U N O

Ingresé mi cabeza al chorro de agua para que mi cabello tratando de limpiar cada impureza, cuando mis manos tocaron mi abdomen las cicatrices de aquel fatídico día me hicieron recordar que todo tenía un precio, que estaba viva, pero el precio a pagar fue cargar conmigo esta enorme cicatriz para toda la vida. El sonido de unos fuertes gruñidos hizo que de mi tarea por terminada y comenzara a vestirme rápidamente. 

—Mads —llamé a mi hermana apenas estuve en la sala donde la vi acostada viendo películas.

El ruido de cosas moviéndose la alertó.

—Son unos hipócritas —se quejó la castaña —. Quédate aquí, S.

A paso firme y decidido salió en busca del causante de tanto ruido. Sabía que era peligroso que me involucrara, es por eso que mi curiosidad se combinó con mi instinto de supervivencia y me asomé por la ventana a ver que ocurría como toda una chismosa. Mi hermana se perdió entre la oscuridad y fui imposible encontrarla en mi campo de vista, así que esperé resignada hasta que escuché un grito demandante de esta.

—¡Vuelve allá adentro!

Una lucha de gruñidos intensos hizo que tomara una escoba y con valor saliera en ayuda de la castaña.

La imagen de mi hermana asomada en la pequeña puerta me recibió y por instinto le di en el hocico con la escoba al lobo que estaba a nada de morder a mi hermana, todo eso mientras ella le dio con su zapato.

—Sage —dijo mi hermana sorprendida al verme a su lado —, te dije que te quedaras en la casa.

Ambas cerramos las puertas esperando que esta vez nuestros padres decidieran mantener sus pulgas y colmillos dentro del refugio.

—Qué asco, en definitiva papá tendrá que hacerse una limpieza intestinal —exclamé con disgusto al ver el pollo a medio comer cerca del bote de basura.

La castaña dejó salir una pequeña risita para luego envolver su brazo con el mío e ingresar a la casa.

—¿Puedo dormir contigo? —pregunté.

—Por supuesto —. Maddy sabía que odiaba estar sola en luna llena.

❤️🐺❤️

—Despierta, Sage —escuché la voz de mi hermana.

Quité mi rubio cabello del rostro para mirarla adormilada.

—Unos minutos más —pedí haciendo puchero.

—Llegaremos tarde, así que despierta, solecito.

Con toda la pereza del mundo me puse de pie y comencé a arreglarme. Cuando estuve lista bajé junto a mi hermana de para ir a liberar a nuestros padres.

—Creo que ese pollo estaba mal —se quejó papá.

—Qué esperabas, estaba a nada de ponerse mohoso —dije con asco recibiendo la misma mueca del hombre.

Mi hermana comenzó a regañarlos, hasta que la interrumpí.

—Madds —llamé a mi hermana con su zapato destrozado en mi mano.

—Ay mamá —se quejó la castaña tomando el zapato con enojo.

Salimos del lugar y Maddy siguió despotricando contra mis padres, pero no le presté atención y me puse mis audífonos. Luego de unos minutos un toque en mi brazo me indicó que era hora de irnos.

—No vuelvan a pegarme en la nariz —nos dijo mamá cuando estábamos saliendo.

—Es lo único que hay —hablé entregándole las botas a la castaña que se las puso con resignación.

Sentí cómo mis latidos se aceleraban y la respiración parecía faltarme, era como un ataque de pánico, pero sin la fea sensación.

—¿Estás bien, S? —preguntó ignorado la vista de todos por sus "increíbles" zapatos —. Tus latidos están descontrolados.

—Estoy bien —mentí, aunque la chica pareció aceptar mi respuesta, tomó mi mano en busca de tranquilizarme.

—Hola, Tommy —saludé al moreno y me perdí de su conversación con mi hermana para tratar que esa extraña sensación desapareciera, sentía que mi cuerpo era jalado a otra dirección, pero sin siquiera moverse. 

Era más como si un hilo invisible me atara a algo lejano.

La llegada de la pelirroja hizo que pusiera mi atención en ella, no la odiaba, pero sin duda alguna Shannon no era de mi total devoción. Su obsesión con descubrir a la bestia del páramo me hacía sentir amenazada, no podía permitir que expusiera a mi familia, no estaba dispuesta a perderlos por el capricho tonto de una chica por comprobar que no era mentira lo que había dicho años atrás. Podía simplemente dejar de lado el tema y seguir su vida, sin duda alguna muchos ya no la molestarían.

Así que con una mirada seria a la pelirroja me marché bajo la atenta mirada de mi hermana. El camino al salón fue pesado, mi respiración cada vez era más lenta y un ardor en mi cuerpo apareció. Ignorando las miradas de los demás me senté y coloqué mis audífonos para escuchar música en lo que mi hermana llegaba.

Una mirada fija en mí hizo que observara la puerta y en esta un chico rubio se encontraba, con su vista enfocada en mí, sin apartarla. Ese ardor incrementó y mis ojos parecían no poder apartarse de los del chico tampoco.

¿Qué me estaba pasando?

Nuestra conexión de miradas se dio por finalizada por las palabras de bienvenida del profesor y la llegada de mi hermana.

—Atención, él es Rhydian Morris quien supongo es de Gales.

—No —contestó causando la risa de todos.

—No es de gales, me equivoqué.

—Idiotas —murmuré al escucharlos hacer el sonido de las cabras.

—Hueles como mis padres —soltó mi hermana dejándome helada.

Él era un sangre de lobo

¡Hola a todos!

Gracias por darle una oportunidad a mi historia, espero que les guste y la disfruten tanto como yo lo voy a hacer mientras la escribo. Nos leemos luego.

Con cariño,

Ivy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top