Capítulo 32


Las lágrimas están cayendo, aún si estoy perdida

No me soltaré de tu mano

A veces nos deshacemos

Nos convertimos en cobardes

Pero seguramente encontremos algo ahí

Toma mi mano


(Starless Night - Olivia Lufkin)


Los meses pasan tranquilamente, no hay más que una cómoda rutina entre nosotros dos. Las cosas han estado tan bien, Zen está embarazada y cada día su hijo crece. Chanyeol es feliz con la noticia, sin embargo, cree que lo mejor será que se críe como Kyungsoo siendo su padre.

Pienso que es una buena idea. Él está más que feliz con la idea, lo cual me alegra. De mientras yo tengo mi nuevo trabajo y es actuar, ahora profesionalmente, aunque obtengo constantes burlas de Sehun, quien ahora es nuestro vecino molesto.

Lo peor es que, Chanyeol sólo se ríe por la actitud de Sehun.

—Está enamorado de ti — me dice cada que le cuento lo que pasa.

—No, imposible — digo rodando los ojos. Vuelve a reír.

—Claro que no, recuerda que posees esa hermosa sangre...— suspiro enormemente, mostrando lo poco que le creo.

Ahora que él y Zen se unieron, tienen un gran poder sobre el consejo vampírico, Kyungsoo y yo jamás tendremos que tener un hijo para seguir con esa tonta tradición. Al fin todo se ha resuelto y ha comenzado a encajar en su sitio. Claro que tuve muchos problemas con mi madre, mi hermano y yo los tuvimos de hecho. Igual valió la pena.

El celular de él suena repentinamente, contesta sin preocupación, sin embargo, con forme avanza su diálogo, algo parece estar mal.

—¿Qué sucede? — Pregunto algo alarmada.

—Es Kyungsoo, alguien intentó atacar a Zen — me avisa.

—¿Qué? — Y con eso nos levantamos para ir a donde viven.

Sí, ahora ellos viven en Seúl. Tardamos poco en llegar a su casa, en donde nos recibe un Kyungsoo inquieto.

—Les juro que, si no es porque yo siempre estoy alerta, la hubieran secuestrado — dice muy alterado.

—Pero, casi nadie sabe que están aquí — intento calmarlo, pero hay algo en su mirada que me dice que no es sólo eso lo que le preocupa.

Veo a Zen quien luce de igual manera, ocultan algo, lo sé.

—En todo caso, lo mejor será mejorar la seguridad — interviene Chanyeol y yo asiento.

Luego de un rato nos vamos a casa, sigo pensando en quiénes pudieron haber querido secuestrar a Zen. Ahora es la cabeza de su familia, probablemente alguien que desee obtener su lugar. Volteo a ver a Chanyeol quien luce igual de preocupado.

—Quizá nos debimos quedar con ellos — digo de repente, él niega.

—Estarán bien — afirma.

Pero yo sé que hay algo raro en sus ojos, decido no darle tantas vueltas al asunto. Sin embargo, cuando despierto al otro día y no hay nadie conmigo en la cama, me siento extraña. Voy por todo el departamento buscándolo, pero no está.

—Seguro salió un momento — digo para convencerme.

Aunque hay un silencio mortal que me encrespa la piel, diciéndome que algo falta, que no se encuentra algo. Trato de dejarlo pasar y mejor desayuno algo, mientras me preparo la comida, veo una nota.

—Ah — suelto pensando que ahí dirá a donde fue.

"Querida Hannie.

Lamento decirte esto mediante una carta, pero debo dejarte. Sé que lo nuestro ha ido bien, pero he cambiado de opinión. No te preocupes por mi alimentación, ya me las remediaré, también dejaré dinero en tu cuenta y puedes seguir viviendo ahí. Cuídate mucho y adiós.

Park Chanyeol"

Por varios minutos no proceso lo que acabo de leer, lo que me acaba de decir él y cuando reacciono, una furia incontrolable me llena, porque todo ha sido una mentira este tiempo, porque yo siempre tuve la razón, pero él me mintió y convenció que todo estaría bien.

—¡MALDITO HIJO DE PUTA! — Grito por fin apretando la hoja con fuerza.

Mi puño termina yendo hacia la mesa partiéndola en dos. Agarro las sillas y las tiro por el lugar, las estanterías las tiro al suelo, los sillones igual. Todo lo destrozo sin piedad, no soporto la furia que me alberga y necesito destruir cada cosa que es parte de la mentira en la que he vivido por todo este tiempo. Voy a su cuarto y hago lo mismo con todas sus cosas, tomo su guitarra y la estrello contra el maldito piano donde tocaba para mí con su estúpida falsa sonrisa.

Pateo varias veces la madera negra del instrumento, tiro sus albúmenes y luego me voy a donde está su ropa para tirarla por ahí y romperla. Hay un punto en el que ya no sé si estoy furiosa o me he vuelto loca.

Es hasta que veo nuestra fotografía en la repisa que me detengo. Veo nuestros rostros sonrientes, era cuando fuimos a nuestras vacaciones en la playa. Aprieto mis labios e intento buscarlo en mi cabeza, no hay nada. Se ha esfumado, no sé cómo, pero ya no está en mi cabeza.

—No puede ser — me voy cayendo al suelo — Debe ser mentira — comienzo a murmurar.

Porque no me lo puedo creer, que él haya hecho semejante cosa.

—¡TE ODIO! — termino por decir, porque duele la verdad.

Mi vampiro, Park Chanyeol, me ha dejado.

Fin...por ahora.

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