CAPITULO 2
Me quede profunda y me dormí no sé cómo sucedió y al abrir mis ojos me enderece del asiento y estire un poco mis piernas y los brazos, pero note que estaba sola y vi a mi madre hablando con un agente de tránsito, no notaba bien su nombre en su camisa porque siempre estaban lejos; cuando iba a bajar de la camioneta tuve un recuerdo muy vívido de mi padre:
Un día tuve que usar un aburrido disfraz de terciopelo, color naranja con una máscara porque tenía una presentación en la escuela, era la primera vez que papá me llevaba a una presentación, preciso en ese instante llegó un señor que nunca había visto y mi padre me dijo:
—Esperarme, no me demoro—y se bajó para hablar con él de un momento a otro aquel extraño coloco una cara de no simpatía, y miro donde estaba yo cuando papá entró al carro se sentó y me dijo:
—Ross, prométeme que el día que veas a este hombre no le hablaras y te esconderás, yo solo quiero que sepas que no todas las personas son lo que parecen. —¿Por qué estas palabras vinieron a mi mente justo en este momento?— Repentinamente, fui consciente del lugar y la ocasión.
Mi padre sabía lo que me decía, tal vez quería que yo entendiera que tenía que estar pendiente a todo. Sin pensarlo más respire profundo y sobreponiéndome a la impresión que me generaban los extraños, seguí caminado para ver que hacía mi madre hablando con él.
Cuando había avanzado unos cuantos pasos, mamá me cogió del brazo y caminamos muy rápido y nos montamos en la camioneta; pero antes de arrancar, me miró con seriedad.
—Tenía razón tu abuela, que el viaje sería mucho más corto.
—Pronto llegaremos a tiempo antes que anochezca.
Mamá siempre había sido muy predecible y cuadriculada, razón por la que pocas veces lograba sorprenderme, pero tenía que admitir que esta vez me había dejado sin palabras ya que ninguna de las dos éramos muy habladoras que se diga. — ¿Qué le pasó allá afuera? — ¿Qué le dijo aquel hombre?.
—Entonces, vamos a seguir nuestro camino— me dice mi madre con una cara de asombro.
Mi celular, tenía una gran selección de música y vídeos de un grupo de muchachas que son la sensación del momento, gracias a Ali que me lo descargo en clase de informática; así que me coloque los auriculares y me relaje en el asiento un rato, mientras mama conducía.
Después de varias horas de viaje, por fin observó la ciudad que nos recibe con un hermoso atardecer, que a medidas que vamos avanzando fluye ante mis ojos y que será nuestro hogar; edificios que parecen cilindros, que llegan hasta las nubes palmeras casas y lo más hermoso el mar.
De pronto, sentí que me quitaron la música del oído: —hay mamá que paso —le dije.
—¡ Ross! te estoy hablando y no me respondes.
—Disculpa mamá, es que no te oí.
—Si ya veo, si te colocas ese volumen tan alto, que hasta yo lo siento. Te estaba comentando que harás nuevos amigos en la nueva escuela, y sobre todo tendrás la opción de tener otras clases que te gusten o visitar nuevas bibliotecas.
—Gracias mamá eso espero—le dije colocándome los auriculares otra vez en mis oídos.
La verdad para mí , es un poquito complicado adaptarme a los nuevos lugares en especial esta escuela que ni conozco; cuando era niña sufría mucho porque era muy distante a los otros niños , en especial las niñas que tenían una figura muy esbelta su cabello y rostro eran de muñeca y no usaban gafas como yo, por eso siempre me aislaba del montón pero un día llegó la profesora y dijo; que venía una compañera de intercambio y fue ahí donde supe que tendría a una amiga con la que compartiría mis alegrías, y sobre todo no me trataría mal y aceptaría tal cual como soy , gracias a Alicia por sus consejos decidí colocar de mi parte e ignorar a aquellas personas que solo se burlaban de mí ; para tapar sus errores y ser popular pero ahora veo que me quede si amiga y volví a estar sola otra vez, por lo que tengo que empezar desde cero.
—Por fin hemos llegado, este es nuestro apartamento Ross—dice mamá.
