e i g h t
Conociendonos
Amemiya Taiyo x Reader
┉┅━━━━━━━━━━━┅┉
— ¿Te molesta que vengamos a visitarlo?— cuestionó tu madre, al momento de observarte por el retrovisor del automóvil en el cual ambas se encontraban.
Tras escuchar sus pregunta bajaste el libro que estabas leyendo, observando el rostro curioso de tu progenitora mientras observaba el camino.
— No— respondiste con sinceridad, mientras observaste de reojo tu libro— ¿Por qué lo preguntas?
— Bueno, no sueles hablar con él— ladeó la cabeza con una sonrisa incómoda—. Si quieres puedo dejar de traerte.
— No, mamá me agrada venir— afirmaste con una sonrisa—. Sólo que no puedo hablar normalmente con alguien al que no he visto en años.
— Lo haces con Kyosuke— la mayor alzó una ceja.
— Él esta conmigo en el instituto— contestaste, a lo que ella solo rodo los ojos—. Aparte no suelo hablar mucho con Kyosuke, porque estamos en salones separados.
— Ajá— la mayor observó nuevamente el camino, estacionandose en un lugar cercano—. Ya vámonos.
— Si— abríste la puerta del automóvil, observando el enorme hospital que se encontraba frente a ti.
Desde hace varias semanas habías estado visitando a un primo tuyo, el cual se encontraba en el hospital debido a un accidente en una de sus piernas. Podría decirse que él ya se encuentra bien, aunque ahora sólo debía aprender a caminar nuevamente.
Hacia poco tiempo se habían mudado a Japón, debido a que ustedes extrañaba su lugar de origen. Cuando regresaron de Rusia, el hermano de tú mamá les había dado la noticia de uno de sus hijos, así que desde ese entonces tú mamá decidió que lo mejor sería visitarlo, para a animar su recuperación.
— Oh, hola— saludaste al menor de los hermano, quién al parecer acababa de salir de la habitación de su hermano.
— Hola— saludó con un semblante serio.
— Kyosuke, me alegro verte nuevamente aquí— formuló tu madre para colocarse tras de tí— ¿Ya te vas?— este asintió.
— Voy a hacer mis deberes— respondió el antes mencionados.
— Entiendo, nos vemos luego— tu madre sonrió alegremente.
— Si, tía— este se retiró del lugar con un aura más pacífica.
— Es un buen chico— murmuró tu mamá, mientras se acercaba a la habitación de su sobrino— ¡Hola!— exclamó la mayor al momento de abrir la puerta.
— Hola— saludó el joven que se encontraba en la cama, con una sonrisa.
— ¿Cómo has estado Yuichi?— cuestionó tu madre al momento de acercarse a este.
— Mucho mejor— afirmó el mencionado—. Gracias por visitarme.
— No hay de que, después de todo somos familia— el de cabellos azules asintió.
— Bueno, te traje unos brownies que prepare con (T/N)— la mayor colocó un plato en la mesa cercana—. Saluda hija.
— Hola— saludaste con una mirada serena, después de recibir el suave codazo de tu madre.
— Hola (T/N)— saludó de forma alegre Yuichi—. Muchas gracias tía.
— No te preocupes.
────────────────────
Observaste la lata de soda que yacía frente a ti, tu madre se había ido algunos minutos dejandote sola con tu primo, aunque en el fondo sabias que ella había planeado eso para que hablaras con él. Habías tomado un pequeño descanso luego que tu madre saliera por los pasillos, no eras muy buena conversando y tu progenitora lo sabía, así que te preparabas mentalmente para una conversación.
De pronto habías sentido como es que alguien te empujó algo brusco, provocando que la lata de soda terminará en el suelo. Algo disgustada, observaste a la persona que provocó suelo accidente.
— ¿Puedes fijarte por donde vas?— pediste con una mirada algo sería y fría a la vez.
— Lo lamento— te giraste, observando a un joven de cabellos anaranjados, con unos orbes azules.
Por tu actitud seria y pacífica no causabas muchos problemas, e incluso algunas personas pensarias que no eras una chica problemática pero sabias defenderte o al menos eso estabas apuntó de hacer hasta que observaste su vestimenta, se trataba de un paciente del hospital. No podrías discutir con un paciente, ya que no sabias lo que podría suceder después.
— Como sea— rodaste los ojos mientras tomabas la lata que cayó al suelo, siendo observada por una mirada azulina.
— Te lo compensaré— propusó con una mirada apenada, mientras dirigía su mano hacia uno de sus bolsillos.
— ¡Taiyo!— escuchaste una voz femenina, observaste a una enfermera de cabellos lilas, acercándose rápidamente en una dirección contraria de la que se encontraban ambos.
— Bueno, será para la próxima— observaste como es que el de cabellos naranjados, se alejaba de allí con una sonrisa juguetona.
— No, de nuevo— murmuró la enfermera luego de llegar hasta donde te encontrabas—. Lamento las molestias causadas— la mayor ejerció una reverencia.
— No se preocupe— formulaste con una media sonrisa—. Igual no pasó nada.
