Cita con el príncipe
Era una sala color claro, con ventanales en todas partes, los miembros de ella aplaudían con gran espíritu y ánimo, el hombre mayor de cabello tricolor que se sentado al pico de la mesa se levantó, al mismo tiempo un gato salto a la mesa. – Fukuzawa, Mori, les felicito por sus bandas
― Es un honor Natsume-sensei
― Todo un logro Natsume-sama
― Estoy muy feliz por esto – expreso alegre mientras el gato se sentaba en la silla de su dueño. Fukuzawa intento acariciarlo, Mori palmeo su mano. - ¡Tengo una idea! – grito emocionado
― ¿Qué idea sensei?
― Hagamos una fiesta
― ¿fiesta? ¿señor está seguro?
― Uniremos a ambos géneros
― ¡¿UNIRNOS?! – gritaron ambos. Y como si fueran uno solo completaron la frase del otro.
― Espera
― Que
― Trabaje
― ¿con ÉL?
Natsume se cruzó de brazos – son mis directores de bandas pop y rock, ¿Qué esperaban? ¿Qué lo hiciera alguien más?
― Si señor – respondieron ambos agotados.
Fukuzawa Yukichi y Ougai Mori eran discípulos del gran director de BEntreteinment, la casa productora más grande de música del mundo, teniendo desde pop, rock, jazz, opera, modelos y series. No les hacía falta nada convirtiéndola así en la más poderosa e influyente en todo Asia y poco a poco del mundo. Fukuzawa Yukichi era el director y reclutador del género pop, mientras que Ougai Mori era el reclutador del genero rock.
Sus bandas principales habían logrado quedar en el top 10 por una semana entera y no es como que no lo logarán ya, pero está vez lo lograron con sus tres géneros trayendo una banda nueva. Todo estaba saliendo de maravilla y por ello Natsume quería celebrarlo.
Fue en un enorme salón de eventos, había estrellas, artistas, músicos e inversionistas por todo el lugar, las principales bandas presentadas ese día eran las de Fukuzawa y Ougai.
El pop era un gran género, la banda Armed Peace estaba en el top 10 toda la semana y desde su estreno hasta ese día se habían quedado en el top 1
En el Rock tenían a la banda Black Port desde sus inicios se colocaron en el top 10 y nadie a podido desbancarlos, últimamente han estado en top 4 y top 7, reconocidos por los arranques de su cantante principal dándole mucho el toque de metal a la banda.
Black Port eran reconocidos entre toda la multitud, llevaban ya 5 años de debut y no dejaban de ser los mejores. El cantante Chuuya Nakahara tenía una voz sin igual, fue cuando vio a su eterno rival - ¡DAZAI! – grito en medio de la multitud provocando al castaño salir corriendo y al pelinaranja ir tras él.
Tachihara, Higuchi y Akutagawa miraron aquella persecución tan común que simplemente siguieron con lo suyo, aunque sorprendiendo a la baterista Higuchi Ichiyo, Akutagawa había desaparecido también – Rápido Tachihara, ayúdame a encontrarlos – expreso la rubia
― Higuchi, cálmate. Akutagawa no debe haber ido tan lejos
― ¡BUSQUEMOSLO! ¿Qué tal si una fan lo tiene prisionero?
― Eso jamás pasaría
― Romperé las cuerdas de tu bajo
― ¡vamos a buscarlo!
La verdad era que Akutagawa le gustaba tocar la guitarra con gran ritmo y poder pero odiaba ser el centro de atención, solo quería un jugo de manzana para pasar el rato escondido en lo oscuro del salón.
¡Oh si!
La mesa de comidas, usualmente estaba vacía o rodeada de gente que solo quería comer y llenaba sus bocas con las pequeñas porciones de la mesa. Su claro ejemplo fue el chico a su lado, quien comía fruta con dulce y crema batida. Azúcar tras azúcar, ¿Qué pasaba con ese estomago? Sin dudarlo, tapo su boca para reír ligeramente de ver a aquel pequeño glotón. Cuando de la nada tomo bastantes dulces en un plato y se dirigió a retirarse, eso planeaba pero al mismo tiempo un par de viejos amigos peleaban cerca, Dazai corrió por aquel lado, Chuuya le lanzo un pudin, pudin que cayó en la cara del albino por lo que golpea al azabache llenándolo con su propio jugo de manzana. Los responsables huyeron con el pretexto de seguir persiguiéndose mientras los afectados se voltearon a ver – lo siento mucho – dijo aquel joven albino. Y fue cuando vio su rostro, uno color leche, lo distinguió incluso con las luces del evento. Sus ojos brillaban fuertes, como si fuesen un par de lámparas, estaba hipnotizado por él.
― N-no te preocupes. ¿estás bien?
― Creo que tengo pudin en la nariz – menciono.
El azabache se levantó tomando una servilleta y la puso en la nariz del albino, también tomo su nuca. Haciendo que lo mirara extrañado – sopla, debes sacarlo
― Gra-gracias – el albino soplo, si salió pudin
Limpio el rostro del albino con otra servilleta, y el albino le ayudo con el jugo derramado. Se rieron después de eso - ¿seguro estás bien? Caí encima de ti, no soy ligero
― Estoy perfectamente bien, ¿Qué hay de ti?
