B
Las palabras se vuelven algo tedioso en ocasiones.
Una mirada también puede ser peligrosa.
Un golpe puede causar daño de muchas formas, no solo físico.
Y él... ha recibido de todo.
Su vida en la primaria no fue la mejor, se supone que son niños y que todo lo perdonan, pero algunas veces quedan daños que se hacen mas grandes conforme pasa el tiempo... él lo sabe.
Nunca recibió un trato bonito de parte de sus compañeros, ni siquiera tenía amigos. Fue una etapa solitaria, y se acostumbró de alguna manera. Pero eso era lo que quería hacerse creer cada mañana.
Al despertar se miraba en el espejo con desprecio, sin emoción alguna, detestando su cuerpo, su forma de ser, su forma de hablar... cada parte de él...
Cerraba sus ojos infantiles al momento del baño, que habían perdido el brillo desde que llegó a la primaria, no quería ver su cuerpo. Pasaba la esponja y el jabón de una manera casi furiosa por su piel.
Al salir se vestía tan rápido, que mas de una ocasión su madre tuvo que ayudarle a darle vuelta a su camisa de uniforme, pues ésta tendía a encontrarse al revés.
Al menos en eso le ayudaba...
Sus padres siempre fueron ausentes, pasaba de una niñera diferente cada semana a estar solo por los tardes después de la escuela. Agradece que sus padres tengan un buen trabajo, debido a ello tiene donde dormir, tiene juguetes bonitos, tiene comida, ropa para vestir... el único problema es que nunca están.
Siempre solo, a veces su tía era quien cuidaba de él cuando sus padres no podían hacerlo y no tenían ninguna niñera disponible, los viajes se hicieron constantes. Y así llegó a su adolescencia, a sus quince años, solo era un ser invisible para todos a su alrededor, ningun amigo... como siempre...
Cada día se daba una sonrisa para decirse así mismo que podía volver a intentarlo esa mañana, que quizás esa noche sus padres al menos lo llamarían, que quizás tendría a alguien que le ayudara con el almuerzo.
Nada...
Ríe de manera amarga, porque sabe que eso solo es engañarse así mismo, no habrá nadie que lo reciba, ni que lo despida, tampoco habrá alguien que le diga que lo quiere, tampoco tendrá a alguien que le diga que es bonito.
Já.
Él nunca ha sido bonito, cada día se lo han dicho con insultos y golpes, cada vez se lo han marcado con humillaciones, cada vez mas fuertes.
Nadie lo defendería.
Como en ese momento.
Siempre había sido molestado y golpeado por los que se creían superiores.
En el pasillo estaban todas sus cosas regadas, su trabajo de ciencias estaba mojado de jugo de naranja, totalmente arruinado.
- ¡Te dije que debías hacer mi proyecto también!- el grito que escuchó lo dejó mas asustado. Con miedo y el poco valor que le quedaba levantó su cabeza- ¡No me mires! Alguien tan feo como tú, no debe verme, no tiene derecho...
Un golpe en su cabeza lo dejó en el suelo, algunas miradas eran de compasión, otras de burlas, otras incluso parecían tener el impulso de querer ayudarle pero no lo hacían. Al igual que él, tenían miedo...
Las risas de igual forma podía oírlas, en estos momentos se preguntaba dónde diablos estaban los maestros y supervisores, pero quizás ni siquiera ellos querrían ayudarle.
- Ya es suficiente- una voz se escuchó, se quedó sorprendido, nadie lo ayudaría, ¿quizás ese alguien también quería su turno para golpearlo?
- ¡No te acerques!- le gritó su agresor, JoonHyun.- ¡Este no es tu asunto!
- Quizás no, pero no tolero personas como ustedes...- el chico volvió a hablar, debido a que estaba agachado en el suelo, no notó la mirada asqueada que le dirigía a todos los espectadores de la agresión y a los mismos agresores.- Me causan repugnancia...- escupió con cierto enojo. Suspiró y se acercó hasta el chico en el suelo- ¿Qué esperan? Larguense... no les queda nada qué hacer aquí...
Poco a poco los estudiantes se fueron retirando entre murmullos, el chico levantó el rostro lloroso. Solo se encontraban ellos dos, en el pasillo que antes había albergado a los demás.
- Dejalo salir... esta bien...- le dijo de manera tranquila- Cualquiera pudo haberse asustado... esta bien sentir miedo...
El chico lloró bajito, sus manos pequeñas cubrieron su rostro y dejó escapar sus lágrimas. El otro chico, recogió las cosas que estaban esparcidas por el suelo, y las acomodó.
- ¿Tienes copias de tu trabajo?- le preguntó con voz calmada, y colocando una mano sobre su hombro.
Asintió, cargaba siempre con su USB, desde que se volvió el blanco de acoso escolar en el instituto.- Vamos a la biblioteca...