────────────────────
Corriste a toda velocidad, al poco tiempo lograste observar de cerca el hospital Inazuma tu objetivo principal. Antes de ir al instituto tu madre te había pedido que le llevarás un postre a tu primo, ya que siempre suele hacer postres. Aquello te agradaba, pero pensaste que para próxima debía de traer aquel postre rápidamente ya que lo agurdaste en tu casillero.
Lo que había traído tu mamá ahora se trataba de un pay, algo que ambas solían cocinar.
Justamente después de que las clases terminarán tomaste tus cosas para dirigirte había dicho hospital, después de lo ocurrido hace días habías entablado una pequeña amistad con Yuichi, quien realmente sabía cómo hacer una conversación a diferencia de ti.
Estabas apuntó de entrar a dicho lugar, cuando uno de tus pies se había tropezado con una piedra, justamente antes de que entraras al hospital. Al instante sentiste como es que alguien tomo tus hombros, evitando que cayeras al suelo, cosa que agradecíste mentalmente ya que tenías las manos ocupadas.
— Sabías que no se puede correr en el hospital— escuchaste una voz, que al instante lograste reconocer—. Hola.
— Tú, de nuevo— afirmaste para ti misma, después de observar tus zapatos—. Aún no estoy dentro del hospital— el de orbes azules río.
— Como quiera— generó el de cabellos anaranjados—. Me llamó Amemiya Taiyo.
— Yo (T/N) Sokolov— pronunciaste, observando el postre que mantenías entre tus manos.
— No eres de aquí ¿verdad?— dedució Amemiya algo curioso.
— Soy de Japón, solo que mi padre es de Rusia— resumiste rápidamente, caminando hacia la puerta principal del hospital.
— Entiendo— este rápidamente se colocó frente a ti, al principio no entendíaste su acción pero, después observaste una bebida entre sus manos—. Lamento haber tirado tu bebida el otro día— tomaste la lata de soda.
— Gracias.
— ¡Nos vemos después!— este rápidamente se alejo de tu campo de visión.
────────────────────
—...así son las cosas— murmuraste bajando la mirada, al instante alguien colocó una mano sobre tu hombro.
— No te preocupes, ya verás que todo se solucionará— expuso el mayor con una sonrisa, mientras se encontraba en su camilla—. Si te hace sentir mejor, cuando eso suceda puedes venir aquí. No estaré ocupado si eso piensas.
— Gracias— agradecíste con una pequeña lágrima en tu mejilla, la cual retiraste al instante.
Hacia poco tiempo que tus padres habían tenido una discusión, la cuál lograste escuchar a la perfección, ya que fue en un restaurante. Pensabas que quizás se debía de tratar por el estrés del trabajo, ellos casi nunca solían discutir así por lo que simplemente te asustaron. Al día siguiente habías decidido venir a visitar a Yuichi, ya que él se había convertido en un gran amigo para ti, a pesar de que en realidad son familia.
— ¡No me atraparan!— escuchaste que alguien exclamó acompañado por una risa.
Anteriormente habías dejado la puerta de la habitación abierta, debido que casi nadie se encontraba por ende no le diste importancia si estaba abierta, o cerrada. Observaste la silueta de un chico de cabellos anaranjados corriendo por los pasillos, mientras que la enfermera de cabellos lilas trataba de detenerlo.
— ¿Qué fue eso?— cuestionaste con una sonrisa.
— Amemiya Taiyo, un paciente. Casi nunca se aburre aquí— agregó lo último con una risa suave.
— Ya me di cuenta— reiste.
────────────────────
Las últimas semanas habian sido algo cansadas para ti, los exámenes eran frustrantes y ya estabas apuntó de presentarlos, así que por ello estudias en esos días para así, obtener una buena nota. Pero tu madre te había, casi obligado, a enviarle una caja de cupcakes a tu primo, ya que pensó que sino salias te estresarías aun más.
— Oh, Kyosuke— lo llamaste, a lo que él simplemente detuvo su caminata—. Esto es para ti— le diste uno de los cupcakes, el cual tomó algo confuso—. Mi madre pensó que estarías aquí, así que me dio uno extra— explocaste después de ver su rostro, este asintió.
— Gracias y adiós— este se dirigió hacia la salida del lugar.
Yuichi te había mencionado algo acerca de él, quizás tardarías un poco en ganarte tu confianza pero al menos ibas por buen camino ya que no te había ignorado como suele hacer con las personas usualmente.
— ¡Hola!— exclamó alguien llegando a tu lado.
— Hola— le devolviste el saludo.
— ¿De nuevo por aquí?— cuestionó con una sonrisa juguetona.
— Si— respondiste— ¿De nuevo huyendo de Fuyuka?— este al instante río.
— No, llegamos a un acuerdo— expusó.
— ¿Tú? ó ¿Ella?
— Yo— reiste un poco ante aquello.
Habian pasado dos meses después de que llegaste la primera vez, conocías al de melena anaranjada ya que siempre solías encontrarlo corriendo en algún pasillo, justamente huyendo de la enfermera de nombre Fuyuka.
— Si, como no— agregaste.
— ¿Vienes a visitar a Yuichi de nuevo?— cuestionó el joven, mientras camino a tu lado.
