Halloween
Rachel se encontraba sola en su habitación, aprovechando la tranquilidad que ofrecía la ausencia de sus compañeras de habitación. En medio del silencio, su mente comenzó a divagar hacia Ajay, dejándose llevar por fantasías que desataban una sensación eléctrica en su piel.
Con los ojos cerrados, Rachel imaginó a Ajay a su lado, como si estuviera allí físicamente. Lentamente, dejó que sus garras acariciaran su propio cuerpo, recreando en su mente el tacto de las manos del lobo sobre su piel.
Rachel: Ajay... ¿te gusta lo que ves?
La voz de Rachel resonó en el espacio íntimo de su imaginación, mientras continuaba permitiendo que sus pensamientos la transportaran a un lugar donde las barreras entre ellos se desvanecían. En ese mundo de fantasía, Ajay era más que un simple lobo; era el objeto de sus deseos más profundos y secretos.
Rachel se sumergió aún más en su fantasía, imaginando a Ajay acercándose con determinación. En su mente, él subió encima de ella, quitando su camiseta con un gesto seductor. Las manos de Ajay exploraron su cuerpo con una pasión palpable, y Rachel sintió cómo las piernas se separaban suavemente bajo su toque imaginario.
Rachel: Ajay, eres tan...
Sin embargo, el susurro de Rachel fue interrumpido abruptamente por el sonido de la puerta de la habitación abriéndose. Sus amigas entraron con risas y charlas animadas, rompiendo la ilusión sensual que había construido en su mente.
Humana: ¡Hey, Rachel! ¿Qué estás haciendo sola aquí?
Rachel, con una mezcla de sorpresa y embarazo, intentó recuperar su compostura.
Rachel: Oh, solo estaba... pensando en algo. ¿De qué están hablando ustedes?
Las amigas rieron entre ellas, sin darse cuenta del viaje mental que Rachel había emprendido solo momentos antes. En el crisol de Cherryton, donde las fantasías se mezclaban con la realidad, Rachel se vio arrastrada de nuevo al mundo tangible, aunque los ecos de su imaginación persistían en su mente.
Las amigas de Rachel, aparentemente, solo habían entrado para recoger un bolso olvidado. Mientras charlaban entre ellas, Rachel se sumergió nuevamente en sus pensamientos, retomando la escena con su lobo imaginario.
Ajay, en la fantasía de Rachel, continuó su avance con una mezcla de intensidad y ternura. La conexión imaginaria entre ellos se volvía más vívida en su mente, como si estuviera envuelta en una danza íntima de emociones y deseos.
Rachel: ¿Qué estás haciendo aquí, Ajay?
Las palabras escaparon de los labios de Rachel en susurros apenas audibles mientras sus amigas continuaban su charla ajena. En el crisol de Cherryton, donde la realidad y la imaginación coexistían, Rachel se sumía en un mundo paralelo donde Ajay era algo más que una ilusión.
Rachel, a pesar de la presencia de sus amigas, se dejó llevar nuevamente por la corriente de sus pensamientos. En su fantasía, Ajay exploraba cada rincón de su cuerpo con un toque ardiente y delicado. La conexión imaginaria entre ellos se volvía más íntima y apasionada.
Ajay, en sus pensamientos, acariciaba suavemente la piel de Rachel, dejando una estela de sensaciones eléctricas. Cada caricia encendía una llama de deseo que ardía en la mente de Rachel, aunque la realidad exterior continuaba su curso ajena a las visiones que se desarrollaban en su imaginación.
Rachel: Ajay, no te detengas...
Las palabras apenas audibles se escapaban de los labios de Rachel, como un suspiro contenido. En el crisol de Cherryton, donde las fronteras entre lo real y lo imaginario se desdibujaban, Rachel se dejaba llevar por la intensidad de sus fantasías compartidas con su lobo.
Rachel, consciente de la intensidad de sus fantasías, notó el efecto palpable en su propia realidad. Sintiendo la necesidad de satisfacerse, decidió retirarse discretamente hacia el baño. Mientras sus amigas continuaban su charla, Rachel se sumergió en la búsqueda de un momento de intimidad para atender sus deseos más personales.
