TOM

La ira me invade y mis actos salen impulsivamente. Escucho a lo lejos los gritos de Patrick y los de Sam, siento el como intentan tomarme de los brazos y alejarme de mi hermano. Lo estaba matando, tenía la cara casi destrozada, pero el no merecía vivir un minuto más, no después de lo que hizo.

Su sangre cubría mi puño y su cara se desfiguraba cada vez más. Todo era culpa de Harry, todo lo que estamos pasando, todo siempre ha sido su culpa.

Horas antes...

Cierro la puerta con llave y Kara protesta nuevamente por que la he forzado a reunirse conmigo. La imagen de ella dando la orden de quitarle la vida a esos dos inocentes aún está en mi como pintura fresca, te puedes manchar fácilmente con ella.

— ¿Qué es lo que haces Thomas? —cuestiona enojada— ¿Qué no entiendes que alguien podría vernos?

Giro el cuerpo para verla de frente. Estamos en un cuarto pequeño, pero muy iluminado. Es imposible que alguien nos vea, ya que, aquí solo puede entrar el rey. Si nos encuentran aquí, el castigo sería de muerte, al menos para mi.

— ¿Por qué lo hiciste? —pregunté cabreado.

— ¿De qué hablas?

— ¿Por qué los mataste si eran inocentes?

— ¿En serio estas enojado por eso Thomas? —suelta una sonrisa sarcástica—. Fue para protegerte, ¿Qué no lo entiendes?

—Pudiste haber dicho que huyó, pudiste salvarlos.

— ¡Pero no lo hice! Los maté. Dejé a dos niños sin padres y probablemente se morirán en semanas. Así que supéralo y sigue con tu vida así como yo seguiré con la mía.

Esta no era la chica de la que me había enamorado. Esta era la misma Kara de antes. Fría y sin expresión alguno. Se está volviendo como ellos, esta siendo una más de la realeza. Justo como lo dijo Harry.

—No puedo creer lo que estas diciendo —escupí sorprendido— ¿Qué es lo que te ha pasado Kara? Primero me ocultas la boda y luego esto.

— ¿Cómo sabías lo de... —la interrumpí.

—Vamos Kara, todos lo saben y era imposible ocultarlo. ¿Cómo no me di cuenta antes?

—No entiendo —Kara se acercó a mi para intentar tomar mis brazos, sin embargo, me alejé de su contacto.

—Tu siempre has tenido todo lo que querías, solo debías de pedirlo y te lo daban. Naciste con un buen nombre en cuna de oro, naciste con elegancia y un futuro ya hecho. Sin hambruna ni miedo. Nunca supiste lo que era el frío o la impotencia. Te dieron todo lo que deseabas.

La expresión de Kara cambió de un momento a otro, ahora estaba sorprendida y me atrevo a decir que ofendida. Yo hablaba sin pensar y ella actuaba sin pensar. Los dos cometíamos un error, sin embargo, el mío no quitaba vidas.

—Thomas ¿de qué estas hablando? ¿Si estás pensando lo que estas diciendo?

— ¿A donde vamos Kara? ¿Qué es lo que quieres de mi? ¿Quieres estar conmigo por siempre?

—Tom creo que es un poco precipitado esto.

—Dos años Kara, hemos estado así dos años.

—Y por eso no hay que preocuparnos —se acercó más a mi y tomo mi cara para hacer que la viera a los ojos. Esos ojos verdes que enamoran a primera vista—, mientras nos amemos con esta fuerza lograremos todo.

—No digas tonterías Kara, ¿y luego qué? ¿Te casarás conmigo y seremos reyes de Vándalos? —tomé sus manos y las quité de mi rostro—. A eso me refiero, tú y yo no podemos estar juntos por siempre. Es hora de elegir.

—Thomas por favor —se aleja unos cuantos pasos de mi—, disfrutemos el ahora, disfrutemos el momento. Deja de preocuparte por eso.

— ¿Cómo puedes estar tan calmada? —respondí enojado— ¡Estás hablando como si tu boda no fuera en una semana Kara! Te casarás y me dejarás por siempre.

—Un título no te da pertenencia de nadie. Tampoco una ceremonia ni un vestido blanco.

—No, pero un pueblo si —defiendo mi punto—. Él será rey y tu reina, y como todo reino, se debe seguir el linaje, se debe engendrar un heredero. Quieras o no estarás con él y crearan un príncipe juntos. Algo que nosotros no podremos hacer.

—No uses las palabras que te enseñé en mi contra Holland, si vas a pelear conmigo, pelea con tus palabras de campesino.

— ¿Cómo puedes... —me interrumpe.

—Ayer me amabas sin importar que, y ahora me pones condiciones. ¿Qué es lo que cambió?

—Que tengo una familia, tengo hermanos que cuidar y alimentar. No puedo arriesgarlos de esta manera. No por ti.

—No estas hablando tú —susurró entre dientes—. Dime, ¿él te convenció de hacer todo esto? —gritó enojada.

— ¿De quién estas hablando?

—De Harry, ¿de quien más?

—No metas a mi hermano en esto Kara.

— ¡Te dije que no confiaras en él! Te lo dije Thomas. Tenías que confiar en mi. —Me empujó bruscamente.

— ¡Es mi hermano Kara! ¿Cómo querías que no confiara en él? —protesté más enojado.

— ¡Por qué él es malo! Es un peligro.

— ¡Es mi hermano! —grité enojado con todo el aire que tenía.

— ¡Y él mató a tus padres!