Le ayudó a levantarse.
- Por cierto... soy YoonGi, Min YoonGi- le sonrió- ¿Cómo te llamas?- le preguntó.
- J-ji-min...- susurró tembloroso.
- Un gusto JiMin- le rodeó por los hombros con un brazo, sorprendiendo al menor- Espero me muestres el lugar, soy nuevo, de ahora en adelante no estarás solo...
JiMin le miró buscando la broma en esas palabras, sin embargo la sonrisa que se encontró fue suficiente para hacerle creer que las cosas serían diferentes de ahora en adelante...
🌷
- Min YoonGi, soy de Daegu- dijo el pelinegro con una leve reverencia, afortunadamente, estaba en la misma clase que JiMin. Miró a su alrededor y suspiró notando las miradas de los chicos y las chicas, algunos mirandole de mala forma y otras con ojos muy poco inocentes.
- Sientate aquí...- le señaló la docente, en la primera fila. Pero claramente ese asiento estaba ocupado- ChaenWo, ve al lado de Park...- dijo la mujer con tono reprensivo.
- ¡Todo menos al lado del gordo!- dijo de forma despectiva, haciendo a la mayoría reírse, y a JiMin bajar la cabeza.
- Me sentaré con "Park"- imitó a la docente, con su forma de hablar, y sin recibir permiso o alguna palabra, se sentó al lado de JiMin bajo la mirada sorprendida de todos, incluso de la mujer mayor.
JiMin se encogió en su lugar, y escondió su cara con un libro, YoonGi solo sacó un cuaderno y un bolígrafo.
- ¿No se supone que debe empezar la clase?- dijo con voz dura a la mujer mayor. Quien salió de su trance.
- No es el tono para hablar con su superior- dijo ofendida la mujer. Ese alumno, no sabía los límites o era muy descarado.
- ¿Quiere que le muestre respeto? Ganelo- respondió simple, obteniendo mas miradas sorprendidas y murmullos.
Las clases transcurrieron de manera tranquila, aunque en el salón abundaba la tensión, ninguno pudo molestar o burlarse de JiMin, ya que YoonGi siempre estaba con la vista al frente y a cualquier acción ofensiva hacia el castaño, con su mirada podía dejar congelado a cualquiera.
Al salir a la hora del almuerzo, algunas chicas quisieron acercarse.
- Vamos JiMin, prometiste enseñarme el lugar- le dijo YoonGi con una sonrisa. El menor asintió leve, un grupo de sus compañeras, se acercaron al escuchar que YoonGi quería conocer la escuela.
- Nosotras podríamos enseñarle, oppa, será mas divertido que con... Ji... Park- dijo una de ellas con voz chillona, y una sonrisa insinuante. Las demás le miraban de pies a cabeza. YoonGi solo las ignoró.
- Tu perfume...- la chica se sorprendió por hacerse notar y sonrió triunfante- Me da asco... alejate, invades mi espacio...- dijo haciendo un gesto de digusto, tomó sus cosas- Vamos, JiMin, debes cumplir cada promesa que me hagas, ¿de acuerdo?- le sonrió. JiMin ordenó sus cosas y salió sin notar las miradas furiosas y llenas de envidia que le dedicaban.
YoonGi sin embargo les dirigió una mirada de advertencia, que les hizo sentir una sensación tenebrosa y de miedo.
- ¿Puedes llevarme al gimnasio?- preguntó abrazando a JiMin por los hombros, el menor asintió. Era extraño, quizás YoonGi solo esperaba ser popular para alejarse y dejarlo humillado también.
- Hay un club de deportes... sí, sí tu quieres puedes inscribirte- le susurró tímido y mirando al suelo.- Yo estoy en artes... allí nadie me...- la voz de JiMin se hizo pequeña en ese momento que cruzaban el jardín trasero para llegar a las instalaciones deportivas.
- Hey...- YoonGi detuvo su caminar, estaban solos, nadie deambulaba por ahí esa hora, a menos los que querían tener privacidad y no ser atrapados por los maestros en sus actos amorosos- Mírame... solo a mí, mírame...
JiMin levantó la mirada, y los ojos de YoonGi le miraban de una manera intensa, no sabría definir todo lo que quería decirle con es intensa forma de verlo. Nadie lo había visto de esa manera, sin asco o desprecio. Era la primera vez que alguien lo miraba con tranquilidad, como cuando había visto la seguridad que irradiaban los chicos que miraban a sus parejas... ese pensamiento lo hizo sonrojarse.
- Tus sonrojos son lindos...- le susurró YoonGi con cierta ternura en su voz. JiMin hizo un pequeño sonidito frustrado.
Su momento se ve interrumpido al escuchar los chasquidos de besos cerca de ellos. YoonGi rodeó a JiMin con sus brazos mirando a todos lados y buscar de donde provenían los sonidos.
