Me levanto de la cama agitada, cuando veo mi usual mesa de noche junto a mi lámpara y cuando noto como la claridad entra por mi ventana me relajo. Me quedo mirando mis manos hasta que decido levantarme, busco mis sandalias y cuando las tengo puestas salgo hacia el baño. Cada mañana es lo mismo, el ruido de todas moviéndose en la mañana me ensordece.

—Prefecta, buenos días — dicen todas al verme pasar, yo asiento y muevo la mano en señal de respuesta, no me gustan las mañanas y menos escuchar sus ruidos a esas horas, todas son unas niñas así que no puedo quejarme mucho

Entro al baño que está casi lleno pero todas me hacen un hueco en el lavamanos para que me lave la cara y luego entro a una ducha. Cuando salgo mi uniforme ya está ahí, limpio y sin arrugas. Al salir siguen habiendo chicas que revolotean por todas partes alistándose para las clases matutinas.

—Buenos días — saludo a todas a las que veo, ahora me encuentro mejor para saludarles sin mostrarles un feo rostro

Me regresan el saludo con una sonrisa y sin miedo a que les coma, todas aquí saben que antes de la ducha matutina soy como un ogro. El desayuno está servido y pronto todas decimos una oración antes de comenzar a comer, están presentes las profesoras y la madre superiora. Los sonidos de los tenedores y cucharas se escuchan en el gran desayunador durante varios minutos para luego apagarse cuando todas nos vamos a clases.

— ¿Lista para tu primera clase? — me pregunta la madre superiora, yo sonrío ligeramente

—Siempre he estado lista — contesto con arrogancia

—Una novicia no es arrogante — me dice antes de irse en su paso lento aunque me sonríe

—Lo sé — murmuro, dirijo mis pasos hacia mi salón, es la primera vez que daré clases aunque ya conozco a la mayoría

Al entrar al salón número 04 me siento algo nerviosa, no miro a las chicas que ya están en sus asientos y me voy directo al escritorio, tomo la tiza que se encuentra ahí y comienzo a escribir en el pizarrón verde que está pegado a la pared.

—Bienvenidas a la clase de dominio de vampiros para novicias principiantes — les digo volteándome a verlas, todas parecen serias al escucharme, sonrío complaciente.

Quería causar una buena impresión en mi primera clase como maestra y parece que lo he logrado.

—Muchas de ustedes deben tener 16 años ya y han cursado por la mayoría de las clases que requieren para convertirse oficialmente en un prospecto de alianza para un vampiro — comienzo a explicar y luego de una pequeña vuelta por el espacio entre la pared y los pupitres me siento en la mesa del escritorio, todas asienten en respuesta a mis palabras, quizá sean unas 10 chicas que están ahí — pues bueno, hay una parte que no han aprendido aún en todo esto, la dominación o sometimiento de vampiros lleva años aprenderse debido a que hay muchas formas de hacerlo, ustedes deben conocer bien a su vampiro y de acuerdo a su personalidad adaptar una forma — junto mis manos y luego mis dedos índice para señalarlas — se nos enseña desde pequeñas que nosotras no somos más que una compañera o mejor dicho su banco de sangre personal, pero he de decirles que somos más que eso — ellas abren sus ojos y veo que brillan con emoción — nosotras mantenemos un orden en ellos, en sus vidas y en todo lo que este sistema implica, sin nosotras ellos no pueden controlar su sed y su temperamento así que dejen de lado el papel sumiso que nos han impuesto desde que nos traen aquí que si queremos podemos mandar sobre todos los vampiros y hacer un ejército pero ¿saben por qué no nos dicen eso desde el principio y yo sí se los puedo decir? — ellas niegan queriendo saber más — porque si queremos podemos destruir al mundo con un chasquido de dedos — chasqueo mis dedos — por eso nos enseñan desde pequeñas valores y a rezar día con día el padre nuestro cuando la existencia de nuestros queridos vampiros rompe con todo lo que la religión impone pero todas aquí somos niñas buenas ¿cierto? jamás haríamos algo malo — ellas asienten cómplices de mis palabras

Me bajo del escritorio y paseo por las hileras de pupitres, ellas me miran queriendo saber más.

—Así que les digo de una vez que en esta clase aprenderán de verdad lo que no han aprendido en los años que llevan viviendo aquí, mi nombre ya lo conocen, soy la prefecta de la Escuela Rose Marie para novicias de vampiros, 20 años recién cumplidos y sin un vampiro que logre dominarme a mí — sueltan una ligera risa, sonrío feliz de eso — para no hacer más largo esto les diré que sí, escoger a un vampiro resulta complicado, depende de él y de ustedes concebir un lazo fuerte para volverse pareja, no se desesperen si les cuesta conseguir uno, normalmente lo logran luego de terminar esta clase — las veo a todas y sonrío — espero que nos llevemos bien — hago una pequeña reverencia y ellas aplauden complacidas de escuchar mis palabras

Qué bueno que sonríen y aplauden así ahora que pueden, porque luego de que vean lo que realmente significa tener una alianza vampiresca, entenderán que todo este tiempo nos prepararon para ir al infierno a enfrentar a nuestro demonio personal.

Oh dios primer capítulo D: espero les haya gustado, comenten mucho y voten, si hay muchos comentarios subo otro capítulo :3 aunque es tarde así que dudo que suceda *se va a llorar*

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