7
Jarvis no está impresionado con Steve Rogers.
Está consciente de que no es imparcial. Pasó una buena parte de la infancia de Tony protegiéndolo de la obsesión de Howard con el Capitán América. Vio a su empleador beber botellas enteras, incapaz de lidiar con el fracaso que significó perder a su mayor creación. Steve Rogers, o, por lo menos su fantasma, es responsable de muchos errores de Tony durante sus veintes.
Pero nada de eso es culpa de Steve.
Sin embargo, ¿llamar a su hijo cobarde, un hombre sin valor que no sabe cómo sacrificarse por otros? Eso es enteramente culpa de Steve.
Así que Jarvis no se siente culpable, en lo absoluto, de tratar fríamente al hombre cuando Rogers llega a la torre Stark tres semanas después de la batalla de Nueva York.
—¿Le puedo ayudar en algo, Capitán?
—Uh... —dice. Es muy alto, y se le nota incómodo, como si todavía no estuviera acostumbrado a maniobrar ese gran cuerpo por lugares pequeños—. Estoy aquí para ver al señor Stark.
—¿Tiene cita?
—Uh, no... no tengo —dice, con las orejas rojas—. Puedo volver después si está ocupado.
—Puedo ponerlo en su calendario —dice JARVIS, la IA, y Edwin se toma un momento para sentirse traicionado. Pensaba que él y la IA estaban juntos en esto—. El señor Stark tiene un lugar disponible dentro de cinco meses.
Edwin sonríe, disfrutando de la solidaridad. JARVIS es el mejor amigo que podría pedir.
Rogers suspira y se deja caer hacia adelante, los hombros caídos en una clara seña de decepción. Da la impresión de un hombre muy joven en los huesos de un hombre muy viejo. Tras un momento de reflexión, Jarvis se da cuenta de que es cierto. Rogers es un hombre muy joven en los huesos de un hombre muy viejo.
—Estoy aquí para disculparme —dice Rogers, y Jarvis se toma un momento para repensar su primera impresión del joven—. Le dije unas cosas realmente horribles, lo juzgué sin conocerlo. Estaría muy agradecido que le pase el mensaje de que solicité una cita.
—Por supuesto —dice JARVIS.
—Gracias. Que tenga un buen día, señor —dice Rogers a Edwin y regresa al elevador.
—¡Capitán Rogers! —llama Jarvis—. Por favor, acompáñeme. Lo guiaré hacia el taller, el señor Stark puede verlo ahora.
Rogers se voltea y le sonríe, evaluándolo con la mirada.
—Creí que no tenía un espacio libre hasta dentro de cinco meses.
—Posiblemente, JARVIS se confundió.
—JARVIS, la única inteligencia artificial del mundo, ¿se confundió? —pregunta Steve, elevando sus cejas. Edwin le mira curioso—. He estado leyendo sobre tecnología moderna. —Rogers se encoge de hombros—. Tony y su trabajo siempre es mencionado. De hecho, está en todas partes en tecnología moderna.
—Está muy orgulloso de eso.
—Howard también era así —dice Rogers, y Jarvis no puede evitar estremecerse. Se pregunta si Rogers se quedará el tiempo suficiente en la vida de Tony como para aprender que compararlo con Howard Stark no es la manera de ganarse su amistad.
—Yo no mencionaría eso a su alrededor —dice Jarvis, arrojándole la indirecta al más joven.
—Anotado. —Rogers asiente—. Perdón, señor, no pretendo ser grosero, pero, ¿quién es usted?
—Oh, cierto. Soy Edwin Jarvis. Solía trabajar para el difunto señor Stark.
—Jarvis —dice Steve, como saboreando la palabra—. Tony nombró a su IA en su honor.
Edwin se siente cohibido, como lo hace cada vez que alguien se da cuenta de la conexión entre él y la IA.
—Sí —responde Jarvis, esperando el halago que le suele seguir al descubrimiento. La gente suele halblarle dulcemente cuando se dan cuenta de lo cercano que es con Anthony. Sin embargo, Rogers parece estar ocupado, como reevaluando su impresión de Tony.
—Es muy dulce de su parte —dice, finalmente—. Haberle puesto a su Inteligencia Artificial el nombre de alguien tan cercano a él.
Ahora es el turno de Jarvis de quedarse boquiabiertp, porque nadie, en los últimos ocho años, ha reaccionado de esa manera al descubrir que la IA lleva el nombre del hombre que cuidó a Tony toda su infancia.
Le muestra a Rogers el taller, y mira a Tony sonreír al ver a Rogers. Jarvis se para detrás de la pared de vidrio un buen rato, viendo a Tony sonreír con todo y ojitos entrecerrados, toda su atención puesta en Rogers de una manera en la que muy pocas veces lo ha hecho.
Jarvis sonríe para sí mismo cuando se va a dormir esa noche.
