no está muy feliz conmigo en éste momento, no quiero se moleste más–
–¿Y qué te hace creer que sí le guste verme a mí cantando?–
–Supongo que ya se hizo a la idea de que ese es tu trabajo. No puede cambiarte. ¿Lo harás? Por favor – me miró con ojos de cachorrito. ¿Cómo decirle que no a eso? Soy tan débil.
–Bien–
–¡Sí! ¡Gracias! ¡Gracias! – se levantó y me dio un abrazó rápido.
–¿Y porqué nos abrazamos?– Drake entró a la habitación, uniéndose al abrazo.
–Nicole cantará la canción – dijo Brenda al separarnos. Llevaba una gran sonrisa.
–¿Creí que lo harías tú? – Drake preguntó a Brenda confundido.
–Sabes que no puedo. Y no me importa que ustedes dos la canten.–
–¿Qué dices? Como en los viejos tiempos.– le dije al castaño.
–Mmm... No, si no canto con Brenda, no cantaré con nadie.– se cruzó de brazos.
–Sabes que no lo haré – habló Brenda.
–Yo tampoco.– Drake seguían de brazos cruzados. –No es por ti Nicole, eres mi amiga... Pero no siento que nuestras voces funcionen en un dueto.–
–Ok... Fingiré que eso no me dolió. –
–hey, ¿Qué hacen?– Zac apareció en la puerta de la habitación.
–¡ahí está la solución!– gritó Drake.
–¿Qué dices Nicole?– Brenda me preguntó.
–Por mí no hay problema.– dije. –¿Te gustaría cantar una canción conmigo el día de la boda?– me dirigí a Zac quien seguía en la puerta observándonos confundido.
–¿Canción? – preguntó con el entrecejo fruncido. Todos asentimos casi al mismo tiempo.
–Muy bien. Lo haré–
***
–Terminamos el ensayo por hoy. Creo que salió estupendo.– Brenda se levantó de su lugar en el piano.
–Pues estás trabajando con profesionales.– dije pasando un brazo alrededor de los hombros de Zac.
–Presumida– Brenda rió –Debo ir a hacer prueba de vestidos– rodó los ojos en forma enfadada –De hecho... Tú también tienes. Andando– Me tomó del brazo y me arrastró fuera de la habitación donde se encontraba el piano.
–Diviertanse– Dijo Zac cuando ya íbamos en la puerta.
(Zac)
–Escuché que tienes una propuesta para una película –
–Me llamaron ayer... Quieren que haga una audición, no es nada seguro.–
Drake y yo veíamos televisión en la sala del primer piso. Las chicas llevaban casi dos horas en la famosa prueba de vestidos.
–Brenda debe de estar verdaderamente enfadada. – Drake tomó un puñado de palomitas del tazón que preparamos.
–¿Por qué? –
–Me dijo que odiaba ese tipo de cosas... Para ella, el primer vestido que le dieran estaba bien.–
–Y Nicole es todo lo contrario... – dije.
–Tienes razón, para ella mejor si la dejan un día entero en una boutique.–
–¿No es increíble lo diferentes que pueden ser?... Pero lo rápido que llegaron a entenderse cambia eso.–
–Creo que cada una tiene su toque especial. –
–¿Desde cuando tan filosófico? – pregunté.
Drake se encogió de hombros restándole importancia.
Llamaron a la puerta haciendo sonar el timbre.
Me levanté y atravesé el pasillo principal.
Abrí la puerta.
–¡Chicos! ¡Están aquí! – Tenía frente a mí a un sonriente Glen y a una alegre Melody.
–¡Zac!– Melody me abrazó fuerte y emocionada.
–¿Cómo estás hermano?– Glen fue el siguiente en saludarme con un golpe de puños.
–Perdón por llegar antes... Pero no había mas vuelos.–
–Uhmmm... Bien. ¿Quieren pasar?–
–¡Melody! ¡Glen!– Nicole corrió por el pasillo con los brazos abiertos, los antes mencionados aceptaron el gesto y de dieron un gran abrazo.
***
En fin... La señora Dorfman aceptó que ambos se quedaran en su casa por está noche, ya que ellos volverían a EUA la siguiente mañana.
Jo también regresó, como lo había dicho, justo a tiempo para la boda de mañana.
Melody, Brenda y Nicole subieron a la habitación para ponerse al corriente. Y yo me quedé con Glen, creo que teníamos mucho que contarnos.
Drake por su parte, dijo que debía trabajar en los últimos detalles del sonido para boda junto con Roberto.
–¿Enserio eres actor?– Glen se sentó en el sofá que había en la habitación donde yo había dormido hasta ahora.
–Sí. Incluso estoy por terminar la escuela de artes...–
–Entonces... Felicidades, estoy muy feliz por ti.–
–¿Y tú que me cuentas?–
–Estoy en la universidad... Estudio medicina – rodó los ojos.
