A pesar de los incidentes ocurridos en fin de semana, los chicos pasaron un buen rato disfrutando el resto, relajándose de días que no contenían niveles altos de tareas, trabajos, elecciones, entrenamiento y demás.

Al inicio de la semana parecía ser tan radiante para todo el mundo; una señal de buen augurio respecto el comienzo de partidos amistosos entre las escuelas y cada día se podía sentir la vibra en la escuela; cada salón, profesor y alumno demostraba la pasión por la competitividad.

Ahora, siendo jueves por la tarde, daban la bienvenida  a una serie de competencias amistosas, conocimiento previo, análisis y diversión, todo para que al final del año escolar se enfrentaran sin piedad y obtuvieran los primeros lugares para sus escuelas. No había más elección.

En esa tarde, Kaminari transitaba curioso entre los pasillos, viendo cómo es que estaban colocados los posters que anunciaban el partido de ese día. Se trataba de Bakugou con uniforme deportivo, sosteniendo el balón en mano izquierda, mientras se veía con un ángulo alineado al aro, listo para un lanzamiento extraordinario; un jugador profesional combinado con el estilismo de modelo.

— Vaya que ese tipo sabe cómo lucirse — opinó Shinsou sin dejar de mirar el cartel.

— Definitivamente ... — Apenas pronunció en respuesta Kaminari.

— Ugh, dejen de mirarlo;  salimos tarde de clase y es el último descanso. Los posters seguirán ahí y Bakugou va en nuestro salón.

— ¿Celoso?

— ¿Celoso de quién, abejita?, ¿del explosivo capitán de basquetbol? No gracias, no quiero que Midoriya piense que se lo quiero quitar.

Kaminari un poco desconcertado frunció el ceño mientras reflexionaba de ese nombre — ¿abejita?

— Deberías decírselo de frente, porque ahí está el novio del capitán estrella — señaló el peli-violeta a un lado de ellos.

Volteó hasta posar en el chico de cabello verde, quién se encontraba admirando la propaganda de los pasillos.

— ¡Hola chicos! ¿No van almorzar?

— ¡Sí, de hecho! — Se alegró de inmediato Monoma

— ¡No tan rápido!

La sonrisa que había formado fue desvaneciéndose a la par que reconocía aquella voz. Era Mina; orgullosa capitana de porristas quien con uno de sus pompones en la cintura y el otro señalando hacia el grupo de chicos, tenía una expresión de determinación. Probablemente su hambre no dejaría de existir el día de hoy.

— Recuerden asistir al partido de hoy. Como compañeros de Bakugou son de vital importancia en el lugar. Además, son capitanes de otros clubes y Shinsou — señalando de pronto su lugar — eres el representante de este grupo, debes dar el mayor ejemplo y no faltar.

De Midoriya no hay más que decir. Él sabe a qué me refiero.

— Descuida Mina, nadie pensaba faltar. Es el primer partido que da inicio a prácticamente todas las competencias. Nadie se lo perdería —. Trató de empatizar el peli-violeta con ella.

— Aun así, tengo que asegurarme de que personas como éste — dirigiéndose a Monoma —no falten y crean que no nos damos cuenta, o como él, tal vez no sabe lo importante que son estos inicios.

De un momento a otro todos dirigieron su mirada a un lado del pasillo, encontrándose con el sujeto mencionado, quien se encontraba ligeramente atravesando el pasillo hasta sentir las miradas en su persona.

— Ahh... ¿puedo saber qué no debo perderme? — Pronunció Todoroki, tranquilamente viendo al resto de chicos y a Mina.

— ¿Lo ven? ¡Ustedes no informan nada a los nuevos! ¿Te avisaron? — Se dirigió ahora a Kaminari.

— ¡Así es! Midoriya nos comentó el fin de semana, incluyendo a Sho — se detuvo rápidamente por lo que iba a decir —, es decir, a Todoroki.

Shinsou y Monoma habían notado aquella corrección, sin embargo, el resto parecía no tomarle importancia a esa situación. O por lo menos eso parecía.

— ¿Me has mentido? — Comentó un tanto dramática la peli-rosa.

— No. Es por eso qué pregunte qué era lo que tal vez no sabía. No mencionaste nada del partido.

— ¡Ja! Como pudiste escuchar, todos estamos enterados y asistiremos al dichoso partido — se dirigió soberbio a la única chica —. ¿Puedes dejarnos ir al comedor? — Trató de terminar su detención repentina —. ¡Vamos! — Hizo un intento de puchero hacia Shinsou —, necesito glucosa en mi cerebro para que no muera en las ultimas clases del día.

