Capítulo 14

Narra Bella

- ¿Crees que me quieres? —pregunté en shock. No puedo creer que haya dicho eso, no me malinterpreten, también me gusta. ¡No, olvida eso! Me encanta Carlos, me hace tan feliz.

- Sé que no sé lo que es el amor, pero cuando estoy a tu alrededor siento algo que no puedo describir, así que debe ser amor - dijo él.

Sonreí y le di un gran abrazo a Carlos. Puse mis labios en su oído y susurré.

- Creo que yo también te quiero.

Se alejó del abrazo y vi sus ojos brillar como un niño en Navidad.

- ¿De verdad? ¿Lo dices en serio? - preguntó.

- Por supuesto que sí, sé que tu madre es villana y mis padres son los padres de la bondad, pero eso no significa que seamos como ellos, creo que tú y los demás son buenos. Hay que darle una oportunidad, si estar contigo es un riesgo. Entonces ese riesgo es algo que estoy dispuesta a tomar - dije.

- Bella, me haces tan feliz - dijo él y yo sonreí.

- Tú también me haces muy feliz, Carlos - dije.

Los dos nos miramos a los ojos y nos inclinamos lentamente. Pronto sus labios se juntaron con los míos, el beso fue apasionado y lo sentí sonreír en el beso. Nos alejamos y sonreímos.

- Vaya - dijo - Así que eso es un beso.

Me reí y asentí.

- También fue mi primer beso - admití.

- ¡¿Qué?! ¿Cómo? Pero si eres una persona impresionante - dijo Carlos.

- Al parecer, otros no lo creen así, a todos les gusta más Ben - dije.

Carlos me miró y sostuvo mi cara en sus manos.

- Ellos se lo pierden. Tú eres perfecta, Bella - dijo mirándome a los ojos - Te quiero mucho.

- Yo también te quiero mucho, Carlos -  le sonreí y le di un corto beso en los labios.

- Creo que ya es hora de regresar a nuestras habitaciones, mañana hay clase - dijo.

Sonreí y asentí con la cabeza.

- Supongo que tienes razón. Aunque en realidad quiero quedarme aquí contigo - dije.

- Yo también, creéme. Pero ahora deberíamos irnos, el sol está apunto de ponerse - dijo él.

Miré hacia arriba y vi que Carlos tenía razón el sol estaba a punto de ponerse.

- No me había dado cuenta de cuánto tiempo había pasado - dije.

- El tiempo vuela - dijo él.

Carlos movió su brazo y moví mi cabeza de su hombro. Se puso de pie y me tendió la mano, la cogí y me ayudó a levantar. Recogimos todo y nos pusimos en marcha para ir a la escuela.

- ¿Disfrutaste esta cita? - me preguntó Carlos.

- Sí, lo pasé muy bien, gracias - le dije.

- Deberíamos hacer esto de nuevo algún día - dijo él.

- Sí, deberíamos.

Continuamos caminando en silencio, no fue nada malo. Fue muy agradable,
Carlos es ese tipo de persona con la que no tienes que hablar, él puede estar a
tu alrededor y te sientes bien.

- ¿Bella? - me preguntó Carlos deteniéndose y mirándome. 

- ¿Sí? - pregunté.

- Esto puede parecer un poco temprano para preguntar, pero... ¿Te gustaría... ya sabes... ser mi novia? - preguntó nervioso mientras se rascaba la nuca.

Me reí y asentí.

- Estoy tan contenta de que me lo hayas preguntado - dije antes de besarle la mejilla y abrazarlo.

Se apartó del abrazo y me besó en los labios. Sonreí en el beso y cuando nos alejamos apoyó su frente contra la mía. Sonreí y entrelacé nuestros dedos.

- Es mejor que continuemos caminando antes de que la Hada Madrina nos ponga un castigo - le dije.

En el momento en que volvimos a la escuela, fueron unos minutos más hasta el toque de queda. Carlos me acompañó de regreso a mi dormitorio y antes de abrir la puerta me tiró en un abrazo y me besó fugazmente.

- Nos vemos mañana - dijo él.

- Está bien... Nos vemos mañana.

Me dio un último beso y yo le abracé.

- Te quiero - le dije.

- Yo también te quiero - dijo él.

Abrí la puerta y entré.

- Adiós, Bella.

- Adiós, Carlos.

Cerré la puerta y me incliné contra ella. Suspiré y sonreí como una tonta enamorada. 

Honestamente lo amo a pedazos. Cuando encendí las luces casi salté del susto que
me pegué, vi a Mal, Evie, Roxanne y Maddalina en la puerta. Puse una mano sobre mi corazón y me intenté calmar.

