Capítulo III
El sábado por la mañana, cerca de las 11:20 horas, se encontraba Shinsou en la entrada de su casa atándose las agujetas de sus tenis, casi listo para poder emprender su viaje.
— Vuelvo más tarde — avisó saliendo de la casa, dejando un silencio atrás.
Para ese momento debía tomar el autobús era mucho más fácil ya que llegaría en 30 minutos. No es que no le gustara caminar o ejercitarse, pero seguramente terminarían deambulando en el lugar y no pararían por lo menos en una hora.
Honestamente estaba feliz por salir ese día, Monoma tenía razón al decir que después de este fin de semana las actividades escolares y extra-curriculares aumentarían gradualmente a tal punto de no dejarles un pequeño espacio con los exámenes finales y aunque él no tenía mayor problema al estudiar, sí que se sentía la tensión por parte de los profesores al exigir tener excelentes notas para cada uno de ellos.
De pronto en su mente se cruzó Kaminari. Se preguntó cómo sería al estudiar y rendir exámenes. Esbozó una sonrisa, pues su mente hizo una comparación entre el momento que se perdió el nuevo rubio en la escuela y en cómo es probable que se pierda en un examen de matemáticas. Sería algo digno de ver. Pensó.
Para cuando se dio cuenta, estaba justo en la parada para llegar a la plaza B. A lo lejos, pudo ver como Monoma y Kaminari parecía estar platicando, aunque al acercarse, supo que eso era lo que menos estarían haciendo.
Se fue tranquilo, paso a paso hasta llegar con ellos. Y ahí supo que era lo que se encontraban discutiendo.
— Entiende, pikachu no tiene nada de color negro en la cola. Es el efecto Mandela que te atrofió el cerebro.
— Yo solo te digo así porque tiene la forma, no el color,¿entiendes?
— Agh, tratas de ocultar que te equivocaste.
— No molestes, perdido. Shinsou, dile que pare de hablar tonterías.
Antes de que fuese mencionado, el peli-violeta ya estaba lo suficientemente cerca como para escuchar su tan inentendible discusión. Al escuchar a colación su presencia, solo se limitó a arquear una ceja en dirección de su viejo amigo para luego dirigir su mirada, ignorándolos por completo, a un centro árcade frente ellos.
— Cuando decidan dejar de discutir, pueden acompañarme a ver qué hay de nuevo en la tienda y aprovechar el tiempo libre.
A paso firme terminó pasando por en medio de ambos chicos. Dejándolos con todo y su conversación a un lado.
— ¿Ves lo que hiciste? Molestaste a Shinsou. — recriminó Kaminari
— ¿Yo? — haciendo una expresión de ofendido — Tu seguiste insistiendo en, agh, olvídalo.
Al finalizar de esa forma aquella extraña atmosfera siguieron al peli-violeta, quien ya había entrado y estaba introduciendo monedas en lo que parecía Pac Man, exactamente el modelo original.
— ¡Cielos! ¡Nunca imagine ver algo así en vivo! — Comentó emocionado Kaminari.
— Qué te pasa enano, ¿jamás habías entrado a ninguno de estos lugares? ¿O eres muy refinado?
— Lo hice cuando tenía seis años, después ya no pude ... — Terminó arrastrando su frase con cierto tono de melancolía.
— Suena a que no viviste esto en tu infancia.
— ¿y ustedes sí? — Alzó una ceja en dirección a Monoma.
— Monoma y yo veníamos seguido de niños a este lugar — respondió en seguida el peli-violeta.
— ¿Ustedes se conocen de tiempo? — Dijo algo sorprendido
— ¿Celoso? —Trató de provocar a Kaminari.
En respuesta el más bajo de estatura frunció el ceño a su nuevo amigo-enemigo. Por su parte Shinsou no estaba prestando atención a esa conversación, solo sonreía en dirección al lugar, recordando viejos momentos y siguió respondiendo.
— Fuimos juntos al jardín de niños, un par de años en la primaria y nos reencontramos en la escuela en primer grado.