Mina estaba a punto de replicar aquellas palabras, sin embargo, cierto rubio le robó la oportunidad.

— Créeme, con o sin glucosa, tu cerebro no va a funcionar de todas las formas posibles.

— ¡Es cierto! No sé de qué tanto te preocupas, no hay reparación para el daño que tienes.

— Genial, ahora no debo de lidiar con una chica mandona, sino que debo de hacerlo con la abejita. ¡Qué hice para merecer esto! — Elevó ambos brazos para enfatizar su frase.

— Ser tú — respondieron al mismo tiempo.

Con una sonrisa satisfactoria en sus rostros, el rubio y la chica se dedicaron a seguir platicando entre ellos, olvidando completamente que habían estado insultando a Monoma.

— Tranquilo, ya te han dejado de molestar. Ahora si podemos ir al comedor.

— Sabía que eras el único sensato de todos estos.

Después de que Shinsou le devolviera la dicha de ser escuchado, todos partieron al comedor. Quedaba tiempo suficiente para que pidieran sus alimentos y disfrutaran tranquilamente de ellos. Entre tanto bullicio podían distinguirse que el tema más importante era sobre como el capitán de basquetbol lucía como un perfecto Dios griego, luego le seguía el hecho de que el enfrentamiento contra la preparatoria C sería increíble.

Para satisfacer la vista de la mayor parte de alumnos que se encontraban en el lugar, Bakugou hizo acto de presencia, causando varios suspiros a bajo volumen, ya que, aunque tuviera una imagen visual exquisita, sabían de su temperamento explosivo y nadie se atrevería hacerlo enojar bajo ninguna circunstancia.

Con las manos en los bolsillos buscó con la mirada algo o alguien en particular. Cuando Midoriya se dio cuenta de su presencia, alzó una mano alegre hacia su dirección y el rubio cenizo divisó con la mirada esa seña, fue caminando lentamente hasta llegar a ellos.

— Creí que no vendrías al descanso — le habló dulcemente el peli-verde.

— Quería descansar en el salón, pero no paraban de entrar y salir haciendo demasiado ruido.

— ¿Quieres algo de comer?

— No realmente.

— ¿Ni si quiera un panecillo de mantequilla? — Preguntó mientras tocaba la punta de su dedo índice de ambas manos.

El de mirada color rubí se limitó a deslizarse en la silla, mirando con una ceja levantada a su novio. Luego de aparentar que se lo pensaba un par de segundos, decidió ceder.

— Esta bien, lo comeré contigo.

Shinsou miraba y escuchaba al margen aquella conversación tan peculiar de la pareja. Midoriya con una sonrisa de oreja a oreja fue rodeando poco a poco la mesa, hasta poder encontrarse con el pasillo y dirigirse al mostrador, todo mientras su novio le seguía con la mirada. Unos instantes después se detuvo completamente. Esto sorprendió al peli-violeta, no quería ser un entrometido pero dejar pasmado al rubio no era muy común, así que dirigió su mirada hacia donde la del primero.

Era algo muy particular, curioso y confuso al mismo tiempo. La mirada estaba siendo sostenida por la bicolor de Todoroki. Alzó las cejas sorprendido de la escena. Sabía que algo raro sucedía con esos cuatro, porque sí, Kaminari también parecía estar involucrado, ya que por casualidad el chico mencionado volteó hacia donde estaba el más alto de todos en la mesa, tomando suavemente la mano y dándole un ligero apretón, causando que esas miradas retadoras se dirigieran a otro lado.

Inconsciente no dejó de mirar la mano de Kaminari, la cual parecía una pieza de porcelana; quiso sostenerla, sin embargo, algo se interpuso entre esa imagen y su deseo: un cupcake. Su amigo peli-verde era quien lo sostenía.

— Pude ver que no compraste ningún postre, así que decidí traer uno para ti.

Agradecido sonrió hacia el chico que aún sostenía unos postres para los demás, al final cuando solo le quedaba uno lo compartió románticamente con su novio. Midoriya es inteligente, fuerte, hábil, estratégico, al igual que su pareja, pero lo extra que acompañaba al chico pecoso con una clara una diferencia por montones, era lo tierno y dulce que podía ser, algo que le hacía falta a su pareja.

