Pasar el día encerrado con tu tío el lunático, mientras tu papá esta enfermo.. no es muy agradable para un bebé curioso como yo.

Si pudiera describirme a mi mismo, empezaría por decir que soy guapo. El ego lo heredé de papá y la belleza de mamá o algo así que no logro entender. Mientras mi guapísimo progenitor me arregla con un ridículo y humillante traje de marinerito, me imagino con un gran biberón de leche tibia y una mantita que me me tape los pies.

Pero papá prometió que visitaremos a nuestro Omega y entonces tuve que reprimir las enormes ganas de llorar para que me cobijen y me hagan mimitos en la espalda. Todo sea por ese bonito espécimen.

Como sea, el punto es que después de un largo viaje en auto y canciones infantiles que ni de coño me voy a recordar, papá me sostuvo en sus fuertes brazos y depositó besitos en mis ojitos, haciéndome suspirar, cual bebé tonto.

El olor a chocolate, dulce caramelo que embriaga los sentidos de papá y arrulla a este guapo bebé, me golpeó de forma intensa. Aplaudí con auténtica alegría, borrando todo rastro de bebé amargado y cubriéndolo por un dulce bebé que exige a gritos, la atención de su papá Omega.

La atención de papá Alfa, ya la tengo. Básicas, soñadoras, ilusas.

—¡Pero miren quien está aquí!

Y en ese momento, con toda la inocencia de bebé que me caracteriza, no estaba tan seguro que toda la alegría de chocolate, se debiera a mi.

"Así que, dime papá, ¿que chingado hiciste?"

Papá YoonGi — 1.
Bebé JiHoon. —  4.

"¿Que esperaban? ¿Que perdiera? No mi ciela. JiHoon nunca pierde, por el contrario, JiHoon triunfa, como siempre."