— Pero incluso en esos años veníamos cada fin de semana a probar las maquinas del lugar y las nuevas que podían traer— siguió Monoma con la historia —. Mira una nueva máquina para calcular fuerza.
Los tres chicos se acercaron al lugar donde se encontraba una pera parecida a las de entrenamiento, solo que colgada de un objeto donde en la pantalla mostraría un número para calcular la fuerza.
— ¡Genial! Quiero probar — comentó emocionado Kaminari.
— Eres muy enano para alcanzar.
— No sé por qué insistes con eso, medimos lo mismo.
— Lo que digas enano. Hazte a un lado y ve a un experto.
Monoma comenzó a dar pasos hacia atrás y con un espacio suficiente se acomodó en una posición parecida a la guardia en Taekwondo, para después tirar un golpe bastante limpio, logrando obtener una cantidad de 800 puntos.
— Tu turno Shinsou.
Kaminari se cruzó de brazos y se hizo un poco para atrás, esperando ver cuánto lograba hacer en puntos mientras esperaba su turno.
Por su parte, el peli-violeta se colocó en una posición parecida al estilo boxeador, mirando su objetivo y concentrándose. Tiró un golpe rápido pero conciso generando pronto en la máquina un puntaje de 850 puntos.
— Mi turno.
Kaminari pasó tranquilamente frente a ellos, haciendo que dieran un paso hacia atrás para no ser pisados. Se colocó de frente al objeto, midiendo la distancia con su brazo izquierdo estirado, como calculando bien su distancia, así, al igual que Monoma se colocó en guardia y los chicos esperaban ver su puntaje.
Cerró sus ojos y suspiró, calmando por completo su cuerpo y cuando menos esperaron soltó una patada circular al objeto, rompiendo la parte donde estaba fija. Shinsou y Monoma solo abrieron aún más los ojos con total sorpresa, volteándose a ver, con expresiones de incredulidad, fascinación y horror al mismo tiempo al igual que algunos más del lugar, volteando a ver qué había causado ese sonido.
El rubio se cubrió la boca expresando estar asustado mientras la maquina emitía un ruido por calcular su puntaje, sin embargo, al tardar más de la cuenta marcó error , atrayendo a más gente del local, incluyendo administradores del lugar.
Kaminari solo volteó hacia la multitud con su expresión de sorpresa y sonriendo nerviosamente.
— ¿Perdón?
Hubo un silencio bastante prolongado, hasta que los administradores le dijeron debían ir a su oficina.
El grupo de amigos se fue hacia donde les habían pedido, donde recibieron no un regaño, ni tampoco algún aviso a las autoridades, pues luego de un papeleo ágil y que Kaminari pudo usar la tarjeta de su padre, porque esto era una emergencia, no ocurrió mayor problema, sin embargo, no quisieron quedarse en el lugar a disfrutar el resto de entretenimiento, prefiriendo ir a ver el resto de la plaza y perder algo de tiempo por ahí.
Avergonzado por lo que había sucedido, Kaminari se limitó a guardar silencio y de pronto su aura se apagó. Shinsou y Monoma lo habían notado desde que habían salido del local, pero ellos no mencionaron nada de lo sucedido, incluso habían sido ellos quienes sugirieron seguir su recorrido, amenizando el ambiente con otros temas a colación.
Ahora se encontraban en una tienda de ropa, viendo cada una de las prendas y accesorios del lugar y diciendo frases ocurrentes para poder sacar a Kaminari de ese estado.
— Oye, Pikachu no está bien, no hemos dicho nada y seguí así de cabizbajo.
— Debe sentirse algo culpable.
— ¿De qué? Pagó lo que debía y no fue para otra cosa del mundo.
— Tal vez porque toda esa gente seguía viendo.
Ambos dirigieron su vista a Kaminari, quien se encontraba probándose unos lentes de sol frente al espejo principal. Monoma seguía viendo algunas camisetas, dejando de lado la actitud de ese chico y Shinsou pensó en hablar con él, sin embargo, solo al dejar de mirarle por algunos segundos, se desplazó de lugar.