–Uy... Que importante, entonces ¿debo llamarte Doctor Glen?– dije en tono burlesco.
–No te burles... Y no, aún no soy doctor. Soy un estudiante medio zombie ... Es una carrera brutalmente pesada.–
–Me imagino...–
–Mejor hablemos de algo menos triste... ¿Qué hay con Nicole?– hizo un baile de cejas que no me gustó nada.
–Nada. ¿Qué debería haber?–
–Sabes muy bien de que hablo... La última vez que tú y yo nos vimos en San Francisco ¿lo recuerdas?... Estabas muy enamorado😏– sonrió de lado.
–Glen...– rodé los ojos y le miré enojado.
–Ha. Ok. Ya entiendo. ¿Hay otra chica entonces?–
–¿Porqué tu obsesión por el tema?... Además, tú tampoco me has contado si hay una chica en tu vida.– me crucé de brazos.
–Con mis estudios no hay tiempo para eso, créeme. Pero sí hubo una... Hace mucho...–
–¿Ha sí? ¿Quién?–
–Si te digo... ¿Prometes no enojarte?–
–¿Porqué debería de...?–
–Nicole ¿ok?– soltó antes de que terminara de decir mi oración.
–¡¿Cómo?! – me levanté de un salto.
–Dijiste que no te enojarías...–
–¡No estoy enojado!–
–Entonces dícelo a tus puños.– Glen apuntó a mis manos, que efectivamente estaba cerradas.
–¿Porqué no me habías dicho esto antes? Creí que éramos amigos – me senté de nuevo. Intentaba recuperar la tranquilidad.
–Pues... Porque... No es verdad.–
–¿Qué? –
Él comenzó a reír –Debiste ver tu cara... Fue tan gracioso.–
–No entiendo...–
–No hay nada que entender, fue una broma. Quería comprobar algo, y ahora está más que claro.– se sentó más recto y se inclinó hacia mí –Ya dime... Vine desde muy lejos, y sólo te veré ésta noche y mañana. ¿No le has dicho nada?... No, espera... ¿Ya te friendzonó?...– se cubrió la boca con la palma de sus mano en señal de sorpresa. –O...–
–¡Glen!– lo interrumpí –Déjame hablar al menos.– él asintió y calló. Respiré hondo. –Sí. Ella me sigue gustando ¿ok? No... No puedo evitarlo. –
–¡lo sabía! –
–Pero no le he dicho nada... No quiero arruinar nuestra amistad... –
–bla bla bla... Así nunca llegarás a ningún lado. –
–Nicole me ve como su mejor amigo, nada más. Ella lo ha dicho.–
Vaya, jamása había dicho eso en voz alta. Y nunca me habían quemado tanto aquellas palabras.
–Eso dice... Pero... ¿Qué piensa?– lo miré confundido –Las chicas son muy complicadas... Siempre dicen lo contrario.–
–¿Y desde cuando te volviste tan sabio?– pregunté con tono sarcástico.
Ambos estabamos sentados uno frente al otro. Yo en la cama, y Glen ocupaba ahora el sofá.
–Desde que entré a la universidad... – levantó una ceja intentando demostrar su punto.
–Aunque... Quizá tengas razón... No lo sé...– sacudí mi cabeza –¿Qué cosas digo? Claro que no la tienes.–
–¿Cómo lo sabes?–
–Bueno, tal vez sí hay algo... Que... Nadie sabe... Y nadie puede saberlo, debes prometerme que no lo contarás nunca, te llevarás éste secreto a la tumba.–
–Lo prometo – levantó su mano en señal de juramento –¿Pero porque tanto secretismo?– dijo susurrando.
Yo también bajé la voz, escaneé la habitación; no había nadie.
–Si te cuento esto, es porque eres alguien a quien le tengo mucha confianza... –
–¡Ya dime!–
–Puede que Nicole y yo nos hayamos besado – solté, así, sin anestesia. Pero, que bien se sentía decirlo al fin.
Glen me observaba con los ojos abiertos como platos, y su boca parecía no poder cerrarse.
–¿No dirás nada?– pregunté.
–¿Fue enserio?... ¿Y... Qué pasó?– hablaba sorprendido.
–En realidad... Ni siquiera Nicole lo sabe –
–Eso es imposible– dijo burlándose
–No tanto... Ella estaba muy ebria... Por eso no recuerda nada; por el contrario, yo no tomé nada.– Glen me prestaba total atención, incluso pareciera que no parpadeaba. –Fueron dos besos... Y quizá... Las cosas se salieron un poco de... ¿Control? Incluso dormí en su cama–
–¿Es lo qué estoy pensando?... ¿Tú y Nicole...? Pues...–
Para ese momento me hubiera gustado saber que ella estaba justo en la puerta, me hubiera gustado que Glen hubiera prestado más atención a lo que ocurría a su alrededor. Pero no, yo estaba de espaldas a Nicole.
