LunitaMafu

____(Reiji)

Ambas chicas, Ceci y Chica me tenían apresado, está noche era el baile para Ceci, para mí y para todos los que pasamos el 6 semestre e ir a la Universidad, bueno, al menos para los demás, yo por otro lado solo seguiré trabajando, literalmente solo entre a la escuela para acercarme a Fred, así que, ni veo necesidad de ir a la Universidad si ya tengo a mi osito conmigo.

-chicas no creo que sea necesario que tengan que arreglarme las 2 para el baile, además faltan 4 horas-

-es por eso que debemos arreglar todo, peinado, vestuario, perfume- decía Chica mientras miraba su lista de cosas por hacerme.

-asi es, y es por eso que hemos contratado a tu personal de fiestas- hablo Ceci dejando entrar a una chica más bajita que ella, era como de la estatura de Chica, su cabello era blanco como el de Meg, solo que a ella le llegaba hasta sus hombros, ojos color zafiro, su piel blanca.

Llevaba puesto una falda negra que le llegaba a la mitad del muslo, medias del mismo tono de llegaban arriba de la rodilla acompañadas de unos zapatos de charol de piso negros, junto con una sudadera blanca la cual llevaba cerrada, era delgada, parecía ser una chica bastante tierna.

-ella es Sakigu, te ayudará a prepararte para esta noche, mientras que Chica y yo vamos por nuestros vestuarios- Ceci tomo del brazo a Chica mientras que se iban de allí emocionadas.

-asi que... Sakigu- la mire, ella solo llevo su cabello por detrás de su oreja y asintió.

-puedes... Puedes llamarme Harumi-

-Harumi, es un nombre muy bonito-

Noté un pequeño sonrojo de parte -gracias, bueno, tus amigas me contaron todo, creo que sé que vendría perfecto con tu tono de piel, y ya que eres de piel pálida, te resaltaría mucho el color negro y un rojo sangre-

-parece que me contrataron una muy buena estilista-

Volvió a sonrojarse ante ello -no es para tanto, cualquiera sabría eso- se acercó por una libreta en donde comenzó a dibujar lo que parecía ser el vestuario, el cual consistía en un pantalón de vestir negro, una camisa de manga larga color rojo sangre, un saco de vestir del mismo tono que el pantalón y unos zapatos negros.

-eso se ve bastante bien- dije mirando el diseño.

-solo faltaría arreglar tu cabello, lo dejaremos al último, solo debo ajustar tu camisa para que resalte tu cuerpo y te veas mejor para tu novio-

-si ya noté que te contaron todo sobre esta noche-

-descuida, yo no juzgo, de hecho me gustan mucho las parejas gays-

-... Podría conseguirte una cita y yaoi a la vez-

-no, no necesito una cita- dijo al parecer algo nerviosa.@ menciona un usuario

-anda vamos, al menos para que veas yaoi-

-.... Bien, ¿Pero que harás?-

-ven vayamos al centro comercial, hay una cafetería con un mokaccino delicioso-

Salimos de la mansión y fuimos en mi auto hacia la cafetería, siendo sincero, después de la confesión de mi padre, no he visto a Fred desde hace 5 días, solamente hablamos por mensaje pero.... No es lo mismo a escuchar su voz.

No tardamos en llegar, fuimos hacia aquella cafetería donde cierto osito trabajaba, nos sentamos en la misma mesa donde me sentaba, en la primera mesa afuera del local, donde se veía perfectamente el establecimiento por dentro.

-es un lugar muy bonito-

-si.... Aquí trabaja mi novio... Y digamos que quiero ponerlo un poquito celoso-

-ayudaré en todo lo necesario para que eso suceda- dijo sonriendo y al parecer emocionada.

-bien solo finge que reímos, que estamos disfrutando de este momento-

Asintió, ambos comenzamos a reír, eran fingidas, sin embargo lograban camuflajearse con unas reales. Mire de reojo, y como esperaba, cierto chico de cabellos negros nos miraba, su típica mirada nada discreta.