En el crisol de Cherryton, donde los anhelos y las experiencias se entrelazaban, Rachel se embarcó en una búsqueda íntima, guiada por los susurros persistentes de sus pensamientos que la llevaban hacia una conexión más profunda con sus propios deseos.
En la penumbra del baño, Rachel cerró la puerta con cuidado, sumergiéndose en la intimidad que anhelaba. Mientras sus manos exploraban cada rincón de su propia piel, los susurros de su imaginación resonaban con la presencia de Ajay. Las caricias de sus pensamientos se volvieron tangibles en sus movimientos, y la tensión acumulada se liberó en sus gestos.
Rachel, con los ojos cerrados, se dejó llevar por la cascada de sensaciones que habían surgido de sus fantasías. La conexión imaginaria con Ajay persistía, elevando la experiencia más allá de lo físico. Cada pensamiento, cada deseo, se entrelazaba en una danza íntima que llenaba el espacio del baño con una energía cargada de emociones.
Ajay, en su papel como el protagonista de los pensamientos de Rachel, se convertía en el catalizador de una experiencia intensa y personal. Mientras la realidad y la fantasía convergían en ese momento singular, Rachel se sumía en un éxtasis que iba más allá de lo físico, alimentado por los deseos compartidos con su lobo imaginario.
Rachel, entregada a la sinfonía de sus propios susurros y gemidos, intensificó la conversación con el Ajay imaginario que habitaba sus pensamientos.
Rachel: -entrecortada- Ajay, es como si tus manos estuvieran sobre mí, cada caricia, cada roce...
Ajay Imaginario: -con tono apasionado- Sí, Rachel. Cada sensación que experimentas, la comparto contigo. Nuestra conexión es más fuerte de lo que puedas imaginar.
En el éxtasis de su propia fantasía, Rachel permitió que la narrativa de su imaginación se expandiera. Ajay, en su papel imaginario, se convertía en un confidente sensual, respondiendo a cada movimiento y expresión de placer de Rachel.
Rachel: ¿Qué harías ahora, Ajay?
Ajay Imaginario: -voz sugerente- Explorar, Rachel. Deja que cada toque te lleve más allá de los límites. Estoy contigo en cada momento.
Los diálogos entre Rachel y su lobo imaginario resonaban en el espacio íntimo del baño, creando una narrativa compartida que elevaba la experiencia a nuevas alturas de deseo y conexión imaginaria. En ese rincón de Cherryton, donde las fronteras entre lo real y lo imaginario se desdibujaban, Rachel se entregaba al placer de sus propias fantasías, guiada por la presencia sugestiva de Ajay en su mente.
Rachel, inmersa en sus fantasías, se encontró al borde de la culminación cuando una imagen intensa de Ajay lamiendo su zona específica se coló en sus pensamientos. Este inesperado estímulo mental fue la chispa que encendió el fuego de su éxtasis.
Con un suspiro contenido, Rachel se abandonó al placer que inundaba su ser. El Ajay imaginario, con cada detalle en su mente, se convirtió en el catalizador de su liberación. El susurro de su nombre se mezcló con sus propios gemidos, creando una sinfonía íntima en el pequeño espacio del baño.
La satisfacción se reflejó en la expresión de Rachel mientras la imagen persistente de Ajay en su imaginación la llevaba a alcanzar un clímax cargado de deseos compartidos. En ese fugaz instante, el lobo imaginario se convirtió en un cómplice silencioso de los placeres más íntimos de Rachel en el crisol de Cherryton, donde los límites de la realidad y la fantasía se entrelazaban de manera intrincada.
[...]
En la penumbra del salón de actividades, los aullidos nocturnos resuenan, creando una armonía única entre lobos. Te sumerges en la música, sintiendo cada nota impregnada de las experiencias y deseos. Hiciste un esfuerzo por encajar la atmósfera en la melodía, mientras Scott, Isamu y Hikaru aportaban su propia esencia.
Ajay: Estamos avanzando, supongo. No esperen que esto cambie el mundo.