— Oye ¿a donde se fue? — Preguntó Shinsou algo preocupado.
— Qué más da, tiene 17 años, seguro que nos llama.
Aunque Shinsou sabía que no debió ir muy lejos, no dejó de sentir algo de miedo al no verlo cerca, pero tenía razón Monoma, quizá solo fue a otro lugar y pronto les llamaría.
A pesar de que no tardaron más de 20 minuto en seleccionar algunas cosas, en ningún momento regresó Kaminari al lugar, pero Shinsou se relajó gracias a que su amigo le dijera que, así como había destruido la máquina, era seguro que podría con cualquier persona que se le atravesara al frente.
— Te lo juro, si alguien recibe esa patada, pensaría que es una especie de ninja camuflado — de pronto frenó y volteó dramáticamente hacia Shinsou —. ¿Y si es un espía en la escuela disfrazado de alumno?
— Monoma, para qué quieren un espía en la escuela.
— ¿Estás loco? ¿Ya olvidaste lo que decían antes de las vacaciones de primavera? Además, este año Keigo está como miembro del consejo estudiantil y es muy sospechoso.
— ¡Hey! — se escuchó por detrás —. ¡Esperen!
Ambos se detuvieron y dieron media vuelta hacia dónde provenía esa voz. En efecto, era Kaminari, quien se dirigía corriendo mientras parecía jalar alguien por detrás.
Qué bueno que no se perdieron de mí, pero miren lo que encontré. ¡Ta-da!
Era evidente quién era el que estaba oculto, pero ninguno de los tres dijo nada.
— Kaminari, es una persona no un objeto — dijo Shinsou sonando como un regaño como la última vez.
— Lo siento.
Todoroki, quien había sido arrastrado con el rubio, junto con Monoma, sabían que ese ambiente estaba teniendo cierto toque de romance, sin embargo, Shinsou no lo había hecho con esa intención y Kaminari siempre respondía de esa forma, aunque no negaba que le gustaba dejarse llevar si era el peli-violeta.
Sabían de que iba la situación, pero no podían darse el lujo de decirle a los cuatro vientos a Shinsou que probablemente estaba confundiendo protección y amor con amistad.
— En fin, vamos a comer, después de todo ya es hora de un poco de comida. Ven Shouto, Monoma paga.
Tomó del brazo al recién incorporado al grupo y comenzaron a ir a donde aparentemente estaban los servicios de comida rápida.
Los otros dos solo siguieron caminando detrás de ellos, ya que sí, eran las tres de la tarde y aunque no habían hecho mucho, sí que tenían hambre.
🏫--🏫
Para el peli-violeta realmente decidir que comería no era gran problema, pero al parecer a los otros tres les estaba tomando más tiempo de lo normal. Haciendo que se encontrara, solo, sentado, esperando a que algo se les antojara realmente, o por lo menos decir qué rayos comer.
— Mientras sus cerebros les deciden que se les antojó , me voy a lavar las manos.
Comentó detrás de esos tres sujetos, sin embargo, como lo esperaba, ninguno prestó atención. Viró los ojos y fue directamente al sanitario.
— ¡Auch!
De pronto chocó con alguien, aparentemente el chico iba distraído.
— ¿Midoriya? Lo siento, pero apareciste de pronto —. Le ayudó a levantar tan rápido pudo.
— No te preocupes, estaba distraído esperando a alguien.
Enarcó una ceja — ¿Tu novio?
Midoriya enrojeció completamente del rostro. Shinsou sonrió divertido por ver esa expresión. No sabía que le apenaba decir esa palabra.
— Tranquilízate, no pasa nada, no lo diré de nuevo.
Avergonzado desvió la mirada — ¿Estás solo en el centro?
— ¿Eh? Oh, no, estoy con Monoma y Kaminari en el lugar, hemos venido a relajarnos un poco antes de que la escuela empiece a ser más exigente.