Al abrir la puerta los muebles que estaban en la sala comedor, tenían una sábana encima para evitar el polvo, la ventana estaba totalmente cerrada y se veía un poco oscuro mamá se hizo a un lado de la ventana buscando el enchufe para prender el foco.
—Veo que hay mucho polvo durante mi ausencia —exclamó mamá.
Lo cierto es que este lugar es donde mamá vivía de soltera, compartiéndolo con una amiga antes de conocer a mi papá; después de llevar todas mis cajas que eran cinco en total, quedé cansada ya que había muchas escaleras para llegar al segundo piso, donde se encontraba nuestro apartamento, espero que subir tantas me ayuden acoger un poco de músculos y así, poder tener fuerzas para educación física, la verdad nunca me ha gustado hacer deporte lo mío son los libros y el arte.
Cuando termine, ya mamá había despejado el polvo y abierto la cortina, en una de las paredes había un reloj como de los tiempos de la reina Isabel y unos cuantos cuadros no tan llamativos como los que yo hago; la sala tenía un sofá cama, una mesita con dos sillas pequeñas, la cocina era integral y un cuarto de baño en el pasillo, dos dormitorios y uno de ellos ya estaba reservado para mí.
Al entrar se sentía el frío de la noche, que pasaba por las cortinas de la puerta ventana del balcón , muy parecido al de Romeo y Julieta ese libro me encanta, donde cada mañana tendría la oportunidad de ver el cielo azul de California.
—¡Qué te parece! —me dijo mamá.
—¿Te gusto Ross?.
—Si mama gracias, me encanto—.
—Me alegra que guste— exclamó con voz muy débil, como que con ganas de llorar bueno eso note.
Ahora si a sacar mis cosas no sabía por dónde comenzar, di una media vuelta y observe muy bien mi nueva habitación de color rosa, con un techo de madera , un escritorio con unos cuantos libros llenos de polvos; y un espacio que podía ser para mi portátil. Lo bueno de mamá es que entiende que ya no soy una niña y que necesito mi espacio, por lo que me dejó sola al instante.
Cuando me senté en el piso para quitarme los zapatos, note que tenía baldosas color beige; luego me levanté y abrir la cortina era muy transparente, ya se veía un poco vieja y tenía un diseño muy llamativo, aunque no se veía muy bien ¡es una pluma!—dije— waoo todavía sigue ahí . Al abrirla lo hice para que saliera el polvo que estaba esparcido en diferentes rincones, y así se despejaba un poco el olor ha guardado y sobre todo no me diera ahogo , ya que no quería enfermarme ¡que tal yo! la nueva alumna y con gripe incluida sería el hazme reír del salón.
Ya iba despejando el desorden y colocando una que otra cosa donde quedara bien , coloque mi lámpara en el escritorio, saqué mi portátil aunque era pequeño ; era de gran ayuda para mis tareas ver mis vídeos favoritos y así poder estar en contacto con Ali eso espero, cogí mi colcha favorita la coloque en la cama y guardo lo que pude en el armario de dos puertas; en una de ella había un espejo vertical, en donde contemple unos minutos mi cuerpo, y me quede pensando que ya se acercaba mi cumpleaños número 17 también terminaré mi último año escolar sin mi padre, me veía de arriba hacia abajo me dije a mi misma ¿cómo te verías con el uniforme nuevo? y también que si encajaría en esta nueva escuela, en donde mamá ya me había matriculado y para colmo, es donde ella terminó sus años de bachiller y que la conocía muy bien como la palma de su mano.
A veces me pregunto, si mamá tuvo una adolescencia igual que la mía ya que pensándolo bien nunca le he conocido a ningún amigo o compañero de trabajo, solo la veo hablando por teléfono, en el computador y del trabajo a la casa y viceversa. ¡¿Será que quedare así?! no lo quiero ojala sintonice bien con mis nuevos compañeros de clases y que mis sueños, que ahora son más claros y que no me dejan dormir, no quiero que me afecten en nada en mi nueva vida; yo creo que mi cabeza no me funciona como es debido, tendré que decirle a mamá la verdad y que otra vez me lleve al psicólogo pero eso sería una opción, no creo que tenga que contarle esperare un tiempo a ver qué sucede.