Scott: Ajay, tu voz es la clave aquí. No te menosprecies.
Hikaru: Estoy de acuerdo con Scott. Esa actuación pasada tuya fue impresionante.
Isamu: Va a ser algo nuevo para Cherryton, eso seguro.
Ajay: Solo espero que no sea una pérdida de tiempo. Pero hagámoslo de todos modos.
Aunque mantienes tu actitud reservada, los comentarios de los demás miembros de la banda reflejan la confianza en el potencial de la actuación de Halloween. A pesar de tus reservas, te embarcas en la preparación, consciente de que algo notable está tomando forma en Cherryton.
Ajay: No sé por qué siguen insistiendo en eso. No soy ningún prodigio vocal.
Scott: -Con una mirada determinada- Ajay, no subestimes tu talento. Tu voz tiene un poder que ni siquiera imaginas.
Hikaru: -Asintiendo- De acuerdo con Scott. Recuerdo la última vez que cantaste en el concierto escolar. La audiencia estaba cautivada.
Isamu: -Entusiasmado- ¡Absolutamente! Fue un momento épico para Cherryton. Y esta vez, vamos a superarlo.
Ajay: -Frunciste el ceño- Supongo que no tengo otra opción que intentarlo. Pero no esperen que me entusiasme demasiado.
La atmósfera en la sala se llena de una mezcla de emoción y determinación mientras los miembros de la banda continúan discutiendo sobre el próximo concierto. A pesar de tu actitud aparentemente indiferente, muestras signos de aceptación hacia el desafío que tienen por delante.
Hiciste una pausa mientras el sol se despedía en el horizonte, las sombras jugaban en la penumbra, y tú estabas sumido en la preparación de tu disfraz. Observaste tu reflejo en el espejo, las últimas pinceladas daban vida a una máscara que ocultaría parte de tu identidad en la festividad de Halloween. Una mezcla de ansiedad y resignación se reflejaba en tus ojos, consciente de que esta noche, como tantas otras, te aventurarías en un papel que no siempre encajaba con tu naturaleza.
Hiciste tu entrada al pasillo, donde la penumbra de la tarde dejaba entrever las sombras de los demás. Fue entonces cuando te encontraste con tus compañeros de la habitación 701, cada uno inmerso en la creación de su propia identidad nocturna. Jack ajustaba la cola de su disfraz, Legoshi probaba la resistencia de sus orejas de lobo, y los demás, en diversos estados de preparación, compartían risas y comentarios sobre sus elecciones de atuendo. Era un momento donde la singularidad de cada uno se fusionaba con la anticipación de lo que la noche de Halloween podría ofrecer.
Hiciste un comentario sarcástico mientras observabas a tus amigos arreglar sus disfraces.
Ajay: Parece que algunos realmente se toman en serio esto del Halloween.
Legoshi: Algunos solo quieren destacar, ya sabes.
Ajay: -Asentiste- ¿Y tú, Legoshi? ¿Estás emocionado por esta fiesta?
Legoshi: Sí, será interesante ver cómo reaccionan todos. Además, es una buena oportunidad para disfrutar y olvidar las preocupaciones diarias.
Jack: -Entusiasmado- Ajay, ¿qué piensas de mi disfraz de zorro?
Ajay: -Burlándote- No sabía que los zorros llevaban corbatas.
Jack: [Risa] Bueno, es un zorro elegante, ¿no crees?
Durham: -Interviniendo- ¿Y tú, Ajay?
Ajay: (Mirando su disfraz de esqueleto) Lo que hago por mi amiga Rachel... ¿Cómo me veo?
Legoshi: Impresionante, Ajay. Parece que te tomaste en serio lo del disfraz.
Jack: -Asombrado- ¡Vaya, Ajay! Nunca pensé verte así.
Durham: [Risa] Te ves genial, hermano. Pareces listo para asustar a alguien.
Ajay: -Bromeando- Bueno, tal vez asuste a todos con mi actitud.
Miguno: [Risa] Rachel va a apreciar que cumpliste tu promesa.
Boss: -Mirando a Ajay- Supongo que no estamos tan mal. Listos para la fiesta, ¿no?
