Arriesgalo todo: Great Burning Roar

Ryo despertó lentamente, notando que se encontraba en una especie de enfermería. Las camas a su alrededor le recordaban las de su escuela, aunque más antiguas y rústicas. "No fue un sueño", pensó con una mezcla de asombro y ansiedad. "Realmente estoy en un lugar donde los animales hablan y se comportan como humanos". Miró el brazalete en su muñeca. "No sé qué eres, pero creo que voy a tener que descubrirlo", murmuró para sí mismo mientras escuchaba voces provenientes de otra sala. Con cierta dificultad, se bajó de la cama y salió de la habitación.

Caminó por un pasillo hasta llegar a la fuente de las voces. Era una habitación enorme, con grandes escritorios y mapas, que parecía una oficina o sala de reuniones. Asomándose un poco, vio a un mandril junto a Leoparmint, Big Serow y Liogre. Se acercó un poco más para escuchar lo que decían.

"Rey Liogre" dijo el mandril, su voz grave y seria "Lo que acaba de pasar es algo que debemos considerar con urgencia. Primero, el poder repentino de Morcrab era inusual. Mucho más oscuro, le dio una fuerza que nunca había tenido."

"Yo he luchado contra él..." respondió Liogre con calma, aunque su mirada estaba cargada de preocupación. "Y debo decir que es sorprendente. Además, se ha unido a algún tipo de culto u organización. Ya informé a Landmogul y a la Fuerza de Inteligencia Especial. Estamos esperando más detalles sobre lo que dijo Morcrab."

"¿Fuerza de Inteligencia Especial?" pensó Ryo en voz alta, sin darse cuenta, antes de ser levantado repentinamente por una mano que lo sujetó con firmeza.

"¡Eh!" exclamó, luchando por liberarse.

El mandril continuó como si nada hubiese sucedido: "Pasando al siguiente tema de la reunión..." pero en ese momento, la puerta se abrió y un joven león con armadura roja oscura y casco entró en la sala.

"Príncipe Ogre."dijo Big Serow, inclinando ligeramente la cabeza "¿Qué lo trae por aquí?"

"Perdón por interrumpir"—dijo Ogre, su tono autoritario, pero con una sonrisa arrogante "Creo que nuestro querido amiguito estaba espiando.

Sujeto a Ryo con facilidad, el príncipe lo levantó del suelo, haciéndolo balancear de un lado a otro mientras el joven trataba de soltarse.

"Ogre, por favor bájalo" pidió Liogre con tono firme pero tranquilo.

"Pero padre..." protestó Ogre, sin entender el motivo detrás de la petición "No sabemos quién es... o mucho menos qué es.

"Ogre, bájalo" ordenó Liogre nuevamente, esta vez con más seriedad, y el príncipe obedeció de inmediato.

"Gracias" dijo Ryo con sarcasmo, mientras sentía que todas las miradas en la sala caían sobre él. "Umm... ¿qué pasa?" preguntó nervioso, rascándose la nuca.

"Qué criatura tan extraña eres" comentó el mandril, su tono cargado de desprecio.

La vena de Ryo en su cuello se tensó al instante "Mira quién fue a hablar, macaco" respondió rápidamente, su voz llena de irritación. El mandril frunció el ceño, evidentemente ofendido.

"¡No soy un macaco! Me llamo Minedrill" gritó el mandril, rojo de ira.

"Uy, qué nombre tan original" replicó Ryo con una sonrisa burlona, lo que hizo que Liogre riera nerviosamente.

"Está bien, está bien, calma" dijo Liogre rápidamente, intentando apaciguar los ánimos "No hace falta enojarse."

"Bueno" dijo Minedrill, más calmado ahora pero aún con un brillo malicioso en la mirada. "Como estaba diciendo, lo segundo más importante es este 'joven'. ¿Podemos llamarlo así?" miró a Ryo, sus ojos llenos de amenaza." Los subordinados de Morcrab lo buscaban a él, o mejor dicho, estaban buscando esto" añadió, señalando el brazalete de Ryo "¿Cómo lo obtuviste?"

"Bueno..." comenzó Ryo, mirando el brazalete con confusión "La verdad es que no tengo idea. Cuando desperté, ya lo tenía, aunque en ese entonces no se veía como ahora."

"Tal vez sea mejor empezar por algo más sencillo para él" sugirió Ogre, que parecía preocupado por la situación. "¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿De dónde vienes? ¿Por qué estás aquí?" bombardeó a Ryo con una avalancha de preguntas, haciendo que una gran gota de sudor apareciera en la frente del joven.

El príncipe Ogre frunció el ceño, dándose cuenta de su error al ver la expresión confundida de Ryo. Big Serow, observando la escena, intervino con tono serio:

"Príncipe, creo que eso lo confunde más que ayudarlo a responder."

Avergonzado, Ogre se disculpó rápidamente.

"Lo siento... es solo que nunca había visto algo como tú." Se acercó a Ryo, hablando en voz baja "Es como estar en un zoológico, siendo la atracción principal." Sin darse cuenta, sus palabras hicieron que todos en la sala lo miraran con sorpresa.

"¿Zoológico?" preguntaron Liogre y los demás al unísono, lo que hizo que Ryo se sintiera aún más incómodo. "Ay... lo hice de nuevo" suspiró.

Ogre se acercó de nuevo y, con una expresión más seria, dijo:

"Aún así" miró a Ryo con determinación "Por favor, responde mis preguntas."

Con una mezcla de nerviosismo y determinación, Ryo asintió.

"Está bien" dijo, sorprendiendo a todos los presentes "Creo que les debo una explicación... al señor Liogre por ayudarme y por la comida" añadió, mirando a Liogre con algo de gratitud.

Entonces, Ryo comenzó a relatarles quién era, de dónde venía y cómo era su mundo. Los demás escuchaban atentamente, especialmente Liogre, quien parecía más interesado de lo que Ryo imaginaba.

"Y bueno... eso es todo" concluyó Ryo, notando las miradas sorprendidas que lo observaban, especialmente la de Liogre.

"Entonces... en tu mundo, tu especie se llama humanos, ¿verdad? "preguntó Ogre, su tono de voz más reflexivo.

Ryo asintió con la cabeza.

"¿Y tu mundo está lleno de tecnología aún más avanzada que la nuestra?" preguntó una sorprendida Leoparmint.

"No diría que es más avanzada..."respondió Ryo, intentando suavizar la comparación "Quiero decir, ustedes ya tienen videollamadas, y eso nos llevó mucho tiempo en mi mundo. Pero sí, tenemos vehículos más sofisticados."

"¿Y tu mundo se llama Tierra?" preguntó Big Serow con escepticismo. "¿Es allí de donde vienes? Y nuestras especies... ¿son "primitivas"?"

"No las llamaría primitivas" respondió Ryo, pensativo "Es que en mi mundo, en la Tierra, mi especie fue la que se volvió más dominante, por así decirlo."

"¿Cómo es posible?" preguntó Ogre, aún confundido. "Lo que me estás diciendo no encaja... Según lo que has contado, nuestros mundos son semejantes."

Ryo se tomó un momento antes de responder, como si estuviera pensando en las palabras correctas.

