d o c e

Miré con confusión nuestras manos y posteriormente a Hyun Jin, quien me dedicó una sonrisa.

—Aquí es —mencionó para después soltar mi mano y levantarse del asiento.

Tardé unos segundos en comprender lo que estaba pasando, solo asentí e imité su acción.

Bajamos del autobús para encontrarme con un enorme parque. Estaba segura de que lo había visto antes, tal vez en algún viaje con mis padres, pero nunca había podido disfrutar de una caminata o un helado de ahí, simplemente no era mi zona.

—Por aquí.

Hyun Jin comenzó a caminar con las manos dentro de sus bolsillos, me coloqué junto a él siguiendo su ritmo y mirando a mi alrededor, había realmente muchas cosas para comprar, pero realmente lo único que me llamaba la atención era un puesto de helados, que anunciaba una gran variedad de sabores.

—¿Quieres algo?

Tomé aire, no quería causarle molestias a Hyun Jin, solo habíamos venido a hablar.

—No, gracias. —Miré sus ojos y le dediqué una sonrisa.

Él me vio no muy convencido y tomó mi brazo para, tengo que decirlo, arrastrarme hacia el puesto de helado.

—Hyun Jin, en verdad estoy bien —dije mientras trataba de soltarme de su agarre, que a pesar de ser fuerte no me causaba ningún dolor.

Él se detuvo y bajó la mirada.

—Hye... —Soltó un bufido y después volvió mirarme. —Está bien, te creo.

Fruncí el ceño extrañada por su comportamiento. Carraspeé mi garganta y miré su mano aún aferrada a mi brazo.

—Oh, lo lamento —dijo y enseguida me soltó.

—¿Qué...? —Solté un bufido, no quería sonar tan ansiosa, sin embargo no encontré otras palabras para cuestionarlo en esos momentos: —¿Qué era lo que querías decirme?

El pelinegro sonrió achicando sus ojos y rascó su cabeza. Oh no Hwang, ni se te ocurra hacer eso conmigo.

—Primero quiero mostrarte algo.

Asentí y él continuó caminando. Tomé aire abofeteándome internamente, me sentía un poco incómoda por lo que acababa de pasar.

Llegamos a un lago, había un gran puente de madera que conectaba con el otro lado, era realmente impresionante lo inmenso que el parque era.

En el puente, también había algunos puestos de golosinas y Hyun Jin se acercó a uno de estos.

—No tienes que ser tan modesta —dijo después de pagar un algodón de azúcar, sin mirarme.

Apreté levemente mis labios y miré al piso mientras hacía pequeños círculos con mi pie.

—Solo no quiero parecer molesta —murmuré.

—Pff... —Hyun Jin soltó una risa sarcástica, llamando mi atención, después me miró de reojo—. Creo que ya lo eres.

Fruncí el ceño y di un pequeño golpe en su brazo.

—¡Tú sí que lo eres! —exclamé y me crucé de brazos. El chico solo se limitó a reír.

El vendedor le acercó el algodón de azúcar y Hyun Jin lo tomó con una sonrisa. Agradeció y me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera. Solté un resoplido y negué levemente, para después relajar mi expresión e ir detrás de él, por probablemente undécima vez en el día.

—Vuelvo a preguntarte: ¿Quieres algo?

Solté aire y miré algunos de los puestos cercanos.

—Lo que sea estará bien.

No. Conocía lo que el chico me respondería, no hacía falta pensar mucho en ello ya que su comportamiento estaba siendo inusual, muy amable y atento para mi gusto. Así que antes de que insistiera con que eligiera algo, dije:

—Me conformo con que me invites un poco de tu algodón de azúcar.

No pude describir con exactitud la expresión que tenía Hyun Jin en ese momento. Quizá fue sorpresa o incomodidad, y esta última me hacía sentirme terrible. Quise darme un golpe en la frente por la propuesta que acababa de hacer, era obvio que eso era más molesto que haber pedido un cono de helado sólo para mí.

Qué torpe, torpe fue lo que hice.

—Yo, yo... Quiero decir, no quise...

Agité mis manos de forma nerviosa tratando de buscar algo mejor que decir para arreglar la situación, pero claramente era solo una pérdida de tiempo. Hwang me miraba expectante y eso me ponía aún más ansiosa.

»—Agh, ¿por qué todo esto está siendo muy difícil? —murmuré mientras agachaba la cabeza.

Cerré mis ojos deseando que la tierra me tragara, ver a Hyun Jin se había vuelto incómodo después de haber dicho semejante cosa. Realmente no supe de dónde salió aquello, pero de pronto, el chico estaba inclinado con una sonrisa ofreciéndome un poco de su algodón de azúcar. Lo miré con los labios entreabiertos y torpemente estiré mi mano para tomar un pequeño trozo del dulce.

Jin me miró satisfecho en cuanto llevé el pedazo de algodón a mi boca. Sentía como el azúcar se deshacía y simplemente dejé que mis papilas gustativas disfrutaran del sabor que proporcionaba, para después pasarlo. Hyun Jin también comió un trozo, remojando un poco sus labios, y una vez más quedé maravillada con eso.

