💊Burning Gossip📱

Jeremy nunca se había sentido tan estúpido en su corta y miserable vida, ni siquiera aquella vez en que respondió todas las preguntas de su examen de cálculo avanzado con "Syntax error" y le dijo "Igualmente" a su primo cuando le deseó feliz cumpleaños. No, esta noche había tocado el límite de la estupidez y no podía poner el remedio.

Estaba desorientado y perdido como si hubiese despertado de la muerte en otro año, caminando entre la multitud de adolescentes que bailaban llenos de gozo y alcohol en las venas, empujándolo de un lado para el otro sin notarlo mientras sacudían vasos llenos en el aire o gritaban frases los unos a los otros. Pudieron haberlo estrellado contra la mesa de snacks y le hubiese importado un rábano, de hecho pudo haberse quedado tirado entre las papitas y el ponche como un maldito vagabundo, pero para su fortuna logró abrirse paso hasta la cocina y sentarse en la barra frente al horno para llorar a gusto.

Era increíble como lo había echado a perder todo con solo hablar ¿En qué momento se convirtió en un puto megáfono y confesó todas las cosas que se juró nunca decir? ¿Cuándo consideró que volverse el peor amigo en la historia de los amigos era una buena idea? Todo había pasado tan rápido que le costaba procesarlo y respirar entre las lágrimas.

Esta mañana todo había comenzado tan bien... Con miles de ideas y tanta esperanza para una buena fiesta, y ahora lo único que se le antojaba en este momento era que un jodido camión le pasara por encima, si es que era posible dentro de la casa. De todos modos, no es como si eso fuese un problema, los padres de Jake eran tan asquerosamente ricos que podían pagar por una pared destrozada por un camión.

Por Dios, en una sola noche fue casi violado, hirió a su ex novia, enojó a Jake al punto de casi volverlo el increíble Hulk... Y mandó a Michael a la mierda como un auténtico hijo de puta. Si eso último no era la cereza del pastel de su desafortunado Halloween... Ya no sabía qué más esperar además de a Rich preguntando afuera "¿Tienes algo de Mountain Dew roja?" y Hades declarándolo su hijo semi-dios.

–¿Uh? ¿Jeremy?

Por lo general que le hablaran de la nada en sus peores momentos le provocaba infartos como el que tuvo con Michael en el baño, pero a estas alturas sus emociones se habían sobrecargado tanto que su única reacción para esto fue mirar a su alrededor buscando a la conocida dueña de esa voz, sin éxito, hasta que la misma se asomó desde el otro lado de la barra con una mirada curiosa y preocupada.

A la mierda ¿Estuvo ahí en todo momento?

–¿C-Christine? O-Oh, perdón... Yo... Creí que no había nadie aquí. –Hasta por donde él sabía, molestar a la gente con el sonido de tus lloriqueos nunca trae cosas buenas, pero Christine sonreía amablemente y se alzaba de hombros sin mostrar mucha importancia al tema.

–Descuida. Solo estaba descansando de la fiesta. Tanto ruido me agota. –Dijo vagamente.

Y eso era poco decir.

Había estado sentada bebiendo gaseosa detrás de la barra para ahogar su frustración desde que mandó a Jake al demonio ¿Por qué, se preguntarán? Fue muy simple, en realidad. Esta pequeña "cita casual" resultó ser un fiasco de lo lindo, y todo porque su acompañante insistía e insistía por llevarla a la cama, con una persuasión que no es ni normal en un chico urgido.

Al inicio fue tan sutil que no se le vino a la mente y lo pasó de largo como con los mensajes subliminales en los comerciales, pero luego... Oh, luego de comprenderlo todo empezó a desarrollar fuertes deseos de romperle un cuenco en la cabeza como quien dice en español "Cerrá la jeta, pelotudo" ¿Quién es tan tonta como para dejarse llevar a un cuarto a solas por un adolescente hormonal y esperar que nada suceda? De habérselo pedido una sola vez lo hubiese olvidado, pero no, Jake tuvo que colmarle la paciencia, y luego esa metiche cual no conocía su nombre tuvo que hablar hasta hacerla estallar.

"Eres una aburrida" le dijo, "No sabes divertirte" le dijo, y luego de eso le dijo a la perra esa que no metiera el pico donde no le llamaban, y a Jake que si lo único que quería de ella era sexo... Pues que hasta aquí llegaban y que podía irse derechito al primer prostíbulo que se le cruzara.

Y ahí estaba ahora... Escuchando la fiesta a lo lejos mientras revisaba el Instagram de Joe Iconis, al menos hasta que Jeremy apareció.

–Creí que estabas en la fiesta, ya sabes... ¿Dónde está tu cita?

–Está teniendo sexo de disculpas con Chloe. Así que mi noche está bastante increíble. –Se limitó a responder, riéndose por lo bajo cuando Jeremy hizo un gesto incómodo.

A ella no le dolía lo de Jake, era algo que veía venir desde hace rato y unas cuantas miradas de Chloe, además salir con él solo era algo que hacía porque era lo que los demás esperaban de ella. Esto había sido un alivio de cierto modo, y un fastidio también, pero liberador a pesar de todo. Claro que Jeremy no pensaba lo mismo, él creía que eso de ser plantado por otra persona debía ser de todo menos agradable. Lo normal cuando eres alguien ajeno al tema.

–Lo siento.

–No lo sientas. Lo boté. –Respondió sonriendo con confianza y un gesto de restar importancia. Jenna Rolan se lo había comentado, porque, claro, ella se enteraba de las cosas demasiado rápido como para ser una simple humana y no tener cámaras de seguridad en cada rincón de la casa. Y su reacción al enterarse fue como "Ah... Nice".

En ello, escucharon confusos a Rich seguir preguntando a algunos invitados, diciendo "Se ve como Mountain Dew, pero rojo."

Dejando de lado la confusión, Jeremy volvió su atención a Christine, limpiándose las lágrimas de los ojos y disimulando que no existían. Ojalá hubiese hecho lo mismo con su curiosidad. –¿Botaste a Jake? ¿Por qué? –Se pausó a sí mismo, dándose cuenta de lo desubicado que era preguntarle algo tan personal en este momento. –P-Perdón, no tienes que...

Christine habló de manera que pareció una mujer divorciada y ebria de cuarenta años. –Yo no era Julieta. Y él es algo idiota, así que...

–¡EN SERIO! ¡¿DÓNDE MIERDA PUEDO CONSEGUIR ALGO DE MOUNTAIN DEW ROJA?! –Rugió Rich al otro lado de la puerta, para no ser oído de nuevo más allá que para gritar. –¡Dios!

Christine no pudo evitar soltar una pequeña risa ¿Qué demonios pasaba con Rich? ¿La cocaína ya le estaba haciendo efecto? No aprobaba que su primo vendiese drogas y tal porque podría terminar preso, pero los resultados le sacaban un par de risas a veces, tanto que se sentía culpable. –¡La gente popular está loca!

Jeremy respondió sin ánimos, dándole una sonrisa débil. –Tú lo has dicho.

–Quiero decir, tú eres uno de ellos. –Comentó, señalándole con diversión.

–¿Qué? No lo soy.

–¿Hola? Chico que ha estado "fiestando" con todo el elenco de la obra.

–¡No he estado...! Espera ¿Fiestando?

Ella alzó una ceja con una orgullosa sonrisa pintada en sus labios, como la de quien sabe que no recibirá un "Te lo dije" de parte de nadie. –¿Te gusta? Lo acabo de inventar ¡Boo yeah! –Chilló en tono infantil, esperando que su acompañante le siguiese el juego, pero en vez de eso solo lo vio fingir una risa baja para luego volver su mirada a la mesa. –¿Qué?

–Es solo que... No sé qué se supone que diga ahora.

–Di lo que tengas en la mente. –No obtuvo palabra alguna, aunque sí a Jeremy haciendo un muy largo sonido de queja hasta que dejó caer bruscamente su cara contra la superficie de la barra. –O, bueno, eso es... –Silenció, sorprendida y ligeramente asustada al oírlo lloriquear de una forma patética, que creería que es falsa de no ser por las lágrimas mojando la mesa.

