Su respiración rápidamente se fue agitando, sus ojos temblaban al igual que su cuerpo, ya no podía soportar todo esto.

-Detente...- Susurró sin ser escuchado, comenzando a sentir nauseas al ver como su hermanito se estaba comportando de una manera tan desagradable para su gusto.

Comenzó a caminar en su dirección, quería detener toda esa locura que mostraba su cuerpo, pero antes de poder llegar a ellos una mano detuvo su caminar.

-No vayas... Ichimatsu...- Con sus lágrimas saliendo sin control Y su voz temblorosa trato de razonar con él.

-¿Por qué me detienes? Osomatsu-nissan...- No se digno a mirarlo, su vista estaba clavada en las dos personas que gemían sin parar sus nombres -Si no hacemos algo... Jyushimatsu va a...- Mordió su labio con fuerza, con rabia.

-Aunque vayas y trates de separarlos ellos solo querrán continuar teniendo sexo... O peor, podrían arrastrar te con ellos... Solo espera a que ambos terminen, tal vez con eso se detengan...-

Se quedo un minuto en silencio analizando dicho comentario -¿Como lo sabes...?- Se volteo lentamente viendo la cara de dolor del primogénito, aquello fue suficiente para saber la respuesta.

-Yo...- Aun así quería aclarar aquel hecho.

-¿No lo dije antes?- Pero en su lugar, Fujitora era quien lo aclararía, con una maliciosa sonrisa en sus labios -Tu hermano mayor tuvo sexo muy salvaje con este niño para poder calmar su apetito- Rió ligeramente mostrando sus dientes.

-Callate...- Murmuró

-Si hubieras visto la forma en que lo hicieron... No tuvo piedad de él y lo embistió con toda su fuerza, haciendo gritar de placer a tu hermanito-

-Detente- Levantó un poco la voz, pero aun así no fue escuchado por el pelirrojo.

-Lo hizo llorar de gozo y felicidad, lleno sus entrañas de semen... Descargo hasta la ultima gota dentro de este pobre e inocente ser...- Su voz periódicamente parecía mas y mas a la de un loco obsesivo.

-¡¡Ya cierra la puta boca de una vez!!- Gritó con todo lo que pudo, apretando con fuerza sus dientes en una mueca de odio y dolor.

-Ah, lo siento~ ¿dije alguna mentira? Onichan-kun...- Sonrió de lado con su mirada apagada, aquella actitud y sufrimiento en verdad le gustaban mucho, tanto como para no detenerse.

-¿Por que haces esto...?- Habló el sexto de los Matsuno, quien apretaba con fuerza su sudadera ya húmeda por sus interminables lágrimas -¿Que te hemos hecho para que nos hagas esto...?- Preguntó ya desesperado, ya que al igual que todos, haber visto a Karamatsu ser violado, averiguar que la culpa era de ellos y ahora tener que soportar ver a Jyushimatsu y Choromatsu tener sexo, lo tenían al limite de sus emociones. Solo estaba a pocos minutos de colapsar.

-¿A mi...? Nada- Dijo con toda normalidad y seguridad, tanta que hasta sorprendió a quienes lo miraban.

-Entonces ¿Por qué...?- Cuestionó Ichimatsu con su voz llena de odio.

-Solo estaba aburrido, quería divertirme- Mostró sus dientes al ver las atónitas miradas ajenas.

Aquello fue prácticamente algo imposible de creer, ¿Solo quería diversión? ¿Esa era la razón por la cual ellos estaban viviendo este infierno? Se sintieron tan enojados y llenos de odio que si no fuera porque las lujuriosas voces del tercer y quinto Matsuno se volvían cada vez mas fuerte, llamando a si su atención, los tres se hubieran abalanzado en contra de aquel lunático sujeto.

-Lo que me recuerda...- Chasqueo sus dedos otra vez, haciendo que el cuerpo de Karamatsu, que descansaba en el cubículo de agua amarillenta, comenzara a toser sangre y a temblar de forma descontrolada.

-¿¡Karamatsu(Nissan)!?- Los tres se giraron y corrieron hasta su lugar.

-Es tiempo de que Matsuno-kun deje este lugar de forma definitiva...- Comenzó a caminar lentamente hasta aquel aparato que retenía el cuerpo "real" del segundo.

-¿¡Que mierda le estas haciendo!?- Osomatsu sin esperar un segundo corrió en dirección de Fujitora para tomarlo con fuerza del cuello de su ropa.

-Solo estoy regresando lo que es mio por derecho-

-¡Karamatsu no es tuyo maldito bastardo!- Exclamó con rabia, ya sin siquiera intentar pegarle, ya que inconscientemente sabía que no podía acertarle ninguno de sus golpes.