"Tal vez..." dijo, más para sí mismo que para los demás "Este mundo y el mío hayan experimentado diferentes situaciones, o las especies hayan evolucionado de formas distintas. Quizás, mientras en la Tierra algunas especies evolucionaron hasta dar paso a los humanos, aquí las especies similares a las de la Tierra evolucionaron a su manera."

"Es una buena teoría" comentó Minedrill, mientras Liogre observaba a Ryo con un interés renovado.

"Pero cambiando a un tema más concreto" interrumpió el mandril, su mirada volviendo a ser seria. "¿Cómo llegaste exactamente de tu planeta a este?"

"Bueno... es algo confuso" admitió Ryo, frunciendo el ceño. "Bueno, es algo confuso", dijo Ryo. "Estaba con mis amigos en una excursión de la escuela en una empresa de tecnología donde trabajan mis padres", explicó Ryo mientras Liogre, Minedrill, Ogre y Big Serow escuchaban atentamente.

"Mis amigos y yo nos separamos del grupo, porque antes de venir a la excursión, les mencioné sobre un proyecto en el que mis padres estaban trabajando", continuó Ryo. "Fuimos al sótano del edificio, yo ya conocía las entradas y los códigos de acceso, ya que he estado en esa empresa desde pequeño. Cuando llegamos, mis padres estaban conversando con unos empresarios y, cuando se fueron, nos metimos en la máquina".

Dijo Ryo, llegando a la parte más importante: "Yo estaba mirando una piedra cuadrada cuando mis amigos me llamaron, así que la tomé y fui a donde estaban ellos, pero me tropecé y caí. Sin querer, la roca golpeó la máquina, activándola accidentalmente. Eso causó una sobrecarga. Lo último que recuerdo antes de eso fue ver a mi mamá preocupada, y luego una luz cegadora me envolvió. Cuando desperté, estaba aquí."

Ryo concluyó su relato mientras Liogre y los demás lo observaban con seriedad, analizando lo que acababa de contarles.

"¿Dijiste una piedra cuadrada?" preguntó Minedrill, mirando a Ryo con interés.

"Sí" respondió Ryo. Era una piedra cuadrada con incrustaciones metálicas y emblemas raros.

"¿Y la máquina, cómo era?" preguntó Big Serow, con una mirada inquisitiva.

"Era algo extraño" explicó Ryo. "Mis papás combinaron tecnología con unas ruinas que hallaron durante una expedición, donde también encontraron la piedra."

"¿Y tus amigos? ¿Sabes dónde están?" preguntó Liogre, con una mirada preocupada.

Ryo bajó la cabeza, su expresión se tornó sombría.

"No, desperté solo. No sé dónde están mis amigos o si están bien" respondió, con voz baja.

Liogre, al ver su tristeza, le colocó una mano en el hombro, brindándole consuelo.

"Los encontraremos" prometió Liogre, con firmeza. "Te lo prometo."

En ese momento, un panda rojo con armadura amarilla entró en la sala, interrumpiendo el momento.

"Rey Liogre" dijo, su voz tímida pero urgente.

"¿Padressa, qué sucede?" preguntó Liogre, alzando la vista.

"Tenemos un mensaje de Golder. Dice que vengan de inmediato..." respondió, mirando luego a Ryo con confusión. "Umm... Hola" saludó, algo incómodo.

"Hola" respondió Ryo, mirando a Padressa con curiosidad. "¿Quién es Golder?"

"Golder es mi rival" explicó Liogre, con una leve sonrisa. "Aunque hemos tenido nuestros altos y bajos, siempre ha estado allí para ayudarnos."

Con Ryo aún a su lado, Liogre guió al grupo hacia la sala de comunicaciones. Una vez allí, Padressa activó el dispositivo, y en la pantalla apareció un tigre blanco, ataviado con una armadura azul.

"Liogre, ¿puedes oírme?" dijo el tigre, su voz autoritaria.

"Te escucho, Golder" respondió Liogre, poniéndose serio.

"Qué bueno que hayas respondido. Necesitaba informarte sobre unos individuos bastante singulares que encontré recientemente" comentó Golder. "Llevaban túnicas negras y parecían saber algo sobre magia. Sin embargo, logré ahuyentarlos y hacer que se retiraran."

"¿Alguna idea de qué querían?" preguntó Liogre, frunciendo el ceño.

"Eso precisamente iba a decirte..." continuó Golder. "Me encontré con una criatura muy rara, parece una especie de..."

Pero Golder se interrumpió al notar algo detrás de Liogre. Sus ojos se posaron en Ryo, quien estaba de pie junto a él, y parpadeó dos veces, dudando si lo que veía era real.

"Oye Liogre, ¿esa cosa que tienes a tu lado...?" dijo, antes de que Ryo, visiblemente ofendido, lo interrumpiera.

"¡No soy una cosa, gato grosero!" exclamó Ryo, molesto.

"¡Soy un tigre, no un gato!" replicó Golder, alzando una ceja. Luego volvió a mirar a Liogre, confuso. "¿Quién es este...?"

"Este es Ryo Yagami" explicó Liogre. "Un humano. Sí, su nombre es un poco extraño, pero no es un enemigo. Al parecer, viene de otro planeta."

"¿¡De otro planeta!?" exclamó Golder, incrédulo. "Eso explicaría por qué no lo reconocí" agregó, mirando a Zhao, quien estaba sentado junto a él. Zhao, visiblemente molesto, pedía a Golder que lo dejara en paz.

"¡Camisa de gato!" exclamó Ryo, mostrando su asombro.

"¡No es un gato, es un tigre!" reclamó Zhao, antes de darse cuenta de a quién estaba hablando. "¿Ryo, eres tú?" preguntó, casi sin poder creerlo.

"¡Sí, soy yo!" respondió Ryo, su rostro iluminado por una sonrisa. "¡Estás vivo!"

"Sí, y me alegra que tú también lo estés" respondió Zhao, visiblemente molesto. "Porque cuando te encuentre, juro que te daré una paliza que no olvidarás. ¡Por tu culpa estamos en este gran lío!"

"Me tropecé, no puedes culparme por eso" replicó Ryo, molesto por la acusación de su amigo. Luego, con la voz más suave, preguntó: "Aun así, ¿Tadashi, Mei o Aki están contigo?" su tono reflejaba su ansiedad por saber sobre sus otros amigos.

"Por desgracia no" respondió Zhao, su tono de voz más apagado. Desperté en un bosque cercano a aquí, cuando unos tipos con túnicas comenzaron a perseguirme, diciendo algo sobre que yo tenía lo que ellos querían... hasta que este tigre me salvó" explicó, señalando a Golder. "Seguro fue porque tenías algo como un brazalete raro. Yo tengo uno igual" dijo Ryo, mostrando el suyo, que brillaba con un resplandor tenue.

"¿Te refieres a esto?" preguntó Zhao, mostrando su brazo izquierdo, donde llevaba un brazalete idéntico al de Ryo antes de su transformación. "Desperté con esto pegado a mi brazo y no puedo quitarlo."

"Ujum, lamento interrumpir, pero tenemos cosas que hacer," dijo Liogre, cortando la conversación. "Creo que lo mejor es que nos reunamos pronto," añadió, mirando a Golder. "¿Puedes venir al Reino con el chico que encontraste? Podríamos corroborar tu información con la que Landmogul obtenga cuando lo envíe."

