s e i s

El fingir que estaba enferma... Funcionó de maravilla.

La enfermera se preocupó al verme tan roja. Tomó mi temperatura, y aunque esta estaba en el grado normal, me aconsejó quedarme hasta que las clases finalizaran, por si llegaba a sentirme un poco mal. ¡Denme un Óscar a mejor actriz! Je, je.

En resumen: no más Hwang Hyun Jin por el resto del día.

Al salir (no sin antes llevarme unas muy específicas recomendaciones de la enfermera, además de pasar por el pastel a la sala de profesores y por mi mochila a mi salón, asegurándome de que ya no hubiera nadie, incluido Hyun Jin), me encontré con las chicas en la entrada de la escuela, Sun Hee les avisó de la reunión un poco antes de que ellas entraran a su clase, no lo pensaron mucho y aceptaron.

Caminamos hasta la estación más cercana del autobús para abordarlo, por suerte no había mucha gente en este, además, solo teníamos que viajar tres estaciones. No tardamos mucho en llegar al centro comercial.

Mientras esperábamos a Ji Sung y compañía, decidimos sentarnos en una banca frente a una pequeña fuente.

—¿Quiénes comerán con nosotras? —preguntó Kyung Ah.

—Wow, qué directa. —Reí levemente. —Pues sinceramente no lo sé, nunca he visto a los amigos de Ji Sung...

—¿Amigos de Ji Sung? —preguntó Eun Ji con un gran brillo en su rostro.

—Sí, dijo que había invitado a algunos de sus amigos.

—¡Debería de haber avisado antes! Me hubiera esforzado más en mi peinado y maquillaje, además, hubiera usado otro atuendo...

—Oye, ¿y por qué simplemente no vinimos junto con ellos? —preguntó Kyung Ah con los brazos cruzados.

—Yo... Ji Sung me dijo que lo vería aquí, además no lo vi después de eso...

—¿Tardarán mucho?

Torcí la boca y miré mi celular.

—No lo sé... Apenas vienen para acá.

—Ese mensaje te lo mandé hace más de cinco minutos. —Levanté la mirada sorprendida. Ji Sung rió.

Fruncí el ceño.

—¿Y por qué me acaba de llegar? —reclamé.

—Pues... una de dos: o tu celular es un asco, o tu plan de datos es un asco. —Sonrió inocente.

Mis amigas rieron bajo, les dediqué una mirada fulminante.

—Sí, sí, muy gracioso. —Miré por encima del hombro de mi molesto amigo y me encontré con tres chicos.

—Bueno, ¿nos vamos? —propuso Han. Mis amigas y yo asentimos levantándonos de nuestra ya cómoda banca.

Escuché un carraspeo por parte de Eun Ji.

—Y... ¿no nos presentarás Soo Hye? —preguntó mi amiga más pequeña.

—Yo...

—¿Qué es eso? —cuestionó Ji Sung señalando la caja que llevaba entre mis manos, ignorando por completo la petición de Eun.

—El regalo de mi madre para ti.

—¡Soo Hye-yah! —exclamó Eun Ji, formando un puchero. Los amigos de Ji Sung la miraban confundidos. Eh, chicos, no es para tanto, ella solo quiere una cita con alguno de ustedes.

—Ah, ven aquí gorun —dijo Kyung Ah mientras pasaba su brazo por el hombro de la chica mencionada—. Discúlpenla, ¿sí? —se dirigió a los chicos—. Ya habrá tiempo para presentarnos, sé paciente, por favor —murmuró, sin embargo alcancé a escuchar.

Le dediqué una mirada a Sun Hee, ella se encogió de hombros y negó, a lo que yo reí levemente.

Ji Sung me dedicó una sonrisa cómplice, a lo que correspondí.

Llegamos al restaurante, por ser un día entre semana, el lugar no estaba lleno. Agradecí internamente que todo estuviera yendo bien.

Pasamos rápido a una mesa junto a una gran ventana, coloqué la caja en el centro de la mesa y colgamos nuestras mochilas en un perchero junto a nosotros. Ji Sung se sentó junto a sus amigos, bueno, sus amigos se sentaron junto a él. Una camarera llegó a tomarnos la orden, pedimos pasta y tres pizzas: stagioni, cuatro quesos y pepperoni. 

Dios, más les vale que esas sean las mejores pizzas que hayan comido en su miserable vida, sino, habré gastado el triple en vano.

—Bien, chica, ahora sí podemos presentarnos —dijo Ji Sung mientras miraba a su alrededor, tomó una servilleta y la hizo bolita—. Yo lanzaré esto a alguno de ustedes y tendrán que se presentarse.

Eun Ji sonrió y asintió con entusiasmo.

—Pff, qué infantil —comentó un chico que llevaba una gorra. Justo eso iba a decir.

Ji Sung miró a su amigo fulminante y le lanzó el papel.

—Comienza —amenazó mi amigo.

El chico soltó un bufido y cambió su posición.

—Soy Seo Chang Bin.

Las chicas y yo mirábamos expectantes a Chang Bin, queríamos que nos contara algo más de él. Él nos miraba con una ceja enarcada. Soltó un suspiro y lanzó el papel a Kyung Ah. Ella rodó los ojos mientras negaba.