— Nosotros también, más aún por nuestra posición o como tú.
— ¿Por qué no vienen con nosotros? Estamos en la sección de comida.
— Bueno ... yo... — Comenzó a balbucear algo nervioso.
— Vamos Midoriya, todos nos conocemos.
— De acuerdo, iré por Katsuki y los encontraremos en el lugar.
— Bien, nos vemos.
Cuando Shinsou regresó a donde se encontraban los demá, parecía que ya habían hecho su orden, esperando obtener pronto sus alimentos.
La mesa en la que estaban sentados tenía justamente seis lugares, como Todoroki y Kaminari estaban juntos, platicando animosamente y Midoriya y Bakugou veían la pantalla del celular del rubio cenizo, dejando solo a Monoma, quien fingía hacer movimientos de sofoco al estar en ese ambiente.
— Parece que no estás siendo muy sociable — comentó juguetón Shinsou.
— Mira quién lo dice — dijo en un tono ofendido — parece que es el día de parejas.
Al tiempo, ambos abrieron los ojos como platos, como captando el mensaje de ese comentario, voltearon su rostro para dar con el del contrario, solo para alejarse con cierta mueca de asco.
— Mejor me voy a ver si ya está el pedido, que con tanto ruido no sé si ya dieron aviso del nuestro — se levantó rodeando la mesa y dar un tirón para levantar a Bakugou —. Ven conmigo, animal. Necesitas traer comida.
— ¡Que mierda pasa contigo! — Se quejó el oji-rubí mientras seguía siendo arrastrando.
Así, Midoriya quedó solo con el celular de su novio en mano derecha, viendo cómo se alejaban a la sección de pedidos. Al estar distraído, jaló de pronto con su brazo izquierdo un par de hojas que casi caen al suelo si no es porque Shinsou se percató de inmediato, sin embargo, también por los buenos reflejos del de cabello verde, ambas manos tuvieron un ligero y suave toque, provocando que cruzaran miradas.
— Muchas gracias, Shinsou —. Agradeció mientras tomaba todas aquellas hojas.
— No hay porque, parece que son importantes.
— ¡Oh sí!, son los carteles a escala para mandar a elaborar en lona y muchos otros en papel.
— ¿Ya será el partido inaugural?
— ¡Sí!, el próximo jueves es la gran apertura, mira.
Midoriya estiró una de aquellas hojas hasta Shinsou, pero éste, también había estirado su mano, lo que provocó otro encuentro con sus manos. Avergonzando aún más al peli-verde.
— ¿Qué es esto?
De pronto, en medio de esa situación, Kaminari apareció para tomar aquel papel y curiosear con ambos chicos.
— Es para hacer promoción a la gran apertura al torneo amistoso entre las escuelas. Este año le ha tocado ser sede a la nuestra y debemos hacerlo como se debe hacer.
— El primer encuentro es con la Preparatoria C. Es básicamente la inauguración oficial de las competencias amistosas antes del encuentro del torneo oficial
Kaminari se sorprendió por ver a detalle aquella hoja. Era una escala de lo que serían los carteles que rodearían al gimnasio, pero parecía que las escuelas se lucirían en todo si así lo decidían.
— Tienes que asistir Kaminari, será genial — volteó hasta donde el de cabello bicolor —, deben de asistir al partido de inauguración — se corrigió rápidamente—, podrán también disfrutar de la escuadra de porristas.
Midoriya irradiaba felicidad completa al hablar del tema. Con una sonrisa en el rostro seguía hablando animosamente sobre cómo habían dicho que Bakugou había sido interceptado para poder hacer promoción al equipo escolar y como es que, tras un negocio, se hizo la publicidad gratuita a cambio de que modelara algunas prendas de una famosa marca.
El de cabello verde tenía esa mirada llena de vitalidad y un brillo especial al hablar sobre su ahora novio. Los tres escuchaban atentos como narraba cada hecho, sin embargo, de momento pudo notar como Todoroki y Kaminari parecían estar incomodos, pero, ¿por qué? ¿Sobre Bakugou? ¿Por Midoriya?
