104. Virtud
Fred
-¿No dirás nada?- preguntó el lobo, parecía ser un lobo himalayo, su pelaje era de color café claro con blanco, y un poco de negro por la cabeza, a cuatro patas, media cerca de los dos metros, casi como por 1.80, casi la altura que Reiji, se volvía cada vez más grande conforme se acercaba, las palabras no salían de mi boca, que un animal hablé no es normal, es raro- suerte que se tu nombre, bueno vámonos, es hora de entrar a tu subconsciente- comenzó a caminar y como yo no quería perderme pues, lo seguí.
-¿Quién eres tú?- pregunte.
-digamos que una guía espiritual, aunque, no tuya claro, solo me enviaron a ayudarte-
-¿Quién?-
-lo siento, es clasificado, dime Fred, ¿Qué haces aquí?-
-no se, solo... Yo estaba en esa banca y él... Llegó... A despertarme-
-estas dormido-
-¿Qué? No... Bueno no sé-
-mira- se detuvo, para luego con su pata hacer aparecer una pequeña nube de humo, en la cual aparecía yo, dormido en aquella banca, abrazando el chaleco- sigues dormido, y si mi vista no me falla, la tienes parada-
-¡No era necesario decir eso!- me puse frente a la nube y agite los brazos logrando que esta se fuera, mientras que yo tenía un enorme sonrrojo.
-¿Sabes? -caminó de nuevo- al entrar tus sentimientos se rebelan-
-¿A qué te refieres?-
-a que se que te sientes engañado por alguien, sientes que alguien no está siendo honesto contigo, y eso provoca tristeza y frustración a la vez, ¿O me equivoco?-
-.... Bueno... Yo.... No....-baje la mirada, la verdad, lo que estaba a punto de hacer con Reiji, entregarme a él, me duele que haya sido solo un sueño- pero una parte de mi...
-sigue creyendo en esa persona ¿Verdad?-
-.... Quiero creerle... Pero todo lo que encuentro son lo contrario a positivo, y.... No sé qué hacer-
-... Sígueme, te mostrare algo- comenzó a caminar, yo, confundido, sobe mi brazo, me mire por última vez, dormido en aquella banca, y volví mi mirada hacia el lobo, quien comencé a seguir acto después.
Llegamos a una especie de portal, puerta, no se, solo sabía que aquel lugar, era agobiante, sentía que si me alejaba, me volvería loco no ver a nadie a mi lado.
-ven, está puerta nos conducirá a distintos cuartos, cuartos que te ayudarán a superar cosas, y... Que te darán más dudas de las que ya tienes, pero creeme, tus dudas, no son nada a comparación de alguien que yo conozco- el lobo, tomo impulso para así recargarse en la puerta la cual tenía siete gemas distintas, en las cuales, puso sus dos patas delanteras para lograr abrir la puerta. Una vez abierta, me dió paso, trague saliva, y entre mientras que el lobo lo hizo detrás de mí.
Al ingresar, estábamos en una especie de basurero, el lugar era color púrpura, habían pilas y pilas de objetos no utilizados, descompuestos, como una colección, o basurero, habían pequeños charcos de agua, los cuales al pisarlos me sumergía, como arena movediza, solo que mi pie, salía mágicamente en otro charco no muy lejos de mi.
-ten cuidado, si pisas mal puedes terminar perdiendote aquí, y créeme, es fácil perderte si no conoces el lugar- dijo el lobo quien optó por caminar, yo saqué mi pie,lo sacudí y seguí detrás del lobo.
Miraba todo el lugar, a pesar de su aspecto, no olía mal, al contrario, olía a lluvia, como cuando está nublado y apunto de llover, y comienza a oler a tierra mojada, era agradable el olor, aunque me sentía, observado, vigilado, sentía que nos seguían.
-no tengas miedo, nadie te hará daño, recuerda que esto es un sueño- me dijo.
-pues lo siento más que un sueño- dije desconfiado, aunque a él le dió, gracia, porque escuché como soltó una risilla.
-¿Cómo no sentiste eso al estar en la cama con ya sabes quién?-
Me sonroje al instante y desvíe la mirada -¿Podemos evitar esos temas por favor?-
-bien bien, no te asustes en ningún momento-
-¿Cómo que no me ¡Ahhhhh!- brinque al ver como un pequeño niño, o duendecillo estaba parado a mi lado, observándome, acosandome, su mirada era penetrante, era un muñequito sin boca, ni ropa, simplemente un muñequito morado con ojos blancos que brillaban.