"Partiremos enseguida," respondió Golder. "Nos veremos allí, Liogre," dijo mientras Zhao y Ryo intercambiaban miradas.

"Camisa de Gato, más te vale que te encuentres bien," le dijo Ryo a Zhao, burlándose un poco.

"Por última vez, ¡es un tigre!" replicó Zhao antes de cortar la comunicación.

"Veo que se llevan bien," comentó Leoparmint, sonriendo.

"¿De verdad?" preguntó Ryo, sin estar seguro. "Es cierto... aunque me gusta llamarlo 'Camisa de Gato' porque se pone tan mal cuando lo hago," dijo, riendo un poco. Liogre también rió al escuchar eso.

"Te entiendo," dijo Liogre. "Cuando Golder y yo entrenábamos, también nos divertíamos un montón con esas bromas."

"Bien, me imagino que si Golder encontró al chico con quien Ryo estaba, es probable que el resto de sus amigos también hayan llegado aquí," dijo Big Serow, pensativo. "Ahora solo falta saber dónde están."

"Sí, es fácil decirlo, pero ¿cómo lo vamos a hacer?" dijo Ryo, preocupado. "¿Y yo qué hago mientras tanto?"

"Bueno, no puedes quedarte por ahí, en el Reino," dijo Liogre. "Si están buscando el objeto en tu brazo, te buscarán a ti. Serás un blanco fácil estando solo. Creo que lo mejor es que te quedes aquí, con nosotros, en el castillo," sugirió, sorprendiendo a Ryo.

"Vaya, no sé si algún día podré pagarles por todo esto," dijo Ryo, algo apenado por la hospitalidad de Liogre.

"No te preocupes," dijo Liogre con una sonrisa. "No tienes que pagarme nada. Pero, claro, no estarás solo descansando. También te entrenaré, y algunos de mis amigos lo harán. No siempre estaremos para protegerte, así que es mejor que aprendas a defenderte por ti mismo."

"¿Entrenamiento?" dijo Ryo, confundido. "Agradezco el gesto, pero no sé... eres enorme, y un solo pisotón tuyo podría mandarme a volar como balón de fútbol," dijo, con una expresión preocupada.

"No te preocupes," intervino Leoparmint. "Lo haremos bien. Ha habido guerreros de tu tamaño que fueron muy buenos en combate."

"¿En serio?" dijo Ryo, escéptico, antes de que la puerta se abriera de golpe y un gorila irrumpiera en la sala. Todos se sorprendieron, y Ryo casi cae si no se hubiera aferrado al pelaje de Liogre.

"Garrison," dijo Liogre, algo adolorido por el tirón. "¿Qué sucede?"

"Lamento la interrupción, mi señor, pero hemos recibido informes de que la Pandilla de Pezuña Carmesí está cerca de la montaña Mandal, junto a su escondite. Además, hay reportes de avistamientos de..." Garrison tragó saliva, visiblemente asustado. "Mu... Mu... Mu..."

"¿Mu qué?" preguntó Ryo, confundido. "¿Muérdago? ¿Mula?"

"¡No!" exclamó Garrison, dándose cuenta de con quién estaba hablando. "Perdón, señor invitado del rey, no lo vi. Son... ¡Muertos! ¡No-Muertos!" dijo, temblando de miedo.

"¿No-Muertos?" preguntó Ryo, con cara de incredulidad. "¿Como... zombis?"

"¿Zombis?" preguntó Leoparmint, desconcertada. "¿Qué son zombis?"

"Son criaturas ficticias de mi mundo. Humanos que regresan de la muerte y buscan devorar los cerebros de las personas," explicó Ryo, con tono serio.

"En este mundo, son reales," intervino Big Serow. "Son cadáveres reanimados, aunque más como esqueletos." Dijo con firmeza, causando escalofríos en todos los presentes.

"Eso sí que da miedo," murmuró Ryo. "¡Tenemos que ir ya! Prepárense para el transporte," ordenó Liogre, mientras miraba a Ryo, que estaba a su lado. "Debo atender esto, mejor quédate aquí."

"¡Oye, yo también quiero ir!" exclamó Ryo, entusiasta. "He visto muchas películas sobre zombis y esqueletos vivientes. Sé cómo lidiar con ellos. Si conseguimos atrapar a uno de esos, tal vez podamos encontrar un contrahechizo para desactivarlos."

"¿Películas?" preguntó Ogre, confundido. "¿Qué es una película?"

"Te lo explicaré después," respondió Ryo, mientras miraba a Liogre. "Señor León, quiero ayudar."

"Admiro tu valentía, muchacho," dijo Liogre con calma. "Pero estarás en peligro. Si esos tipos están cerca, salir no es seguro."

"Bueno, tampoco sería seguro quedarme solo aquí mientras ustedes salen," argumentó Ryo. "Pueden estar esperando que se vayan para atacarme."

"Eso tiene sentido, padre," intervino Ogre. "Además, sería una gran oportunidad para aprender de la experiencia."

"Y también podríamos aprender más sobre cómo luchan los humanos," agregó Ogre, mirando a Ryo con curiosidad. "Tu gente sabe pelear, ¿verdad?"

"Obviamente," respondió Ryo con confianza. "De hecho, gané el torneo de artes marciales en mi escuela secundaria dos años seguidos. Aunque también me gustaría aprender su estilo de combate." Sonrió a Ogre, quien le devolvió la sonrisa.

"Curioso," pensó Liogre para sí mismo, observando cómo Ryo y Ogre se entendían tan bien. "Este chico tiene algo especial, algo que une a la gente. En eso me recuerda a mí mismo."

"Aun así, es peligroso," reflexionó Liogre, pero luego cerró los ojos y sonrió. "Está bien," dijo finalmente, sonriendo tanto a Ryo como a Ogre. "Puedes ir, pero no te separes de mí, ¿de acuerdo?"

"De acuerdo," respondió Ryo, sonriendo con determinación.

"¡Bien, entonces, vamos!" exclamó Liogre, levantando el puño al aire. Todos respondieron con un fervoroso "¡Sí!"

Poco después, cerca de la Montaña Mandal, Liogre, Leoparmint, Big Serow, Ogre y el cirujano de la fuerza de despliegue rápido, Wonderiever, viajaban en un Jeeplot Machine por el sendero rocoso. Ryo observaba en silencio, maravillado por el parecido de las plantas y las montañas con las de la Tierra.

"Entonces, ¿qué es una película?", preguntó Ogre, atrayendo la atención de Liogre, quien estaba concentrado en revisar los informes sobre los No-Muertos.

"Es como una obra de teatro, pero que puedes ver en una pantalla en lugar de estar allí en persona", explicó Ryo, intentando simplificar la idea.

"¿Como una historia en movimiento a través de la pantalla?", murmuró Liogre, intrigado por la propuesta.

"Exactamente", asintió Ryo. "Las películas pueden ser animadas o contar con actores reales."

Ogre, fascinado pero algo escéptico debido a su preferencia por el combate sobre el entretenimiento, observaba con los ojos brillantes. "¡Tu mundo está lleno de maravillas!", exclamó.

"Detengámonos aquí", dijo Big Serow, frenando el vehículo en una bifurcación del camino. "Hmm", murmuró Liogre, con una expresión confundida. "Tengo la extraña sensación de que esto ya lo he vivido", agregó, frunciendo el ceño.

