La música sonaba a todo volumen, el ambiente estaba cargado de energía en la playa. Jimin se dejó llevar por la vibra contagiosa desde el primer instante que estuvo al frente. Se sentía tan libre como una mariposa, quería quedarse toda la madrugada bailando y cantando como todos allí.

El grupo que estaba tocando era Years & Years, y aunque había escuchado alguna que otra canción suya, nunca había experimentado nada como esto. Escucharlos en vivo y ver a toda esa multitud le hacía sentirse completamente vivo. Abrazó a Jungkook, agradecido por la sorpresa.

— ¡Muchas gracias, Jungkook! —gritó para hacerse oír por encima de la música—. Esta noche será la mejor.

Empezó a cantar a todo pulmón mientras saltaba, y Jungkook sonrió ante la imagen, uniéndose pronto a Jimin en la diversión. Ambos se miraban, compartiendo una conexión especial mientras pasaban las canciones. Querían recordar cada segundo de esa noche, más que nada la felicidad del otro.

La música continuaba, y con ella, la alegría del momento. Jimin y Jungkook se sumergieron en el ambiente festivo, bailando y cantando como si no hubiera mañana. Cada nota, cada ritmo, se convertía en una melodía de felicidad compartida entre ellos.

Con el paso de las horas, la fiesta en la playa continuaba su curso. La luna brillaba en lo alto del cielo, iluminando la arena y las olas. Jimin y Jungkook se perdieron en la música y en el calor del momento, disfrutando de la compañía del otro y de la energía que fluía a su alrededor.

Finalmente, cuando el amanecer comenzó a teñir el horizonte con tonos rosados y dorados, la música se desvaneció lentamente. La fiesta llegaba a su fin, pero Jimin y Jungkook no querían que la noche terminara. Decidieron quedarse un poco más en la playa, disfrutando de la tranquilidad del amanecer y de la suave brisa marina.

Se sentaron juntos en la arena, observando cómo el sol ascendía lentamente en el cielo. Hablaron de todo y de nada, compartiendo risas y confidencias mientras el día comenzaba a despertar a su alrededor.

Finalmente, exhaustos pero felices, se acurrucaron uno al lado del otro y se quedaron dormidos en la cálida arena, abrazados por la serenidad de la mañana y el amor que compartían, aunque aún no lo notarán.