—Me llamo Kang Kyung Ah, estoy en la clase 3-2.

Ji Sung apretó los labios y me miró, esto no estaba funcionando muy bien.

Eun Ji miraba a Kyung con una sonrisa, esperaba que le diera el papel a ella, sin embargo cayó en las manos de uno de los amigos de Ji Sung. Así que nos turnaremos, eh.

El chico soltó un bostezo.

—Mi nombre es Kim Seung Min, estoy en la clase 3-4, junto con Chang Bin y Min Ho. Conocimos a Jisung en el equipo de baloncesto. —Asentí recordando a los pésimos jugadores que estuvieron en el partido del viernes pasado.

El chico que aún no se presentaba lo fulminó con la mirada. Seung Min se encogió de hombros restándole importancia y sin pensarlo mucho, aventó el papel hasta Eun Ji. Bueno, por lo menos ya no estaría tan ansiosa.

—Hola chicos, me llamo Eun Ji. —La chica agitó su mano saludando a los presentes. —Voy en la clase 3-2, junto a Kyung Ah y estoy soltera. —Guiñó un ojo. La miré con el ceño fruncido. —Oh, y conocimos a Soo Hye desde secundaria, íbamos en la misma clase, hasta que entramos a la preparatoria.  —Asentí con orgullo.

Eun Ji lanzó la bola de papel a Min Ho. Este miró de mala forma a Seung Min una vez más y suspiró.

—Soy Lee Min Ho, y creo que ya no hace falta presentarme.

—¿Cómo el actor? —bromeó Kyung Ah, haciendo que todos riéramos, a excepción de Min Ho y Chang Bin.

—No... Sí... ¡No! —Bajó la mirada. —Bueno sí... Agh, lo que sea.

Aventó el papel hasta Sun Hee.

—Oh, ¿yo? —preguntó un tanto nerviosa—. Soy Cho Sun Hee, voy en la clase 3-3, junto con Ji Sung. —Mi amiga le dedicó una sonrisa, él le correspondió.

—Genial, todos se presentaron, ¿no? —dijo mi mejor amigo.

—Hey, faltas tú y Soo Hye —intervino Eun Ji.

—Ah, pero aquí todos me conocen, y todos conocen a Soo Hye, en verdad no hace falta...

Sun Hee lanzó el papel al rostro de Ji Sung, él apretó los ojos y después soltó un suspiro.

—Si insisten... Soy Han Ji Sung, mejor amigo de Soo Hye desde que éramos niños.

Rápidamente, sin dar tiempo a comentar nada, Ji Sung me arrojó el papel.

—Soy Song Soo Hye, y no conocía a ninguno de ustedes —dije refiriéndome a los amigos de Han—. Estoy en la clase 3-1.

La camarera llegó con nuestra orden. O ella no había tardado, o el tiempo para mí, había pasado muy rápido.

Comimos, hablamos, bromeamos, celebramos y sobre todo, disfrutamos de nuestra compañía, sin importar que nos hubiésemos conocido ese mimo día. Ji Sung unió a unos completos desconocidos para acompañarlo a celebrar.

Mi amigo quedó fascinado con el pastel que preparó mi madre. Tengo que admitir que yo también.

Nuestros amigos volvieron a sus casas, Ji Sung se ofreció para acompañarme.

—En realidad, los chicos... las conocían a todas ustedes —admitió.

Levanté ambas cejas y entreabrí la boca, sorprendida por su confesión.

—¿Y nos hiciste presentarnos a todas?

—Eun Ji insistía mucho, y ustedes no conocían a mis amigos... Pero fue más por Eun Ji.

Reí y golpeé levemente su pecho.

—Ellos creen que son lindas y agradables. Además, ¿por qué te sorprendes? Sabes bien que eres "popular". —Hizo comillas con sus manos y recalcó la última palabra.

—Hey, sí lo soy.

—Sun Hee te gana.

—Ya, ya, lo que sea... —Lo miré con los ojos entrecerrados. —Oh, casi lo olvido.

Quité mi mochila de mis hombros y la abrí para sacar el albúm que había comprado para Ji Sung.

—Toma. —Extendí mi mano y se lo di.

Él lo recibió con ojos brillantes y una gran sonrisa.

—¡Wow, gracias! —exclamó con emoción—. Recuerdas bien lo que te digo, eh.

—Pues... supongo que sí. —Reí bajo.

—En verdad, muchas gracias por acompañarme hoy, por el regalo, y sobre todo, por pagar la comida. Mis amigos son unos animales salvajes y comen mucho —bromeó.

Sonreí.

—Ahora entra a casa, te veré mañana, ¿bien?

Asentí, abrí la puerta y tomé mi mochila.

—Adiós Ji Sung.

Cerré la puerta de casa y colgué mi mochila en el perchero. Caminé en dirección a las escaleras después de ver a mis padres sentados en el sofá.

—Hija, ¿te sobró algo de dinero?

Me detuve en seco al escuchar a mi padre y me giré con una sonrisa mostrando todos los dientes.

—La comida estuvo buena papá.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top