-¿Es ese que nos está mirando no?- dijo entre risitas a lo que asentí.

-no es nada discreto con sus miradas-

-no, se nota evidentemente sus celos-

-no tarda en tomar nuestra "orden"-

Y si, llegó con una mirada molesta hacia nosotros, se notaba en su mirada y forma de apretar la libreta,

-¿Puedo tomar su orden?- dijo con una voz molesta al igual que su mirada.

-¿Qué pasa osito todo bien?- dije de forma burlona mientras que tomaba su mano.

-si, debo trabajar- quitó su mano y tomo el lápiz apuntando nuestras órdenes.

Observé cómo se alejaba, me divierte verlo celoso, y más cuando lo demuestra frente a la gente -Harumi iré a ver qué le ocurre-

-claro, yo iré a arreglar tu traje, no regreses tarde porque debo arreglar tu cabello-

Asentí y fue donde Fred, gracias a Abby podía entrar cuando quisiera, más que nada porque disfrutaba de nuestras escenas de romance.

Fred estaba en su casillero, al parecer guardaba unas cosas me acerque de forma sigilosa, balbuceaba distintas cosas, unas sin sentido y otras sobre Harumi.

-cree que porque usa su estúpida faldita de puta puede salir con mi novio, no le hará caso, maldita desgraciada hijo de..

-deberías decírselo en la cara Fred- hablé detrás de él, dió un brinco y me miró asustado.

-¿C-Cuánto tiempo llevas allí?-

-acabo de llegar, pero fue suficiente como para escuchar la maldición que le incrustabas a la pobre chica- bajo su mirada apenado, comenzó a jugar con sus manos, parecía un pequeño niño regañado, era bastante tierno.

-es que yo... Yo... Lo siento-

-.... Descuida... La traje apropósito, hace 5 días que no te veo y, quería verte celoso, solo me está ayudando para esta noche, pero la traje para que te pusieras celoso-

Levantó la mirada y me miró con el ceño fruncido, su rostro estaba hecho un tomate -¡Eres un idiota! ¡¿Quién te crees para hacerme esto?! ¡Me haces quedar como la maldita novia enferma celosa!-

Solté una risa y lo abracé de la cintura -¿Qué te si a la próxima vez que me veas con alguien y te pones celoso me besas? Así reclamas lo que es tuyo, no es necesario hacer dramas como ese osito-

-te odio- dijo haciendo un puchero.

-suena bonito viniendo de ti- besé su nariz, solo sentí como su rostro se escondía en mi pecho.

-¿Para eso quieres verme?-

-si, ¿Para qué miento si tienes razón? Te vez tierno enojado, por cierto, te tengo una sorpresa para esta noche- acaricié su cabello, es tan suave, y eso me encanta.

-siempre me das sorpresas... Hablando de eso- se separó de mi y fue a su casillero -no me dió tiempo de enviarte esto- saco aquella rosa roja y me la entregó, se ha tomado muy en serio lo de compensarme todo lo que hice por él, porque cada día sin falta recibo una rosa de su parte.

Tomé la rosa con una sonrisa y besé su frente -gracias osito, me alegra saber el hecho de que no tenemos la necesidad de llamarnos cada noche, no quería eso... Quería verte cara a cara, y escuchar tu voz-

-y dices que el cursi soy yo- se cruzó de brazos sonrojado.

-y me dirás qué no te gusta- tomé su mentón.

-... Eres un maldito impostor- me dió un beso corto en los labios y me sacó a empujones de allí -debo trabajar, te veo en la noche lobo pervertido-

-paso por ti a las 8 recuerda-

-si si, anda ve a que te arreglen-

-prometo quedar guapo para mí hermoso novio- revolví su cabello una vez afuera y volví hacia mi auto, no podía esperar porque fuera el baile.

•••

Harumi me daba los últimos retoques en el cabello, estaba peinado hacia atrás, después de eso colocó algo de fijador dejando un poco de cabello en mi frente, me puso colonia y limpio mi saco.

