02
Jimin caminaba con YoonGi entre brazos, luego de varios minutos de llanto, escucho un gemido de dolor por parte del niño a quien había ayudado.
-Me duele mucho la cabeza. -Murmuro entre cortas pausas, abriendo poco a poco sus ojos, permitiéndose apreciar al chico que le cargaba.
Por debajo de la mascara se apreciaba un poco de piel algo arrugada y rojiza por la parte derecha del cuello, hasta la barbilla donde la otra parte del rostro era cubierta por la mascara.
-Ah, lo siento. -Respondió Jimin, algo apenado. -Te deje caer de cabeza, tienes un poco de sangre y un chipote gigante en la frente. -Explicó, manteniendo la vista fija en el camino. -Ya, ya casi llegamos a mi casa. -hablo entre susurros al visualizar la pequeña cabaña en la que vivía.
-¿No puedes llevarme a mi casa? -Indagó, intentando que la bestia hiciera contactó visual con él, sin embargo mantenía la vista al frente.
-No puedo salir del bosque, quiza mañana. -Jimin soltó un suspiro, a la vez que bajaba a el cuerpo de YoonGi, ayudándolo a ponerse de pie. -Mañana puedes irte. -Termino de hablar, estirando sus manos, pues dolían por haber cargado durante mucho tiempo el cuerpo inmóvil de ese niño.
-No se como llegar al pueblo...
Murmuró YoonGi, giro su vista hacia la pequeña cabaña, era muy pequeña, apenas podía visualizarse una puerta de madera, con rosas y plantas adornar la entrada.
Las hierbas se pegaban a las paredes de la cabaña, dándole un toque rústico y muy bello.
No parecía para nada el hogar de una bestia, a diferencia de lo que YoonGi pensaba que seria.
Una cueva entre alguna montaña, con sangre en las paredes y bichos raros invadiendo la casa.
Jimin bajo la mirada, cuando encendió una pequeña lámpara de fuego, iluminando la pequeña habitación donde se encontraban.
Pese a su miedo por el fuego, encendió la lámpara para que Min pudiese ver.
-Puedes dormir en, en donde quieras. -Jimin abrió la puerta de la cabaña dejando a la vista, una pequeña mesa al centro, junto a unos frascos de verduras sobre ella.
En la esquina había un jarrón grande con agua, y a la otra esquina había una simple manta color café claro, con algunos agujeros.
Sin embargo en la ventana del final había pequeños jarrones adornados con una rosa roja.
-Dices que no eres la bestia. -Hablo YoonGi, mientras se adentraba a la casa. -¿Entonces cual es tu nombre? -Pregunto, sonriéndole a Jimin.
Jimin observo al chico sonreírle se notaba muy adorable, sus mejillas tenían tierra, por haber caído, sus labios eran muy rojos, y su piel era muy pálida, el chipote en su frente le hacia ver adorable, e incluso con las pequeñas gotas de sangre sobre su rostro, YoonGi se miraba adorable.
-La bestia. -Murmuró bajando la mirada. -Jimin, me llamo Jimin, Jimin la bestia.
Tanto tiempo había pasado desde que alguien le preguntó su nombre, que incluso creyó que lo había olvidado.
Creyó que en realidad era llamado bestia.
-Yo soy YoonGi, Jimin solo hay una cobija ¿como vas a cobijarte?
Jimin sintió su corazón acelerarse al ser llamado por su nombre, y tambien sintió mucha emoción.
-YoonGi. -Susurró.
-Compartamos la manta entonces.
YoonGi camino a pasos apresurados hasta la manta, cubriendo su cuerpo, para después correr a Jimin y abrazarle para que la manta también lo cubriese.
-Jimin, me duele la cabeza. -Murmuro, dejándose abrazar por el chico.
YoonGi nunca había tenido un amigo en su vida, su hermano mayor era muy envidioso y le decía a los niños del pueblo que no le hablarán, o les pegaría.
Por eso le era tan fácil acercarse a Jimin, que como él, tampoco tenia amigos.
💚
-¡Papá! Papá la bestia se llevo a YoonGi. -Namjoon corrio escandalizado a su casa, luego de que regresara a buscar a su hermano y viera a Jimin desatando el cuerpo de YoonGi. -YoonGi cayo en una trampa y la bestia lo capturo, padre se van a comer a mi hermano.
Sin embargo fue ignorado por su alcohólico padre, quien solo gruñó en respuesta, para volver a beber de su botella.
Namjoon tenia miedo, miedo de regresar al bosque, pues la oscuridad de la noche ya había llegado y en el bosque no solo habitaba la bestia, si no que también algunos otros animales peligrosos.
Asi que se quedo de pie, frente a su casa esperando que la mañana llegase para buscar a el cuerpo de su hermano menor.
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