Ajay: -Asentiste- Sí, listos. ¿Vamos?
La penumbra envuelve el dormitorio, marcando el inicio de una noche especial. Te unes a Legoshi, que se erige como un vampiro elegante, sus colmillos al descubierto en una sonrisa amistosa. A su lado, Durham adopta el papel de un zombi cómico, arrastrando los pies y desatando risas entre los demás.
Kolo destaca con su sombrero puntiagudo, listo para lanzar hechizos imaginarios. Boss, imponente como Frankenstein, avanza con pasos torpes y un entusiasmo palpable. Juntos, conforman un grupo peculiar que atrae miradas y despierta sonrisas en su travesía hacia el patio.
Bajo las luces intermitentes y la luna complice, el trajín de estudiantes disfrazados crea una sinfonía de risas y charlas animadas. El aroma de las delicias de Halloween flota en el aire, tentando a los sentidos mientras avanzan por el patio, saludando a otros personajes de la noche.
A medida que se adentran en la escuela, la atmósfera cobra vida con decoraciones espeluznantes y luces titilantes. Las risas se entremezclan con el sonido de la música, creando una vibrante sinfonía de celebración. Aunque tu habitual serenidad intenta resistir, te sumerges, al menos por esta noche, en la energía festiva que envuelve cada rincón. Un esqueleto entre sombras, compartes risas y gestos con amigos, todos unidos por el encanto único que solo Halloween puede ofrecer.
[...]
Rachel sale del baño con una ligera sonrisa y rubor en las mejillas, sintiéndose avergonzada por haberse dejado llevar nuevamente por sus pensamientos más íntimos. Se reprende mentalmente, recordando que la noche de Halloween debería ser sobre diversión y no distracciones desenfrenadas.
Rachel: (¡Ay, Rachel! ¿Otra vez dejándote llevar por la imaginación? ¡Esta noche es especial! Debería concentrarme en la diversión y no en... otras cosas.)
Sacudiendo la cabeza para dispersar sus pensamientos, se sumerge en la tarea de disfrazarse. La elección de un atuendo de calavera resalta su belleza y confianza, una mezcla de encanto y misterio. A medida que ajusta cada detalle, deja atrás los susurros de su mente inquieta, enfocándose en la emoción de la noche que se avecina.
Rachel se colocó cuidadosamente el disfraz de esqueleto, ajustando cada detalle con esmero. Las piezas del atuendo se fusionaron con su figura, creando una representación única y elegante de la muerte. Cada movimiento estaba sincronizado con la danza de los huesos, mientras la joven humana completaba su transformación para la celebración de Halloween.
Tus amigos de la habitación 701 se adelantaron y fueron a dónde era el show de toda la fiesta, por lo que te quedaste solo. Mientras paseabas solo, inmerso en tus pensamientos, te topaste sorpresivamente con Rachel, quien ya llevaba su disfraz de esqueleto puesto.
Rachel: ¡Ajay! No esperaba verte aquí tan temprano. ¿Qué tal mi disfraz?
Hiciste una mueca de desaprobación, pero en el fondo, reconocías que se veía bien.
Ajay: No está mal. ¿Cómo llegaste tan pronto?
Rachel: Digamos que me emocioné. ¿Y tú? ¿Por qué tan pensativo?
Ajay: Solo pensaba en cómo terminé aquí.
Rachel: Bueno, ahora que estamos juntos, hagamos de esta fiesta algo inolvidable, ¿eh?
Quien diría que haría esto por una chica...
Rachel: Ajay, ¿alguna vez te has preguntado por qué las personas se disfrazan en Halloween? Es como si pudiéramos ser otra persona por una noche, dejar atrás nuestras preocupaciones y simplemente divertirnos.
Mientras caminaban, no podías evitar notar la pasión en las palabras de Rachel. Tus pensamientos se perdieron por un momento mientras escuchabas su explicación.
Mientras caminabas junto a Rachel, no pudiste evitar observarla detalladamente con su ajustado traje de esqueleto. Cada curva de su cuerpo se destacaba, y su movimiento era fluido y grácil. Aunque te resistías a reconocerlo, su belleza te llamaba la atención de una manera distinta aquella noche.
