YoonGi siempre aprecia el esfuerzo que su chico hace para estar a su lado.

Nunca importó si estaba muy cansado o si todo estaba siendo malo para él, JiMin siempre sacaría fuerzas para sonreírle y tratar de mitigar el dolor emocional que crecía a cada instante.

Terminó de abrochar el cinturón de seguridad y acomodó la cabeza de JiMin, luego de que se quedara dormido y le tocara cargarlo desde la sala de cine y hasta el auto.

A YoonGi le rompió el corazón comprobar una vez más, el peso de su chico. JiMin estaba extremadamente delgado y aunque ya se estaban encargando de que su peso fuera el ideal, el rastro de la pesadilla aún se hacía presente y en algunas ocasiones más fuerte.

Nunca podría mentir al decir que no extrañaba al JiMin de quince años. Al que siempre tenía energía para esto o para lo otro, sin detenerse. Pero ese era su presente y su JiMin seguía siendo el amor de su vida, así que de todas formas nunca querría cambiar algo de él.

Casi nada.

Mientras las luces de la ciudad se hacen más chiquitas a su paso, YoonGi bloquea el resto de sus pensamientos para prestar atención a la carretera y a la seguridad de JiMin.

Algo que le ha dejado todo eso, es siempre tener panoramas extremos en la cabeza.

—Mmmh.. —JiMin se queja a mitad de camino y ladeando el rostro por un segundo, YoonGi lo ve acomodarse y seguir durmiendo.

Se ve tan chiquito y frágil.

La vibracion de su móvil le hace fruncir el entrecejo y suspirar en reconocimiento. Incluso si decide no sacar el aparato para verificar de quien se trata, YoonGi ya lo sabe.

Es la misma persona que ha insistido por horas, por días, por semanas enteras. No importa cuántas veces le diga que no, ella seguirá insistiendo y eso está acabando con su paciencia.

¿Que tiene el mundo con su felicidad?

Es ilógico asumir que dejaría a su novio por un rollo que ni siquiera se llegó a concretar. Una cita no es nada, estaba realmente estresado, asustado e impactado como para acceder, pero no lo suficiente como para aceptar lo que se le ofreció.

Nunca hubiese podido engañar a JiMin de ninguna forma y dejarlo jamás estuvo en sus planes. JiMin es su luz, su futuro y lo que más le importa.

Pero al parecer no todos lo entienden y está rogando porque eso no afecte al menor.