- No puede ser...- dijo sorprendido y dirigiendo su mirada hacia un árbol, donde dos chicos parecían estar muy ocupados.- ¡Es un lugar público, calientes!
Los chicos se asustaron y voltearon a ver a YoonGi, quien tenía en sus brazos a JiMin, sin dejar ver lo que sucedía a su alrededor. Ambos chicos, salieron del escondite, arreglando sus uniformes.
- Uh... lo siento, creí que estabamos solos...- dijo uno de ellos, que tenía tinte morado en las puntas de su cabello, mostrando un poco de vergüenza.
- ¡Siempre crees que estamos solos!- se quejó el otro, que tenía un tinte rojo opaco. Suspiró y negó levemente, al ver a ambos ya mas ordenados dejó a JiMin mirar a los nuevos desconocidos.
- Como sea... sus cosas son sus cosas, sean mas silenciosos- dijo YoonGi frunciendo levemente su ceño y luego volvió a fijar su vista en JiMin quien miraba a los dos chicos nuevos con algo de desconfianza.
- ¡TaeTae, mira!- el chico pelinegro con morado le habló al de cabello rojo- ¡Que coshita tan bonita! ¡Adoptemoslo! ¡Lo quiero!- dijo saltando y tomando las mejillas de JiMin con emoción, mientras jugaba con ellas, como si fueran plastilina.
- Mucho contacto- YoonGi lo alejó un poco. El de cabello rojo, abrió sus ojos un poco sorprendido por la forma delicada y sutil del pelinegro para notar su posesividad, quizás podrían llevarse bien.
- Lo siento, pero es adorable- volvió a decir- Oh, soy HoSeok, y mi novio TaeHyung, ¿ustedes?- preguntó espectantes y tomando el brazo del mencionado.
- YoonGi...- YoonGi dijo y miró a JiMin, esperando que se presentara- Él es JiMin, me esta enseñando el instituto y después iremos a comer...
- ¡Vamos juntos!- dijo HoSeok, haciendo a JiMin ponerse un poco tímido y nervioso. YoonGi lo notó y le sonrió para calmarlo.
JiMin se encogió un poco en su lugar, los pensamientos negativos apoderandose de él lentamente y de una manera devastadora.
- Vamos, Minnie...- YoonGi le dijo, el chico parecía tener un ataque de ansiedad en ese momento. Y con un poco de resistencia de parte del menor, llegaron a la cafetería que estaba llena.
Al entrar, muchos dirigieron sus miradas hasta ellos, sorprendidos de ver a Park JiMin con compañía.
Se sentaron en una mesa apartada y YoonGi dijo que él pediría la comida, junto con HoSeok se levantaron para acercarse al area bufet. TaeHyung observó a JiMin, quien parecía que en cualquier momento intentaría huir.
- Ignoralos...- le dijo con una sonrisa. JiMin le miró sorprendido y presionó aún mas sus manos, estaba nervioso, ansioso, y asustado. No quería que le hicieran mas bromas o mas insultos, ya no lo soportaría...
Al llegar YoonGi se sentó a su lado y notando su crisis, tomó su mano.
JiMin respiró hondo y se permitió sonreír. Aceptó y agradeció la comida y comenzó a comer.
HoSeok hacía el ambiente mas ameno, siempre tenía algo gracioso que decir, TaeHyung tampoco era la excepción, hablaba de lo primero que se le ocurría, y siempre mostraba lo mucho que quería a HoSeok. YoonGi sonreía y aun no soltaba su mano...
Se sentía bonito...
No importaba que alrededor estuvieran hablando, o que algunos lo miraran feo. Quizás había encontrado a las personas correctas para compartir su tiempo.
Realmente temía que algo pudiera pasarle, muchos se acercaban a él con el único hecho de convertirlo en el conejillo de indias de las bromas que entretenían a todos. Le asustaba que eso volviera a suceder.
- ¿Qué opinas JiMin?- le pregunta YoonGi, y JiMin se ha perdido en sus pensamientos que no sabe lo que le han preguntado.
- ¿Qué?- preguntó tímido y quizás esperando una reacción molesta.
- TaeHyung y HoSeok nos invitan a ir al centro comercial este fin de semana- YoonGi le explicó con paciencia y sin muestra de burla.
- Oh...- murmuró sorprendido- Claro...- dijo y miró a YoonGi quien asintió.
- ¡Bien!- HoSeok sonrió con emoción y asintió- Nos veremos frente al cine, y luego decidimos qué hacer- explicó emocionado. TaeHyung asintió y YoonGi le secundó.
JiMin creyó que esta vez había encontrado con quienes sentirse en un hogar. YoonGi le abrazó por los hombros y le sonrió.
- Nos divertiremos mucho...- le dijo con una sonrisa que le hizo sonrojar.
Todo esto era nuevo para él... y tenía miedo...
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