Rachel: ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que más te asusta, Ajay? Digo, todos tenemos miedos, pero Halloween nos da la oportunidad de enfrentarlos de alguna manera, ¿no crees?
Ajay: -Te mostraste reflexivo- Hace tiempo, solía temerle a muchas cosas. A la soledad, a no ser aceptado... pero supongo que, con el tiempo, aprendí a vivir con esos miedos.
Rachel: Interesante... creo que todos luchamos con nuestros propios monstruos internos. A veces, disfrazarnos nos permite liberarnos de esas inhibiciones, ¿no?
Ajay: -Asentiste- Puede ser. Aunque no suelo pensar demasiado en eso.
Rachel: Bueno, a veces es necesario enfrentar nuestros temores para poder avanzar. ¿Tienes alguna idea de qué disfraz representaría tus miedos?
Ajay: -Mostraste una sonrisa irónica- No creo que haya un disfraz para mis miedos. Son más complicados que eso.
Rachel: Tal vez, pero a veces la simplicidad de un disfraz puede ayudar a descubrir cosas sobre nosotros mismos. ¿Y tú, qué miedo enfrentarías hoy?
Ajay: Supongo que eso es algo que aún estoy descubriendo.
Mientras caminaban por los pasillos decorados para la ocasión, no pudiste evitar preguntar:
Ajay: Rachel, ¿por qué llegaste tan pronto a la fiesta? Pensé que todos se iban a juntar más tarde.
Rachel: -Mostrando una sonrisa nerviosa- Oh, solo estaba emocionada, supongo. Además, siempre me ha gustado ver cómo transforman el lugar para Halloween. Pero bueno, hablemos de otra cosa. ¿Qué te parece la música?
Notaste el cambio de tema, decidiste dejar la pregunta de lado por ahora.
Ajay: Está bien, supongo. No es mi estilo favorito, pero para una fiesta como esta, está bien.
Rachel asintió, pero notaste un leve rubor en sus mejillas. Parecía como si estuviera ocultando algo. De repente, ella se detuvo en seco y desvió la mirada, murmurando.
Rachel: Por cierto, olvidé decirte que me demoré un poco en llegar.
Ajay: -Arqueaste una ceja- ¿Por qué? ¿Ocurrió algo?
Rachel: -Visiblemente incómoda- N-no, nada importante. Solo... perdí un poco la noción del tiempo. Pero ya estamos aquí, así que disfrutemos de la fiesta.
Sintiendo que había algo más detrás de esa respuesta, decidiste no presionarla más y continuaron su camino hacia la bulliciosa celebración de Halloween.
Hiciste tu entrada al área principal de la fiesta, y de inmediato quedaste impresionado por la transformación que habían logrado. El lugar estaba decorado con luces parpadeantes, telarañas falsas y calabazas iluminadas que creaban una atmósfera festiva. La música animada inundaba el ambiente, mientras los compañeros de clase disfrutaban del evento disfrazados de una variedad de personajes espeluznantes.
Rachel caminaba a tu lado, disfrutando de la escena con una sonrisa radiante. "¿Qué te parece, Ajay? Han hecho un gran trabajo con la decoración, ¿verdad?"
Asentiste, admitiendo para ti mismo que la ambientación era increíble. La luz de las linternas colgantes dibujaba sombras en las paredes, creando un ambiente misterioso y festivo al mismo tiempo. Se notaba el esfuerzo que pusieron en cada detalle para hacer de Halloween una celebración inolvidable.
Ambos se sumergieron en el bullicio de la fiesta, explorando los diferentes rincones decorados y disfrutando de la variedad de actividades planificadas para la noche. A pesar de tu inicial escepticismo, comenzaste a relajarte y disfrutar del ambiente festivo, contagiado por la energía positiva que llenaba el lugar.
Hiciste tu camino hacia el escenario con traje y corbata, aportando tu toque distintivo al disfraz de esqueleto. Detrás del telón, podías sentir la anticipación en el aire mientras los miembros de la banda se preparaban para la presentación. Ajustaste la corbata, intentando mantener la compostura antes de salir al escenario.