"¿Déjà vu?", preguntó Ryo, levantando una ceja.

"¡Exacto!", exclamó Liogre, agradecido por el término. "Sí, estoy experimentando un Déjà vu."

"Será mejor que vayamos todos juntos esta vez", sugirió Leoparmint. "La última vez nos emboscaron." Wonderiever asintió mientras revisaba su equipo médico. "No quiero volver a pasar por eso", dijo el can, su hocico tornándose azul por el miedo.

"¿Qué opinas, muchacho?", preguntó Liogre a Ryo, quien había estado escuchando en silencio.

"Si nos dividimos, podríamos cubrir más terreno, pero si esos zombies de los que hablaban están rondando, separarnos sería la peor idea", respondió Ryo. "Así que estoy de acuerdo con la señorita pantera. Es mejor no separarnos."

"Un buen razonamiento", elogió Liogre. "Bien, sigamos por el camino de la derecha. Si mal no recuerdo, la guarida de esos rufianes debería estar por allí", concluyó, liderando al grupo a pie, ya que el sendero se volvía demasiado irregular para el Jeeplot Machine.

No muy lejos de allí, Golder y Zhao caminaban por la Montaña Mandal, ajenos a lo que sucedía cerca. Mientras caminaba, Zhao tomaba fotos con su teléfono, molestando ligeramente a Golder con el sonido del flash.

"¿Podrías dejar de usar ese aparato?", dijo Golder, alzando la voz y haciendo que Zhao se detuviera en seco. "Su sonido es irritante."

"L-lo siento", se disculpó Zhao, guardando rápidamente el teléfono. Golder, al darse cuenta de que lo había asustado, se rascó la cabeza, avergonzado. "Perdóname, muchacho. He estado bastante estresado estos últimos días", dijo, continuando el paso.

"No te preocupes, señor Tigre", dijo Zhao, tímidamente. "Lamento haberlo molestado, especialmente porque fue por mi culpa que esos encapuchados lo atacaron."

"¿Por qué eres así?", preguntó Golder, desconcertado, sorprendiendo a Zhao. "¿Por qué eres tan tímido con la gente si llevas a un tigre en tu vestimenta?"

"Es complicado", expresó Zhao. "En mi país, era muy buen amigo de todos, pero cuando me mudé, me costó mucho hacer amigos, especialmente porque la gente me creía raro."

"Pero parece que con esa otra criatura, como la llama Liogre...", comenzó Golder, rascándose la barbilla. "Ah, sí, el otro humano. Te llevas muy bien con él", dijo, mirando a Zhao.

"¿Ryo?", preguntó Zhao. "Sí, él es un amigo que conocí cuando me mudé. El primer día que fui a la escuela, unos abusones comenzaron a molestarme, pero Ryo se les plantó de frente y dijo algo que me dejó asombrado. Dijo: 'Los fuertes deben proteger a los que no pueden hacerlo, no al revés. Si quieren a este chico, primero tendrán que pasar sobre mí'", relató Zhao, mientras Golder escuchaba atentamente."Lo dijo con tanta seguridad y valentía, con una mirada que lo hacía parecer..."

" como un león indomable", termino Golder, sorprendiendo a Zhao.

"Exacto", afirmó Zhao. "Pero, ¿cómo...?"

"Tu amigo se parece a Liogre en muchos aspectos", dijo Golder, sonriendo. "Él siempre se sacrificaría para proteger a los suyos, y nunca retrocede ante cualquier peligro, por grande que sea. En eso se parecen mucho, él y tu amigo."

"Sí", dijo Zhao, admirando a Golder, lo cual lo avergonzó un poco. Rápidamente intentó cambiar de tema. "Por cierto", dijo Golder, mirando a Zhao con una sonrisa nerviosa. "¿Por qué elegiste un tigre como tu símbolo?"

"En mi cultura, el tigre es un símbolo de poder, valor y determinación, cualidades que aspiro tener algún día", dijo Zhao. "Y por cierto, ¿por qué te llaman Golder, señor?", preguntó. "Te quedaría mejor un nombre como Snow o White, algo que combine con el color de tu pelaje."

"Solía tener un pelaje amarillo, de ahí mi nombre: Golder. Pero cuando fui resucitado por un monje loco de la Tribu del Cielo, mi pelaje cambió", explicó Golder, lo que sorprendió a Zhao.

"¿Resucitado?", preguntó Zhao, asombrado. "¿Acaso usted...?"

"Sí", respondió Golder, sin rodeos. "Fui poseído por una antigua maldad que se apoderó de mí debido a mi ambición de restaurar el reino del que venía", explicó Golder. "Fue lo que prometí a mi abuelo antes de que falleciera, pero mis acciones me llevaron a traicionar la confianza de Liogre al robar una parte del Godlot de Fuego. Liogre no tuvo más opción que hacer lo que creyó correcto, y... bueno, el resto ya te lo conté."

"Vaya", dijo Zhao. "Pero parece que se llevan bien."

"Eso es porque después de derrotar al mal ancestral que me controló, Liogre me perdonó. Fue un buen amigo, y un gran rival. No quería desperdiciar mi segunda oportunidad de vida, así que me fuí del reino,  y  además, no aceptaré su perdón hasta que enmiende lo que hice. Ese fue el castigo que me impuse", dijo Golder, antes de detenerse abruptamente. "¿Qué pasa?", preguntó Zhao, preocupado.

"Niño, detrás de mí", ordenó Golder, sacando su espada y colocando a Zhao detrás de él. "Creo que no estamos solos."

Mientras tanto, el grupo de Liogre seguía avanzando por el bosque después de una larga caminata. Ryo, cansado de viajar en el hombro de Liogre, pidió bajarse para estirar las piernas.

"Necesito caminar un poco. No voy a ser un vago todo el día"  dijo mientras se ponía en pie.

Liogre suspiró, también algo agotado.

"¿Estás seguro de que tomamos el camino correcto?"   preguntó Ryo, caminando a su lado.

"Creo que sí" respondió Liogre con tono dubitativo.

Leoparmint, que había permanecido en silencio hasta entonces, alzó una ceja y lo miró con curiosidad. 

"Mi rey... ¿revisaste el mapa antes de partir?"

Liogre se detuvo en seco, nervioso.

"Esto... jejeje..."  rio torpemente mientras se volvía hacia el grupo. "Con las prisas, no tuve tiempo de leerlo."

El comentario provocó que Ryo y los demás se desplomaran al suelo entre risas y exclamaciones de incredulidad.

"¡Padre!" exclamó Ogre, claramente irritado. "¿Quieres decir que hemos estado caminando sin rumbo? ¡Estamos perdidos!"

El resto del grupo se cubrió la cara con las manos.

"Tranquilos —dijo Liogre, intentando recuperar la compostura "Aunque no tenga el mapa, mi instinto me dice que estamos cerca.

Sin embargo, su expresión cambió de inmediato al percibir algo extraño en el ambiente. Ryo también lo notó, y ambos se pusieron en alerta.

"¿Sientes eso?" preguntó Ryo.

"Sí"  contestó Liogre mientras desenvainaba su espada.

De entre los arbustos surgieron unas pequeñas figuras. Al principio, parecían animales comunes, pero al acercarse, quedaron expuestos: eran jabalíes, vestidos con harapos y armaduras improvisadas.