― Es-estoy perfecto – miro al azabache – so-soy Atsushi
― Cierto, soy – tocio ligeramente – Akutagawa
― Es un gusto
― Y yo... ¿sabes quién soy?
― No, ¿eres un ejecutivo de aquí?
― Eeh... si, eso soy
― Qué bueno - le sonrió el albino
¿Por qué ocultarse? Bueno, ninguno de los dos sabía quién era el otro y ese era un punto al favor del azabache, podría tener una cita normal o espero esperaba. – Note que... te gusta el dulce
― El dulce es delicioso ¿quieres unas gomitas?
― No, no. Prefiero lo salado y el chile es delicioso
― Oh me encanta el chile, es buena combinación
― Si... lo es – tocio nervioso – también las palomitas con chile ¿no?
― Sí, me gustan también las acarameladas
― Yo... bueno ¿te gustaría ir conmigo por unas?
― Pero no hay en la mesa
― U-una cita
El albino se sonrojo - ¿d-de verdad? – Pregunto y miro fijo al azabache - ¿eres un secuestrador?
― ¿Qué? N-no
El albino sonrió – de acuerdo... ¿me da-darías tu numero?
― Si, si claro
Intercambiaron sus números, sus ojos se miraron fijamente, estaban en alguna forma de transe hasta que el teléfono del albino sonó – oh, di-disculpa... mis amigas
― Ah cierto, es una fiesta ¿verdad?
― Si... - comenzó a reír nervioso – de-debo llevarle dulces a mis amigas... pe-pero ¿nos hablamos?
― Te mandare mensaje
― De acuerdo
― De acuerdo
― De acuerdo – menciono mientras caminaba de espaldas - ¿cine?
― Si, cine
― De acuerdo – el albino casi se cae. Sonrió y tomo la bandeja de dulces – cine, de acuerdo. A-adiós
― Adiós...
El azabache lo miro retirarse sonrió mientras mordía su labio. - ¿acaso eso fue un amor a primera vista? – se cuestionó estando solo y claro, llegaron por el
― ¡SENPAI!
Por su lado, el albino llegaba con sus amigas – Atsushi, tardaste mucho
― Perdón Lucy
― ¿trajiste la manzana acaramelada? – pregunto Kyouka
― ¡PALETA DE LIMON! – grito Kenji alegre
― Acabo de encontrarme con el chico más galán, sexy y encantador de todo el mundo – expreso Atsushi casi en un sueño
― ¿en verdad? – preguntaron ambas chicas
― ¿Cómo era? – pregunto Kyouka
― ¿era bueno?
― Era un príncipe – menciono mientras se dejaba caer en la silla – un encantador príncipe
Aunque la fiesta término tarde, el azabache en cuanto llego a su hogar no dudo en mandarle un mensaje al albino, Atsushi quien ya había tomado un baño salto de su cama directo para contestarle el mensaje, como si sus plegarias hubieran sido escuchadas. Kenji su compañero solo lo miro saltar en la cama. – parece que alguien está muy feliz.
― KENJI TENGO UNA CITA MAÑANA
― ¿tan pronto?
― No tenemos ensayos así que...
― ¡FELICIDADES!
Ambos chicos brincaban en la cama hasta que el rubio lo miro – espera... ¿y si no es gay?
― Pero me invito
― ¿y si es alguien sospechoso?
― ¿debo cubrirme?
― Cúbrete, cúbrete
― ¿de verdad?
― Nah, mejor ni te preocupes
― ¡SI! Tienes toda la razón
...
La cita, el cine. Atsushi pasó toda la mañana con Kyouka, Lucy y Kenji eligiendo su ropa, término con un pantalón de mezclilla negro, una playera blanca y una sudadera con gorrito para cubrirse, también un cubre boca color negro para tapar su rostro.
Al llegar al cine, no pudo encontrarlo, estaba tan nervioso que reviso alrededor sin llamar la atención, cuando su celular comenzó a sonar, era él.
― ¿me buscas pequeño tigrecito?
― ¿ti-tigrecito? – respondió nervioso - ¿co-como sabes?
― Es que vi un chico lindo buscar entre la gente – menciono divertido – y tu foto de perfil es un tigre
― A-Akutagawa que cruel.
Sintió una mano en su hombro, giro encontrándoselo – Akutagawa – le llamo emocionado. Rápidamente lo notó, el azabache también llevaba un cubre boca, lentes de sol, un pantalón casual de vestir y una camisa de botones color negra con los botones abiertos de su cuello
― ¿esperaste mucho?
― No, es que pensé que no me reconocerías
― No lo hice, pero pude pensar que podrías ser tu
― Cierto, cierto – menciono nervioso
― ¿entramos?
― S-si
El azabache se veía elegante y recto, el albino simplemente estaba encantado de él, tenía toda la pinta de un príncipe y él amaba el romance. Se decidió rápido, en cuanto entraron a la sala, el albino miro al azabache antes de que empezará la función – Akutagawa, quiero preguntarte algo.
