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—Cariño, debemos ir a donde Yuta, nos espera

—Déjame ver si tengo todos lista—comienza a arreglar una canasta de cosas para bebes, el sobrino de Satoru acaba de ser papá de una niña preciosa y van a visitarlo.

La familia tiene un poco de temor al llevarlo para que conozcan a la pequeña, pero han estado llevando terapia por largo tiempo y después de casi 7 años de intentarlo y tener embarazos fallidos se dieron cuenta que no tendrán la posibilidad de tener algún pequeño en sus brazos.

No es de salud, ellos están sanos y además tomaron la decisión de operarse, alfa y omega se operan pronto para evitar más sufrimiento.

El hospital esta a 30 minutos en su auto así que ellos están contentos de la situación actual, les han dicho a sus familiares que no deben preocuparse, ya están por entrar a sus 30's y eso no los detendrá para una familia, quieren adoptar.

Saliendo del auto se encuentran con los padres de Satoru.

—Papá—saluda en la puerta del hospital—mamá—los toma de las manos en forma de saludo.

—Satoru, Yuuji— hablan con cariño— bienvenidos, Yuta y Toge los esperan en la habitación, nosotros iremos por fruta. —los padres van caminando y Yuuji sostiene del brazo a su alfa.

Toman el ascensor y van a la habitación 1408. Tocan suavemente

—Gojo-san—saluda contento—Itadori-kun—sonríe—Bienvenidos, nos alegra que venga a visitarnos, los esperábamos mañana, a decir verdad.

—Mañana iremos a ver una casa, nos mudaremos pronto

—Ya veo, vengan a ver a mi pequeña—Yuta es el único que los trata con normalidad, si ellos dicen que están bien, entonces están bien y no quiere tratarlo con pena. —Ella es Aiko Inumaki—dice sonrojado, por razones desconocidas, Yuta se inscribió en la casa Inumaki y lleva su apellido, al parce la casa del omega solo tiene Betas y omegas, así ayudaría a su estatus—Es tan hermosa que me duele los ojos.

—Es muy bonita, el cabello de Inumaki-san—comenta Yuuji antes la belleza de la pequeña.

—Trajimos esto, es algo de fruta y pañales, alguna ropita que pudiera quedarle, esperemos que sea feliz y saludable. —los esposos reciben muy alegres los obsequios—no queremos importunar así que nos vamos, hoy tenemos una cita—Satoru guiña el ojo.

La verdad es que irían a la rueda de la fortuna a dar unas vuelta y ver lo hermosa que esta la ciudad, es algo que siempre relajo a Yuuji por alguna razón extraña.

La noche cayó sobre ellos y disfrutaron mucho de la compañía del otro en su caminata y luego subieron a la noya.

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