Pasaron un par de minutos cuando la campana anunciaba el fin del segundo descanso del día, para dar paso a la última ronda de clases. Mina al ser la única que no iba en el mismo salón del grupo de amigos, se despidió rápidamente para colgarse del brazo de su novio, no sin antes recordar por enésima vez su asistencia. Un par reía por tanta insistencia, Monoma solo desvió su mirada al cielo, suplicante de que acabara pronto todo y otros como Bakugou y Todoroki se mantuvieron neutros a todo el espectáculo.

Serían 3 horas las que debían seguir prestando atención, aunque entre más avanzaba el tiempo, los murmullos se escuchaban más y más fuerte alrededor de las aulas, desando por fin salir.

🏫--🏫

Aquella escena no conseguía salir de su mente. La mano de Kaminari se veía tan delicada; su piel parecía tan suave. Esa piel estaba tocando la mano de Todoroki, transmitiéndole apoyo y fraternidad seguramente. A caso ellos ...

— If I was rich girl, na-na-na-na-na- na-na-na-na-na...

De pronto todos esos pensamientos se fueron disipando por la particular lírica entonada de su amigo más cercano. Shinsou solo le miró algo expectante, esperando por una explicación de su cambio repentino de música en español a una en inglés y precisamente esa canción.

— Sabes que no te queda esa canción, Monoma.

— A nadie le queda cantar esa canción. Solo Gwen Stefani-Diosa puede hacerlo y todos debemos amarla.

— A veces me preocupas, Monoma.

— No debes temer por mí — viró sus ojos y desvió la mirada.

Shinsou no sabía si hacia bien en tenerlo como amigo, aunque ya era un poco tarde para rechazarlo solamente por casualidad. Quería despejar su mente de nuevo, decidiendo echar un vistazo a la cancha, pero de momento un codazo hizo voltear rápidamente a donde estaba el rubio.

— Parece que alguien le está dando suerte a su capitán — comentó a la par que movía las cejas juguetonamente.

Algo extrañado solo dirigió su mirada a donde estaba la de su amigo. Cuando por fin vio de que se trataba, entendió mejor el comentario.

Cerca de las escaleras de las gradas, por el pasillo que se conecta a los vestidores, se encontraba Midoriya de espalda en la pared con las manos en el pecho de Bakugou, mientras que éste último lo tomaba de la cintura y la nuca para dar un poco de profundidad a su beso. Casi al instante de mirarlos, la pareja se separó. El de ojos verdes se sonrojó y como si le hubieran hablado, miró hacia las gradas, aumentando de tono sus mejillas, obligando al rubio cenizo voltear.

Monoma hizo una seña en forma de saludo y Shinsou solo optó por alzar el pulgar izquierdo, apoyando de alguna forma lo que había visto. El peli-verde se escondió avergonzado entre los brazos de su novio y Shinsou solo opta por reír ante tal acto, obligándose a mirar a su lado derecho para calmarse, sin embargo, al hacerlo, su sonrisa se fue desvaneciendo cuando presenció cómo su nuevo amigo rubio miraba con preocupación a la pareja escondida, desviando aquél ceño fruncido hacia él, dejándolo con muchas dudas inexactas, pero que le hacían sentir algo dentro.

— Vaya, ¿nuestro arbusto andante fue darle la buena suerte al capitán? — Dijo de forma socarrona.

— A-algo así — comentó algo inseguro.

Midoriya recién se encontraba sentado al lado izquierdo de Monoma. Poco después llegó Todoroki, siendo invitado inmediatamente al lado de Kaminari; sonriente y dulce como solo lo veía con el bicolor.

Había muchas cuestiones posibles rondando a todos sus conocidos más cercanos, sin embargo, cuando pensaba en el de mirada ámbar involucrado en ese "cuadrado amoroso" como posibilidad, no sabía bien por qué le producía una sensación amarga, la cual pudo haber estado presente durante mucho tiempo, pero solo se vio quebrada por un movimiento impaciente en su hombro.

— ¡Vamos, Shinsou! ¡Ya comienza la presentación! — Dijo Monoma emocionado.

Cuando por fin reaccionó, pudo darse cuenta que frente a las gradas se encontraban preparados el equipo de porristas de la escuela para dar inicio a la jornada de eventos que se presentaría desde ese momento, hasta el fin del año escolar.