A la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana del balcón y miré la puerta entreabierta mientras vi que mamá paseaba de un lado a otro.
—¡Ross el desayuno está listo!— ya voy mama le digo.
Con la cara pegada a la almohada la verdad no quisiera levantarme, estoy cansada me siento en la cama; miro mi celular y veo si Ali me envió algún mensaje pero nada, acomodo mi sabana y la cama en esa parte soy un poco estricta con mis deberes y llevo una rutina para todo.
El aroma de chocolate que es muy intenso, me coloca activa mama sabe cuánto me encanta el chocolate; por lo que me siento muy atraída a él, y salgo lista para la cocina que era unos cuantos pasos.
—Buenos días mamá.
—Buenos días cariño, ¿has dormido bien? te hice tu favorito— dijo mamá—colocando mi taza de vaquitas en la mesa.
—Gracias mamá—le digo mientras me siento en silla.
—¿Qué más quieres de comer? , te preparo unos huevos batidos o unos sandwiches.
—¿Dime Ross?— dijo mamá.
—Si gracias mamá, comeré los huevos y un solo sandwiches—contestó sonriendo mientras soplo el chocolate para que se me enfríe.
—Recuerda que mañana lunes empiezas clases Ross, aprovecha el día de hoy para que organices todo lo que necesites— dice mamá.
—¡Ah, si!... la escuela nueva, ¿pero mama como le hago si no tengo nada ni libros?, no podré integrarme a mi nuevo salón de clases.
Después del desayuno, me fui a la habitación a ver si tenía los papeles de matrícula para dejarlos listos y así podía ir más tranquila a ver que conseguía en esta nueva ciudad, por cierto que no sé cómo buscar librerías o algo por el estilo.
—Si quieres te acompaño —dijo mamá.
—No mamá tranquila, yo iré sola ¿Cómo decirle? es que ya no soy tan chiquita, como para que me resuelva todo; siento que también tengo que poder enfrentar mis propios retos yo misma.
Sé que ella quiere protegerme ante este cambio y sobre todo que no conozco bien el lugar , pero si no me deja hacer esto creo que nunca aprenderé a cuidarme yo sola.
Así que decidí que lo mejor era explicarle eso: que ya soy una adolescente.
—Es que... ya no soy una niña, como tú piensas —le dije, mirándola a los ojos con todas mis fuerzas, para que de verdad me creyera.
—Por favor, déjame hacer esto —le dije por fin, esperando que pudiera entender todo lo que yo sentía.
—Hija, siempre pensé que este momento iba a llegar, sabía que ibas a crecer pero me cuesta mucho trabajo; porque siento que ¡vas muy rápido! —me dijo de una manera de manera muy tierna y con una emoción moviendo sus manos.
—Así que si esto es lo que te va a hacer feliz , pues adelante hija —dijo y a la vez me dio un abrazo.
—Solo prométeme que te cuidaras.
—¿Llevas el celular?
—¿Tiene carga lo suficiente?.
—¿Y no llegarás tarde?
—Te necesito aquí temprano para que me ayudes con unas cajas, que me enviaran de mi trabajo antiguo.
— ¡Si mama! no te preocupes no creo que me pierda, si veo que no veo nada me regreso.
Mientras que camino por el barrio, buscando algún anuncio o local que me indique por dónde coger para llegar a una librería; me sentía como bicho raro ya que no localizaba ningún aviso todo era palmeras. —Creo que sería mejor si pido información— me digo a mi misma, por lo que me acerco a un señor ya de edad avanzada, que para tranquilidad mía me dice dónde puedo encontrar una y me enseña la dirección.
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¡Hola a todos corazones valiosos!
Primero les pido disculpas , por no colocar el segundo capítulo de # BeRebornBloodLineage ayer ; pero se me presentó un inconveniente , la verdad me sirvió ya que lo revise muy bien , y aquí se los dejo para que lo disfruten espero les guste. ¿Que harian ustedes para poder decirle a su madre o padre, lo que realmente piensan de sí mismas ? ¿Son capaces de tener la edad suficiente de enfrentar nuevos retos? .
Rosalee se enfrenta a sus miedos y nuevos retos, y esta decisión la colocara de frente con aquello que tanto anhelamos cuando estamos adolescentes.
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