— ¡Aquí está la maravillosa comida!
De pronto ese ambiente se vio interrumpido por Monoma, quien alegremente colocó tres bandejas en la mesa, acompañado de Bakugou quien dejo los tres restantes al igual que el primero.
Con ese hecho, volvieron a como se encontraban antes de que fueran a recoger sus pedidos. Bromeaba cada par de algunos eventos pasados, en otros momentos la conversación surgió entre todo el grupo y el ambiente no volvió a ser igual de tenso, pero aun así parecía que no sería la única ocasión que sucedería.
Al finalizar su comida, la pareja de novios tuvo que retirarse para poder seguir con los preparativos del torneo, mientras tanto, Todoroki también terminó retirándose, debido a que todavía no terminaba de adaptarse a su nuevo hogar. Dejando a Monoma, Shinsou y Kaminari solos.
Los tres iban caminando tranquilamente por el corredor, para poder ir a la entrada del cine.
— Mierda ...
— ¿Ahora qué pasa princesa?
— Mi madre debe salir de la casa y no puede llevarse a mi hermana. Tengo que irme, lo siento.
— No hay problema, saluda a Nina de mi parte — comentó tranquilamente Shinsou.
Monoma se despidió mientras corría lo más precavido posible en dirección a la calle, cuidando de no estorbar a nadie y tampoco de estrellarse.
— Sabes, hubo dos cosas sorprendentes de ese chico engreído el día de hoy.
— ¿Cuáles?
— Pagó la cuenta de cinco personas más, aparte de la suya.
Sonrió de lado — Monoma no tiene problemas con eso, créeme, no es nada para su cartera.
— Se me hizo algo extraño que no se negara a pagar desde el momento que le dije que el invitaba.
— Bueno, entre más pases tiempo con él, entenderás el por qué de algunas cosas. Te sorprenderá, mientras tanto, ¿cuál es la segunda cosa sorprendente?
— Que es el primer tipo adolescente que, al primer llamado de su madre, diciéndole que su hermana necesita ser cuidada por él, va corriendo.
— Monoma ama a Nina, haría lo necesario por ella.
— ¿A ella si le dices por su nombre y a él no? — Comentó juguetón.
— Oh eso — colocó su mano izquierda alrededor de su cuello —, es ... un acuerdo.
De un momento a otro el ambiente se sintió un poco incómodo, a pesar de que ya habían estado conversando como buenos amigos, parecía que aún faltaba tiempo para poder ser más cercanos y poder hablar de algunas cosas. Kaminari comprendió lo que podía estar pasando, porque él también tenía asuntos que quizá no iba a poder conversar tan fácilmente, porque aún si llevaban solo unos días conociéndose, sentía que faltarían muchos más estando juntos, siendo de amistad ... o algo más.
— Lamento haberte incomodado, Shinsou, yo entiendo que no podemos ser tan libres conversando. Además involucra a otra persona que no está aquí, así que, ¿te parece si mejor vamos por unos dulces?
Shinsou volteó hacia el lado del rubio y ahí, sonriente como siempre, con un brillo en sus ojos, veía su determinación a cambiar el ambiente en el que se había convertido.
— Seguro.
Salieron de la tienda, Shinsou solo con una paleta que tenía polvillo picante y Kaminari con una dotación extra que, según él, solo le durará una semana. Ahora simplemente caminaban con rumbo a la parada de autobuses, para que cada uno se dirigiera a su casa.
— Los dulces son deliciosos, debiste comprar más.
— ¿En serio? No, gracias, casi no como dulces.
— ¿Por qué? Endulza la vida con un par de gomitas en forma de llave.
— Desde que tenía unos nueve años deje de comerlos, solo, ya no me gustaban de pronto.
— Pues a mí sí, encantado de recibirlos.
— Tanta azúcar te hará daño a futuro.
— Ese es un problema del Denki del futuro.
Shinsou solo negó suavemente, divirtiéndose por las respuestas de Kaminari.