💫
—Le compré un conejo de peluche gigante —le dice Anthony a Jarvis en una llamada de Starkvid, dos días después de haber salvado al presidente de los Estados Unidos de la muerte.
—¿Por qué le compró a Rhodes un conejo de peluche gigante?
—Porque piensa que los conejitos son lindos —responde, encogiéndose de hombros—. ¿Cómo se supone que supiera que el tamaño lo iba a asustar?
—Pero, ¿por qué lo dejó afuera?
—No pasaba por la puerta.
—Anthony —suspira Jarvis, negando con la cabeza.
—En fin —Tony hace una mueca, encogiéndose de hombros, como si fuera un asunto sin importancia—. Estamos separados ahora. Dice que no soporta verme casi morir cada vez que un villano viene contra mí.
—No culpemos a los villanos de esto.
—Ah, así que él te dijo, ¿verdad?
—La prensa internacional me lo dijo —espeta Jarvis—. Les dio la dirección de tu casa, ¿en qué estaba pensando?
—Lo siento —es la respuesta de Tony—. Lamento haberte hecho preocupar.
—Pepper está aquí, no estoy totalmente solo sin ti. Aparte, estoy seguro que Rhodey vendrá a verme al hospital. Solo necesita tiempo para calmarse.
—Bien —sonríe Jarvis—. Tomaré un vuelo por la mañana.
—Ni siquiera se acerca a lo que acabo de decir.
—Quiero estar ahí —replica Jarvis—. No le abrirán el pecho sin que yo esté cerca. No de nuevo.
—Bien —Tony asiente, resignado, pero sonríe ampliamente, como si estuviera esperando esa respuesta desde el principio. Probablemente así fue—. Por lo menos, Steve tendrá la oportunidad de probar tu comida mientras esté acá. Su madre era irlandesa y dice que nadie puede hacer pastel de carne picada como Sarah Rogers solía hacerlo.
—Steve, ¿eh?
—Steve Rogers, tal vez lo conozcas como Capitán América, ¿valores y pies de manzana estadounidenses? ¿Todos para uno y uno para todos? ¿"Barras y estrellas él trae. Un hombre cabal con un plan"? —canta lo último.
—Sé quién es, Anthony.
—Cierto —dice—. Steve vive acá ahora. O sea, en la torre. Todos los vengadores lo hacen. Es horrible, eso de tener compañeros de piso. Clint se toma todo mi café.
—Entonces, ¿por qué los invitó a vivir con usted si son tan horribles?
—Porque tengo un enorme corazón, Jarvis, mantente al tanto.
—Por supuesto, debí haberlo adivinado. Lo hace por la bondad de su corazón.
—Exacto.
—Entonces, ¿cómo está Steve? —insta Jarvis.
—Bueno, ya sabes, Steve. Es Steve. Sale a correr todas las mañanas a las cuatro de la mañana. Todas las mañanas, Jarvis. Te agradaría. Es tu tipo de chico. Dice por favor y gracias, le sostiene la puerta a las viejitas, come con el tenedor en la mano izquierda y el cuchillo en la mano derecha.
—Oh, claro, estoy seguro.
—¿Qué es esa expresión en tu cara? ¡Explica esa expresión?
—Yo no tengo ninguna expresión en este momento.
—Eres de lo peor, Jarvis.
—Ciertamente, amo Anthony.
💫
En el cuadragésimo segundo cumpleaños de Tony, los periodistas se amontonan frente a la torre, esperando el comunicado de prensa y la declaración anuales. Jarvis, que se encuentra en la ciudad por la celebración (Tony le había rogado que viniera y horneara un pastel. En muchas maneras, Anthony no había madurado más allá de los cinco años), observa al enlace de relaciones públicas de Industrias Stark hacer la declaración sobre la organización benéfica que Tony apoya este año.
Un reportero en los asientos de enfrente grita cosas cada vez más ofensivas sobre la virtud de Tony, su carácter e integridad, hablando por encima de la gente de relaciones públicas de Stark. Jarvis está a nada de perder la paciencia y hacer que seguridad eche al reportero cuando Steve llega al borde del escenario y le da un puñetazo al hombre.
Jarvis ni siquiera sabía que Steve había venido a la conferencia de prensa.
Después, cuando Phil está regañando a Steve en la cocina por salir en primera página de los periódicos otra vez, Jarvis cruza miradas con el rubio. Hay una expresión de solidaridad en esos ojos, como si le estuviera diciendo a Jarvis que están en esto juntos; como si le dijera que acepta, con todo gusto, el trabajo de proteger a Tony Stark 24/7.
Jarvis simplemente le sonríe.
Hola.
Resulta que la universidad NO es como en las películas gringas. Y derecho NO es como me lo pintó Elle Woods 😞
Espero les haya gustado; lamento la tardanza. Ya solo falta un capítulo y el epílogo :D
https://archiveofourown.org/works/8146930#main
-Latita💕
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