Bien, ella parecía mujer divorciada y amargada de cuarenta años y Jeremy su sobrino soltero pasando por su primera decepción amorosa.

–¡Christine, esta noche es una mierda!

La aludida se mordió el labio en busca de palabras de consuelo, pero no encontró nada bueno que decir ¿Qué pretendía decirle? Para ella la noche también había resultado ser de lo peor, solo que no tanto como para largarse a llorar de esa forma. No podía evitar sentirse preocupada, pues... Aunque no fuese algo formal, Jeremy era su amigo más cercano ¿Qué pudo haber ocurrido?

Espero un rato a que se calmara, pasándose a su lado de la barra, palmeándole la espalda suavemente hasta que las lágrimas cesaran y solo quedara hipo, sorbidos de nariz y temblores.

–L-Lo arruiné, Christine. Soy un imbécil... Probablemente m-me odia ahora y...

–Esto es sobre Michael ¿Verdad? –Se aventuró a decir.

Aunque no fuese tan íntima con Jeremy, hasta este día no olvidaba la segunda vez que hablaron en teatro sobre un crush misterioso que "Supuestamente" era Brooke, la novia actual de Jeremy, pero... Vamos ¿En serio creían que se iba a tragar la falsa historia de la mejor amiga popular? Bastaba con ver a Jeremy y Brooke juntos un rato para deducir que no se conocían hace mucho. Un poco de atención bastaba para notar que Michael a veces miraba de forma anhelante a su amigo y viceversa ¡Para engañar a Christine se necesita más que mentiras!

Jeremy tragó en seco mientras se incorporaba con una mirada nerviosa. –U-Uh... Yo...

–Ay, por favor, Jeremy. He visto tus garabatos en el cuaderno y la forma en que lo miras. Ya sé que él es quien te gusta, no vas a hacer que me trague a Brooke ni con un noviazgo oficial. –Él bajó la vista con resignación y un silencio que delataba. Christine suspiró y prosiguió a sentarse a su lado. –¿Qué pasó?

–E-Es que... Peleamos y... Le dije cosas que no tendría que haberle dicho ¡Soy un idiota! ¡Él es mi mejor amigo desde que soy un niño y solo...!

Adelantándose a un nuevo llanto inminente, Christine le volvió a palmear la espalda haciendo "Shhh" como una mamá buscando calmar a su hijo. –Ya... Lo que sea que haya ocurrido puede solucionarse con unas disculpas ¿No es verdad?

–Lo dudo.

–Jeremy... ¿Recuerdas todo lo que me contaste de él? Empieza a analizarlo y pregúntate si te perdonaría.

Jeremy lo pensó dos veces y todo indicaba a lo mismo, Michael no podría perdonarlo ¿Estaba Christine bromeando? Ella no tenía idea de lo mucho que metió la pata, y no podía explicarle por completo la situación porque, "a" lo tomaría como loco, o "b" le creería y lo consideraría la peor escoria que pisó el planeta ¡Como si no tuviera suficiente con Michael! Ya había intentado retraerse de sus palabras y Michael se negó ¿Por qué esta vez sería diferente? Si lo volvía a intentar tal vez él no se molestaría en responder o dirigirle la mirada.

–Vamos. –Insistió ella, con esa sonrisa cálida y gentil que la caracterizaba, mientras lo tomaba de la mano y lo ayudaba a levantarse de la silla. –Estaré contigo en todo momento para darte valor. Y de paso podrás presentarme al afortunado Michael.

Jeremy no respondió, solo sonrió de lado un segundo y luego tragó en seco, abriéndose paso con su amiga entre la gente para llegar al piso de arriba. No había pasado mucho desde que dejó a Michael solo en el baño, probablemente seguía ahí encerrado ¿Cómo lo sabía? Pues... El hecho de que todos estuviesen haciendo fila en el baño de abajo decía mucho, a menos que alguien con estreñimiento estuviese arriba.

Estaba nervioso, le sudaban las manos y temblaba ¿Qué le aseguraba que Michael no rechazaría sus disculpas? Tenía todo el derecho de hacerlo, él fue un pésimo amigo. Tan solo no quería quebrarse otra vez.

Miró la puerta con indecisión y luego a Christine detrás de él elevando los pulgares en señal de apoyo. Pobrecita la ingenua esa, como si esto fuese a resultar.
Aunque... ¿Podría funcionar? La consideración ya no era tan tonta ni su deseo tan lejano, pero aun así tocó la puerta sin fuerza esperando respuesta. Nada.
Volteó hacia su acompañante y ella le hizo una seña con la cabeza dándole a entender que no se rindiera.

–¿M-Michael...? Michael, soy Jeremy. Abre, por favor. –Con el volumen que usó era muy probable que él no le hubiese escuchado, sin embargo no podría decir que no lo escuchó tocar la puerta otra vez con más fuerza.

Esperó... Esperó... Y empezó a sentirse ansioso por ello ¿Acaso Michael lo estaba ignorando? No, aún peor ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si se había resbalado y se desnucó con el borde de la bañera? Volvió a tocar más fuerte solo para estar seguro. La angustia empezaba a aumentar.

–Michael, por favor abre... Abre, esto no es divertido.

Volvió a golpear histéricamente, las lágrimas le nublaban la vista y sus pensamientos el juicio ¡Idiota, idiota! ¡¿Cómo se te ocurre dejar solo a tu mejor amigo en una fiesta así?! ¡Le pudo haber ocurrido de todo! ¡Podría haber sido golpeado por bullys impacientes que querían usar el baño! ¡Se podría haber quedado encerrado y no tuvo de otra que escapar por la ventana y quebrarse un brazo en el proceso! ¡Podría haberle pasado cualquier cosa y era su maldita culpa! ¡Todo siempre era su culpa!

No se hubiese separado de la puerta y hubiese seguido golpeando y abusando de la perilla hasta quebrarse el brazo si Christine no hubiese tirado de él. Se estamparon juntos en la pared, mas sin embargo ella lo había salvado de tirar la puerta a golpes y de todos modos no se habían convertido en dos huevos fritos estrellados.

Estaba tan frustrado que las lágrimas se le escapaban a borbotones junto a miles de murmullos mientras él y Christine se deslizaban por la pared hasta el suelo entre frases amables para calmarlo e intentos de levantarlo y llevárselo lejos.

Eso era todo... O Michael lo estaba ignorando de nuevo o simplemente se había ido de la fiesta y él estaba haciendo un escándalo innecesario frente a la única persona que todavía no lo había sacado de su vida por idiota ¿Las cosas se podían poner peor? Preguntárselo era peligroso y ya lo resignaba demasiado.

A Christine le costó un poco, pero al final se lo llevó sollozo y todo al patio de atrás, donde pudieron sentarse cómodamente contra la pared y observar el jardín ahora vacío. La mayoría de chicos ya se había ido, o estaban adentro festejando, y en pocos casos en el patio de adelante y sobre el techo. Habían dejado un lindo desastre de botellas y vasos, pero nada que no se pudiese limpiar en unos diez minutos. El aire fresco con olor a bebida saborizada no le repararía el corazón, pero al menos lo despertaba y lo obligaba a dejar de llorar para que no se le congelaran las lágrimas en la cara.

–Lo siento, en serio creí que ustedes...

–N-No importa. Tal vez se fue a casa. –La calmó, decidiendo abrazarse las rodillas con la mirada perdida al jardín. –Lamento que haya tenido que meterte en esto, Chris. –No quería meter a nadie en sus dramas amorosos principalmente porque eran un desastre destinado al fracaso, como se comprobó esta noche. Nada que mereciera una telenovela.

–Descuida.

