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Las cosas debían terminar ahora, ¿no?

El omega piensa que así debe ser, pues el objetivo principal había sido resuelto, Park Jimin ya había obtenido la corrección de su calificación, ahora ya había aprobado, podría seguir en el equipo de atletismo y apoyar al equipo de soccer sin problemas, sus caminos debían estar separados desde ahora, pero ¿por qué el alfa sigue con él? Quizás todavía se siente feliz por su ayuda, quizás simplemente busca una forma de agradecerle para después dejarlo en paz, Yoongi jamás se imagino la propuesta de ser amigos.

La idea no es desagradable, pero tampoco es como si en verdad quisiera que ese alfa popular sea su amigo, Park llama demasiado la atención, siempre lo ha hecho y él no es de las personas que le guste tener miradas encima, detesta llamar la atención y de todas formas no es como sí se sintiera que llama la atención de otros, pasa desapercibido, siempre ha sido así, pero si Park se le acerca, toda esa paz y tranquilidad se esfumarían como arena en sus manos con el viento.

Su próxima clase empezaría dentro de poco, así que siguió su camino para llegar al aula correspondiente, sintiéndose pensativo y extrañado por toda la situación que estaba viviendo, se lo dijo así mismo desde un principio, se iba arrepentir por brindarle ayuda a Park Jimin, pero no es como si no quisiera hacerlo, algo dentro suyo le pedía que le ayudase, que sólo esa vez lo hiciera y que con eso sería suficiente, pero ¿suficiente para qué? Yoongi no estaba seguro de nada, su lobo a veces puede tener un raciocinio totalmente absurdo y lleno de discordia que lo altera por completo, y admite que esta no es la mejor manera de describir a su animal interno, pero por algo jamás le prestaba atención y ahora más lo comprobaba, la decisión había sido tonta, precipitada y llena de incoherencias, porque ni el alfa, ni él, se conocen, y ahora parecía que Park Jimin se quería volver parte de su vida, siendo un nuevo personaje en su novela.

—Estás muy pensativo —la voz de Taehyung lo saco de sus pensamientos, levanto la mirada dirigiéndola a su amigo que se encontraba caminando a su lado, hombro a hombro, siempre le gustaba esa cercanía con el omega—, ¿paso algo?

Usualmente prefiere guardarse sus problemas, Taehyung es consciente de eso, pero aún así siempre que lo ve distanciado de la realidad, le hace ese tipo de preguntas, porque se preocupa a pesar de que Yoongi le pide que no se preocupe por él.

—Nada —susurro.

—Pues ese nada —hizo comillas con sus dedos—, está alterando mucho tus pensamientos, todo el almuerzo te la pasaste comiendo con la mirada perdida —se coloco frente a Yoongi y el omega frunció el ceño ante esa repentina acción—, ya dime que es lo que pasa.

—Taehyung, sabes que no me gusta llegar tarde a clases.

—Lo sé.

—Entonces no estorbes —Taehyung sonrió levemente.

—Lo haré, si prometes que hablaremos de esto —el omega rodo los ojos al escucharlo, no tenía tiempo para perder el tiempo hablando de una tontería—, eso te ayudará a aclarar tus pensamientos.

Yoongi no necesitaba aclarar sus pensamientos, siempre ha tenido claro todo, sus metas, objetivos, sueños, todo. No necesita hablar con las personas para sentirse bien, jamás lo ha necesitado.

—Tae... —iba a seguir, pero no pudo, no cuando sintió el repentino agarre por sobre sus hombros, un brazo rodeándole, y ese aroma que ya era conocido para él, Park.

—Buenos días, gatito gruñón —el alfa a su lado le saludo con energía, ignorando la presencia de Kim Taehyung quien al mirar esa acción no pudo evitar elevar ambas cejas con sorpresa, Yoongi jamás deja que le abracen, y si lo hacen, siempre trata de alejarlo lo más pronto posible, ahora mismo los segundos que pasaban parecían ser horas, y Yoongi ni siquiera lo apartaba—, nos toca tomar clase juntos, ¿quieres que me siente a tu lado?

—Preferiría que no lo hagas —menciono el omega sin interés—, y ya suéltame —sacudió sus hombros alejando el brazo que lo aprisionaba—, deberías aprender a manejar mejor esos impulsos que tienes por tocarme.