Me obligué a apartar la mirada, no quería que él notara cuan torpe podía dejarme con tan solo degustar un algodón de azúcar.

—Gracias. —Fue lo único que pude decir.

El chico asintió ante mi agradecimiento y caminó a la barandilla del puente, recargando sus brazos en esta. Me coloqué junto a él y miré al lago.

—¿Cómo te fue en el entrenamiento? —pregunté después de que el gran momento de silencio volviera a aparecer.

—En realidad... Creo que fue bien, Chang Bin es muy bueno—hizo una leve pausa—. Mi primera impresión sobre él fue muy mala.

Rio y yo sonreí.

En el lago se podían ver algunos peces nadando en grupo, otros pocos iban solos. También se podían apreciar sobre el agua nenúfares que no noté antes, habían algunas aves que volaban muy cerca del agua y salpicaban algunas gotas. El lugar era simplemente hermoso, y la atmósfera del lugar era perfecta... Perfecta.

Miré con asombro a Hyun Jin al sentir como tomaba mi mano. Como siempre, su tacto era cálido, suave,  me erizaba la piel y aceleraba mi corazón.

—Hye... —dijo sin mirarme. Noté un leve sonrojo en sus mejillas, cosa que no había visto en él antes, ni siquiera aquel día del debate en clase. —Yo, estuve pensando mucho en esto, créeme que tenía muchas expectativas, frases, y muchos escenarios, y me gustaría que el resultado fuera como en mi imaginación.

Hwang se giró en mi dirección, sin embargo evitaba hacer contacto visual.

—¿Esto es lo que creo que es? —pensé mientras miraba a Hyun Jin sin saber qué hacer con exactitud.

—Me preguntaba si tú quisieras salir conmigo.

Podría apostar que mi cara fue épica. Abrí con exageración mi boca y mis ojos, porque aunque suponía que Hyun Jin diría eso, gran parte no quería creer en aquella posibilidad, así que al final fue una gran sorpresa para mí. Temía que el corazón fuera a abandonar mi pecho, este latía con tanta fuerza que solo escuchaba el poom-poom-poom que hacía. Pasé saliva con dificultad, mis piernas flaqueaban y mi boca no podría pronunciar ni una sola palabra, me había quedado completamente en blanco.

Hyun Jin levantó lentamente la mirada con una expresión de lo que pude definir como suplica, pero no rogando porque le diera una respuesta afirmativa, mas bien pedía que simplemente dijera algo.

—Ehm, yo...

Respiraba con dificultad y evitaba sus ojos a toda costa, esperaba que ocurriera un milagro para sacarme de aquella situación.

—Sí... Sí, ¡Sí! —esa era la respuesta que quería darle. —Song Soo Hye, ¡Sí quieres salir con él!

Aparté bruscamente mi mano y di algunos pasos hacia atrás nerviosa.

—Lo pensaré.

Dije para después echarme a correr dejándolo completamente solo en aquel puente. Me sentía como una completa cobarde al huir de eso, sin embargo mi cuerpo no reaccionaba a nada, simplemente seguía corriendo y en cuanto menos me di cuenta, estaba sentada en un autobús que me llevaría de regreso a la escuela.

¡Había dejado a Hyun Jin en aquel lugar!

Me sentía completamente mal porque debido a mi cobardía, probablemente había herido al chico del que me había enamorado completamente desde hacia meses sin siquiera conocerlo. Apreté con fuerza mis ojos deseando regresar el tiempo y poder darle una respuesta afirmativa.

No quería ir a casa, necesitaba desahogarme con alguien, y quien mejor que Sun Hee.

Después de tocar tres veces la puerta, la mamá de mi amiga abrió, y al verme me dedicó una sonrisa. Imité su gesto y le dediqué una pequeña reverencia

—Buena tarde señora Cho, ¿está Sun Hee en casa?

Ella llevaba puesto un delantal, haciéndome suponer que estaba preparando la cena para su familia. La mujer asintió y abrió por completo la entrada de su casa dándome permiso para entrar. Agradecí y me retiré mis zapatos para colocarme un par de pantuflas. Así pues, subí las escaleras rápidamente hasta la habitación de mi amiga, y sin llamar a la puerta, abrí, recargando mis manos en los laterales de esta.

—Hyun Jin acaba de pedirme que salga con él —solté sin mas.

Ella me miraba con la boca abierta, se veía tan sorprendida que dejó caer su celular sobre su cama.

Como me lo imaginaba, ella tenía algunos de sus cuadernos en su escritorio, junto con sus útiles, sin embargo se encontraba sentada en su cama, lo que me pareció un poco raro ya que ella no solía despegarse de la silla hasta terminar todos sus deberes, y por lo que noté, aún no acababa.

—¿Qué? —preguntó aún atónita.

Pasé saliva y junté las cejas.

—Hyun Jin me dijo que saliera con él y yo huí —dije—. ¡Huí, maldita sea, huí!

Cerré los ojos y me dejé caer sobre mis rodillas, el haber corrido rápidamente me había afectado dejándome un poco débil, pero yo apenas lo notaba.

—¿Por qué tuve que ser tan cobarde? —murmuré.


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