- ¿Qué hacéis aquí? - les pregunté - Casi me pegáis el peor susto de mi vida. No preguntéis - dije.

- Basta de charlas, ¿cómo te fue? - me preguntó Evie.

Me alejé de la puerta y me acerqué a mi cama.

- Fue increíble... es una persona maravillosa - dije.

- ¿Te hizo la pregunta? - me preguntó Maddalina.

- Sí.

- Y, ¿dijiste que sí? - me preguntó Mal.

- ¡Sí!

Las chicas y yo nos dimos un enorme abrazo grupal.

- Eso es asombroso, ¿le preguntaste si quería ir contigo a la coronación? - me preguntó Mal.

- Sí y él vendrá conmigo. Pero dijo que podría conseguir que Evie o Jay se quedasen con Colega en lo que él está conmigo - dije.

- Yo podría cuidarlo, si Carlos me permite vestirlo - dijo Evie.

- Tendrás que preguntarle tú misma - le dije riendo.

- Así que... Queremos todos los detalles de la cita - dijo Roxanne.

- Bueno, fuimos al parque y me contó la historia de su vida y yo le dije que no teníamos que ser como nuestros padres - dije.

- Ben me dio el mismo discurso - dijo Mal.

- Y después de eso tuvimos un pícnic y fue increíble - dije.

- ¡Oh Dios mío! ¡¿Hiciste lo que creo que hiciste?! - dijo Roxanne gritando.

La miré y sentí que mi cara se calentaba.

- ¡Grillos saltarines! - gritó Maddalina.

- Espera, ¿qué pasó? - preguntó Evie.

- Carlos y yo podríamos habernos besado... - dije sonrojada.

- ¡Santo Lucifer! - gritó Mal - ¿De verdad?

Asentí con la cabeza y Evie chilló.

- ¡Esto es increíble! ¡¿Me pregunto si él se lo contará a Jay?! - dijo ella
aplaudiendo.

- Probablemente lo hará, sino Jay se lo sacará a golpes - dijo Mal.

- No literalmente, no hay necesidad de preocuparse - dijo Evie.

- Así que tienes novio y los dos compartieron su primer beso - dijo Roxanne.

- ¡Qué noche! - dijo Maddalina.

- Yo creo que es romántico - dijo Evie soñadoramente.

- Deberíamos irnos a la cama, es tarde - dijo Mal.

Maddalina miró su reloj y saltó.

- ¡Oh Dios mío! Tengo que volver a mi dormitorio con Lilith.

- ¿Quién es Lilith? - preguntó Evie.

- La mejor amiga de Maddie, ella es la hija de Liebre de Marzo - dijo Roxanne.

- Nuestros padres eran los mejores amigos y ella y yo nos entendemos - dijo Maddalina.

- Será mejor que te vayas si no quieres llegar tarde al té - le dije a Maddie.

Maddalina o Maddie como la suelo llamar yo, nos dio un abrazo y salió de mi dormitorio.

- Nos veremos mañana, Bella - dijo Mal.

- Vale, nos vemos, chicas - dije.

Las chicas nos dieron a Roxanne y a mí un abrazo, y Mal salió de la habitación
con Evie siguiéndola. Antes de que Evie se fuera, se dio la vuelta.

- Creo que Carlos y tú son absolutamente adorables juntos, me alegro de que haya encontrado a alguien como tú - me dijo Evie sonriendo.

- Gracías Evie - le dije también sonriendo.

Cuando Evie se fue de la habitación, Roxanne y yo nos cambiamos y nos sentamos en nuestras camas.

- Así que ahora que Carlos y yo estamos juntos. ¿Qué hay de ti y de Jay? - le pregunté con burla.

- Cállate Belles, probablemente no me quiera de esa manera.

Miré a Roxanne y sacudí la cabeza.

- Eso es exactamente lo mismo que dije sobre Carlos. 

- Lo que sea, debes hacer algo por ellos - dijo Roxanne - Quiero decir que el día de la familia es pronto.

- ¡Roxanne! ¡Eres una genia! - dije - Pueden hacer una llamada con sus padres en Skype mañana.

- Eso no es lo que quise decir, pero buena idea. 

- Voy a tener que hablar con Hada Madrina sobre eso mañana antes de que empiecen las clases - dije.

- Siempre pensando en los demás, no entiendo por qué no tienes muchos amigos - dijo ella.

- Porque tengo a los mejores y no necesito más - le dije.

- Vale... Buenas noches Belles.

- Buenas noches Roxanne.

Apagamos las luces y me quedé dormida soñando flashbacks de la cita y sentí que estaba sonriendo mientras dormía. Hasta que no me enteré de nada más y caí en los brazos de Morfeo.


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