17

A YoonGi le gusta el cuerpo de JiMin.

Desde su punto de vista, no hay nada más hermoso que la forma que tiene. Desde sus piernas delgadas, hasta su torso suave. Desde sus muñecas delicadas, hasta las clavículas marcadas que escapan traviesamente de las esquinas de su ropa y se mantienen a su vista.

Su cuerpo y su esencia es algo digno de disfrutar y de admirar, aunque constantemente piensa que incluso para él, debería ser algo prohibido.

En alguna otras ocasiones, YoonGi también desearía guardar a JiMin y por dios, protegerlo de todo lo que le quiere lastimar porque si hay algo más hermoso que su cuerpo, tendrían que ser sus cálidos sentimientos que ablandan hasta el carácter más maldito en esa tierra.

Por encima de todo, no hay una sola cosa que YoonGi deteste más que ver a JiMin llorar. Porque su propios ojos parecen reaccionar a lo que sea que aturda a su novio y antes de poder darse cuenta, él también se encontrará llorando, buscando la forma de maldecir a quien sea que lo esté lastimando de aquella forma que provoque las lágrimas de un ángel y aunque la situación presente no es exactamente por dolor.. YoonGi todavía se siente un poco incómodo.

Es por eso que el ritmo de sus embestidas se vuelve mas lento, buscando las reacciones de JiMin debajo de su cuerpo, mientras su errática respiración le agita el pecho.

Sus pensamientos comienzan a mezclarse entre sí, suspirando profundamente y reanudando sus movimientos, golpeando con fuerza el punto sensible que tiene hecho un lío a JiMin.

Está bien, su novio no está sufriendo y esas lágrimas son por el placer que ambos comparten en esos mágicos momentos.

YoonGi abre la boca, buscando su propia voz con los sonidos de su piel haciendo eco en la habitación a oscuras.

¿Como es que los padres de JiMin no le han pedido largarse?

Sabe que tiene que ser silencioso, pero aunque ambos se muerden los labios para no gemir, el roce de sus pieles parece no cooperar y delatar lo que indudablemente ocurre dentro de la habitación que ambos comparten desde hace mucho tiempo.

Hay un zumbido en sus oídos un segundo antes de que su cuerpo se contraiga lo suficiente como para liberar su increíble orgasmo y se toma ese momento para apoyar el rostro contra la curvatura del cuello de JiMin y llenar ese trozo de piel de inestables besos que provocan un par de gemidos silenciosos.

Cuando su conciencia vuelve un poco más clara y es capaz de apoyarse de regreso a la cama, medio sonríe, producto del cansancio y del cariño que le provoca ver a su chico buscando refugio en sus brazos y sin dudarlo ni por un segundo, lo envuelve dentro, decidiendo que no importa mucho si ambos están en las peores condiciones, porque no hay nada más amoroso que encontrar refugio en los brazos que momentos atrás, te brindaron todo y muchísimo más de lo que alguna vez imaginaste.

No hay forma de que YoonGi pensara en abandonar a ese chico, porque JiMin lo significa todo e incluso mucho más que la palabra por si sola.

—Oye, te amo. —YoonGi murmura, medio adormilado pero aún pendiente de la risita de su chico.

—También te amo.. pero salgamos mañana.

YoonGi murmura una afirmación, guardando las palabras para más tarde. Idealizandose desde ya, que una salida con JiMin tiene que ser inolvidable, porque su novio vale cada cosa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top