Capítulo 10

Sus ojos no pudieron cerrarse, era angustiante, pero decidió que no podía simplemente resignarse a morir, por eso debía luchar, aunque sea un poquito, por la vida que aún no le había arrebatado la bestia, misma que Seokjin intentó salvar en un principio.

—¡¿Por qué entraste aquí?! —le preguntó, con más que recelo y odio en su ronca y gruesa voz.

—Perdón —fue lo que pudo decir Taehyung, comenzando a retroceder por los pasos amenazantes que la bestia empezaba a dar hacia su persona.

—¡Te dije que nunca vinieras aquí!

—No pensé que fuera malo —se excusó, interponiendo entre ambos la misma mesita que casi tumbó cuando hubo ingresado.

—¡¿Te das cuenta de lo que pudiste ocasionar?! —y con ese reclamo, la mesa fue tomada entre sus garras y lanzada contra el piso hasta volverla cientos de trozos, haciendo a Taehyung asustarse sobremanera y ahogar un grito que se llevó su aliento.

—¡Basta! —pidió con la voz desvanecida y, ante su ruego dolido, Jungkook se detuvo, provocando que la rabia maniática que lo envolvía se disipara al notar lo que estaba pensando realizar y, deteniéndose, se quedó solo con una cólera irremediable.

—¡Fuera!, ¡Lárgate! —por ende, se tocó aquellas facciones que muy apenas podían llamarse rostro, mientras intentaba tranquilizar el miedo y la opresión que lo embriagaba por lo que pudo haber pasado si el joven alcanzaba a tocar su preciada rosa.

Por otro lado, Taehyung no necesitó escuchar esas indicaciones más de una vez, así que, convertido en un relámpago, salió corriendo del castillo, sintiendo que el alma se le saldría del cuerpo en cualquier momento y caería, sin más, sobre el frío piso del sitio desconocido, chocando fuertemente con el mármol del lugar y muriendo en un solo segundo.

—¿A dónde va? —preguntó Jimin al encontrarlo de nuevo por el pasillo ya cercano al salón principal, viendo cómo el rostro del chico permanecía lleno de susto y desesperación, completamente aterrorizado.

—¡No puedo quedarme un segundo más aquí! —dijo, sin siquiera detenerse y sus pasos pronto estuvieron en el pasillo central.

—¡No!, ¡Espere!

Pero fue lo último que pudo escuchar antes de abandonar el palacio, sorprendiéndose, de inmediato, ante los dos eventos encontrados: el primero, que el invierno había caído ya sobre el sitio, llenando todos los jardines de nieve blanquecina y frialdad; el segundo, que Mang lo seguía esperando ahí, bajo un pequeño establo improvisado, muy bien efectuado para ser verdad.

Un relinchido de emoción salió del caballo por ver nuevamente a su amo y Taehyung sintió algo de alivio al instante, más no se detuvo y sacó al animal del lugar, montándolo sin ninguna preparación y pidiéndole que saliera de semejante propiedad.

No quería, nunca más en su vida, volver a ver a la bestia.

Empezaron a recorrer el bosque, sin realmente saber muy bien en qué dirección ir, más la fría brisa quemaba las facciones de Taehyung y eso solo lo hacía sentirse más asustado y con la necesidad de buscar protección.

Sin embargo, nunca esperó que el miedo subiese tanto de nivel hasta que Mang se detuvo y comenzó a retroceder, relinchando desesperado por prever lo que se vendría.

Entonces fue que los vio: una manada de lobos ya se les acercaba, todos asertivos, temerarios y con expresión astuta. Y fueron pocos los segundos que bastaron para que el pobre corcel fuera atacado y obligado a huir con descontrol, sin percatarse de que el lugar por el que avanzaría se volvería incierto.

El lago congelado que los recibió, de pronto, se quebró bajo sus pezuñas, deteniendo todo intento del animal por irse lejos y haciendo que ambos cayeran en el agua, seguidos de esos lobos inquietos que se desvivían por poder tener un poco de alimento en el desolado invierno.

Taehyung jadeó y solo se abrazó con fuerza a Mang, la mitad de su cuerpo se había helado y quería llorar de la angustia al percibir cómo su querido amigo luchaba con todas sus fuerzas para poder salir de ahí.