Scott, Hikaru y Isamu también estaban listos, afinando sus instrumentos y compartiendo palabras de aliento entre ellos. El nerviosismo se mezclaba con la emoción, creando una mezcla única de sensaciones mientras se acercaba el momento de la actuación.
Scott: Listo, Ajay? -Preguntó con emoción-
Ajay: Pues, creo... Te queda bien el traje.
El director Gon se acercó al micrófono con una sonrisa enérgica, dando inicio a la presentación de la banda Aullido Nocturno.
Director Gon: ¡Buenas noches a todos los estudiantes increíbles que forman parte de esta noche especial de Halloween! Estoy emocionado de presentar a un grupo talentoso que ha estado ensayando arduamente para cautivarlos con su música. ¡Demos la bienvenida a la banda Aullidos Nocturnos!
La audiencia respondió con entusiasmo mientras el director Gon daba paso a la banda, y el escenario quedó listo para la actuación.
Finalmente, el telón se levantó, revelando el escenario iluminado y la audiencia expectante. La música comenzó a fluir, y junto con tus compañeros de banda, comenzaste a interpretar la canción que habían estado preparando. El público respondió con aplausos y vítores, sumergiéndote en la energía del momento.
La combinación del esqueleto formal y la música vibrante creó una presentación única y memorable. A medida que avanzaba la canción, te dejaste llevar por la melodía, sintiendo la conexión especial que se establecía entre la banda y la audiencia. Fue un momento en el que el esqueleto formal se convirtió en el protagonista de una noche llena de música y diversión.
Rachel observaba desde la multitud, su corazón latía al ritmo de la música que llenaba el lugar. Un leve rubor se asomaba en sus mejillas al verte, su lobo, en el escenario. La intensidad con la que cantaba la envolvía, y no pudo evitar sentir una conexión especial con él en ese momento. Sus ojos no se apartaban de ti, quien parecía llevar la música desde lo más profundo de su ser.
Ahora estabas sentado en una silla, tomando un respiro después de haber cantado, ya te habías librado del traje formal pero aún seguías con tus disfraz. Después de todo la fiesta sigue.
Rachel se acercó a ti con una sonrisa radiante, abrumándote con su energía positiva.
Rachel: ¡Ajay, eso fue increíble! ¡Tocaste y cantaste como si el escenario fuera tuyo! Estoy impresionada.
Aunque no te acostumbrabas a recibir halagos, sonreíste ante la efusividad de Rachel.
Ajay: Bueno, solo hice lo que se esperaba. ¿Tú también disfrutaste del concierto?
Rachel: ¡Por supuesto! Fue genial verte ahí arriba. Eres un vocalista increíble.
Aceptaste el elogio con modestia y agradeciste a Rachel por sus palabras sinceras.
El ambiente cambió sutilmente cuando empezó a sonar una melodía lenta. Rachel, sintiendo que era el momento adecuado, te miró tímidamente y te extendió la mano.
Rachel: ¿Te gustaría bailar?
Aunque no eras experto en esos momentos, aceptaste la invitación con una sonrisa y la tomaste de la mano. Caminaron hacia la pista de baile improvisada en el centro del lugar, donde otros estudiantes también se unían a la danza.
Bailaron al ritmo de la música lenta, contigo colocando tus manos en la cintura de Rachel, y ella, a su vez, apoyando sus manos en tu pecho. Aunque para ti solo era parte de cumplir tu promesa y no te gustaba admitirlo, disfrutabas de tener a Rachel tan cerca mientras se movían al compás de la melodía. El ambiente romántico flotaba alrededor de ellos, aunque Ajay intentara resistirse a esa sensación.
Rachel: Ajay, ¿te gusta esta canción? Es tan hermosa.
Hiciste una ligera mueca, tratando de ocultar cualquier emoción.
Ajay: No está mal. No suelo prestar mucha atención a estas cosas.
Rachel: ¡Vamos, Ajay! ¡Es Halloween! Un poco de diversión no le hace mal a nadie.