"¿Estos son los famosos Pezuña Carmesí?"  preguntó Ryo, reprimiendo una carcajada. "¿Son jabalíes o cerditos disfrazados?"

Wonderiever lo fulminó con la mirada.

"Chico, no te burles. Estos tipos son peligrosos y juegan sucio."

Uno de los jabalíes, al parecer el líder, sonrió con aire arrogante.

"¡Vaya, vaya! Miren lo que tenemos aquí"  dijo con tono burlón "Es el mismísimo rey Liogre y su... ¿pandilla? ¡Y hasta trajo al perrito de la última vez!"

Wonderiever frunció el ceño, visiblemente incómodo, mientras otro jabalí señalaba a Ryo.

"Parece que el rey ha adoptado una mascota exótica" dijo entre risas.

Ryo se tensó, ofendido.

"¿Acabas de llamarme mascota, saco de grasa?" replicó con furia.

Liogre lo detuvo antes de que hiciera algo precipitado.

"Mantén la calma, joven. No dejes que te provoquen."

Big Serow, manteniéndose firme, dio un paso al frente.

"Hemos recibido informes de que volvieron a sus actividades delictivas. En nombre de la ley, todos quedan arrestados."

El líder jabalí rió con desdén.

"¿Oh, sí? Quizá deberías pensarlo dos veces. Hemos mejorado un poco desde la última vez."

Chasqueó los dedos y, de repente, emergieron de la tierra varias criaturas esqueléticas con forma de pirañas.

"¡No-Muertos Pirazoms!" exclamó Leoparmint.

El líder jabalí se regodeó.

"¿Qué te parece? Un regalito de nuestro jefe. Ahora somos más fuertes que nunca."

"Chico, será mejor que uses esa cosa en tu muñeca" instó Big Serow.

Ryo trató de invocar el poder, pero no recordaba cómo lo había hecho antes.

"¡No puedo hacerlo! No sé cómo lo logré la primera vez" admitió mientras esquivaba a un jabalí que se lanzaba hacia él.

Mientras tanto, Zhao y Golder enfrentaban su propio problema. Habían sido emboscados por una pequeña fracción de No-Muertos Pirazoms. Zhao se escondía detrás de Golder, aterrorizado, mientras el guerrero luchaba con fiereza.

"¿Qué son esas cosas?" preguntó Zhao, temblando.

"Cadáveres reanimados por magia. Y no son nada amistosos" respondió Golder, bloqueando un ataque con su escudo.

El brillo del cyclot en su pecho comenzó a intensificarse.

"Prepárate, chico. Esto se va a poner caliente."

Con un rugido, Golder desató su ataque:

"¡Hell Flame!"

Un tigre de fuego emergió del emblema en su pecho, incinerando a los No-Muertos. Zhao observó con asombro.

"¡Eso fue increíble!" exclamó, admirando al guerrero.

Golder, incómodo pero halagado, esbozó una pequeña sonrisa.

"Este chico no está tan mal" pensó.

Sin embargo, la calma duró poco. Un No-Muerto, que había evitado las llamas, apareció detrás de Zhao.

"¡Cuidado!" gritó Golder, lanzándose para protegerlo.

Aunque logró neutralizar al atacante, los demás No-Muertos aprovecharon la oportunidad para arremeter contra él. A pesar del dolor, Golder mantuvo a Zhao a salvo.

"Todo estará bien..." murmuró, tratando de calmar al niño.

Pero Zhao, al borde de las lágrimas, recordó algo que Ryo le había dicho  cuando se conocieron...

Flashback

En un día soleado, dos niños, Ryo y Zhao, se conocieron por primera vez en circunstancias inesperadas. Unos abusones se alejaban tambaleándose y quejándose tras haber sido enfrentados.

"¡Esto me la pagarás, Yagami!" gruñó uno de ellos antes de desaparecer cojeando por la esquina.

Ryo, aún respirando con agitación, se acercó al chico que los abusones habían dejado tirado. "¿Estás bien?" preguntó mientras extendía su mano para ayudarlo a levantarse.

El niño asintió, secándose una lágrima. "Gracias... me llamo Zhao Khan."

"Mucho gusto, Zhao. Yo soy Ryo Yagami," respondió Ryo con una sonrisa radiante. Sin embargo, notó que Zhao no correspondía su entusiasmo y mantenía la mirada fija en el suelo.

"Oye, ¿qué te pasa? Pareces triste," preguntó Ryo, inclinándose un poco para intentar captar su mirada.

Zhao suspiró profundamente antes de contestar. "Me mudé a Japón hace un mes. No conozco a nadie. Intenté hacerme amigo de esos chicos, pero se burlaron de mí... Me dijeron que soy raro y que no pertenezco aquí. Luego me golpearon." Su voz se quebró, y una lágrima rodó por su mejilla.

"¡Qué tontería!" exclamó Ryo con energía, sobresaltando a Zhao.

"¿Qué?" murmuró Zhao, parpadeando confundido.

"Tú no eres raro," dijo Ryo con firmeza. "Eres alguien especial. Nunca olvides eso," añadió con una sonrisa amplia y segura.

"¿Por qué eres tan amable conmigo?" preguntó Zhao, todavía incrédulo. "No soy más que un debilucho."

Ryo negó con la cabeza. "No digas eso. La fuerza verdadera no tiene que ver con músculos o golpes," explicó. "Mi abuelo siempre decía que la fuerza física es pasajera; depende de motivaciones momentáneas. Pero la verdadera fuerza, la que importa, viene del corazón."

"¿Del corazón? ¿Cómo funciona eso?"

"Piensa en esto: ¿hay alguien a quien quieras proteger?"

Zhao lo miró confundido. "¿Proteger?"

Ryo asintió con convicción. "Cuando encuentres a esa persona especial, te volverás fuerte, muy fuerte. Créeme, lo entenderás cuando llegue el momento."

Fin del Flashback

De regreso al presente, Zhao se encontraba al lado de Golder, quien lo protegía con ferocidad de los no-muertos que los rodeaban. Las palabras de Ryo resonaron en su mente: "Cuando encuentres a esa persona especial, te volverás fuerte, muy fuerte."

En ese instante, algo dentro de Zhao hizo clic. Miró a Golder, quien luchaba sin descanso, y una determinación inesperada brilló en sus ojos. "Ahora lo entiendo," pensó mientras sentía un torrente de emociones cálidas llenar su pecho. "Ya encontré a esa persona que quiero proteger."

Una aura dorada comenzó a rodear a Zhao ya Golder, fluyendo como fuego líquido alrededor de sus cuerpos.

"¿Qué es esto?" pensó Golder, sorprendido al percibir la energía creciente. "Esta sensación... es como el poder del Godlot de Fuego, pero diferente. ¿Está viniendo de él?"

De repente, el brazalete de Zhao comenzó a brillar intensamente. Sus formas cambiaron, transformándose en un brazalete azul con detalles que recordaban la armadura de Golder, incluyendo su cyclot. El brazalete se expandió, cubriendo el brazo y el hombro de Zhao con una armadura que irradiaba poder.

"¿Qué demonios?" pensó Golder, incapaz de apartar los ojos del espectáculo.

