4. Quizá deberías entregarte a él

Más tarde, mientras el sol comenzaba a esconderse, y comenzaba a hacer sus tareas de ingles encargadas por su tutor, la mente de Alec comenzó a volver al recuerdo de Magnus.

Magnus. Ese chico era extremadamente guapo. Hacía temblar el cuerpo de Alec, calentaba su sangre y su mente dejaba de funcionar.

La forma en que le veía, la forma en la que se movía; con tanta gracia y fluidez, tan seductor. Esos brillantes ojos verdes, su piel acaramelada. Su ropa ajustada, su cuerpo, su forma, las curvas en todos los lugares correctos. Su voz, dulce como la miel y suave como el chocolate, gentil en algunas ocasiones, y llena de deseo en otras . su sonrisa, o esas sonrisas, y la forma en que mordía su labio mientras mantenía su mirada en Alec, con una sexy confianza.

Alec gimió mientras sentía el fantasma de los labios de Magnus en su mano y sentía su cuerpo presionado contra el del otro. Sus ojos se cerraron y tomó una profunda respiración, su olor, sándalo y vainilla. Dulce y sutil que le mandaba al cielo. La respiración de Alec se comenzó a acelerar mientras sentía su sangre bajar. Sabía que debía detenerse, no dejar que se apoderara de él, pero la llama en su interior era demasiada intensa como para huir de ella.

¿Qué había dicho Magnus?

No sabes absolutamente nada del placer.

Quizá deberías entregarte a el.

Alec mordió su labio antes de cerrar sutilmente la puerta con seguro y respirando fuerte mientras se sentaba en la cama, quitándose su saco, seguido de su corbata y sus zapatos.

Tragó duro mientras los pensamientos de Magnus volvía. Su cuerpo moviéndose contra el de Alec, sus manos recorriéndolo lento. Alec sabía que estaba sonrojado, esto estaba mal en tantos niveles, pero mientras pensaba en ello, bajó el cierre de sus pantalones y desabotonó su camisa.

Se acostó en su cama y cerró los ojos, dejando que su imaginación fluyera. Había visto algunos videos antes, en su teléfono viejo, antes de que sus padres decidieran que eran una distracción innecesaria. Le había ganado la curiosidad por lo que lo buscó. Y viendo esos videos, viendo a esos hombres, supo que era gay.

Así que dejó que su mente recordara, pero en vez de esos hombres, eran él y Magnus. Vio a Magnus encima de él, desnudo y sudado, besándole todo el cuerpo. Sus manos recorrían toda su piel mientras el solo gemía, sintiendo la dureza de sus pantalones. Mordiendo su labio, Magnus bajó sus pantalones, siguiendo de su ropa interior. Y pronto, estaba acostado en su cama desnudo, caliente y quemando, con sus ojos cerrados, soñando con Magnus.

El Magnus de su mente sonreía con esos labios lujuriosos antes de descender por el cuerpo de Alec y tomando su miembro en su mano.

Alec gimió, y dudó por un segundo, nunca había hecho eso, y estaba un poco asustado. Pero aun así, lanzó su lado racional por la ventana y suavemente se tocó.

Gimió alto y jadeó, el sentimiento de su miembro en su mano era increíble. Lentamente comenzó a bajar y subir, con su mano temblando un poco. Comenzó a jadear mientras imaginaba a Magnus y su mano se movió más rápido. Giró un poco su mano, alzando las caderas. Uso un dedo nervioso y gentilmente se penetró, gimiendo, sintiendo los espasmos de placer por su cuerpo mientras sentía salir el líquido preseminal. Sabía que aun no terminaba, así que comenzó a moverse más, jadeando fuerte mientras imaginaba que era Magnus quien lo hacía, le besaba y le tocaba. Las imágenes le hacían sentir aun más placer mientras aceleraba los movimientos, removiéndose y gimiendo mientras movía su dedo dentro e el. Sentía espasmos por todo su cuerpo, sudando y gimiendo, con los ojos cerrados.

– Magnus. Magnus. Magnus... oh dios. ¡Oh dios! ... yo... oh... Magnus....– suspiraba bajo, con la cabeza hacía atrás mientras impulsaba más su dedo dando en un punto exacto, sintiendo como el calor se expandía por todo su cuerpo, y se vino por primera vez, con un gritó de – ¡Magnus! –

Sus ojos se mantuvieron cerrados mientras jadeaba, intentando controlar su respiración.

Después de unos minutos, enrojeció intensamente al sentir su mano mojada pegajosa y mordió su labio, aterrorizado por lo que acababa de hacer.

La gente como él no estaban hechos para conocer el placer. No hasta el matrimonio. Y el acababa de violar esa regla, mientras pensaba en un hombre, para empeorar.

Cautelosamente, se puso de nuevo su ropa mientras temblaba por la habitación hacia el baño, lavándose las manos y echándose agua en la cara, aun jadeando y riendo un poco.

Caminó de vuelta a su cama cerrando los ojos, y mentalmente agradeciéndole a Magnus por comenzarle a mostrar el mundo y ayudarle a liberarse, aunque fuera por solo unos minutos.

Esa noche, la noche antes desus dieciocho años, Alexander Lightwood cayó dormido con una sonrisa genuina    



Jeje fue un poco rarillo traducir este cap... 🙈 🙈 es el primero así que traduzco y se vienen más

Ohh y la razón por la que hoy no subí el final de "Quizá somos un cuento de hadas" es por que lo tengo que terminarlo de traducir y ps hoy es el día de las madres y me la estoy pasando con mi mamá... lo que me recuerda...

¡FELIZ Y DÍA A TODAS LAS MAMÁS!! 💜 💜 (si hay lectoras mamás y ps un felicidades a todas sus mamás)

Por mañana les subo el final... no se preocupen

Y finalmente gracias por leer, voten, comenten, y sobre todo disfrútenla 😄

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