Mina, como la capitana responsable de este año, comenzó a verificar el atuendo de cada uno de los integrantes; acomodaba moños de las chicas, verificaba que los chicos portaran adecuadamente los uniformes, los listones, los pompones y demás instrumentos que utilizaban para poder hacer su rutina. Hizo una seña con la cabeza en dirección a la cabina y pronto los altavoces del lugar fueron utilizados.

— ¡Bienvenidos al tan esperado inicio de las festividades deportivas y competencias en general! El día de hoy el enfrentamiento amistoso entre la Preparatoria A y la Preparatoria C dará comienzo con la fabulosa presentación de la escuadra de la casa. ¡Démosle un fuerte aplauso para su entrada!

Los aplausos, vítores y chiflidos hicieron retumbar el lugar, tanto de alumnos pertenecientes del lugar, como de quienes iban a presenciar el inicio de jornada de competencias.

La escuadra invadió poco a poco la cancha, formando un par de filas. Algunos agachados, otros parados y Mina en el centro de la última fila alzando el pompón de la mano izquierda.

— ¿Están listos? — Gritó sin dejar de sonreír.

La respuesta fueron gritos mucho más potentes de los que ya se estaban produciendo en el sitio.

— ¡Vamos!

Y con esa exclamación la música comenzó a reproducirse, dando inicio a la preparada y rítmica rutina.

Saltos donde las piernas hacían un perfecto ángulo llano en el aire, vueltas de lado, saltos de frente y hacia tras con numerosos giros antes de aterrizar, lanzamientos y atrapadas perfectas se veían con una coordinación increíble. Tenía sentido que todo luciera tan pulido, Mina lo había creado.

La coreografía, los movimientos, los gritos, las porras y demás elementos estaban estratégicamente colocados en cada segundo de la pista musical.

— ¡Preparatoria A!

Un grito al unísono de todo el equipo se escuchó al finalizar su turno, cuando la pirámide estaba formada completamente. Los aplausos no se hicieron esperar, todo el mundo se encontraba eufórico. No se podía esperar menos siendo los anfitriones en el año.

Fueron desalojando la cancha, dando paso a la escuadra contraria para que realizaran también su presentación especial, siendo comandados por una rubia de cabello largo.

Luego de unos minutos, la gente ya más que motivada, estaba expectante al ingreso de los jugadores al lugar.

— Ahora con ustedes, los equipos de ambas escuelas se están presentando al lugar — hizo una pequeña pausa el anunciador por los gritos de emoción —. Siendo del equipo visitante, el capitán Nagamasa Mora con el jugador estrella para el año Inasa Yoarashi

Al escuchar ese nombre Todoroki, algo sorprendido comienza a buscar por donde es que saldrá el equipo contrario. Cuando por fin se hizo presente el equipo, encabezado por aquellos dos anunciados, el de cabello bicolor sonrió ligeramente, mientras veía a Kaminari, pero parecía que la alegría de aquellos dos no era compartida con Midoriya, pues lucía un tanto incómodo.

Shinsou pudo darse cuenta del asunto y con una mirada conectó con la del peli-verde, transmitiéndole su apoyo. Este último sonrió algo triste, pero convencido de que pasaría, asintió con la cabeza y volvió a mirar a la cancha.

— Por parte de la Preparatoria A, el capitán Bakugou Katsuki y su nuevo jugador estrella: Kirishima Eijirou.

En ese momento hubo un cambio radical en su amigo, colocando ambas manos a lado de su boca para poder hacer resonar su ¡Vamos equipo!

Cuando por fin estaban ambos equipos colocados según sus planes y todo en forma, se dio inicio al partido, haciendo volver a todos a sus asientos.

— ¿No es un poco tonto anunciar quienes son sus nuevos jugadores estrella? Podrían fácilmente ver como juega y planear con lo que vean al jugar — comentó de pronto Kaminari.

— De alguna forma siempre se conoce a los nuevos jugadores, esto es solo una formalidad — contestó Midoriya.

— Además, puede que siempre se conozca a la persona nueva y es la manera de que se presuma su participación —. Agregó Monoma.

Con una expresión que demostraba estar conforme con la respuesta, Kaminari dispuso de ver el partido nuevamente.

Los minutos avanzaban junto con pases, tiros a largas distancias, jugadas improvisadas, jugadas planeadas, riesgos, encestas que alegraron y otras que hacían enfurecer.

En los últimos minutos del partido no había quien controlara a muchos estudiantes con la adrenalina al tope, como por ejemplo Monoma, quien parecía colapsar en cualquier segundo.