El silencio reinó entre los dos, tan solo perturbado por el amortiguado sonido de la música dentro de la casa. No se sentía incómodo con Christine a su lado luego de ver eso, solo triste y angustiado como para hablar. No le tomó mucho más de cinco minutos fijarse en que Christine temblaba un poco debido al frío, y tampoco lo pensó demasiado al rodearla con el brazo. Si reaccionaba mal y lo abofeteaba ya le daba igual, solo quería ayudarla, y gracias a Dios, Afrodita o a quien sea le estuviese cagando la vida desde lo alto... Christine sonrió y murmuró un "Gracias" apegándose a él.

–Si te soy sincera, creí que esta fiesta sería de lo mejor. Todos hablaban maravillas sobre las fiestas de Jake, pero... No es lo mío. –Comentó por lo bajo.

–Yo tampoco soy muy de fiestas, pero ellos son mis amigos así que...

La de cabello negro hizo un sonido de risa sarcástica. –Si tan solo... Olvídalo. –Se retractó a último momento, pero despertó la curiosidad de Jeremy.

–¿Qué?

–Si tan solo fueran tus amigos realmente.

Tal alegación lo sorprendió, mas no lo enfadó. –Oye, ellos sí son mis amigos, solo... –Luego empezó a considerarlo mejor ¿En serio podía llamar a Jake, Chloe, Rich, Brooke y Jenna sus amigos? Sí, se juntaban y hacían cosas divertidas... Y adoraba a Brooke de cierto modo, pero... No era lo mismo que tuvo con Michael. No hablaban de cosas personales, no se conocían mucho, solo habían estado juntos en las buenas y... Vaya amigos tenía, una de ellas casi lo violaba, el otro casi lo mataba, una seguro lo odiaba, por no mencionar a la que debía importarle poco si no podía contárselo al mundo en redes sociales y el otro demente que lo atormentó durante la secundaria y ni un "Lo siento" realmente sincero le dijo. –Mierda, es verdad... No somos muy amigos.

–Si te hace sentir mejor, yo también creí que podía encajar entre ellos, y aquí estoy.

–No es tu culpa de todos modos. Algunas personas no están hechas para ser amigas.

–¿Puedo decir lo mismo de ti y Michael? –Guardó silencio, sin saber bien qué responder. Christine puso una expresión avergonzada y miró al suelo. –Lo siento, no tendrías que hablarme de esto si no quieres.

–N-No, yo... Te lo debo por lo de la otra vez. –Ya no tenía nada que perder, no después de perder a su amigo. No cambiaría nada hablar con Christine, pero puede que lo hiciese sentir mejor. –Él es de quien yo te hablaba, te mentí porque... Me dio vergüenza admitirlo.

–No soy homofóbica, Jeremy. Y tampoco creo que Michael lo sea.

–No es eso, Michael incluso tiene dos madres. Es que... Enamorarse de tu mejor amigo es jodido ¿Sí? –Lo admitió, alzándose de hombros. –Yo quería decirle que me gustaba. Lo intenté muchas veces con cartas, emails, charla frente a frente... Y lo único que conseguí es lograr hacerle creer que me gustas tú.

–¿Yo? –Su compañera alzó una ceja confundida. –¿No te gusto?

–¡O sea, no eso de...! Me gustas, pero no gustar de... Tú sabes, ser tu novio. E-Eres linda y todo, yo solo... –Supo cuando Christine empezó a reírse que ella solo le estaba tomando el pelo, y le hizo llegar el karma con un leve jalón de cabello que apenas le hizo daño. –En fin. Michael creía que me gustabas porque... Bueno... Sí tengo cierta admiración.

Ahora sí, Christine se sorprendió, pero de forma genuina. –¿En serio? ¿Por qué?

–Porque me encanta lo que haces y eres buena en eso. –Ya no le daba mucha vergüenza decirlo. Christine ya lo había visto todo hoy. –Michael piensa que me hice popular solo porque quería salir contigo, lo cual es bastante gracioso porque en parte lo hice para salir con él.

–¿Ah? Alto ahí cerebrito ¿Por qué ser popular es necesario?

–Yo... –Pausó ¿Qué le diría? ¿Qué su Squip se lo ordenó? Ella ni sabía lo que era un Squip. –No lo sé. Creí que necesitaba ser... Mejor. –No estaba mintiendo del todo, así que le salió natural.

–¿Mejor? Jeremy, tú ya eres genial.

Una risa nerviosa escapó de entre los labios de Jeremy, al tiempo que se echaban un mechón molesto detrás de la oreja. –Gracias. Pero eso es un poco más... Complicado de explicar.

–Tal vez algún día puedas explicármelo.

–Sí, tal vez. –Suspiró. Christine le pedía demasiado, pero se lo debía. –En fin, yo no quería arruinar las cosas con él y que todo se pudiera incómodo, pero... Bueno, lo arruiné de todos modos y ni siquiera tuve que confesarme.

Volvieron a quedarse en silencio por un rato. Christine no estaba segura de qué decir ahora, Jeremy prácticamente le había dicho todo lo que se permitiría por esta noche de mierda y era preferible no echar más sal a la herida. Ella no podía darle consejos amorosos aunque lo intentara, es decir ¡Mírenla! Todos los chicos con los que intentó salir terminaron botados y el último se fue con su ex, sin mencionar que ella nunca era la que daba el primer paso ¿Qué consejo podría ofrecerle a Jeremy? Ninguno que le sirviera, por supuesto.

–Eres muy valiente al contarme esto, Jeremy.

El aludido soltó un pequeño bufido sarcástico. –Si lo fuera no estaría teniendo problemas ahora.

–Hey... Lo digo muy en serio. Eres más valiente que yo al menos.

–¿Tú? ¿Estás bromeando? ¡Tú eres Christine Canigula! Tú eres la dueña del escenario, le agradas a todos ¡Siempre eres tú misma y todos lo adoran!

Christine no pudo evitar sonreír enternecida ante una descripción tan idealizada de su persona, aunque sabía que no era verdad... Le daba cierta ternura que Jeremy pensara así de ella. –Esa no soy yo, Jeremy. Tal vez un poco pero... No completamente. Nadie conoce realmente a la verdadera Christine, ni siquiera tú.

–Y... ¿Cómo puedo empezar a conocerla?

–No lo sé, ni ella se conoce bien. Así de grave es la situación. Y aun si lo hiciera no sé si a la gente le agrade. –Posó una mejilla en su mano, usando la otra para pasarla entre la parte posterior de su cabeza donde tenía los invisibles controlando los mechones delanteros de su cabello. –A la gente le gusta la Christine loca por el teatro, la que nunca se enoja y siempre sonríe, la que no dice insultos o... Escucha atentamente, la que es tan inocente que ni siquiera sabe lo que es el sexo.

–Espera ¿En serio creen eso? –Era un poco exagerado considerando los 16 años que todos tenían encima.

Ella asintió. –Las personas creen que soy muy "buena" e "incorruptible" como para ser amigos míos. No los culpo, nadie que yo conozca a nuestra edad querría ser amigo de "una aguafiestas". Por eso a veces te envidio un poco, Michael estaba contigo desde siempre porque le gustaba cómo eras de verdad. Yo todavía no encuentro a nadie así.

¿Tienen idea de cómo se siente Jeremy ahora? Así es, como un idiota de primera clase. Tuvo la necesidad de decir algo antes de perderse en sus lamentos mentales de nuevo, lo primero que se le viniera a la cabeza.

–Christine, no creo que haya algo tan malo en ti como para que no quieras mostrarlo a los demás.

Supo que metió la pata cuando ella le devolvió una mirada entristecida que claramente decía "¿Me lo prometes?" o aún peor "Ay, si supieras". Sin duda esta charla empezaba a deprimirlo más de lo que estaba antes.

–Hay... Algo sobre mí que me asusta. Y sé que no debería pero... Jeremy, esto que te diré nunca se lo he dicho a nadie ¿Puedes jurarme que nunca se lo repetirás a nadie más? Por favor.

El de pecas no dudó ni un segundo en asentir, un poco asustado con todas las ideas que se estaba haciendo. –C-Claro, lo juro. Puedes decírmelo.

