💊A nightmare Halloween 🎃
Para los que se pregunten cómo son los disfraces de Halloween, si conocen a ClaComics habrán visto que ella hizo su versión de los disfraces. Serían más o menos así:
Mi estilo y diseño de los personajes no es como el de Cla, pero me gustan los disfraces (?
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Jeremy empezaba a creer que esto de ignorar a Michael no se le daba para nada bien.
Y no eran suposiciones, era la pura y cruda verdad que vivía cada día desde que tomó la, hasta ahora, decisión más difícil—Por no decir peor—desde que tuvo consciencia para decidir ¿Cómo empezar a resumir su nueva vida siendo popular? Digamos que alucinante, pero vacía.
Era monótono, al igual que su vieja vida de geek, pero no lo llenaba.
Le iba bien en la escuela, sus notas estaban hasta las nubes y muchos profesores estaban empezando a considerar nombrarlo estudiante del año, o hablar con otros profesores de otras escuelas para que le ofrecieran una beca en Harvard. En un principio eso no le interesaba, pues esas notas no estaban hechas en base a su propia inteligencia, y Harvard a pesar de ser una de las mejores universidades no era lo que quería para su futuro. Estaba cansado de sonreírse a sus profesores con lo que parecía falsa modestia, se sentía culpable pensando que toda esa fe sobre él era en base a mentiras.
Su círculo social se había extendido rápidamente desde que empezó a andar con los populares. Los chicos más geniales lo trataban como otro colega, unas cuantas chicas y un par de chicos se le habían insinuado y coqueteado más veces de las que podía asimilar, y pasar tiempo en casa ya parecía un recuerdo lejano. Casi siempre estaba afuera con sus "nuevos amigos", normalmente en Pinkberry, tonteando en el parque, paseando en el centro comercial, yendo al cine, en fin... Cosas que hacía cada muerte del obispo.
Supuestamente ahora Rich era su mejor amigo, o al menos eso intuían los demás al verlos tan cercanos, pero Jeremy sabía que no era verdad. Rich podía ser gracioso, absolutamente cool y todo lo que los demás quisieran, pero no era su mejor amigo. Ni hablar de Jake.
Christine al parecer le había perdonado lo que ocurrió en la enfermería, pues nunca volvió a mencionar el tema y siguió actuando como siempre. Tal vez eso era lo único bueno que le trajo la situación. Se había vuelto mucho más bueno en el teatro, aunque el Squip le daba un par de ayudas cuando se olvidaba sus líneas. Podía pasar mucho tiempo con Christine, hablando y hablando sin parar sobre sus musicales favoritos, practicando coreografías o cantando. Incluso en cierta ocasión Christine le leyó en voz alta "El ladrón del rayo" y se divirtieron haciendo las voces de los personajes.
En cuanto a Brooke... Jesucristo, nunca creyó que terminar con alguien fuese tan estúpidamente complicado si no era en series de televisión, pero así era. Su primera novia... Y no la amaba en lo absoluto, pero sabía apreciarla como una buena amiga, pues a pesar de todo Brooke era una chica dulce, amable, divertida y animada. Disfrutaba estar con ella, aunque le incomodaba tener que actuar como su novio por todo lo que implicaba. No tanto por los besos, pero sí cuando estaban solos y ella se proponía "avanzar". No quería ofender a Brooke, pero así fuera el chico más calenturiento en todo New Jersey no estaba listo para ese algo con nadie. Afortunadamente Brooke siempre lo comprendía y proponía otras actividades como ver películas.
En sí todo parecía perfecto, pero... Extrañaba a Michael.
Extrañaba todo sobre él. Extrañaba escucharlo improvisar letras de canciones para encajarlas en melodías que ya existían, sus piyamadas jugando videojuegos entre gritos o fumando marihuana mientras deliraban sobre todo y hacían preguntas estúpidas el uno al otro, cuando sus madres lo avergonzaban frente a él, sus interesantes charlas sobre documentales que podían entretenerlo durante horas. Por un carajo, extrañaba que lo abrazara, que lo acurrucara con él cuando dormían juntos, sentir el aroma de su hoodie, que jugase con sus rizos cuando estaba aburrido, la forma en la que se ponía las gafas desorientadamente cuando despertaban, extrañaba sus ojos gentiles y su sonrisa.
