El clima era lindo, la primavera estaba presente, y las hojas de cerezo caían alrededor mientras él las fotografiaba al caer al suelo. Le fascinaba tomar fotos de la naturaleza, pero más aún amaba retratar aquellos lugares donde el cielo nocturno se veía en todo su esplendor.

Amaba las estrellas y las capturaba por todos los lugares del mundo que podía, porque sentía que era libre al mirarlas.

Este era Jeon Jungkook, un joven de aproximadamente veintiocho años que trabajaba en la empresa familiar, pero en sus tiempos libres, como durante las vacaciones, le gustaba ir a varios lugares en busca de nuevas aventuras.

—¿Bueno, quién habla?— contestó a través de los audífonos inalámbricos sin dejar de fotografiar.

—Hola, Sr. Jeon. Habla su secretaria. Le llamaba para recordarle que hoy tiene que ir a la universidad de Seúl.

—Cierto, lo había olvidado por completo. ¿A qué hora es, Hye-yoon? — preguntó Jungkook, mientras se apresuraba a su vehículo.

—En una hora, señor— contestó ella mientras se escuchaba el llanto de un bebé en la línea telefónica.

—¿Qué te dije sobre llamarme "señor"?— rió Jungkook—. Somos amigos desde hace cinco años, tienes que dejar los honoríficos.

—Es trabajo. Cuando no lo esté, lo haré— aclaró Hye-yoon.

—Bien, lo respeto. Saluda a Byeon y a la bebé. Dile que su tío los visitará pronto— Hye-yoon rió.

—Está bien, ten cuidado si vas manejando. No me gusta que lo hagas.

—Descuida, fueron solo unos simples sueños. Estoy bastante bien— le daba alegría saber que se preocupaba por él, tanto como una hermana mayor.

—Avísame cuando llegues a la universidad. Te quiero— pidió, antes de que colgara.

Jungkook estaba en el auditorio de la escuela, explicando algunos temas de negocio y su trabajo. Aunque no fuera el fundador, había transformado en un éxito una empresa que había comprado en bancarrota. Jungkook destacaba por hacerla crecer aún más, siendo reconocida en el mercado internacional. Además, su atractivo hacía suspirar a las personas y era motivo por el que también trabajaba como modelo.

La exposición estuvo llena de risas y chistes, y uno que otro piropo que los alumnos le decían, haciéndolo sonrojar. Él nunca había tenido pareja, era fiel creyente de que algún día se presentaría la persona ideal.

Después de terminar, salió corriendo porque algunas alumnas le pedían su número o incluso una cita. No bastó con rechazarlas, porque todas iban detrás de él. Siguió corriendo hasta llegar al planetario, donde se escondió entre los asientos.

Escuchó cómo algunas alumnas se acercaban, estaba seguro de que ya lo habían encontrado hasta que una chica le preguntó a alguien sobre él.

—Jimin, ¿viste a un chico apuesto, futuro padre de mis hijos por aquí?— era la chica que había dicho uno de los piropos en la conferencia.

—¿Quién?, no he visto a nadie por aquí desde hace un rato— contestó un chico con la voz aguda y tan suave como las nubes.

—Seguiré buscando, si lo ves, dime por favor— Jimin solo asintió despidiendo a la chica.

Después de unos minutos en completo silencio, Jimin rompió el silencio.

—¿Ya puedes salir? Suele quedarse unos cinco minutos afuera verificando— habló el chico.

Jungkook se levantó de los asientos, observando cómo en unos asientos adelante, un chico de cabello rubio estaba dibujando con la bella vista de las estrellas. No podía observar desde esa distancia su rostro.

—Gracias, en verdad muchas gracias— respondió Jungkook, acercándose al chico.

—Será difícil salir. Yo estoy a unos minutos de irme. Mi carro está afuera en el estacionamiento, puedo ofrecerte llevarte fuera de la universidad para que nadie te siga— el chico no levantaba aún su mirada.

—Entonces esperaré, realmente lo necesito— se sentó a un asiento de distancia del chico, no quería interrumpir más ni incomodar.

Echaba una que otra mirada al dibujo que estaba realizando, observando cómo se concentraba en cada trazo y notando cómo de vez en cuando hacía pucheros inconscientemente.

—¿No puedes dejar de mirarme?— preguntó mientras terminaba de dibujar a una pareja de espaldas en un concierto al aire libre.

—Yo no te estoy mirando— desvió la mirada hacia el planetario.

Pasaron un buen rato en completo silencio.

—Sí, seguro. Vámonos— se levantó del asiento, tomando sus cosas y observó que Jungkook estaba dormido.

Se acercó para despertarlo, pero no funcionaba, estaba totalmente dormido. Optó por sentarse y esperar a que despertara, mientras lo observaba dormir. No pasó mucho tiempo hasta que Jungkook empezó a despertar, mirando a su alrededor hasta ver aquel rostro que seguramente lo estaba analizando.

Se perdió en aquella mirada, aquellos labios esponjosos y, sobre todo, en esos lunares y pecas que parecían una constelación. El chico era tan lindo, alguien que podría convertirse en su chico ideal.

—¿Has escuchado alguna vez una historia sobre las estrellas?— preguntó Jungkook.

—Creo haber escuchado alguna vez una historia— susurró.

—Es la historia de dos estrellas que, aunque estaban destinadas a brillar juntas en el cielo, estaban separadas por un vasto universo. Cada noche, intentaban acercarse un poco más, esperando el día en que pudieran encontrarse y unirse en una explosión de luz y amor—. Jungkook acercó su rostro al contrario, esperando alguna señal para alejarse—. No importaba cuánto tiempo pasara, nunca perdieron la esperanza de estar juntas.

Acercó más sus labios, a nada de besarlo, cuando Jimin puso su mano entre sus labios.

—Buen intento, Shakespeare. Pero no soy tan fácil para que cualquier extraño venga a besarme— se levantó del asiento dirigiéndose a la salida—. Si no quieres que te deje, ve moviendo esas piernas.

Jimin rió por lo bajo, mientras se alejaba con un gran sonrojo y una linda sonrisa.

—Joder, cómo me encanta lo que es difícil— se levantó corriendo tras el chico antes de que se fuera sin él—. ¡Amor de mi vida!, espérame que todavía no me dices tu nombre completo y tu número.

Dicen que el alma siempre recuerda tus otras vidas, pero la mente no es capaz de hacerlo. Las cosas no suceden porque sí, siempre hay una razón, y tal vez en esta ocasión podrían empezar lo que nunca fue.

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Muchas gracias por haber leído está historia, me llena de alegría saber que varias personas apreciarán el au aunque tuviera un final triste. En verdad muchas gracias, quiero dedicarle este au a todas las personitas que lo leyeron y en especial a a alguien que me apoyó y motivo a seguir escribiendo la historia y preguntaba cuando iba a subir otro capítulo más.

bolon1234 gracias 💗