Pero lo logró y Taehyung no lo pudo creer, pensó que iba a morir en ese instante. Sin embargo, los lobos también lo hicieron, casi saliendo ilesos y teniendo más hambre de la que hace un momento había. Inesperadamente, al verse otra vez acorralados, un movimiento errático en Mang echó al suelo a Taehyung, haciéndolo golpearse contra el frío piso cubierto de nieve.

La confusión que le causó la caída fue grande, pero se puso en pie cuando volvió su vista a Mang y el pobre estaba a punto de ser atacado. Por eso, con la adrenalina y el temor avanzándole entre las venas de su congelado cuerpo, tomó una rama sin fundamento que funcionó bien para golpear a un par de lobos que se le atravesaron, más, el artefacto se trozó en su tercer intento y el perro que le quedó de frente le gruñó de una manera presumida y burlesca, recalcando que él sería su perdición.

No obstante, esta vez, al ver como el lobo se lanzaba a hacia él, solo cerró sus ojos. No era un ser con tanta suerte, ya había escapado ese día de unas garras aterradoras, no podía volverlo a hacer. Sin embargo, después de unos segundos, nada pasó, sino el rugido más espeluznante que nunca antes había escuchado y que lo hizo abrir sus orbes y encontrarse con aquella criatura, la bestia, apresando entre sus garras aquel lobo que estuvo a punto de devorarlo.

Tembló en su lugar y sus jadeos de la angustia se hicieron notorios, al ver cómo la manada entera se le iba encima al amo del palacio que había sido su cárcel; más no se movió del sitio, solo se estremeció en demasía cuando otro rugido extremo fue expuesto ante una mordida inmensa en uno de los brazos de la bestia.

Quería hacer algo, quería ayudar o correr, pero estaba literalmente congelado y hundido en un miedo que lo apresaba y que no se quitaría tan fácil.

Sin embargo, cuando pensó que las cosas no podían ir peor, la bestia logró defenderse, lanzando aquel perro que tenía la ventaja contra un tronco donde se golpeó la cabeza, cayendo inconsciente rápidamente y marcando la pauta para que todos los lobos se detuvieran en ese segundo y prefirieran huir ante otro rugido que se profundizó por terrorífico.

Y Taehyung por fin pudo respirar, más se volvió a quedar sin oxígeno cuando, de pronto, la bestia se desplomó sobre su sitio, dejando ir sus sentidos a un terreno desconocido.

Lo miró, lo hizo quizá un par de minutos, pero se decidió por salir corriendo hacia Mang y montarlo: no quería saber nada más. Pero no le fue sencillo pedirle al corcel que avanzara, simplemente no podía ignorar que aquella criatura ahora se encontraba en esas condiciones por su mera culpa.

¿Qué no se suponía que acababan de pelear?, ¿Qué no se suponía que la bestia lo iba a cortar en trocitos?, ¿Qué lo odiaba?... ¿Por qué, entonces, había venido a salvarlo a la mitad del bosque?, ¿Para qué complicar más las cosas y hacerlo sentir culpable de lo sucedido?, La víctima era él.

Entonces simplemente rodó los ojos ante la impotencia que sintió para consigo y se bajó del caballo, corriendo de inmediato al auxilio de alguien que quizá había sido una persona en la antigüedad, pero que, sin importar el odio que parecía tenerle, acababa de salvarle la vida... otra vez.

━━━━━━ ◦ 🥀 ◦ ━━━━━━

Las delgadas manos de Taehyung ingresaron nuevamente al pequeño balde con agua caliente que los sirvientes de la bestia habían preparado. El trapito que estaba usando, se volvió a empapar y lo exprimió con cuidado, esperando no dejarlo palpado de agua que heriría más.

Pero unos pequeños gruñidos de dolor salieron del hocico de la criatura para cuando comenzó a lamerse la propia herida que tenía sobre su muñeca, haciendo a Taehyung mirarlo al instante.