Sí, Jeremy se estaba prácticamente muriendo internamente sin Michael.
Al principio creyó que esto sería sencillo, que con mostrarse guapo, popular y genial en la escuela Michael lo miraría, aunque Jeremy no pudiese ver sus reacciones. Creyó que podría distraerse con su nuevo grupo de amigos, pero nada servía, Michael estaba clavado en su cabeza y el paso de los días solo lo fue empeorando al punto de que se sentía ansioso como nunca antes.
Jamás había estado sin Michael más de una semana—Y ni siquiera eso, porque solo se iba por vacaciones a Filipinas y se mantenían en contacto por mensajes y Skype— y ahora que tendría que vivir sin su compañía por quien sabe cuánto tiempo, estaba poniéndose muy nervioso.
Lo había intentado por todos los medios posibles. Cartas, mensajes, llamadas, incluso consideró hablarle en código morse cuando estaban en la misma clase, pero el Squip le había prohibido todo tipo de contacto o comunicación con Michael hasta que él evaluara mejor la situación y creyera que ya era el momento de ser directo. Desobedecer era lo más idiota que podía hacer, pues en cada momento que siquiera tomaba un lápiz, abría el contacto de Michael o siquiera lo buscaba con la mirada—Aun sabiendo que no podía verlo ni aunque estuviese frente a él— el Squip le daba una choque eléctrico, corto pero doloroso, y le recordaba que no tenía que comportarse como un desesperado porque eso "no era atractivo para nadie".
Desobedecer era idiota... Sin embargo Jeremy era idiota, así que perdía la cuenta de las ocasiones en las que hizo esfuerzos abismales para mantener la mente en blanco mientras hacía cartas o escribía un mensaje, pero nunca funcionaba y solo se ganaba una descarga molesta. Ya hasta empezaba a dolerle la espalda con tanta electricidad.
Lo que más lo entristecía era que Michael no trataba de comunicarse con él. Ni mensajes, ni llamadas, ni notitas, ni una maldita señal de humo ¿Él estaba viviendo perfectamente sin él? Le daban ganas de llorar cuando releía sus viejos mensajes y sus fotos juntos durante la noche, antes de dormir, más aún cuando encontraba papeles en blanco en su casillero que por unos segundos elevaban su esperanza de que se tratasen de notitas. Sonaba emo, pero hasta las canciones más animadas como "VideoGames", "The Bro duet" o "Cecily Smith" lo deprimían.
Todavía le carcomía el remordimiento por haberlo dejado sin dar explicaciones, quería disculparse, pero la prohibición no le permitía nada.
Aunque... No todo estaba perdido, si era honesto y tenía esperanza.
Jake había anunciado hace una semana que había una enorme fiesta en su casa para Halloween, y todo aquel que estaba invitado tenía permiso a invitar a más gente, pues como Jake decía "Mientras más, mejor". Los disfraces tenían que ser sorpresa por supuesto, lo cual era una temática bastante interesante. Christine no le reveló nada, pero le soltó algunas pistas.
A Jeremy le entusiasmaba hacer su propio disfraz, era algo que siempre hacía desde que había aprendido a coser y bordar—Por necesidad, porque cuando compras ropa barata y de mala calidad es normal que se descosan las costuras o se rompan—, y le permitía darle un toque personal y único. Al inicio había estado indeciso por Jenna de Waitress, Percy Jackson, La princesa Peach o tal vez una mezcla radical entre Eliza y Laurens, pero su Squip reventó su burbuja mencionándole que no sería muy "cool" aparecer con un vestido en la fiesta de Halloween. Eso descartó sus opciones hasta Laurens y Percy, pero luego dijo que nadie sabría quién demonios era y que eligiese algo más "normal y conocido".
Eso lo llevó a hacer un traje improvisado de Cyborg, que a decir verdad aunque no era su idea principal no estaba quedando nada mal.
Todos en la escuela hablaban sobre la fiesta. Aseguraban que las fiestas de Jake cada año eran mejores, y que siempre ocurría algo inesperado sobre lo cual se podía hablar durante semanas y meses. Corrían rumores de que la mismísima Lady Gaga había estado en una de ellas, camuflada entre la gente, pero Jeremy ya creía que eso era más fantasía que realidad, o que simplemente alguna chica asistió disfrazada de aquella celebridad.