–Bien. Yo... Tenía un tío de parte de mamá. Lo conocía como el tío Peter. –Empezó a narrar. Jeremy no sabía por dónde iba todo esto pero se quedó en silencio escuchando. –Él era... Ese tipo de familiares que te miman, te traen regalos, les cuentas todo... Yo lo adoraba. Él vivía en otro estado, en Chicago, pero venía de visita de vez en cuando. Nunca fue muy querido por mis abuelos, solo que no supe por qué hasta que... –Tomó aire, un gesto que se interpretaba como que necesitaba fuerzas para continuar. –Y-Yo... Solo tenía diez años y...

Jeremy tragó en seco, lo que estaba imaginando no le gustaba. –O-Oye, si quieres lo dejas hasta aquí.

–N-No, es que... Dejó de venir por un tiempo y... Poco después me enteré de que había muerto. –Hizo una pausa. –Me dijeron que tuvo un accidente de auto, pero... Escuché a mamá y papá hablando a solas en su habitación ¿Quieres saber qué le pasó en realidad? Lo golpearon entre diez personas hasta que murió.

–Jesucristo, qué alivio, por un segundo pensé... D-Digo... Lo siento.

Ella pasó por alto ese comentario, no le enfadó en lo absoluto. –Lo que nunca me dijeron... Es que Peter estaba saliendo con un chico... Y ni siquiera nació siendo Peter, se llamaba Lya. –Se tragó las lágrimas como pudo y continuó. –¿Entiendes lo que digo? Mataron a mi tío porque le mostró al mundo lo que era, y mis abuelos no se presentaron al funeral por ello. Murió por ser quien era.

Jeremy sentía el alma en el suelo y el estómago revuelto. No sabía qué responder, por no decir que ese relato le había pegado como baldazo de agua fría y nunca imaginó que vería a Christine llorar de ese modo.

–T-Tengo miedo... Creo que yo podría... Ser lesbiana.

Por lo general cuando te dicen algo así lo primero que dices es "Eso no tiene nada de malo" o "el amor es amor" pero Jeremy todavía no tocaba ese límite de la estupidez. Christine no estaba afligida porque ella creyese que fuese algo malo, estaba aterrada porque el mundo todavía no era tan seguro como parecía ser y su tío había pagado los platos rotos para enseñarle esa lección, o más bien dejarle ese trauma.

–N-No quiero eso para mí, yo... No p-puedo...

Jeremy sabía que esto no resolvería nada en lo absoluto, y aun así abrazó a Christine con fuerza. La abrazó del mismo modo que Michael cuando él más lo necesitaba, de la forma correcta para el amigo herido y desamparado. Christine no se negó a ello y descansó su cabeza bajo su mandíbula, sin sollozar escandalosamente pero aun así hipando y temblando. Él no tuvo más reacción que frotarle la espalda y una vez que se calmó le acarició el cabello.

Esto era... Peculiar, nunca había sido el que consolaba a otros, sin embargo se sentía bien "proteger" a alguien.

–Escucha, Christine... Eso pasó hace mucho, el mundo ya no es como antes. Y sí, todavía hay gente cruel en él, pero a veces uno tiene que enfrentarlo y ser tan feliz como pueda con las personas correctas. Estarás bien.

Ella se apartó un poco para limpiarse los ojos, visiblemente apenada. –Necesitaba que me dijeran eso... Aunque ya lo había pensado.

–Más fácil decirlo que hacerlo, no te culpo. –Comentó esbozando una leve sonrisa. –A mí siempre me ocurre.

Y entonces ella sonrió, pero no fue por quedar bien, fue genuino y real. Al igual que lo que dijo por lo bajo, tanto que no lo creyó. –Es algo agradable sentarse y hablar contigo.

–Oh... ¿En serio?

–Es verdad. Es... Agradable sentarse y hablar contigo.

–Es muy agradable para mí también.

–Me alegra que ambos estemos de acuerdo.

Esto... Era extraño ¿No creen? Jeremy siempre pensó que cada vez que hablase con Christine se sentiría nervioso y sudaría demasiado, creyó que se sentiría inquieto, sin embargo era todo lo contrario. No sentía que tuviese que cuidar sus palabras, solo dejarlas fluir.

Le gustaba, no se comunicaba así con nadie además de Michael, y eso que hablaron de cosas que él no sabía. Christine sabía escucharlo, compartían muchos gustos en común, solo... Traían el problema de que casi nunca estaban solos o eran totalmente honestos.

–Christine... Yo quería saber... ¿Podemos ser amigos? Pero esta vez en serio.

No estaba seguro de qué tan buena idea fue preguntar, a juzgar por la mirada impresionada de Christine. Jesucristo, mejor se iría preparando para el rechazo. –Jeremy, yo... Eso me encantaría.

–Está bien, no te preocupes. No tienes que... Espera ¿Dijiste que sí?

–Claro que sí. Nunca había tenido un amigo real antes y... Ya me viste llorar ¿Qué demonios? ¡Hay que hacerlo!

Todo Era tan increíble ¡Él...! ¡Jeremy Will Heere! ¡Era oficialmente un amigo cercano de Christine Canigula! Ya no era tan "emocionante" como antes, pero no por ello le gustaba menos la idea. Claro, momentos como esos en su vida solo duran lo suficiente como para ilusionarlo, porque repentinamente Rich abrió la puerta corrediza que daba al patio y se asomó.

Tenía la pinta de no dormir hace semanas y haber ingerido docenas de tazas de café. Ya saben, porque tenía tics violentos y las pupilas contraídas como un digno asesino en serie.

–¿Tienen Mountain Dew roja?

–Ah... ¿No? –Murmuró Christine por lo bajo, ayudada por Jeremy para levantarse.

–¡A ti te quería hablar! –Sin perder tiempo, el de pecas lo alejó un poco hacia adentro de la cocina, y una vez seguro de que Christine no los escuchaba habló en voz baja. –Ok, eso de no beber mientras tenga un Squip ¿Te hubiese matado darme una advertencia? –El desgraciado pudo haberle ahorrado problemas con solo decirle eso ¡Se supone que él era el experto! ¡¿Cómo se le ocurría dejar a un desinformado como él andar suelto por el mundo?! Rich no respondió, empezó a temblar más de lo que hacía hace rato, era casi anormal. –¿Rich?

Fue como una bomba, pero una de gritos. Rich empezó a gritar quejas y luego comenzó a correr en círculos imitando el tono de una alarma. La sorpresa fue tal que terminó moviéndose al lado de Christine solo por si acaso, no vaya a ser que ese lunático tomase uno de los cuchillos de la alacena y decidiese perseguirlos.

–¡Peligro! ¡Peligro! ¡Peligro!

Por fortuna, el joven Goranski terminó yéndose por donde vino sin dejar de repetir aquella palabra. Jeremy no se sentía tan perturbado desde que Rich le ofreció el Squip. Oh, y hablando de ese otro desgraciado... No se imaginan quién apareció en su lado izquierdo con una sonrisa más fresca que la lechuga.

–Hola, Jeremy.

–¡Ya era hora! –Menudo momento ideal para aparecerse ¿No creen? Justo cuando ya se acabó el caos y no tiene nada que hacer ¡Eso es tan típico de las computadoras! Lo habría aprendido a la mala después de tantos trabajos que quiso entregar.

–Mi ausencia no fue ideal. Pero fue necesaria. Dame un momento mientras reviso la información de esta noche. –No se tardó más de dos segundos, como era de esperarse de una súper computadora como él, aunque su gestualización no decía nada bueno. –Oh por...

–Es malo ¿Verdad? –Más que pregunta fue acusación, solo que su Squip ignoró olímpicamente ese detalle.

–Necesitamos sacarte de aquí.

Ah no, no dejaría que le cambiara el tema cuando tenía tanto de lo cual quejarse. –¡Pero...!

–Ahora. –Ordenó. Jeremy conocía ese tono suyo de "No me cuestiones, hazme caso, hablo en serio", así que se resignó a bufar con disimulo y fijar su atención en Christine.

No podía dejarla sola en medio de estos salvajes, ya le había demostrado lo muy incómoda que se sentía en esta fiesta. Y digamos que se quería esforzar en su nuevo papel de amigo real, y hasta donde él sabía los amigos no te dejan botados. Mal momento para replanteárselo, sin duda.