Ajay: Supongo que tienes razón. Pero esto de bailar... no es lo mío.
Rachel: -Sonriendo- Bueno, al menos lo estás intentando. ¿Te diviertes un poco?
Ajay: -Asentiste- Sí, supongo que sí.
Aunque Ajay intentaba mantenerse reservado, Rachel continuaba esforzándose por hacerlo sentir más cómodo en ese momento especial de la noche.
Rachel: -Sonríe- ¿No te parece curioso, lobo? Aquí estamos, tú abrazándome y yo disfrutando de la compañía de un depredador.
Ajay: -Frunciste el ceño- Solo estoy cumpliendo mi parte del trato. No te emociones.
Rachel: [Risa] Oh, vamos, Ajay. ¿No puedes admitir que este momento es... especial?
Ajay: -Evitaste mirarla directamente- No hay nada especial en esto. Solo estoy aquí porque lo prometí.
Rachel: -Burlonamente- ¿Prometiste bailar tan pegado?
Ajay: -Incómodo- Solo estamos siguiendo la música. Nada más.
Rachel: -Sigue riendo- Claro, claro. No tienes que admitirlo si no quieres. Pero, ¿quién sabe? Tal vez este lobo tiene un lado romántico después de todo.
Ajay: [Resoplido] No te hagas ilusiones. Solo estoy aquí por la promesa de Halloween.
Rachel: -Te guiña un ojo- Veremos, Ajay. Veremos.
Ajay: (Esto es absurdo. ¿Por qué debería importarme estar tan cerca de ella? Es solo un baile. Solo estoy cumpliendo mi promesa. Pero... su aroma es agradable, y la forma en que se acomoda en mis brazos... No debería prestarle atención. No quiero involucrarme en nada más allá de esto.) -Te mantienes serio mientras continúas bailando-
Sintiendo a Rachel recargada en tu pecho, intenta ignorar sus propios pensamientos mientras su cabeza se llena de diversas ideas y emociones en ese momento.
Ajay: (No debería estar sintiendo esto. Es solo un baile... pero su cercanía, su aroma, la suavidad de su piel... es como si mi mundo se detuviera por un instante. No debería permitirme esto. Soy un lobo, y ella es una humana. Pero, ¿por qué mi corazón late más rápido cuando está cerca? Mejor debería concentrarme en la música y dejar de lado estas distracciones.)
Caminaron juntos hacia la entrada de los dormitorios femeninos.
Rachel: Gracias por acompañarme, lobito. Fue una noche increíble."
Ajay: -Asentiste- Lo fue.
Rachel: ¿Te importaría quitarte la máscara antes de despedirnos? Quisiera ver tu rostro al menos una vez esta noche.
Vacilaste un momento antes de asentir y retirarte la máscara, dejando que Rachel viera su rostro.
Rachel: -Sonriendo- Eres guapo, Ajay. Buenas noches y gracias nuevamente por todo.
Ajay: Buenas noches, Rachel. Hasta luego.
Rachel: Espera, Ajay.
Te inclinaste ligeramente, preguntándote qué estaba pasando.
Rachel, de manera sorpresiva, te dio un beso en la mejilla.
Rachel: Gracias por esta noche, lobo encantador.
Quedándote momentáneamente en shock, solo pudiste asentir mientras Rachel se alejaba. Tus mejillas se colorearon levemente, y la sorpresa del gesto de Rachel resonó en tu mente mientras regresabas a tu habitación.
Durham: -Riéndose- ¿Y este es el lobo solitario? Parece que no está tan solo después de todo.
Algo incómodo, solo gruñiste en respuesta mientras Gary y los demás continuaban burlándose en tono amigable.
Al entrar a tu habitación solitaria, estabas dispuesto a quitarte ese disfraz y hacer tu cambio de ropa, para después recostarse en la cama con cierta serenidad.
Ajay: -Sonreiste sutilmente- Qué noche... Solo fue un baile... Un baile solamente. -Recordaste el beso de hace unos momentos y te sentiste satisfecho por la noche que pasaste- Espero olvidar esto en la mañana...
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