—Y tú deberías manejar mejor la ira —Yoongi rodo los ojos, el alfa le regalo una sonrisa—, vamos, no quiero recibir un maldito reporte por llegar tarde.

Taehyung miraba atentamente la situación, Park Jimin, ese alfa casanova que ahora hablaba tan familiarmente con Yoongi, ese apodo cursi y tonto, esa mirada del alfa que no se apartaba en ningún momento del omega, y el como le ignoraba y trataba de que Yoongi no le preste atención, puede que sean acciones imperceptibles o inclusive para nada importantes, pero Taehyung podía identificar fácilmente un comportamiento celoso hasta con los ojos cerrados, y Park lo estaba demostrando ahora mismo. No pudo evitar recordar aquel incidente en la cafetería, cuando ese mismo alfa lo detuvo y le gruñía con fuerza, advirtiéndole que no tocará a Yoongi. Pero al parecer eso a Yoongi le daba lo mismo, porque parecía que ni siquiera se percataba del comportamiento de ese alfa.

—Nos vemos después de clases, Yoongi —dijo Taehyung llamando la atención de ambos, Taehyung estaba pendiente de la reacción de Park—, y más te vale no huir, tenemos que hablar.

—No prometo nada —menciono el omega y soltó un suspiro—, ¿nos veremos a la salida o...?

—Pasaré por ti, ya sé tu horario, así que no será complicado —en cuanto dijo eso miro de soslayo a Park, quien rodaba los ojos con fastidio por sus palabras, de nuevo ahí estaba, celos, muchos celos—, nos vemos en un par de horas —se despidió.

—Sí, nos vemos —Yoongi miro a su amigo alejarse mientras le dedicaba una sonrisa amistosa, soltó un largo suspiro, sabe que Taehyung no lo dejará en paz respecto al tema irrelevante, así que hablaría con él, quizás inclusive esto le ayude a aclarar mejor sus ideas, pero lo duda.

Giro su rostro a su lado izquierdo en donde Park Jimin permanecía parado a su lado, y miraba a lo lejos a Taehyung irse, el omega no pudo evitar analizar el rostro del alfa a su lado, su semblante lucía ligeramente sombrío, y casi podía escuchar un ligero gruñido proveniente de su garganta.

—¿Ahora que te pasa? —pregunto Yoongi, llamando de inmediato la atención del alfa, quien dejo de gruñir al mirar al omega.

—¿De qué hablas?

—Estabas gruñendo —dijo Yoongi en respuesta—, por todos los lobos en la luna, Park, controla tu lado salvaje, ¿quieres?

El alfa ni siquiera se percató del gruñido.

—Y hay que irnos, no quiero llegar tarde por culpa tuya.

—¿Mi culpa? —Yoongi comenzó a caminar y Jimin dio un gesto de negación antes de seguirle el paso a Yoongi—. Yo no tengo la culpa, tu amiguito ese fue quien te retuvo en primer lugar.

—Su nombre es Taehyung, sí es mi amigo, pero no veo motivo alguno para que digas eso de forma despectiva —Jimin rodo los ojos ante las palabras del omega—, pareces un niño berrinchudo.

—En verdad que siempre es imposible tratar contigo, Min.

—Es lo que te ganas por estar conmigo, sino te agrada, entonces declina tu propuesta de amistad.

—¿Quién dijo que la quiero declinar? —Jimin sonrió ladino—. Eres más sincero que otras de mis supuestas amistades, prefiero pasar mi tiempo contigo y no con mentirosos, además —miro al omega—, puede que me pases un poco de tus conocimientos, omega sabiondo.

—En verdad que te falta cerebro —Yoongi dejo de mirarlo, pero no pudo evitar sonreír levemente, algo que de inmediato llamo la atención de Jimin—, idiota... en verdad que eres un idiota, alfa.

—Vaya manera de dar cumplidos.

—Ajá... —Yoongi lo miro mientras le sonreía—, apresúrate, o sino nos pondrán reporte a los dos.

—¡A la orden, jefe! —Yoongi negó con diversión con la cabeza, a veces ese alfa podía ser tan tonto como para hacerlo sentir más relajado.

El lobo del omega movía la cola ligeramente, mientras que el lobo del alfa estaba agitado como si persiguiera una mariposa inalcanzable, corriendo de felicidad.

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