–Uh... Creo que deberíamos irnos ya, Christine ¿Tienes a quien te lleve a tu casa?

–No. Mis padres duermen a esta hora. Iba a quedarme a dormir aquí, pero ahora que dejé a Jake... Creo que no sería lo adecuado.

–¿Te llevo yo entonces? No temas, ya casi aprendo a no chocar peatones.

Ella se rió con diversión dándole un golpe ligero en el brazo. –Eso sería genial. Es ilegal chocar peatones.

Dejaron la fiesta por el patio trasero. No tenían ganas de cruzar el gentío bailarín de la sala o ahogarse con el humo de los que fumaban en el patio delantero. El auto no estaba muy lejos, lo cual agradecía bastante, el frío de la madrugada era poco piadoso aunque... Él se sentía abrigado, la que le preocupaba era Christine porque había escogido un disfraz de tela ligera.

–Por cierto, Jeremy. He querido preguntarte hace mucho... ¿Eso que llevas puesto no es el hoodie de Michael?

–...Mierda.

. . .

RiCh... rIcH EsCUcHaMeEe... RICH

Avanzó tropezando entre la escasa multitud de gente en las escaleras. Todo le dolía, estaba temblando, no dejaba de recibir choques eléctricos cada vez que ignoraba la voz de su cabeza que demandaba atención.

Rich ya no lo soportaba, no podía cargar más tiempo con esto.

Tantos años junto a su Squip y nunca consideró que sus ligeras fallas desencadenarían en locura total y deseos homicidas ¿Alguna vez tuviste una voz interior que te pidió asesinar a cada ser humano que se te cruzara por al lado? No ¿Verdad? Al menos no una real y que pudiese darte pinchazos eléctricos por desobedecer.

Era su culpa. Hace tiempo que estaba pensando en deshacerse de su Squip ya que su deber estaba hecho ¡Ya era popular! ¡Ya lo adoraban todos! ¿Para qué seguir soportando a una fastidiosa marioneta de rana con túnica diciéndole qué hacer o tirando comentarios innecesarios? Ese tonto de Kermit le estaba dando problemas con sus fallos, no era de extrañar que pensara en apagarlo, pero... Como era de esperar... Su Squip estaba en su cabeza y percibía sus pensamientos.

RICH, NO PUEDES DESHACERTE DE MÍ.

Estaba consciente de que su vida social fue una farsa desde que tenía memoria. Siempre fue el perdedor, la quinta rueda, el repugnante nerd de la esquina, el blanco de los golpes ¿Fue tan egoísta querer probar la buena vida por un rato? ¿Por qué el costo tenía que ser tan alto? ¡Solo era un adolescente, joder! ¡Su vida familiar era una mierda! ¡Sus padres lo odiaban! ¡¿Quién no creería que buscaba refugio en el exterior?! Porque siempre fue así, Rich Goranski creyó que podría olvidarlo todo con una superficial vida de adolescente popular.

No recordaba cómo era sentirse honesto consigo mismo, no sabía si a estas alturas era él mismo o un personaje que su Squip había moldeado a su gusto para hacerlo exitoso ¿Estaba en él ser un bravucón? ¿Era realmente amigo de Jake? ¿Brooke podría sentir agrado por él? Eran cosas que no podría descubrir ahora que lo hecho, hecho estaba. Si pudo haber conseguido todo lo que tenía hoy siendo el dulce perdedor de antes... Era una duda que se llevaría a la tumba.

Rich moriría hoy, estaba decidido. Su Squip tenía razón, no podía deshacerse de él, no sin Mountain Dew roja, la cual estaba descontinuada hace años ¿Cómo no consideró eso antes de firmar el contrato con el diablo? Morir era lo mínimo que merecía por ser tan estúpido.

Apestaba a alcohol. Había decidido mojarse con cerveza y arrastrar por el camino otras bebidas, y el alcohol de las heridas en el baño. Había pensado en acabar con esto de un modo menos dramático, con una soga o una daga quizá, pero su Squip se lo impediría. Sin embargo había algo que él no podía detener.

RICH, PARA, TE LO ORDENO AHORA MISMO.

Rich Goranski nunca fue feliz siendo él mismo, nunca se enteró de si lo era luego de las mentiras.

No sabría si Jake lo perdonaría, si lo llegó a considerar su mejor amigo, pero si él supiera... Oh, si él supiera el tremendo favor que le estaba haciendo.

Se arrepentía tanto ¿Cómo pudo meter a Jeremy en esto? Él a diferencia suya pudo haber sido feliz en su genuinidad con su tonto novio de auriculares, y ahora lo había arruinado. Rich Goranski le había arruinado la vida a Jeremy Heere, solo que este no estaba enterado de eso aún.

Lo lamentaba, sin embargo tomaría acción para no cometer el mismo error. Nadie se merecía esto, nadie debía ser engañado con superficialidad brillante o sueños de plástico que duran pocos años en la secundaria, nadie tenía por qué dejar su identidad a shock eléctrico porque la sociedad y la etapa juvenil era dura, nadie... Nadie debería terminar como él.

TE VAS A ARREPENTIR DE ESTO, RICH GORANSKI, DETENTE.

No podía arriesgarse. El resto de Squips estaban en su casillero, y si tenía suerte serían tirados a la basura cuando se enteraran de su muerte. Solo así los demás estarían a salvos del demonio escondido en una computadora, del mismísimo Satanás.

¡RICH...!

–Bienvenido al infierno, Satanás.

Entonces encendió el cerillo y lo dejó caer.

. . .

Jenna Rolan tenía un rol más que importante en su escuela ¡Súper importante! ¡Más importante que el director mismo! Y no es por exagerar, chicos, es que el papel de la informante escolar era algo cansino, emocionante y requería todo su tiempo disponible.

Como una periodista juvenil, Jenna tenía que estar al tanto de todo lo que ocurría en las vidas de los estudiantes, pero los más populares por supuesto ¿Quién quiere saber qué pasa con los aburridos normales del medio de la pirámide o los nerds y geeks de la base? ¡Nadie! A menos que fuese algo realmente escandaloso, por supuesto ¿Y qué me dicen de los chismes de profesores? Esos son los más jugosos de todos, los que atraen al público. Como esa vez donde cacharon a su profesora de cálculo avanzado haciéndose cariñitos con una misteriosa mujer con pintas de emo ¡Simplemente fascinante!

Sin embargo el tiempo pasa y las noticias buenas escasean, los pequeños escándalos se apagan en un suspiro y la gente ya no se interesa tanto por lo que tiene que decir, por eso a veces es necesario cambiar algunas cosas en la historia, así se volviese un simple chisme vulgar ¿Qué importa? A los chicos les gusta el caos, el caos mató a los dinosaurios y permitió a los humanos vivir, y ahora les daba entretenimiento.

Jenna se desvivía por su trabajo, la paga lo valía, y esa paga era la atención ¿Patético? ¿Desesperado? Pueden llamarlo como quieran, Jenna Rolan nunca se agotaría de todos los adolescentes curiosos y ansiosos de chisme que venían arrastrados a ella, así como adoraba hablar y hablar con la gente... Aunque nunca fuese sobre ella ¿Qué importaba? Si por lo menos podía ser importante y no hundirse en las sombras por cinco minutos continuaría hasta agotar sus cuerdas vocales y caracteres en Twitter.

No tenía muchos amigos, de hecho podía decir que no los tenía. Lo sabía, solo que lo negaba frente a otros. Chloe evidentemente se fastidiaba con ella muchas veces y solo se calmaba cuando llegaba a ella con un rumor picante de su interés, Brooke siempre estaba apegada a la última como para notarla, Jake... Jake era Jake, y Rich no estaba en su misma onda ¡Era un enano caótico! ¡Y vaya enano caótico! El que le daría su primicia de toda la vida.