Zhao, con una expresión renovada de valentía, alzó el brazo. "¡Magiclot: Prison!" exclamó, liberando una ráfaga de energía que encerró a los no-muertos en cubos luminosos.

"¿Este chico está usando el Magiclot?" pensó Golder, boquiabierto. Pero sacudió la cabeza rápidamente. "No tengo tiempo para preguntas. Es nuestra oportunidad."

"¡Oye, chico! ¿Te molestaría ayudarme con estos sacos de huesos?" preguntó Golder con una sonrisa.

Zhao asintió, sonriendo también. "¡Vamos a hacerlo!"

"¡Magiclot: Circuit!" exclamó Zhao, alineando los cubos con una precisión casi instintiva. Sentía como si el conocimiento y experiencia de Golder fluyeran directamente hacia él.

"¿Listo, muchacho?" preguntó Golder, cargando su cyclot con energía incandescente.

"Más que listo," respondió Zhao, también preparando su ataque.

"¡Hell Flame!" gritaron al unísono, liberando una doble ráfaga de fuego en forma de tigres que se combinaron en una bestia gigantesca. El ataque impactó los cubos, destruyendo a los no-muertos por completo.

Ambos cayeron al suelo, exhaustos pero victoriosos.

Zhao miró sus manos, aún temblando. "Yo... ¿realmente hice eso?" murmuró incrédulo.

Golder se acercó y colocó su enorme mano sobre la cabeza de Zhao. "No sé mucho sobre los humanos, chico," dijo con un tono cálido. "Pero debo admitirlo: me has impresionado. Eres fuerte, muy fuerte."

"¿De verdad crees que soy fuerte?" preguntó Zhao, aún incrédulo.

"Hoy lo has demostrado," dijo Golder con una sonrisa amplia. Luego soltó una carcajada. "Tal vez ahora Ryo deje de llamarme Camisa de Gato," dijo riendo, lo que provocó que Zhao también riera.

De repente, una explosión los sobresaltó. Entre la nube de polvo apareció un jabalí con los ojos en espiral.

"¿Eso es un cerdito?" preguntó Zhao, intrigado.

"No, es un miembro de la pandilla Pezuña Carmesí," explicó Golder, inspeccionándolo. "Por el daño que ha recibido, diría que Liogre está cerca."

"¡Eso significa que Ryo también podría estar con ellos!" exclamó Zhao.

"Es probable," asintió Golder. "No perdamos tiempo."

Ambos corrieron hacia la dirección de donde había salido el jabalí, con una renovada esperanza y determinación.

Con Liogre y los demás...

Liogre y Ryo luchaban ferozmente. Ryo esquivaba los ataques de los jabalíes, devolviendo algunos golpes con rapidez y precisión. "No pelea mal," pensó Ogre mientras bloqueaba los embates de los No-Muertos. "¡Flame Gatling!" exclamó, disparando ráfagas de bolas de fuego desde su cyclot.

Ryo, por su parte, seguía intentando activar el poder de su brazalete. "¿Qué estoy haciendo diferente esta vez?" se preguntaba mientras esquivaba otro ataque.

"¡Muchacho, detrás de ti!" gritó Liogre, interceptando a un No-Muerto que estaba a punto de alcanzarlo.

"Gracias," respondió Ryo, dándose cuenta de que un jabalí con un cyclot se preparaba para atacar a Liogre por sorpresa. "¡Cuidado!" gritó. Su brazalete comenzó a brillar de repente, transformándose en la armadura; que cubrió su brazo hasta el hombro. Una ráfaga de energía roja salió disparada, derribando al jabalí antes de que pudiera atacar.

"Ahora yo te agradezco a ti," dijo Liogre con una sonrisa, mientras Ryo observaba su nueva armadura. "Creo que empiezo a entender cómo funciona esto," reflexionó Ryo, lanzando otra ráfaga de energía que alcanzó a un No-Muerto cercano.

"¡Buen tiro!" lo felicitó Ogre.

De pronto, los No-Muertos se detuvieron, y la tensión en el aire se volvió palpable. "¿Qué está pasando?" preguntó Ogre, nervioso, mientras unas pisadas pesadas se acercaban.

A lo lejos, un enorme jabalí armado con un hacha gigante emergió de entre las sombras.

"¡Es el jefe!" exclamaron los miembros heridos de la pandilla.

"Eso sí que es un jabalí," comentó Ryo sorprendido, poniéndose en guardia.

"Gruñido Gruñido (Prepárate, Rey de Gloria. Aquí termina tu suerte)," gruñó el jabalí en un tono amenazante.

"¿Qué dijo?" preguntó Ryo confundido.

"Yo tampoco lo entiendo. Solo gruñe," respondió Liogre, sin apartar los ojos de su enemigo.

El jabalí levantó su hacha, la cual comenzó a brillar con una energía oscura. "Gruñido Gruñido (Absorción)," dijo, y todos quedaron atónitos al ver cómo absorbía a los No-Muertos que lo rodeaban.

"¡Absorbió a sus propios aliados!" exclamó Ryo, incrédulo.

"Ese tipo acaba de volverse mucho más peligroso," murmuró Liogre, justo cuando el jabalí lanzó una poderosa ráfaga de energía. Wonderiever y Big Serow intentaron bloquear el ataque, pero la explosión oscura los alcanzó, dejando sus ojos brillando con un inquietante tono rojo.

"¡Wonderiever!" gritó Leoparmint.

"¡Big Serow!" exclamó Ogre al ver que ambos ahora estaban bajo control del jefe jabalí y comenzaban a atacarles.

"¿Control mental?" dedujo Ryo, furioso al ver al jabalí riéndose de la situación.

"Tranquilo, muchacho," dijo Liogre con firmeza. "Primero debemos pensar en un plan."

"¡Padre!" gritó Ogre, esquivando un ataque de Wonderiever. "Ustedes enfréntense al jefe. Nosotros contaremos a nuestros amigos."

"Está bien, hijo. Muchacho, vamos," dijo Liogre, avanzando con decisión hacia el jabalí.

Liogre y Ryo coordinaron sus ataques, obligando al jefe a moverse hacia un área más abierta. Aunque el jabalí reaccionaba con fuerza, parecía que Liogre y Ryo comenzaban a ganar ventaja.

"Podemos derrotarlo," dijo Ryo, confiado.

"Ya lo creo, pero no debemos bajar la guardia," respondió Liogre.

De pronto, el jabalí levantó su hacha nuevamente. "Gruñido Gruñido (Aumento)," gruñó, mientras su cuerpo se rodeaba de una energía oscura que aumentaba su musculatura y rompía su armadura, dejando su pecho vulnerable.

Con un rugido, el jefe golpeó el suelo, liberando látigos de energía que atraparon a Liogre y a Ryo. "¡Oh no!" exclamaron ambos mientras los látigos se enredaban en sus brazos y piernas.

"Gruñido Gruñido (Toma Almas)," gruñó el jefe, y los látigos comenzaron a extraer una brillante energía de sus cuerpos.

"¡Padre!" gritó Ogre al escuchar el grito de Liogre a lo lejos.

En ese momento, un ataque sorpresivo llegó desde la distancia. "¡Magiclot: Burst!" exclamó una voz, lanzando una ráfaga de estrellas que golpeó al jabalí, interrumpiendo su técnica.