― ¿sí? ¿Qué ocurre?
― E-esta invitación.... ¿Qué significado tiene?
― Oh... yo... - el azabache se sonrojo, agradecía su cubre boca el cual no se había quitado – no sé... si quisieras que nos co-conozcamos mejor y es decir... los chicos bueno
Atsushi sonrió, tomo el brazo del azabache – a mí también me gusta. – ambos sonrieron, las luces se apagaron y la película comenzó. La verdad ninguno vio la película, estaban demasiado distraídos viéndose entre ellos, jugaban con las palomitas o reían, en algún punto de la película alguien les pidió silencio y fue cuando decidieron huir de allí. Al salir de la sala, Akutagawa se veía desorbitado, quizá no sabía dónde ir, a lo que Atsushi tomo su muñeca y comenzó a correr. El azabache le siguió preguntando hacia donde iban a lo que el albino solo sonrió amplio.
Entraron a una cafetería, era un buen lugar pues los asientos eran privados y podían ordenar desde la Tablet del servicio. Akutagawa sonrió de ver la buena oportunidad. - ¿Qué vas a querer?
― Un café helado con extra de crema y chocolate y cerezas
― Creo que eres fanático de lo dulce
― ¿y tú?
― Solo quiero un café negro ¿Has venido aquí?
― Sip, con mis amigas y mi mejor amigo
― ¿me recomiendas algo?
Atsushi pensó un momento - ¿Qué tal un pastel de higos?
― Adoro los higos
― De acuerdo, entonces... elige algo para mí, quiero pastel también
― Ya que tienes tanta azúcar en tu café ¿Qué tal un pastel de chocolate amargo?
― Amargo y dulce, me encanta
La verdad, era la cita de ensueño de ambos, el azabache estaba encantado por la energía del albino, y Atsushi estaba feliz de no ser "molesto", el azabache era como un príncipe para él.
Su pedido llego, y volviendo el ambiente más romántico, Atsushi le dio a probar de su café, a lo que él también lo hizo, compartieron sus pasteles, y el albino jamás dejo de sonreírle.
― ¿Cómo tienes una piel tan suave? – preguntaba el albino tocando la mejilla del azabache
― Debo usar mucho cuidado por la disquera
― Cierto, dijiste que eras un ejecutivo ¿verdad?
― Oh, si... - tocio ligeramente - ¿Qué hay de ti?
― Aah... bueno...
― No tienes que decirlo si estas incomodo, muchos de los trabajadores tenemos contratos demasiado específicos ¿verdad?
― Si... - respondió algo desganado
― Tranquilo, lo entiendo – le sonrió
― De verdad eres todo un príncipe – menciono soñado, ni siquiera se dio cuenta que lo dijo realmente
Akutagawa tocio y el albino se sonrojo - ¿lo dije en voz alta? – pregunto, el azabache asintió. El albino tapo su rostro - ¡LO SIENTO TANTO!
― Entonces... - tomo la mano del albino haciéndole mirarle también - ¿me consideras un príncipe?
― E-el más amable y atractivo príncipe de cuentos de hadas...
― Me gusta cómo suena eso...
― ¿te gusta?
― Sí, me gusta.
Atsushi volvió a ponerse completamente rojo, el azabache no pudo evitar reír ligeramente mientras veía su café.
El azabache llevo al albino a donde lo recogerían, esperaron un rato, el menor seguía algo nervioso, y volvió a mirar al azabache – oye...
― ¿sí?
― En-entonces... - tomo su cabello, cuando se ponía nervioso jugaba mucho con su cabello, y ese día no era la excepción – ¿ho-hoy fue una ci-cita?
― ¿qui-quieres que sea u-una cita?
― S-si tú quieres, di-digo
― N-no, y-yo qui-quiero si tu qui-quieres
― Y-yo qui-quiero
― Yo también
― Y ¿no-nosotros?
― Bueno... ¿t-tu qui-quieres?
― Es que la di-disquera
― Tienes razón...
― Pe-pero ¿es-escondiditos?
― ¿Cómo algo furtivo?
― S-si
― Escondiditos entonces
Atsushi miro alrededor buscaba que no hubiera gente, se acercó tomando la mano del azabache, el otro ignoro el momento, no porque no le gustará, si no para que nadie lo viera sospechoso, Atsushi silbaba también. Volvían a sonreírse.
Una vagoneta llego y el albino se despidió, en cuanto se subió en ella, tomo su celular - ¿Qué tal te fue Atsushi? – pregunto Lucy
― ¡SALGO CON UN PRINCIPE! – grito emocionado a lo que las chicas también gritaron.
...
¿Alguien amando a Akutagawa como príncipe encantador?
Esté fanfic le tenía muchas ganas, va a ser amoroso, advierto de dulzura por parte de Akutagawa, pero obviamente no podemos dejar de lado a nuestro amado lado mafioso del azabache, espero lo disfruten como yo. Espero sorprenderlos en más de una manera con está historia.
Pd. Espero encontrar una portada pronto.
¡Gracias por leer!
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