—Espera, no hagas eso —pero en respuesta recibió un gruñido molesto y decidió ignorarlo al tomar su grande garra—. No te muevas —le indicó y, aunque la bestia no quería permitirlo, dejó sentir un primer toque sobre su piel, gruñendo incontrolablemente y asustando un poco a Taehyung.

—¡Eso duele!

—¡Si te quedaras quieto, no te dolería! —respondió, haciéndole frente, aun sabiendo que eso no era bueno.

—¡Si no te hubieras escapado, no estaría lastimado!

—¡De no haberme asustado, no habría escapado!

—¡Y tú no debiste ir al ala oeste!

—¡Y tú deberías controlar tu mal genio! —y ante aquel reclamo, Jungkook no tuvo más que detenerse y desviar la mirada, no había más palabras para poder justificarse.

Entonces, Taehyung volvió a lo suyo—. Quédate quieto, te arderá —con mucho cuidado, el pequeño trapo fue acercado hasta su mano y el menor comenzó a dejar toquecitos suaves, haciendo a Jungkook gruñir bajito pero apretar los dientes para no desempatizar—. Por cierto... gracias... por salvar mi vida —terminó diciendo, al establecer que era correcto expresar su gratitud; después de todo, por muy lamentable que la situación era, no tenía hambre ni tampoco frío: si esas personas fueran realmente malas, lo habrían matado incluso antes de ingresar al palacio.

Era cierto que debía mucho.

Jungkook, por su parte, había quedado conmovido, mirando con atención al chiquillo que lo curaba con tacto y estaba ligeramente sonrojado por el calor que emanaba la chimenea a su costado.

—De nada —le contestó con un tono duro, tratando de no demostrar que aquel agradecimiento lo guardaría para siempre en su frío corazón de piedra.

Sin duda, el joven castaño era muy amable y bondadoso, equivalente a la gran belleza que emanaban sus lindas y tiernas facciones.

━━━━━━ ◦ 🥀 ◦ ━━━━━━

Wooshik estuvo a punto de poner sus manos sobre las rodillas de Bogum para que dejara ese tic desesperante de lado, más, Changbin, el joven al que estaban esperando en esa furtiva noche, apareció por la puerta principal de la taberna, terminando con su ansiedad.

—No suelo abandonar el manicomio a medianoche —mencionó el recién llegado, apenas tomando asiento frente a los dos únicos chicos que estaban en el frío lugar—, pero dijiste que era importante —y Bogum, de inmediato, extendió un saco de monedas de oro sobre la mesa.

—Tal vez, lo que te contaré, querido Changbin, no podrás procesarlo del todo.

—No haré preguntas —aseguró, con su mirada dura y Bogum sonrió levemente, satisfecho por ello.

—Sucede que mi anhelo es casarme con Kim Taehyung, pero necesito que... lo persuadan.

—Lo ha rechazado como a una mosca —soltó Wooshik, de pronto, burlándose de su amigo, pero recibiendo un golpe en las costillas al instante.

—Todos saben que su hermano está loco —Bogum continuó, mientras se sobaba el codo con el que había atacado al moreno, como si nada hubiese sucedido—, hace unos días estuvo aquí y nos contó de una bestia.

—Seokjin es inofensivo —admitió Changbin, mientras su mano entraba, una y otra vez, en el saco de monedas que ya era suyo.

—Sí, pero... Taehyung haría cualquier cosa para impedir que fuera encerrado... hasta desposarse conmigo —terminó admitiendo.

—¿Así que quieres que encierre a Seokjin en el manicomio si no te concede la mano de Taehyung? —preguntó, acariciándose la barbilla, como si lo estuviera considerando a discusión—. Oh, eso es despreciable... me encanta.

—Bogum —le llamó Wooshik, casi sin querer volver a hablar—, siendo honesto, creo que no va a funcionar.

—Ya sé que ahora no están en el pueblo, Wooshik, pero tienen que regresar... y ya que estás tan positivo con el tema, tú mismo nos avisarás cuando eso suceda, ¿Entendido? —le preguntó en un tono duro, amenazante y dominativo, demostrando su fina dentadura, provocando en su compañero un sentimiento de pequeñez.

—Sí, sí, Bogum.

¿Alguien se ha preguntado dónde quedó Seokjin xD?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top