〘CHAPTER ONE 〙
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SON POCAS LAS VECES que Veintidós ha tomando un descanso desde que comenzó a trabajar de forma independiente en su antiguo hogar, ubicado en la frontera de Ciudad Satán.

Sus amigos, los aclamados guerreros y defensores de la tierra suelen reclamarle por sus desapariciones al encerrarse en su taller a trabajar por meses hasta que se digna a darles la cara como si nada hubiera pasado.

Así que sin más preámbulo, la famosa científica Bulma Brief, decidió tomar cartas en el asunto y con mucho esfuerzo además de la ayuda de su viejo amigo, la llevaron a regañadientes a una isla que hace ya varios años mandó a construir.

—Vamos Veintidós, te traje para que te divirtieras no para que sigas trabajando— llamó Bulma a la pelirrosa que estaba sentada en el suelo con un aparato en manos— Deja eso ahí y ven a desayunar con nosotros.

La androide dejó de girar el destornillador y miró a la Brief con una expresión lastimera.

—Pero Bulma, ya estoy por terminar este motor. La comida puede esperar, comeré después— intentó persuadirla.

Solo bastó una mirada de advertencia de la Brief para que Veintidós soltara lo que tenía en manos. Conocía perfectamente a la pelirrosa y ese después significaba que no iba a desayunar.

Tanto la androide como los sayiajines, el dios de la destrucción y su ángel tragaron en seco. Bra era la única ajena del enojo de su madre.

—A-Ah... Y-ya voy Bulma— sonrió nerviosa acercándose a paso rápido para tomar asiento junto a Whis.

Goku solo rio con gracia.

—Y dime Goku ¿Por que buscas más fuerza de la que ya tienes?

La pregunta del ángel captó la atención de todos, incluso la del Dios. Veintidós solo se centró en saborear la cereza que adornaba la copa de helado. Sonrió con las mejillas sonrojadas y con una cuchara sacó un trozo del postre rosa para llevárselo a la boca.

Gimoteo complacida y volvió a enterrar la cuchara, para cuando iba a degustar otra vez el helado la repentina transformación de Goku en super sayiajin creó una ventisca que hizo caer la crema helada en uno de sus muslos.

Gruño por lo bajo y limpió con una servilleta la zona sucia, fue interrumpida en su acción cuando el reloj en su mano emitió el sonido de llamada.

—Es Trunks— murmuró confundida ganando la atención de quienes la rodeaban, apretó el ícono verde y de inmediato los rostros de los pequeños Brief y Son aparecieron en pantalla— ¿Ahora que hicieron?

—Veintidós necesito de tu ayuda— sonrió Trunks con esperanza, que luego cambió a una expresión preocupada— Pero no le vayas a decir a mi mamá, seguramente va a-

—¿Qué se supone que no puede decirme Veintidós?— Bulma de inmediato interrogó.

—¡A-Ah, mamá!— el niño sonrió temeroso.

—Goten ¿Qué sucedió?— Veintidós mejor le preguntó al hijo menor de Goku para tener una respuesta rápida

—Un ladrón entró y le robó a la señora Bulma.

—¡Goten!— Trunks volteó hacia Goten, quien al darse cuenta de que delató a su amigo se cubrió la boca con ambas manos.

La peliazul y la androide se miraron de reojo confundidas.

—¿Qué? ¿Qué fue lo que se robó?

—Revisaré el video de la cámara de seguridad, veamos... — hizo una pausa— Son las esferas del dragón que recolectaste mamá, además del radar.

—¡¿Qué dijiste?!

—¿Evadieron el sistema de seguridad?— se preguntó la pelirrosa ignorando el susto que todos tuvieron por el grito de Bulma.

Cuando visite la Corporación Cápsula tendrá que hacer un monitoreo. Sería malo si esto volviera a suceder y le pasara algo a alguno de los empleados o a la misma familia de Bulma.

—Oye mamá, los ladrones que entraron a robar... — el video de la cámara de seguridad apareció en su reloj— Vestían un traje parecido al de papá.

Una armadura que solo el ejército de Freezer posee.

—Gracias por avisar niños— se despidió Veintidós recibiendo una sonrisa de parte de los niños y terminó la llamada— Ah... Que problemática es esa lagartija— suspiró con cansancio para luego mirar con el ceño fruncido a Goku— Si ese tarado vuelve a la tierra te juro que voy a golpearte.

—Ya me has dicho eso muchas veces Número 22— Goku soltó una risotada frotando su dedo con la nariz.

Algo característico de él.

—¿Ah, de verdad?— sonrió con falsedad.

– ↻d a t o  c u r i o s o ;

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❛ N°22 tiene treinta y nueve años. En algún momento tuvo una relación formal con Yamcha pero terminaron por infidelidad❜

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