La fiesta de Jake Dillinger había sido una bomba. Ella no acostumbraba a beber alcohol pero la pasó bastante bien yendo de acá para allá, en su aterrador traje de payaso con el que asustó a Jeremy y unos cuantos más, anotando cosas que oía y recordando buenos sucesos.

¡Qué locura! ¡Jeremy provocó un escándalo porque engañó a Brooke Lohst con Chloe Valentine! ¡La amiga y el novio traidor, doble traición! ¡Era perfecto! Y para poner más emoción y drama al asunto, Jake rompió la ventana muerto de celos para romperle la cara a Jeremy y luego se arregló con Chloe, dejando a una muy desconsolada Brooke llorando y cantando "I wanna dance with somebody" en el piso de arriba con el alcohol en la sangre. Dicen algunos que Jeremy y Christine estuvieron muy cercanos luego de eso ¿Era el inicio de un nuevo amorío? ¡Dios! Hace unos minutos pensó que esa sería la noticia de la vida, pero entonces... Oh, entonces se enteró de otra cosa.

Estaba en piyama, haciendo tiempo en la cama mientras revisaba Twitter y se preparaba para empezar a notificar a todos, pero se quedó un rato hablando con el primo de Christine, Dustin Kropp. Él se lo contó todo y Jenna casi tira el teléfono por la ventana tratando de marcar el número de Chloe Valentine.

–¡Oh por Dios, Chloe, respóndeme! ¡Wow! ¡Espera a que te diga lo que escuché! –Chilló para sí misma, escribiendo eufóricamente las palabras en la casilla de mensajes. –Está MUY JODIDO como para decírtelo por mensaje ¡Esta mierda es fuerte! Respóndeme la llamada y te lo gritaré todo.

¿Y nuestra querida Chloe Valentine? Bueno, ella estaba en su casa, todavía en piyama, revisando risueña las fotos que tomó de la noche anterior con Jake. Habían decidido pasar el rato, juntos en el techo luego del sexo de reconciliación y fue... Oh, tan romántico. No creyó antes que escuchar a su novio fallar en hacerse el culto al mencionarle las constelaciones sería algo tan bonito. Es una pena que se haya tenido que ir de la fiesta tan temprano, porque si por ella fuera se hubiese quedado a dormir ahí.

Las cosas parecían ir bien con la reconciliación y aprendió muchas cosas que no sabía de él, así como él aprendió de ella. Tan solo le faltaba alguien más a quien pedirle perdón.

–¿Ah? Jenna Rolan llamando. –Murmuró por lo bajo cuando repentinamente la pantalla donde editaba las fotos cambió a "Llamada entrante de Jenna Rolan". Atender o no atender, esa era la cuestión ¿Qué quería Jenna ahora? Estaba dudosa sobre si atenderle o no. –Jenna Rolan llamando... Jenna Rolan llamando... Oh, qué demonios, da igual. –Se resignó sin remedio ¿Cómo podía hacerle daño un rato chismoseando con ella? No eran amigas ni nada parecido, pero Jenna siempre tenía cosas interesantes que contar, y a juzgar por sus mensajes hoy se enteraría de algo MUY bueno y sería la primera. –Hey.

–¡Oh por Dios, oh por Dios, oh por Dios! –Jenna gritó y seguidamente se preparó para empezar a narrar. –¡Ok, entonces...! Al final de la fiesta de anoche ¡Muy al final de la fiesta de anoche! ¿Viste a Rich?

–Oh, vi a Rich. –La verdadera pregunta es... ¿Quién no lo había visto? El muy demente estuvo de un lado para el otro como pelota de voleibol preguntando sobre Mountain Dew ¿Quién demonios lleva bebida sin alcohol a las fiestas de Jake? Brooke sin duda, pero solo para el delicado de su ex novio. Rich no era de los que bebían cosas suaves en fiestas así, así que a menos que no quisiera la bebida para hacer alguna mezcla extraña no podía explicarse para qué la quería. Y eso que la idea de hacer un volcán con pastillas de menta o tirársela a alguien estaba entre las posibilidades.

–Su comportamiento era confuso, como el de un frenético drogadicto ¡Agitándose como un mono loco!

Chloe no se sorprendió, no sería la primera ni la última vez en la que alguien se comportaría como un poseído por el demonio por culpa del alcohol. –Tiene que aprender a controlar su ebriedad. No debería beber tanto siendo un chico tan pequeño. –Si los humanos son 80% agua, con el tamaño de Rich no estimaba muchos litros, él tenía que controlarse más que los demás.

–Sí, bien. Pero él no estaba borracho.

Eso sí la sorprendió, echándose un poco hacia adelante con el teléfono en manos, y una expresión constipada como si estuviese frente a Jenna. –¿Qué demonios dijiste, Jenna?

–¡Él no estaba borracho! –Volvió a afirmar, emocionada al ver que Chloe se estaba interesando.

–¡¿Qué demonios dijiste, Jenna?!

–¡No! Porque lo escuché de Dustin Kropp, que Rich no bebió ni una gota. –Confiaba en sus fuentes, Dustin era lo último en contactos para drogas y chismes. –Lo que significa que no puedes culpar al alcohol por las cosas que hizo. –Advirtió con tono severo. No es que le afectase demasiado, pero quería impresionar a la castaña con una buena dosis de drama innecesario. –¡Es tan horrible que no quiero recordarlo! –Dramatizó, a pesar de que ni siquiera había estado presente, y habló seriamente. –¿Pero quieres que te cuente?

–¡Escúpelo, escúpelo!

–¿En serio quieres que te diga? –Volvió a preguntar para emocionarla, aunque solo la fastidió un poco.

–¡Escúpelo, escúpelo! –Chilló con impaciencia.

–¡Te lo diré porque eres mi amiga más cercana!

–No lo soy.

¿Ya ven que tenía razón con lo mencionado arriba? Por eso Jenna no se sorprendió, solo se decepcionó. –Sí, lo sé. Pero no importa, aquí está lo que pasó al final de la fiesta. –Respiró hondo ¡Lo diría, oh por Dios! ¡Lo puto diría! –¡Rich prendió fuego e incendió la casa! ¡Pensé que estaba soñando! ¡Todo el mundo estaba gritando! ¡Cuando Rich prendió fuego e incendió la casa! ¡Oh Dios! ¡Rich prendió fuego e incendió la casa!

Chloe quedó patidifusa con el teléfono en la mano, y se le hubiese caído de no haber reaccionado antes. –¿Rich...? ¿Quemó la casa de Jake?

–¡Tal como lo oyes!

–¿Jake Dillinger? ¿Ese Jake? ¿Mi Jakey D? ¡¿Quemó la casa de mi Jakey D, Jenna?!

Jenna se mordió el labio, mal momento para recordar que la víctima de esta situación era el novio de Chloe. Debió prever su reacción ¡Y no tenía ni idea! La pobre se estaba haciendo mil ideas peores sobre lo que le ocurrió a su novio ¡Oh, sus padres lo matarían! Si es que seguía vivo todavía ¡Joder, su novio tal vez estaba muerto! ¡¿Cómo es que le ocurría esto justo cuando las cosas mejoraban entre los dos?!

Tragó en seco, esforzándose por no poner un tono quebradizo. –Vale, la casa se quemó... ¿Pero Jake está bien?

–Está vivo y coleando, descuida. –Respondió con simpleza mirándose las uñas. Hasta por donde le contaron, no hubo ningún muerto. –El fuego empezó en la planta de arriba y no hubo muertos. Pero Rich está en el hospital seguramente.

–Bien, se lo merece. –Bufó por lo bajo sin disimular su desprecio, siempre supo que ese pequeño bastardo sería mala influencia para su novio o le haría daño, ahora era evidente. Más tarde llamaría a Jake para saber cómo estaba, pero antes... Tenía algo que hacer ¡Esparcir el chisme con sus conocidos! –Gracias por llamarme, Jenna. Se lo voy a contar a Brooke.

–Oh, claro ¡Si quieres hacemos una llamada grupal y...! ¿Hola? ¿Chloe? V-Vale, entiendo... Ya colgaste.