-él es perseverancia, es como un pequeño ninja, tranquilo, es inofensivo, no tiene muchos amigos, bueno en realidad no tiene ninguno, vive aquí solo, pero cuando conoce a alguien, y le agrada, ya no lo quiere soltar- y era cierto, porque aquel pequeñín, abrazo mi pierna como un pequeño de 5 años al ver a su papá ver llegar del trabajo, y, siendo sinceros, me dió, tristeza, porque prácticamente, casi hacia lo mismo evitando que mi padre me dejara.
Así que solo lo cargue como niño pequeño -¿No has tenido a nadie con quién jugar no es así?- dije, él solo me miraba, y parpadeaba con su mirada blanca y brillante.
-mejor ni te encariñes, no tardaremos en irnos de aquí-
-no voy a dejarlo solo-
-Fred-
-¡No voy a dejarlo! ¡A mí me abandonaron no haré lo mismo con él!-
-no es más que una virtud, no puedes querer a una virtud-
-te equivocas en eso, puedes amarla, porque, al amar a alguien, no te enamoras por el físico, si no por sus virtudes, te enamoras de sus virtudes, de sus sentimientos, sus actitudes, por supuesto que puedes querer a una virtud-
-si claro, ¿Cómo ella?- de pronto, aquel pequeño, desapareció de mis brazos, al igual que el lobo, de pronto, aquel lugar, se transformó en el patio de la escuela, en donde, me encontraba, con una chica rubia, de ojos color miel, llamada, Melanie, la recuerdo perfectamente, recuerdo aquel día.
-oh vamos no exageres- le dije cruzado de brazos, ella solo lloraba, pues se me había declarado, más yo la rechace, si es linda, muy hermosa pero no era mi tipo.
-¡D-Dijiste que amabas cómo era! ¡Q-Que mi ternura era mi mayor virtud!- hablo con la voz entre cortada, con las lágrimas escurriendo por sus mejillas.
-¿A si?... Seguramente estaba ebrio o algo por el estilo, en realidad eres enfadosa, así que mejor ya déjame en pa, a y para que te quede en claro algo, las niñitas lloronas, no son tiernas, fastidian- le dí la espalda y me aleje de ella, dejándola llorando, destrozada, aunque al alejarme de allí, recibí un muy fuerte golpe en la mejilla.
-¡¿QUÉ TE PASA HIPOCRITA?!- aquel golpe logro tirarme, dejarme una marca roja, coloque mi mano en aquel lugar y mire sorprendido a ____, la persona que me golpeó, y gritaba -¡NO ERES MÁS QUE UN MUJERIEGO QUE SOLO LASTIMA A LAS PERSONAS! ¡TU ENAMORASTE A ESA CHICA Y AHORA LA TRATAS COMO BASURA! ¡Y SI! ¡NO SE QUIEN ES Y NI LA CONOZCO PERO LO QUE SE ES QUE ERES ALGUIEN QUE NO VALE LA PENA!- recibí otro golpe justo en la nariz, haciéndola sangrar, dejándome tirado en el suelo, sin decir nada- ¡Eres un bastardo! Personas como tú, me dan asco, después de los homofóbicos claro- me miró con odio, desprecio, enojo, esa mirada nunca la voy a olvidar, se dió la media vuelta y caminó con los puños apretados.
Solo se, que en ese momento, no quería que ella se enojara conmigo, así que me levanté, y corrí hacia ella -¡___! ¡Espera!-
Agite la cabeza, mientras cerraba los ojos, mire al lobo, quien estaba sentado, mirándome.
-asi que, las virtudes de esa chica no eran más que una niña llorona-
Baje la mirada, si, cambie, cambie por ____, pero eso no cambia el daño que alguna vez le cause a muchas chicas, el dolor que les dejé, y, que talvez, aún tengan, dolor que jamás les ayude a reparar, jamás pensé en ellas, y, viéndolo ahora, tiene razón, me porte como un hipócrita.