— Si, no tengo a otra persona que visitar aquí— pronunciaste obvia.
— A mi, soy tu amigo— río nerviosamente.
— Bueno en ese caso— tomaste un cupcake de la caja—. Tómalo.
— ¡Gracias!— exclamó alegre tomando aquel postre.
— De nada.
────────────────────
— Y ¿Entonces te gustaría jugar fútbol con Raimon?— Amemiya asintió—. Es genial, no conozco mucho el fútbol pero se que son los mejores, incluso están jugando contra el sector quinto.
Tu madre te había dejado con tu primo de Nueva cuenta, solo que ahora ella iba a pasar por ti, estabas platicando con Yuichi, hasta que él había tomado una siesta. Decidiste no molestarlo aún más, así que saliste tomando asiento en uno de sientes disponibles fuera del hospital.
— Lo sé— generó Taiyo con una sonrisa, mientras sus ojos reflejaban admiración—. Y ¿tú? ¿En que club estás?
— Estoy en tenis— respondiste con orgullo—. Planeó llegar a las nacionales, solo que por el momento espero aprobar las materias— Taiyo río.
— Se supone que eres la más lista de tú salón, por lo que me dijiste—asentiste—. Entonces no tienes nada que temer.
— De igual manera me gusta tomar precauciones— ejerciste una media sonrisa, Taiyo río.
— En serio no puedo creer que tengas doce años recién cumplidos, para estar en segundo grado de secundaria.
— Solo me ascendieron un año, no es para tanto— reíste nuevamente, tras ver su expresión.
— Pero igualmente, eres como una niña— tomó tus mejillas, apretandolas.
Al instante te soprendiste por su acción, mientras que él solamente seguía con lo suyo acompañada por un gran sonrisa. De pronto el se acercó un poco más a tí, mientras que tu sentías la mejillas calientes.
— B-bueno, nos vemos— te levantaste del lugar, observando como es que el automóvil de tu madre se acercaba al lugar.
— ¿Estás bien?
────────────────────
— Últimamente me he sentido algo extraña— le explicaste, él solo te observó algo divertido.
— Extraña ¿Cómo?
— Me siento nerviosa y ansiosa cada vez que lo veo, cuando él se acerca a mi siento la necesidad de tomar su mano— formulaste algo avergonzada—. Miento si te diría que no lo extraño, cuando no vengo.
— No cabe duda que apesar de ser inteligente, eres un poco inocente— Yuichi río—. No se necesita ser un experto en el amor, para saber que a ti te gusta— expusó el mayor con una sonrisa—. Te diré algo— asentiste, acercadonte un poco a él—. Cuando no estas, siempre me pregunta cosas acerca de ti.
Tu rostro había cambiado a uno sorprendido, con un notable rubor en las mejillas.
— ¿En serio?
— Si— afirmó.
────────────────────
— Taiyo— formulaste, al mismo tiempo de observarlo jugar fútbol con unos pequeños.
— (T/N), ¿Cómo estas? ¿Cuándo llegaste?— cuestionó rápidamente, causando que colocadas un dedo entre sus labios.
Habías planeado confesarle tus sentimientos hoy, tú mamá te había ayudado a hacer un pequeño pastel, este tenía varios corazones dentro de el. No sólo se lo darías, sino que también le explicarías ciertas cosas.
— Vine aquí para decirte algo muy importante— explicaste con una diminuta sonrisa—. Estos últimos días he estado algo confundida acerca de mi sentimientos, no sabía con exactitud que me sucedía hasta que hable con Yuichi y mi madre, llegando a la conclusión de que tú me gustas— bajaste la mirada algo avergonzada, aquello era realmente difícil de decir y justamente ahora estaba expuesta ante un rechazo—. No sabía con exactitud cómo sucedió, solo que al principio no deja de pensar en ti y cuando no venía al hospital tú presencia era lo que más extrañaba.
— (T/N)...
— Antes que digas otra cosa, solo quiero regalarte este pastel— este lo tomó—. Se que ahora me vas a rechazar pero, solo quería dejarte en claro mis sentimientos y no me arrepiento de hacerlo.
— En serio no pensé que tú lo dijieras primero— lo observaste algo confundida—. Planeaba decirte que me gustabas, mañana— sonrió.
— ¿De verdad?
— Si.
— No pensé llegar tan lejos— tus mejillas estaban algo rojizos—. Entonces ¿Qué hacemos?
Taiyo había dejado nuevamente el pastel entre tus brazos, para que este se hincará frente a ti.
— (T/N) ¿quisieras ser mi novia?— ante aquello habías dado un pequeño salto, provocando que el pastel cayera al suelo.
— Ou— observaste el postre en el suelo.
— Nunca pensé que una niña sería como tú saltara de alegría, ¿eso significa si? — te sonrojaste, mientras que Taiyo te tomaba entre sus brazos.
— Claro que si tonto— pronunciaste al momento de colocarte un poco nerviosa y corresponder su gesto—. Te quiero.
— Yo más.
Juli_Chuleta18
No quede conforme pero bueno, espero te guste;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top