Seh... El trabajo de Jenna Rolan era uno digno con una gloria que dura poco tiempo y no te trae ningún amigo. Al menos a Chloe Valentine le trajo algo bueno, un tema con el cual podría iniciar conversación con su "mejor amiga" antes de avanzar al asunto de las disculpas.

Oh por Dios, Brooke ¡Respóndeme! ¡Espera hasta que te diga qué fue lo que oí!

. . .

¿Saben algo? Cuando te sientes deprimido no hay nada mejor que abarrotarte de comida chatarra y dulces, eso ahoga el llanto y la tristeza de cualquiera aunque sea temporal y luego arruine tu cutis y tu peso perfecto. Brooke lo sabía, pero desgraciadamente sus padres todavía no salían de compras así que se tenía que conformar con bananas.

Le gustaban, eran sus frutas favoritas. Eran de su color favorito... Y comerlas le hacía imaginar que le estaba arrancando los penes a todos los asquerosos y malditos hombres infieles que se atrevieron a nacer ¡Sí, Jeremy Heere, va para ti esa indirecta!

No había dejado de llorar y beber desde anoche, consiguiendo una buena resaca y que ahora todos los tontos de la esquina entre el baño y la habitación de los padres de Jake la conocieran como la nueva Britney ebria ¡Que les den! ¡Ya los vería igual cuando alguien les pusiera los cuernos con sus mejores amigos!

Brooke estaba devastada, con el piyama aún puesto, el maquillaje corrido y el cabello hecho un desastre. Anoche había sido un golpe duro de la realidad por decidir involucrarse con un perdedor que voló muy alto en poco tiempo ¿Cómo pudo ser tan tonta como para encapricharse con un chico que empezó a parecerle lindo desde hace meses tan solo? Tendría que haberlo visto venir antes, Jeremy solo era otro de los tontos en la lista que seducían chicas populares para subir en el escalón social. Y vaya que lo hizo disimuladamente, ningún hombre la había seducido con torpeza y ternura antes. Esa fue una buena jugada.

Se regañaba por haber creído en Jeremy ¡Está claro que todos los hombres que parecen perfectos tienen algo malo escondido o son gays! Pero Chloe...? ¿Cómo pudo hacerle esto? ¡Su mejor amiga! O más bien ex mejor amiga a partir de ahora. Le perdonaba muchas cosas a Chloe sin excepciones, pero esto había pasado todos los límites. Le daba igual que fuese su novio el que tenía que serle fiel, Chloe era su amiga y participó en esta traición ¡¿Dónde quedó el dicho de "Los chicos van y vienen pero las amigas son para siempre"?!

¿Y saben qué? ¡No era la primera vez que Chloe la despreciaba así! Perdía la cuenta de las veces que Chloe se puso por encima de ella sin pensar en sus sentimientos o favores que nunca le devolvió, entre ellos una blusa azul que osaba vestir con más elegancia que ella y que nunca le regresó ¿Su jardín secreto? Despreciado ¿Su ayuda con la tarea? Despreciada ¿Sus halagos y consejos? ¡Despreciados! Ya estaba harta de ser despreciada por todos. Por su amiga, por los hombres...

Pues bien, el día de hoy todos se irían muy a la mierda. Hoy era el día de Brooke y solo de Brooke. Se consentiría a sí misma como ella merecía, porque Brooke Lohst aún se ama a sí misma, señores y señoras. Se pondría una máscara facial, tomaría un baño largo y caliente con burbujas e inciensos con olor a lavanda, estaría en cama todo el día, vería "Pretty Little Liars" y revisaría las fotos graciosas tomadas de la noche anterior.

Estuvo a punto de hacer lo último antes de ir a preparar su baño, cuando recibió un mensaje de la última persona en la tierra con la cual quería hablar.

Oh por Dios, Brooke ¡Respóndeme! ¡Espera hasta que te diga qué fue lo que oí!

Gruñó queriendo ignorar el mensaje, pero entonces la llamada entrante de Chloe apareció evitando que continuase revisando Instagram ¿Esta tipa iba en serio? ¿Cómo pretendía hablarle como si nada luego de lo que le hizo? Está más que claro que presionó "Ignorar llamada" con todo el gusto del mundo.

–Ignorar... Perra. –Masculló, tratando de volver a su labor, hasta que nuevos mensajes aparecieron. Suspiró apoyándose en el marco de la puerta leyendo en voz baja. –Y también: Espacio y carita triste...

😟 Lamento que Jeremy y yo casi nos acostáramos en la fiesta, pero fue totalmente su culpa, y no dejemos que los chicos se interpongan nunca más entre nosotras ¿Está bien? ☺💄🐾

–Carita feliz, labial, patas de gato. –Finalizó, rodando los ojos. Atendería, pero solo para que le dejase de insistir. –Ugh, ya qué. –Apenas la llamada entrante volvió a aparecer, presionó "Atender" ¿Significaba esto que la perdonaba? En lo absoluto. No era tan tonta como para tragarse su estúpido monólogo de "Los chicos no deben interferirse entre nosotros", porque eso pierde su credibilidad cuando eres la amiga zorra que se acuesta con el novio de su amiga. –Hey.

–¿Estamos bien?

La escuchó tan "afligida" al otro lado de la línea que contestó. –Lo estamos.

–¡Muy bien, entonces...! Al final de la fiesta de anoche ¿Viste a Rich?

–No, estaba llorando. –Respondió con sarcasmo, aunque no estaba mintiendo ¿Para qué tipo de chisme le llamaba? ¿Tan importante era como para no dejarla lamentarse por un día?

–Se estaba comportando raro y yo estaba asustada porque temí que estuviera drogado.

Vale, Brooke se extrañó. Conocía a Rich desde hace tiempo, y hablaban ocasionalmente. Descubría en esos instantes que el joven Goranski no era tan salvaje como aparentaba, pero... Era un pequeño revoltoso, no tendría que sorprenderse de que se drogara. Pero... PERO... No entendía qué tenía de relevante esto. –Tiene que aprender a no fumar tanto. No debería drogarse de esa manera siendo un chico pequeño.

–Sí ¡Pero él no estaba drogado! Así que no puedes culpar a la hierba por las cosas que hizo. –Chloe dramatizó antes de gritar emocionada como si estuviese en plena fiesta. –¡Es muy horrible así que hablaré mucho de eso! ¡Rich prendió fuego e incendió la casa! ¡Creí que estaba soñando, todo el mundo estaba gritando!

Brooke parpadeó dos veces para procesar lo que escuchó. –Rich... ¿Hizo qué?

–¡Ya me escuchaste! ¿Puedes creerlo? ¡Rich quemó la casa de mi novio! ¡De su mejor amigo! ¿Qué clase de mejor amigo traiciona tu confianza de esa forma?

–Se me ocurren varios ejemplos. –Comentó molesta, para luego calmarse. No era el momento para pelearse con Chloe, esto era más importante y serio. –Y... ¿Rich está bien?

–¿Rich? ¿Preguntas por Rich? ¡Hola! ¡Quemaron la casa de nuestro amigo! ¿No quieres saber cómo está Jake?

–Jake nunca fue realmente mi amigo, solo era tu novio. –Aclaró calmada. –Pregunto por Rich porque al contrario tuyo él sabía escucharme y se interesaba por todo lo que tenía que decir.

Hubo un silencio muy incómodo al otro lado de la línea. Chloe se escuchó suspirar con pesar y habló con voz entrecortada. –Supongo que no estamos bien, uh... B-Brooke, mira, yo...

–Está bien, Chloe. Gracias por la información. –La interrumpió con voz severa ¿Estaba siendo muy grosera? ¿Estaba siendo dura? Que se joda, no le importaba. –Ahora, si me disculpas, estoy ocupada. No me mensajees, no me etiquetes en memes, n-no me hables... No me llames... ¡Ni ahora ni nunca! ¡¿Entendiste?!

–¡P-Pero Brooke, yo...!

Y colgó.