-estás listo, ya puedes ir a disfrutar tu noche-

-gracias Harumi, bueno... ¿Me veo bien?-

-más que bien-

-bien... Hora de ir por mi osito... ¿Vienes Capi?- susurré mirando a aquel pequeño Husky.

-prefiero quedarme aquí dormido y comer, tu disfruta- dijo acostado bajado las sábanas.

-glotón- sonreí y salí hacia mi auto no sin antes tomar aquel obsequio para Fred. Solo espero, nada arruiné este momento.

Llegué a casa de Fred, donde baje con aquel ramo de rosas, para luego ir a la puerta y tocar, y al verlo, debo decir que quedó más que lindo, llevaba puesto un traje de saco negro con una camisa blanca y una corbata negra, además de llevar su cabello sin aquella coletilla.

Tan solo sonreí y besé su mano -te vez muy guapo osito- noté un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-tu igual idiota- le entregué aquellas rosas, las cuales las tomo aún más sonrojado.

-¿Nos vamos corazón?- le ofrecí mi brazo, no dudó en tomarlo para así encaminarnos hacia mi auto -¿No vendrá Freddy?-

-si pero Golden vendrá a recogerlo, creo que ellos tendrán una salida a parte-

-podríamos tener la muestra también osito- le sonreí con picardía a lo que él negó sonrojado y con su ceño fruncido.

-no, vamos al baile pervertido- me jalo hacia el auto, y una vez arriba conducí hacia la escuela.

-sabes... Extraño la noche en que te hice mio- hablé de forma natural a lo que recibí un golpe de su parte.

-por una vez en tu vida mantente callado cuando vas conmigo- lo mire de reojo, su rostro estaba hecho un tomate.

Reí y asentí -bien, solo porque está noche es especial-

Un bufido salió del él, llegamos a la escuela y bajamos del auto, donde Ceci me esperaba en la entrada.

-al fin llegas tonto, llevo toda la vida esperándote-

-vaya, jamás te había visto con vestido Koneko-

Llevaba un atuendo color azul marino, era un vestido de copa que le llegaba un poco más abajo de la rodilla, una combinación de falda y blusón que parecían un vestido, el blusón consistía en un frente de triángulo y sin mangas, que mostraban un poco sus copas. Usaba tacones negro bajos de 6 cm más o menos, que adornaban su pantorrilla con cuero, su cabello estaba ondulado, con un poco de brillo y un hermoso broche de gato plateado en su cabello.

-no te acostumbres, si por mí fuera hubiera traído smoking, pero Chica me obligó-

-pues le quedaste preciosa- tome su mano y le di una vuelta a lo que ella río sonrojada.

-idiota tu novio se pondrá celoso, ya sabes cómo se pone conmigo-

-n-no es cierto- Fred se cruzó de brazos, lo abracé de la cintura riendo y besé su mejilla.

-bueno, ¿Tienes todo listo?- pregunté mirando a Ceci.

-si, por eso esperaba aquí, y será mejor que dejes a tu prostituta aquí afuera-

-¡¿Prostituta?!- gritó Fred hecho tomate, tan solo sentí la mirada penetrante de él sobre mi -no me digas que le dijiste sobre... Eso-

-..... Osito... Ceci es mi diario- sonreí nerviosa, y como era de esperarse un golpe en mi hombro fue recibido para luego ver cómo se iba indignado hacia la fiesta, dejándome a solas con Ceci -tengo el pequeño presentimiento de que se enojo-

-tu y tu presentisiones, anda vamos, tu cena romántica para 2 está aguardando detrás de la escuela monsieur-

-¿Ahora hablas francés?-

-lo aprendí de La Bella y la Bestia-

-okey... Bueno mademoiselle, soy todo suyo, y yo lo aprendí de Bon- ambos reímos y fuimos hacia el patio de la escuela, justo en el cerezo que allí tenían.

Un camino de velas guiaba hasta este, donde al final un picnic con algo de vino aguardaba, además de una pequeña caja, además de pequeñas luciérnagas volando alrededor.