-¿Quien habló de Matsuno-kun? Yo quiero recuperar mi poder-

-¿Eh...?-

-¿En serio crees que esta estúpida maquina podría mantener vivo a alguien, con una herida tan profunda, por mas de un año? Si que eres idiota- Rió por lo bajo al ver la cara de terror plasmada en el primogénito -Ya es hora de que mi poder regrese... Y que Matsuno-kun forme parte de mi mundo... Para siempre-

-¡¡NO!!- Se abalanzó en contra de Fujitora el sexto Matsuno -¡Por favor no! ¡No te lo lleves!- Se aferraba a su brazo de forma desesperada, quería detenerlo a como fuera -¡Hare lo que sea pero por favor, regresanos a Karamatsu-nissan!- Sus lágrimas se salían de control.

Fujitora se le quedo viendo por un segundo, aquella actitud le desagradaba, mas por el hecho de ser tocado de forma tan descarada por aquellos indeseables.

-¿Por que diablos querría algo de uste...- Se quedo pensativo por un segundo, analizando las opciones de aquella valiosa proposición -¡Ah!- Exclamó al tener una idea, que a su opinión, era muy divertida -Haras lo que sea ¿verdad?-

Todomatsu sin dudarlo por un segundo asintió de manera desesperada, no le importaba si aquel sujeto le hacia algo, sólo quería a su hermano de vuelta.

-¡Entonces hagamos un juego!- Sonrió de manera amplia, como si sus ojos brillasen de emoción.

-¿Un... Juego...?- Preguntaron al unisono los tres Matsuno.

-¡Si!- Exclamó entusiasmado.

Algo asustados los tres se separaron del pelirrojo para darle su espació, sinceramente tenían un indescriptible miedo recorriendo sus cuerpos al escuchar aquello.

-¿De que se trata este juego...?- Cuestionó el primogénito.

-Cada uno de ustedes, sin contar al amarillento tendrá un día para estar con Matsuno-kun en mi mundo, quien lo haga decir "Quiero regresar con ustedes" ganara el juego y lo tendrán de vuelta sano y salvo-

Parecía fácil, realmente fácil y es por eso que aquello no les dio para nada confianza.

-¿Cual es el truco...? ¿Que pasa si perdemos...?- Ichimatsu ya se estaba arrepintiendo.

-El truco lo sabrán mañana cuando el juego comience- Hizo una pequeña pausa para luego proceder -Y si pierden... Tú- Apuntó a Osomatsu -Tu tendrás dos opciones, la primera es que no recuperes a Matsuno-kun y no podrán verlo jamas- Se detuvo esperando la obvia pregunta que vendría.

-Y ¿cuál es la segunda opción...?-

La mirada de Fujitora se volvió fría, junto a una macabra sonrisa -Puedes recuperar a Matsuno-kun... Pero deberás darme a dos de tus hermanos en su lugar...-

-¿¡Que!?- Exclamaron los tres al mismo tiempo.

-¿Es una gran oferta verdad? Aun si pierdes podrás recuperar a la persona que amas dándome a dos de tus no tan amados hermanos uno por el precio de dos, no esta mal...- Sonrió de forma satisfactoria al ver la duda en su cara.

Osomatsu no sabía que hacer, si ganaba podía tener de nuevo a Karamatsu, pero si perdía no podría volver a verlo y ni aunque estuviera loco sacrificaría a dos de sus hermanitos, y mas que eso, nada le aseguraba que aquel desagradable sujeto cumpliría su palabra.

-Oye Onichan-kun, no tengo todo el día ¿sabes?- Lo intento apresurar estirando su mano para estrecharla con la ajena -Es un si o un no-

Sin darle tiempo a decidir los otros dos Matsuno fueron quienes tomaron la mano del pelirrojo.

-¿¡Chicos!?-

-Dos de nosotros valemos su decisión ¿no?- Mencionó Ichimatsu.

-No vamos a perder, así que no hay problema- Aclaró Todomatsu con toda confianza, secando sus lágrimas con su mano libre.

-¿Oh...?- Sonrió de lado al ver como aquellos dos se veían totalmente determinados -Bien, mañana comenzará el juego, así que preparen se...- Soltó las manos de ambos para luego limpiarla con su abrigo -Hasta entonces...- Comenzó a caminar en dirección de la salida con una sonrisa alegre, mientras miraba a los dos Matsuno que seguían ignorando todo a su alrededor -No crean que vayan a ganar... Yo me asegurare de eso... Onichan-kun...- Susurró sin que nadie pudiera escucharlo, al tiempo que desaparecía tras la puerta.