-no te quedes callado, tienes que saber afrontar lo que hiciste, tus actos causan consecuencias, sabias muy bien lo que le hacías a estas chicas, y aún así lo hiciste, debes saber afrontar lo que haces, es algo que mucha gente hoy en día, no hace, asi que si vas a sentirte mal, hazlo, pero remedia lo que hiciste-
-.... ¿Supongo que no me trajiste solo para decirme que hice mal?-
-digamos que solo haré que reflexiones, y como dije, te daré más dudas de las que ya tienes-
-solo hazlo y ya, quiero ir a casa-
-sigueme- entro en un charco, al cual, yo hice lo mismo, tuve que comenzar a nadar, debía hacerlo, parecía que estuviera en un frasco, al cual, no tarde mucho en salir a la superficie, tome aire y me acerque a la orilla del aquel frasco gigante, al intentar salir, me detuve de inmediato al notar aquel vacío, una enorme caída que al parecer no tenía fin, grite e hice hacia atrás logrando salir del agua, en la cual, ahora parecía suelo, me levanté y si, podía pararme en el agua, se sentía firme, aunque seguía saliendo agua de allí, mire a mi alrededor, habían más tipos de este frasco.
-¿Hola?... ¿Lobo?... ¿Capi?-
-¡Por aquí!-grito aquel lobo en otro frasco, para luego salir corriendo, ahora, ¿Cómo llego hasta allá?.
-ammm... Si esto es un sueño, puedo hacer lo que yo quiera- me acerque a la orilla, mira un momento hacia aquel vacío, para luego ver el frasco que seguía -puedo lograrlo, puedo hacerlo, si puedo- retrocedí para tomar vuelo y suspire- puedo hacerlo... 1... 2... ¡3! -sali corriendo, hasta llegar a la orilla, flexionar mis piernas y saltar, por un momento, creí que lo iba a lograr, lo estaba logrando, si, ¡Si!... No... ¡No!.
Comencé a caer, caía rápido, no sabía si me estamparia con algo, solo gritaba, esperando con miedo, el impacto del duro suelo, solo cerré los ojos con fuerza y con ambas manos cubrí mi cara, tratando de hacerme bolita, hasta que pare de repente, más no golpeado, si no, flotaba, lentamente quite mis manos de mi rostro, y algo inseguro abrí los ojos, lentamente, hasta tener la confianza de poner los pies en el suelo, ahora, me encontraba en donde parecía ser, una casa, era bastante linda, aunque dejo de ser casa al ver como hombres en traje entraban con maletines en la mano, junto con dos personas, dos personas que hacía meses que no veía, el señor Fernando y la señora Carmen, los padres de ____ pero, se notaban preocupados, aunque mi vista se posó en aquella pequeña, de al parecer, 9 años, ____, quien venía nerviosa, apretando la mano de su madre.
-tranquila, todo saldrá bien, solo te interrogaran y podrás irte- le dijo la mayor intentando calmarla, a lo que ella tan solo asintió, en ese momento, un hombre de unos 60 años, vestido en smoking, se acercó a ellos y miro a ___.
-señora Collins, acompañeme por favor- se dió vuelta y caminó, su madre, beso su frente y acarició su pelo.
-ya vuelvo pequeña, se fuerte- dejo a ____ junto a su padre, quien la cargo sonriendo.
-todo irá bien, no tienes porque estar nerviosa- le acariciaba su cabello, yo me acerque, y me coloque detrás para poder verla, ver su carita, se veía tan inocente, adorable, tierna, y aunque sé que no pueden verme ni tocarme, acaricié su mejilla y besé su frente.
-princesa, no sé qué está pasando, pero sea lo que sea, yo siempre estaré cuidándote, seré tu ángel guardián... Tu mejor compañía-
Unos hombres, se acercaron, yo los mire, y ellos miraron a mi princesa.
-debemos hablar con la pequeña a solas-
Su padre asintió y la bajo, ella lo miró para luego ir con los tipos, yo la seguí, la metieron a un cuarto, era pequeño, de forma triangular, le ordenaron sentarse en la esquina del cuarto donde aqlli se encontraba una silla, frente a ella, había un escritorio, el cual, ellos se sentaron, tenían unos papeles, con varias preguntas, yo proseguí a ponerme a lado de mi pequeña, y acariciar su pelo.
-bien ____ sabemos que estás nerviosa, pero no te angusties, solo serán unas simples preguntas que queremos que contestes ¿Bien?- ella asíntio, aún nervioso- bien, primera pregunta ¿Eres feliz donde vives?-
-si- respondió con firmeza, así se hace linda.
-¿Cuántos años llevas viviendo allí?-
-6 años-
-¿Qué tanto recuerdas de él?......
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