-las luciérnagas, fueron por mi cuenta, quería que su noche fuese especial- dijo Ceci sonriendo -¿Te gusta?-

-.... Me encanta, gracias... Por todo- la mire y no dude en abrazarla con fuerza a lo que ella correspondió.

-de nada Onīsan, ahora, la luna en su punto... Ve por tu oso- nos separamos y me dirigí hacia el gimnasio.

Todos estaban allí, bailando, bebiendo, si que había ambiente, tan solo yo buscaba con la mirada Fred, entre tantos chicos altos es difícil distinguirlo... A menos... Que esté con cierto chico poste de cabellos rojos... Y bingo, allí estaba el cabello de menstruación.
Me acerque a ellos, y como lo imaginé allí estaba el osito Uke.

-Fred, ¿Puedes venir conmigo?- le ofrecí la mano, él dejo la bebida que tenía y acepto está, mientras tanto yo lo llevaba fuera de la escuela.

-¿A dónde vamos?-

-ya verás, solo cierra los ojos- tome sus manos para así guiarlo, hizo caso a mí petición y comencé a caminar de forma lenta.

-¿Qué tramas Sakabasura?-

-ya verás osito Uke- una vez en el inició de camino de velas, me coloqué detrás de él -puedes abrirlos- al ver cuándo abrió sus ojos, ví en ellos asombro, alegría, y si te todo, un muy avergonzado rostro sonrojado -¿Te gusta?-

-... Si... Si que eres el más cursi entre nosotros- me abrazó ocultando su rostro en mi pecho.

-bueno ya que soy el dominante, es mi deber llenar de todo lo que desee a mi Uke-  sentí un golpe en mi pecho seguido de un beso en mi mejilla.

-idiota- me miró a los ojos, era un precioso tomate comestible.

Tome su mano y comencé a caminar entre aquel camino hasta llegar a la manta que allí estaba, nos sentamos, y comenzamos a beber un poco de aquella bebida.

-quisiera que este momento durara para siempre- dije jugando con mi copa.

-asi que... ¿Esta era la sorpresa?-

-bueno... Algo así- me miro curioso, como un pequeño esperando el regalo de cumpleaños de sus padres -en esa cajita está el verdadero regalo-

Miró la caja para luego tomarla, la abrió con delicadeza, solo observe su reacción, estaba en shock, miraba aquel objeto de una manera que no podría describir.

-Reiji... Es... Es el...

-me dijo Ceci ese día, que me compraste esos anillos, y que le diera el otro a quien yo quisiera... Jamás me he quitado el mio- le mostré mi mano izquierda, con aquel anillo en mi dedo anular el cual decía "Forever" -quiero que lleves el que complementa este par-

Tome el anillo grabado con la palabra "love", seguido de ofrecer mi mano para que él me diera la suya, la cual acercó, coloqué el anillo en su dedo anular, eran tan delgados, le quedaba a la perfección, literalmente, como anillo al dedo.

-.... De verdad.... De verdad me diste una sorpresa- dijo tomando su mano, jugando con el anillo como si acabase de pedirle matrimonio.

-Fred, quiero que me prometas, que... A pesar de todo, cualquier cosa que pase... Jamás vas a alejarte de mi... Que siempre estarás para mi-

-... Reiji... Me hice esa promesa hace mucho tiempo... No necesitas pedírmelo- sentí como sus manos tomaron mis mejillas e hizo que o mirase -yo... Yo te amo... Y quiero pasar todo lo que resta de vida contigo... Quiero compensarme todo el daño que te hice... Y te juro que lo haré-

-... Luché tanto por escuchar eso de tu boquita- lo abracé dejando mi cabeza en su cuello, solo sentí caricias en mi cabello de su parte.

-eres un tramposo... Me juraba que jamás me gustarían los hombres... Imbécil... Tú... Tú me volviste gay-

-este era mi meta... Esa fue mi meta... Desde que empecé esta aventura... Y aún me queda mucha por recorrer...