"¡Hell Flame!" rugió otra voz, y una llamarada en forma de tigre quemó los látigos, liberando a Liogre y Ryo.

Cuando miraron, vieron a Golder y Zhao acercándose.

"Golder," murmuró Liogre con una mezcla de sorpresa y alegría.

"Han pasado un tiempo, viejo amigo," respondió Golder, con una sonrisa nostálgica. "Aunque preferiría que nos reuniéramos en mejores circunstancias."

Zhao ayudó a Ryo a levantarse, quien miraba el brazalete de Zhao con curiosidad. "¿Es eso lo que creo?" preguntó Ryo.

Zhao asintió. "Finalmente encontré algo por lo que luchar," dijo con seriedad.

La conversación fue interrumpida por un rugido ensordecedor del jefe jabalí, ahora más furioso y peligroso que nunca.

"¿Algún plan?" preguntó Golder, mientras el jabalí avanzaba hacia ellos con el hacha levantada.

"Tengo uno," dijo Liogre, mirando a Ryo con determinación. "Es arriesgado, pero podría funcionar..."  Liogre miró a Golder con determinación. "¿Crees que puedas darnos algo de tiempo?"

Golder frunció el ceño, intuyendo lo que su amigo tenía en mente."¿Tiempo para qué? Espera... ¿es lo que creo que estás pensando?"

Liogre asintió con gravedad.

"Pero esa técnica no se ha logrado en décadas. Además, la última vez que lo intentaste..." Golder se interrumpió, recordando el fracaso y las heridas que había sufrido su amigo.

"Soy consciente de los riesgos" dijo Liogre con firmeza "pero es nuestra mejor opción para derrotarlo. ¿Confías en mí?"

Golder lo miró por un instante antes de sonreír. 

"Siempre"

Volteándose hacia Zhao, Golder gritó:

"¡Chico! Ayúdame a mantener ocupado a este cerdo gigante."

"¡A la orden!" respondió Zhao, uniéndose a la distracción.

Mientras los dos se enfrentaban al jefe jabalí, Liogre se giró hacia Ryo. "Escúchame bien, Joven Ryo." Ryo parpadeó, sorprendido al escuchar a Liogre usar su nombre. "Debemos destruir el hacha. Es la fuente de su poder."

"Eso ya lo sé..." respondió Ryo con frustración"pero ¿cómo? El ataque de tu amigo no sirvió, y nosotros no tenemos la fuerza necesaria."

Liogre asintió, como si esperara esa reacción. "Hay una técnica que podría funcionar: Great Burning Roar. Según mi padre, es capaz de fundir hasta el acero más resistente. Sin embargo, requiere un nivel de energía abrumador, razón por la cual se perdió con el tiempo. Encontré un pergamino con las instrucciones cuando era más joven y lo he practicado desde entonces."

Ryo lo miró incrédulo. "¿Y crees que podremos hacerlo a la primera?" 

"Has demostrado valor y habilidad en el campo de batalla, Ryo. Recuerdo cómo usaste el Burning Blow contra Morcrab; aunque apenas soportaste el poder, lograste controlarlo. Esta vez no estarás solo." Liogre puso una mano sobre su hombro. "Si combinamos nuestras fuerzas, podemos lograrlo."

Ryo respiró profundamente y asintió. "De acuerdo. ¿Qué debemos hacer?" Liogre se inclinó hacia él, susurrándole las instrucciones al oído. Cuando terminó, Ryo lo miró con determinación y asintió nuevamente.

"Es ahora o nunca" dijo Liogre.

Ambos adoptaron una postura firme, cerrando los ojos mientras comenzaban a recitar un cántico ancestral. Sus voces resonaban al unísono, cargadas de poder y propósito.

" Con el fuego de la valentía, el poder se manifiesta..." empezó Liogre.

"Con la fuerza del león, la llama eterna arde" continuó Ryo, moviendo los brazos en círculos.

"Enfrentamos la oscuridad con luz y fuerza indomable.

"Que nuestros enemigos tiemblen ante el rugido del coraje.

Mientras sus palabras llenaban el aire, ambos comenzaron a brillar con una aura carmesí. Liogre canalizó su energía en el Cyclot de su pecho, mientras Ryo lo hacía en su brazalete.

Mientras tanto, Golder y Zhao continuaban enfrentando al jabalí, esforzándose por mantenerlo a raya.

"¡Magiclot: Chain!" exclamó Zhao, invocando cadenas que se enrollaron alrededor del enemigo.

"¿De dónde sacas estos movimientos?" preguntó Golder, impresionado.

"No lo sé, solo imagino lo que quiero y lo digo" respondió Zhao, tenso por el esfuerzo. Miró hacia atrás, donde una luz carmesí empezaba a iluminar el campo.

Golder giró completamente. Al ver a Liogre y Ryo envueltos en fuego, sus ojos se abrieron de par en par.

"¡Chico, salgamos de aquí!" gritó, tirando de Zhao hacia un lugar seguro.

"¿Qué pasa?" protestó Zhao.

"Créeme, no querrás estar cerca cuando eso se libere."

De vuelta en el centro del campo, el cántico alcanzaba su clímax.

"Con cada golpe, la esperanza se enciende" dijo Liogre, abriendo los ojos llenos de una mirada indomable.

"Con cada rugido, la oscuridad se purifica" repitió Ryo, con la misma intensidad.

Juntos, gritaron al unísono:

"¡Great Burning Roar!"

Una ola de energía en forma de león llameante salió disparada hacia el jefe jabalí. Este intentó bloquear el ataque con su hacha, pero el impacto fue demasiado. La técnica destrozó el arma y lo lanzó hacia atrás, dejando un surco profundo en la tierra.

Desde la distancia, Ogre y Leoparmint observaban la explosión de luz carmesí.

"¿Qué es eso?" preguntó Leoparmint.

"Algo increíble" respondió Ogre, mientras Wonderiever y Big Serow recuperaban la consciencia.

De vuelta en el campo de batalla, el polvo comenzó a asentarse. El jefe jabalí yacía derrotado, su hacha hecha pedazos. Golder sonrió al ver el resultado.

"Liogre..." siempre superando los límites "murmuró con orgullo.

Liogre y Ryo, exhaustos pero victoriosos, se dejaron caer al suelo.

"Lo logramos..." susurró Ryo, desplomándose de espaldas mientras ambos jadeaban por el esfuerzo.

"Sí", respondió Liogre, jadeante pero aún consciente. Golder corrió de inmediato a ayudar a su amigo, mientras Zhao asistía a Ryo. En medio del alivio general, nadie notó que el líder Jabalí desmayado emitía un tenue brillo morado desde un extraño símbolo en su piel. El emblema brilló por un instante antes de desvanecerse junto con su hacha. Simultáneamente, los miembros de la pandilla también mostraron el mismo símbolo, que desapareció tan misteriosamente como había aparecido.

Más tarde, de vuelta en el Jeeplot Machine, Wonderiever examinaba a Ryo y a Liogre. Aunque era la primera vez que trataba a humanos, no encontró nada fuera de lo común gracias a las similitudes biológicas entre ellos y los primates. "Todo parece estar en orden", concluyó Wonderiever mientras guardaba su equipo médico. "Les recomiendo descansar un poco cuando regresen al reino", añadió con tono profesional.