— Por lo menos deberías compartirlo con algún hermano si tienes.
— No puedo, tengo la fortuna de ser hijo único — dijo algo socarrón —. ¿Tú tienes hermanos?
— Estoy en las mismas condiciones que tú — hizo una mueca, como recordando algo —, aunque tengo un primo que pasó mucho tiempo conmigo de niño, casi como un hermano.
Aunque su propósito era irse al llegar su transporte, parecía que ambos querían seguir conversando, así que, en la banca más cercana, decidieron esperar un poco más mientras se conocían mejor.
Kaminari sacó un par de gomitas, dio una mordida y después de pasar el primer bocado, prosiguió con la conversación.
— ¿Siguen en contacto?
— En eventos familiares y en las competencias de la escuela, él cursa en otra institución de nuestro nivel.
— Eso significa que podrían verse en esos concursos.
— En realidad — mordió su paleta —vas a competir contra él —. Terminó de comentar con cierto toque de miedo.
Ciertamente el rubio no esperaba que le dijera eso. Estuvo a punto de atragantarse con el pedazo de dulce que apenas había mordido. Shinsou se sorprendió cuando Kaminari comenzó a toser.
— ¿Estás bien? Solo estaba jugando, creí que no entenderías porque lo dije de esa forma.
— Estoy bien — dijo entre cada ataque de recuperar el aire — es solo que — tragó saliva —, en el club nos dijeron que había un chico muy perspicaz en una escuela competidora y que se parecía mucho a ti y bueno — dirigió su mirada hasta la del peli-violeta — si tú fuiste parte del club al menos el primer año y por lo que oí por ti ganaron ...
Shinsou buscó en esos ojos color ámbar si era algún tipo de broma, pero en realidad solo veía preocupación. Algo por lo que ni siquiera él sabía que había sucedido.
— Sí, pero la diferencia entre mi primo y tú, es que fuiste reclutado exclusivamente por la escuela — tomó su hombro en señal de apoyo —, es por una razón y creo que lo harás muy bien.
Pasó un rato hasta que le ruido del siguiente autobús hizo que dejaran de mirarse y Shinsou retirara su mano.
— Creo que ya debemos irnos, el sol ya se está ocultando y hay que descansar.
— Claro.
Ahí, en la parada, mientras Kaminari recorría el pasillo del autobús, Shinsou movía la mano en forma de despedida, siendo correspondido al instante.
Para su suerte, su transporte llegaba con cinco minutos de diferencia, podría tomarlo y llegar a casa en menos tiempo de lo pensado.
Su camino fue muy tranquilo, nada fuera de lo que estaba acostumbrado. Llegó hasta la puerta de su casa y accedió calmadamente.
— Estoy en casa.
Se quitó lo tenis, colgó su chamarra y subió por las escaleras, pero en ningún momento hubo respuesta alguna.
--
🏫--🏫
¡Por fin capítulo nuevo! ;--;
Parecía que nunca podría avanzar en el fanfic, pero jamás sucederá eso. Poco a poco, despacio pero seguro.
Es necesario este capítulo, todo para introducir el drama de algunas cosas y otras parejas, pero no dejará de ser fluff para nuestra hermosa pareja ShinKami <3
Ya me lo pensé mejor y definitivamente no van a ser solo 12 capítulos. Esto va para más, mientras tanto a disfrutar.
Ya casi volvemos al full, solo necesito terminar mi año escolar en un par de semanas más. ;--;
Pequeño spoiler, tengo 6 OS de cada libro (OS shinkami y del +18) y un capítulo en borrador de este fanfic. Así es, se nos viene el partido de básquet y los celos de una pareja 7u7
Pero, con calma, con calma.
¡Cuídense mucho mis ángeles!
PD: Sí, tuve que ponerlo en borrador porque tenía tremendas equivocaciones en nombres obvios y no me iba a permitir dejar eso así.
Si wattpad no me guarda estos cambios de una vez por todas, colapsaré. 18/12/2020
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top