— ¡Maldita sea!¡Encesten una vez más!

El marcador estaba en las mismas condiciones en puntaje, dejando a más de uno sin aliento cada vez que parecía podían generar otros puntos y lograr la diferencia.

El tiempo seguía corriendo y los segundos que restaban eran tan pocos que el balón no estaba ni cerca de poder ser lanzado y poder encestar, acabando completamente con el encuentro cuando se hizo presente el sonido de la alarma.

Había sido un juego emocionante y frustrante en sus máximos niveles, ya sea por cada jugador, porristas y espectadores. Un empate generaba siempre análisis por parte de algunos, decretando qué pudieron hacer, evitar, reforzar y modificar, aunque en realidad todo hubiera sido entregado y respondido con la misma capacidad.

Ambos capitanes estrecharon sus manos en el medio de la cancha, apartándose casi de forma inmediata. No había mucho que decir al final, era solo una apertura amistosa. Cuando se encuentren en el verdadero torneo, ambos saben que un empate jamás sucedería.

El primero en bajar de las gradas fue Midoriya, corriendo directamente con su novio, posteriormente, Todoroki fue rápidamente con el jugador estrella del otro equipo, acompañado de Kaminari.

El peli-violeta contemplaba como es que pasaban de largo a su compañero y capitán de la misma escuela que pertenecían, para irse con el chico de la otra escuela, incluso parecía que se llevaban muy bien aquellos tres, haciendo que más de uno se preguntara que relación tenían.

Cuando el lugar por fin parecía estar mucho más despejado, Shinsou y Monoma por fin decidieron partir, yendo tranquilamente por todo el gimnasio y cada pasillo hasta por fin encontrarse por la entrada del edificio.

— No sé tú, pero si hubiesen hecho un mejor trabajo con el bloqueo de la primer encesta del equipo visitante, bien hubiéramos ganado — comentó algo frustrado Monoma.

— ¿En serio crees eso, bastardo?

La voz de Bakugou se identificó con ese humor tan característico, a pesar de estar junto con su novio tomados de la mano, no medía lo que diría.

— Pues lo estoy diciendo por algo, capitancito —. Provocó el rubio.

El oji-rubí estaba a punto de responder, pero Midoriya lo calmó poniendo una mano en su pecho, sin embargo, el otro siguió insistiendo, generando una discusión en plena entrada.

Shinsou no quería intervenir, realmente Monoma estaba encantado en provocar a todos.

Esperando a que la discusión cesara, posó su mirada en la parada de autobuses, percatándose que la peli-rosa, su novio y el rubio de mirada color ámbar se encontraban platicando divertidos en el lugar, hasta que la pareja se alejó abrazados románticamente.

No apartó la mirada de Kaminari ni un momento. Incluso cuando abordó el autobús le siguió con la mirada, preguntándose por qué si le parecía misteriosos y sospechoso de momentos, no le dejaba de lado como hizo con muchos otros. ¿Qué es? Se preguntaba por aquella sensación que le producía al verlo sonreír, al verlo mirar de cierta forma a los demás.

Minutos atrás los otros tres chicos habían dejado de discutir, solo para contemplar al peli-violeta con una expresión de confusión en su rostro.

— ¿Creen que se dé cuenta pronto? — Pronunció Monoma algo preocupado.

— Es menos idiota que tú. Así que sí

— Gracias, Bakugou, siempre tan lindo.

Segundos después Shinsou volvió a ellos y partieron luego de despedirse.

Monoma de vez en cuando miraba de reojo a su amigo, esperando que comentara algo y así quizá ayudarle, pero parecía que no sucedería en algún tiempo. 

🏫--🏫

¡Hola mis lindos ángeles!

Lo sé ;--; tardé más tiempo del que prometí actualizar, pero las ideas no podía armarlas sin que perdiera sentido en la historia y no se forzara.

Este fanfic me lo decidí desde un principio bien y necesita cuidado. Aunque ya observé que wattpad no guardó varios de mis cambios en su corrección. Es por eso que volví a re-subir el capítulo anterior ;--;

Ya casi vamos a saber el chisme del año en la escuela 7u7 así como los rumores que comenzarán a circular por todo lo que sucede con ese pentágono amoroso aparente, porque sí, Shinsou tambien juega apartir de ahora. 7u7

Ya sé que los personajes que utilicé de la academia Shiketsu, como el capitán es un año más grande, pero finjamos que no es así :D

¡Esperen el siguiente capítulo!