De repente, un golpe seco resonó en el vehículo. Zhao había dado un coscorrón a Ryo. "¡Ouch!", exclamó Ryo sorprendido. "¿Y eso a qué vino?" Zhao se cruzó de brazos, sonriendo con picardía. "Te lo advertí. Te dije que te daría uno cuando te encontrara. Promesa cumplida". "¡Pero no fue mi culpa!", protestó Ryo mientras intentaba defenderse, iniciando una pelea en tono juguetón. Wonderiever, visiblemente irritado, intentaba calmarlos.

Liogre y Golder, observando la escena, compartieron una sonrisa. "Los humanos son realmente peculiares", comentó Golder. "Pero debo admitir que también son bastante divertidos", añadió Liogre. Tras un momento de reflexión, Liogre abordó un tema importante con su viejo amigo. "Golder... ¿considerarías regresar a Gloria con nosotros? Serías una gran ayuda para el reino y para los demás".

Golder negó con un gesto firme. "Ya te lo dije, Liogre. No quiero desperdiciar esta segunda oportunidad de vida. Todavía tengo errores que enmendar", confesó con cierta tristeza. Antes de que pudiera seguir, Liogre lo abrazó amistosamente por los hombros. "Ya has hecho mucho por redimirte, amigo mío. Además, parece que el joven Zhao te tiene en alta estima. Estar contigo solo lo hará más fuerte. ¿Qué dices? ¿Vendrás con nosotros? Podrías entrenarlo en tu estilo de combate".

La propuesta sorprendió a Golder, quien nunca se había imaginado como mentor. Sin embargo, si Liogre, su amigo y rival de toda la vida, creía en él, tal vez era hora de creer en sí mismo. Además, se había encariñado con Zhao y quería ver hasta dónde podría llegar su potencial. "Está bien, lo haré", aceptó Golder con una sonrisa. "Pero quiero algo a cambio", añadió con un destello desafiante en los ojos.

"¿Oh? ¿Y qué sería eso exactamente?", preguntó Liogre, intrigado. "Una revancha justa. Nada como la última vez", declaró Golder. "¡Trato hecho!", respondió Liogre, estrechándole la mano.

Mientras tanto, Zhao y Ryo, quienes habían pausado su pelea al escuchar la conversación, intercambiaron miradas sorprendidas. "Entonces, ¿ahora qué sigue?", preguntó Zhao, aún procesando todo. "Creo que vamos al castillo del señor Liogre", bromeó Ryo. "¡Espera, ¿él es un rey o algo así?!", exclamó Zhao. Golder intervino, divertido. "Así es. Liogre es el rey de Gloria y, como mencioné antes, un buen amigo". Zhao se quedó boquiabierto. "¿Y escuché bien? ¿El señor Tigre me entrenará?", preguntó incrédulo.

"Así es", confirmó Golder. "Comenzaremos mañana. Pero por ahora, debemos volver a Gloria y asegurarnos de que estos criminales estén encerrados", dijo señalando al líder Jabalí y a los pandilleros. Liogre asintió. "Y descansar un poco. Todos lo necesitamos".

En el trayecto de regreso, Golder y Liogre conversaban mientras Zhao y Ryo descansaban en sus hombros. "Si tú y yo hemos llegado a este mundo, tal vez los demás también estén aquí", reflexionó Ryo. Zhao asintió. "Es probable. Espero que estén bien".

En un claro tranquilo, un panda con armadura roja recolectaba bayas mientras tarareaba. "Jan Jan, deja de comer y ven a ayudarme", gritó un compañero. "Ya voy", respondió el panda sonriente. Justo entonces, algo entre los arbustos captó su atención. "¿Eh?", exclamó al encontrar a Mei, amiga de Ryo, desmayada entre las hojas. "Qué bonita", murmuró sonrojándose.

Mientras tanto, en un castillo celestial, un búho con armadura azul hojeaba libros en una biblioteca. De pronto, un pato llamado Ducker irrumpió ruidosamente. "¡Owlmighty! ¡El Capitán Eagle ha regresado!". Owlmighty, tras levantarse de una pila de libros caídos, siguió apresuradamente a Ducker. Al llegar, encontraron al Capitán Eagle en brazos de Tadashi. "Este águila necesita atención médica inmediata", informó Tadashi preocupado.

Por otro lado, en un río solitario, un tiburón con armadura azul recogía el cuerpo inconsciente de Akira. "No morirás hoy", murmuró Killer Shark, llevándolo a una cueva cercana.

En un castillo oscuro, un gran tiburón observaba todo a través de un espejo. "Caesar Shark, señor. Los cinco humanos han sido localizados", informó un subordinado. 

"Bien, ¿dónde están?", inquirió Caesar Shark con un tono gélido.

"Dos se encuentran en el reino de Gloria, bajo la protección del rey Liogre y sus aliados. Otro está en el territorio de la Tribu del Cielo, mientras que la chica fue hallada cerca de los bosques por un aliado del rey. El último fue localizado por Killer Shark", informó el subordinado, su voz temblando de temor.

"Killer Shark...", murmuró Caesar con interés. "Así que ese tiburón ingrato ha estado ocultándose desde que lo resucitamos y escapó. No importa. Será útil para mis planes", reflexionó, mientras sus ojos se clavaban en los espejos. "Si logro aislar a los demás, los tres niños restantes y sus bestias estarán a mi merced. Y entonces, el gran Señor de la Oscuridad se alzará", concluyó con una sonrisa siniestra.

En los espejos que lo rodeaban, las imágenes comenzaron a tomar forma: Akira siendo cargado por Killer Shark hacia una cueva, Ryo sobre los hombros de Liogre rumbo a Gloria, y Tadashi junto a Ducker y Owlmighty cuidando al Capitán Eagle inconsciente.

"Mi señor... Caesar Shark", se atrevió a interrumpir uno de sus subordinados, tras una vacilación evidente. "Permítame preguntar, ¿por qué empleó a Morcrab y a esa pandilla de cerdos incapaces? Incluso con el aumento de poder que les dimos, no eran rivales dignos".

"El propósito era simple", respondió Caesar con serenidad, pero con una pizca de impaciencia en su voz. "Activar los brazaletes que poseen esos niños y desbloquear el poder latente dentro de ellos y las bestias con las que están conectados. Su fracaso era inevitable, pero su rol ya está cumplido. Ahora, los aliados del rey estarán en constante alerta mientras los niños evolucionan".

"¿Qué desea que hagamos a partir de ahora, señor?", preguntó el subordinado con sumisión.

"Vigílenlos", ordenó Caesar Shark con firmeza. "Y no interfieran hasta que alcancen la primera 'etapa' de su potencial".

"A la orden, señor", replicó el subordinado antes de salir apresuradamente, dejando a Caesar Shark en solitario.

El tiburón contempló en silencio los reflejos en sus espejos. Una sonrisa sombría se dibujó en su rostro mientras susurraba: "Cuando el Máximo Mal resurja, los tres Campeones Legendarios también volverán. Y así, se librará la batalla definitiva entre el bien y el mal".

Los espejos mostraron un destello fugaz, casi ominoso, mientras Caesar Shark continuaba observando en absoluto silencio, su mirada llena de propósito y oscuras intenciones.

Continuará.... 

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