Estaba siendo descortés y lo sabía. Chloe se escuchaba arrepentida y quería explicarse, pero para Brooke lo que ella hizo no tenía excusa alguna, ninguna. Estaba cansada de seguir perdonándole a Chloe todas sus ofensas, burlas y traiciones. Aún si fue su amiga desde que tenía memoria... Brooke no se merecía esto, ella merecía más, lo sabía. No se lamentaría ni se preguntaría qué hizo mal, pues estaba consciente de que su único error fue darle tantas oportunidades y dejarla agarrarle el codo cuando le ofreció la mano.

Dolía... Sin embargo Brooke sabía que era lo mejor para ella. No sabía si lo era para Chloe, pero no importaba ya.

Una vez hundida hasta el cuello en el agua caliente y las burbujas, todo empezó a ser mejor. Los baños calientes eran el mejor invento de la humanidad, le subían el ánimo más rápido que un gatito bebé bebiendo leche en biberón, al mismo tiempo que la hacían reflexionar con cuidado.

Todo este asunto de Rich... ¿Podría ser verdad? No la malentiendan, sí le preocupaba un poco Jake, después de todo lo conocía y era muy agradable pero... Rich le preocupaba más.
Lo cierto es que había sido su crush desde octavo año, desde que era un perdedor sin remedio, y era una persona increíble cuando no estaba agrediendo nerds o haciendo chistes tontos con Jake. Era... Tierno, dulce... Era atento... Sabía escucharla, y aunque no compartían tanto tiempo a solas como ella quisiera, siempre estaría complacida de hablar con él.

Por curiosidad, se metió a Twitter un rato solo para ver si Jenna Rolan había dado más detalles del asunto. Había estado media hora relajándose en la tina, por lo que las redes sociales debían ser un escándalo ahora. Así que lenta y perezosa, Brooke se puso ropa cómoda, se peinó y secó el cabello y se acurrucó en la cama encontrándose una marea de Twitts y comentarios en el principal de Jenna.

La explicación era bastante simple. Rich se volvió loco e incendió la casa, quedó atrapado en el piso de arriba y Jake se quebró las piernas al rescatarlo. Además de eso no le había ocurrido nada, solo tenía que usar silla de ruedas o muletas, pero Rich tenía quemaduras graves y ahora estaba en el hospital. Al llegar al final del hilo de los Tweets se horrorizó leyendo el resto de comentarios.

Jenna Rolan agregó al final: ¡Hey! ¡Todo el mundo! ¿Escucharon? ¡Rich prendió un fuego! ¡Ahora vayan a difundirlo!

Eran tantos tweets... Algunos eran de gente que no conocía, pero suponía habían ido a la fiesta o eran de la escuela. Contando en orden era... Texto, tweet, texto, tweet... Eran demasiados.

Uno de ellos le sacó una risa solo porque decía "Rich está flodido" y el resto de respuestas eran de la chica corrigiendo "No, dije jodido ¿Escribí flodido? Perdón, chicos. Es mi auto corrector". La lección del día era... Siempre ten en cuenta el auto corrector... Suponía ella.

El resto de Tweets... Dejaban mucho que desear. La mitad acusaba a Rich de cosas que probablemente no eran ciertas, la otra hablaba cosas buenas de él como si alguna vez lo hubiesen conocido, un pequeño porcentaje decía cosas sin sentido, y la cereza del pastel: Muchos usaban la foto de perfil de Rich para "Demostrar que les importaba".

¿Que les importaba? ¡Ay, por favor! Lo único que Brooke leía entre líneas era "Rich ¿Puedes ver cuánto me importa tu tragedia? Cambié mi foto de perfil a ti, ahora entiendo completamente por lo que estás pasando. Rich ¡Es un fastidio! Leí que ella leyó, que ellos leyeron, que estás en un yeso de cuerpo entero. Rich ¡¿Puedes ver cuánto amo tu tragedia?!"

¡Era impresionante! Una gran cantidad de ellos alegaba que fue terriblemente sangriento y que juraban que se sabían completamente la historia aunque no habían estado ahí. Decían que el fuego llegó a la ciudad, que Rich escapó a Bombay, que inició el fuego porque se dio cuenta de que era gay, que se derritió su cabeza, que estaba muerto. Ah, y que todo eso lo sabían porque "Eran los mejores amigos de Rich".

No pudo soportarlo otro segundo más y tiró el teléfono al extremo alfombrado de su habitación.

Tanto drama por el tema de Rich... Y nadie sabía la verdadera historia, ni siquiera si estaba muerto o vivo ¡Ni se molestaron en ir a verlo al hospital! Quería llorar ¿Por qué el universo se empeñaba en arruinar este año? Primero su estúpido ex novio, luego Chloe y Jeremy, ahora Rich ¿Qué más faltaba para volver este el peor año de su vida?

No lograría nada lloriqueando, por eso mismo terminó vistiéndose para ir al hospital a ver a Rich. Necesitaba saber si estaba bien o muerto como todos presumían. Claro que por pura cortesía le llevó flores, aunque eran las flores del jarrón en la sala de su casa.
No le llevó mucho tiempo encontrarlo. Las enfermeras fueron amables en guiarla a su habitación y comentarle que nadie lo había visitado hasta ahora, ni siquiera sus padres.

Se le partió el corazón al verlo. Lo habían enyesado de pies a cabeza como dijeron en los twitts, su rostro tenía manchas de quemaduras feas y no había una sola flor o regalo para desearle una recuperación pronta. Lo único que escuchaba en la habitación era su respiración constante y débil chocar contra uno de los yesos.

–¿Se quebró... todo? –Preguntó horrorizada, acercándose para dejar las flores en la mesita de noche.

–Oh, no. No son yesos, son vendas. Tiene quemaduras muy graves y tuvimos que tratarlas. El doctor dijo que en esta posición se curarán más rápido. Su piel necesita respirar.

–¿La piel puede respirar?

La enfermera se limitó a reírse por lo bajo. –Si necesitas algo avisa. Las visitas solo duran diez minutos por persona, pero en vista de que nadie vino a ver a este pobre chico... Puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

–Gracias. –Sonrió amablemente hacia la enfermera antes de verla marchar, y proseguir a sentarse en la silla al lado de la cama. –Hey Rich... No tienes ni idea de lo que pasó ayer. –Poco le duró la calma, porque apenas habló, Rich abrió los ojos lentamente y murmuró casi sin voz.

–¿B... Broo... Brooke?

–¡Rich! C-Creí que... Creí que estabas dormido. –Se rió para disimular los nervios y el susto ¡Oh Dios! ¡Eso se sintió como ver a un muerto resucitar frente a sus ojos! Y al mismo tiempo le aliviaba ver que no estaba en tan mal estado como todos decían. –¿Cómo te sientes?

–Me duele cuando respiro y hablo ¿Pero qué haces tú aquí?

La rubia se ahorró el comentario sobre la forma en la que Rich pronunciaba las "s", pues supuso que se debía a las quemaduras y lo más grosero que podía hacer era decírselo. Se acomodó el mechón que cubría su ojo derecho y habló con gentileza.

–Vine a ver cómo estabas. No necesitas hablar si te sientes mal, después de todo tengo mucho que contarte y tú tienes mucho que escuchar. –Al verlo bajar la mirada de forma afligida se arrepintió. Puede que este no fuera el momento. –P-Pero sí no quieres puedo irme.

–N-No, no... Solo... Estoy sorprendido de que vinieras, eso es todo.

Brooke sonrió conmovida y se acomodó más cerca. Tenía tanto que decir. –Muy bien... No creerás lo que pasó con Chloe y Jeremy anoche.

Brooke solo necesitaba saber que Rich estaba bien. Jenna podía quedarse con sus chismes y rumores, no le importaba. No había manera de que la vida de alguien fuese menos importante que un chisme ardiente.

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Me tardé bastante en actualizar, pero eso fue por la escuela. Ahora estoy de vacaciones ¿No es eso genial?

Ya se habían asustado pensando que no iba a actualizar ¿A que no? Xd

Espero que lo hayan disfrutado mucho. Yo me divertí escribiendo este capítulo. Por fin nos acercamos al bardo real.

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