–No... Estando en la cama... Yo...–
–¡Imbécil! – No tuve tiempo de reaccionar, cuando Jo ya había lanzado un puñetazo justo en mi cara. –¡Te voy a matar! – gritó con rabia, me mantenía sujeto del cuello de la camiseta.
–¡Tranquilo!– Glen intentaba alejarlo de mí. Pero no tuvo mucha suerte.
–¡Jo! ¡Ya basta!– Al escuchar la voz de Nicole, él se detuvo. La miró y después me soltó con rudeza.
–Quiero hablar con Zac...– dijo ella.
–A solas – se dirigió a Jo.
–Pero...–
–Por favor – habló en tono serio.
–Bien. Estaré cerca, por si me necesitas.– Jo se encaminó a la puerta seguido de Glen. –Ni creas que he terminado contigo.– me habló.
–Jo. Afuera.– Él siguió las órdenes de Nicole.
–¿Qué escuchaste? – fue lo primero que dije. Sinceramente no sabía que decir. Permanecí sentado en la orilla de la cama.
Pasé mi mano por el líquido que salía de mi nariz.
–Creo que lo suficiente...–
Siendo honesto, creí que ella comenzaría a gritarme; pero no, estaba de pie, con los brazos cruzados. Supongo que usaba todas sus fuerzas para mantener la calma.
–¿Porqué no me habías dicho nada de eso?–
–Precisamente porque quería evitar esto– apunté el moretón provocado por el golpe de Jo. –Y porque temía que nuestra amistad se volviera rara...–
–¡Te pregunté si había sucedido algo! ¡Al día siguiente! – Ella comenzó a levantar la voz. –¡Y tú dijiste que NADA!–
–¡Y como querías que te dijera que...!– Callé.
–¡¿Qué?! ¡Dilo! ¡Te aprovechaste de mi condición! ¡Porqué hasta donde sé, tú estabas totalmente consciente ese día! –
–¡¿Es en serio lo que escucho?!– dije en tono ofendido. ¿Ella en serio pensaba que yo fui capaz de hacerle algo? –¡Las cosas no fueron como tú crees!–
–Por eso estabas en la habitación al día siguiente... Ahora todo tiene sentido.–
–Tienes que escucharme... No pasó nada más haya de un beso.– me puse de pie.
–¡Ya no quiero escucharte!– Ella se resistía a las lágrimas. –¡¿Tienes idea de lo que está pasando ahora?!– preguntó con los ojos llenos de lágrimas que se negaba a dejar salir.
Negué. Ya no tenía aliento para hablar. ¿Porqué demonios no hablaba? ¿Porqué no le escupía toda la verdad?
–Ya no quiero ser tu amiga...– soltó un sollozo y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. –Ya no puedo serlo.– Y caminó a la salida.
La detuve sujetándola del brazo –¿Porqué no quieres escuchar razones?–
–¡Suéltame! Eres un idiota.–
Su mirada había cambiado, ya no me veía con dulzura como lo hacía siempre que manteníamos la vista fija uno en el otro. Sin embargo no había odio en sus ojos... Tan sólo, decepción.
–¿Y qué hay de la canción de mañana?– Dije soltándola antes de que ella saliera definitivamente del lugar.
–Cantala tú. – habló sin girarse a mí –Yo no puedo.–
–Pero es para tu papá–
–¡No voy a cantar una canción contigo! ¡Y tampoco cantaré algo que me recuerde a ti!– y salió por el pasillo.
No la seguí. Mis fuerzas se habían esfumado. Me dejé caer en la cama.
Glen y Drake entraron un par de veces para intentar hablar conmigo, pero yo permanecía en silencio, sin mirarlos.
Al anochecer Bell y Kevin entraron a la habitación de nuevo, pero ya no hicieron intentos de hablar conmigo.
Se dedicaron únicamente a prepararse para dormir.
///////////////////////<|>///////////////////////
Vaya titulazo que le puse al Cap. 😅 XD
Hey! ¿Cómo están?
Yo estoy... Frustrada, escribir este episodio no fue lindo... Pero igual, es uno de mis preferidos. Al menos ya se medio descubrió lo que pasó ese día 😏...
Como sea...
¿Qué creen que pasé después?
¿Creen que todo se solucione?
¿En serio creen que yo soy capaz de escribir algo tan cliché?...
Descubranlo en el siguiente episodio 😉...
Nos leemos luego.
Bye. Paz ✌
Sean felices... <3
Maratón 4/4
Gracias x las +400 vistas ♥️♥️♥️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top