Jeremy no era de ir a fiestas, básicamente porque nunca lo invitaban a una. Tampoco le entusiasmaba mucho eso de ir a una, porque sabía que a veces se salían de control, podían ponerle cosas raras a las bebidas, o podías amanecer sin un riñón, pero en vista de que todos en su escuela seguían vivos y coleando después de ir más de una vez a una... Tal vez no tenía que preocuparse tanto. Sería genial a pesar de que no le gustaba estar rodeado de mucha gente, porque esta vez nadie lo vería como un bicho raro ¿Sería verdad todo lo que veía en la televisión sobre esas fiestas? ¿Habría vasos rojos? ¿Romperían algún mueble? ¿Habría adolescentes ebrios haciendo de las suyas en las habitaciones?
De algo estaba seguro, él no iba a beber nada. No por paranoia, sino porque... No le gustaba el alcohol. Independientemente de todos sus efectos, el sabor y el olor eran agrios y nauseabundos, ni siquiera soportaba una sidra de manzana. Si tenía resistencia o no, eso no lo sabía, nunca había bebido más de un trago en su vida, un trago que casi lo hacía vomitar. Básicamente, no terminaría ebrio ni con resaca.
–It's you, it's you. Is all for you! Everything I do! I tell you all the time! Heaven is a place in earth with you. Tell me all the things you wanna do. I heard that you like the bard girls honey, is that true? –Canturreaba por lo bajo, terminando de dar unos cuantos bordados más al disfraz. Estaba casi listo para mañana, y había quedado justo como había planeado. –It's better that I ever even knew! They say that the world was built for two. Only worth living If somebody is loving you... –Se levantó de la cama, revisando el disfraz extendido sobre el colchón. Sonrió para sí mismo, por fin estaba listo. –Baby now you do!
–Waw, por fin lo terminaste. –Observó la forma holográfica de Keanu Reeves, sin una mirada asombrada pero sí con el tono de voz que lo demostraba. –Créeme, presumir que lo hiciste tú mismo te hará ver bien esta noche.
–Supongo que sí. –Suspiró agotado, decidiendo tender el disfraz sobre la silla frente a su computadora para poder recostarse con total libertad sobre su cama. Estaba agotado luego de haber ido de aquí para allá con Jenna, Chloe, Brooke y Christine en el centro comercial, pero al menos pudo aprovechar para comprar los materiales que le faltaban para terminar su disfraz.
Se estiró con un sonoro bostezo, desviando su mirada hacia el teléfono. Tenía muchos mensajes de su grupo de WhatsApp "Pato y Jab", nombre que Rich asignó por motivos desconocidos, pero ninguno de Michael.
Hoy eso no le molestaba, porque después de tanto pensarlo, Jeremy creía que invitar a Michael a la fiesta de Jake sería maravilloso. En serio quería verlo, y la fiesta era la excusa perfecta para demostrarle lo mucho que había mejorado, y quizá tener la oportunidad de coquetearle.
Michael y él siempre celebraban Halloween, se disfrazaban como podían y pedían dulces en todas las casas del barrio para después comer hasta que les doliera el estómago. Siempre combinaban sus disfraces, como de mago y conejo, Batman y Robin, en fin, cosas por el estilo. No le desanimaba no hacerlo este año, ya que habían dejado esa costumbre cuando se hicieron muy grandes para pedir dulces, aunque sí extrañaba eso.
Se le enrojecía el rostro de solo imaginar las miles de posibilidades de estar con él en una fiesta donde había alcohol, hierba, hormonas alborotadas y adrenalina. Oh Dios ¿Cómo debía pedirle que fuese con él? No podía simplemente pedírselo, tal vez seguía enojado con él, pero tampoco quería empezar una discusión fenomenal y perder el hilo de la charla. Tenía que pensar en algo fresco, cool, coqueto, y que demostrara que quería compensarle por haberle dejado solo.
–Hey, Squip ¿Cómo debería pedirle a Michael...?
–No. –Se limitó a responder secamente, a lo cual Jeremy reaccionó borrando su sonrisa. –Ya sé lo que estás pensando, y no. No vas a invitar a Michael a la fiesta de Jake.
–¿Qué? ¡Oh, vamos! ¡No puedes decirme que luego de haberlo ignorado por semanas pareceré un desesperado si le pido que vaya conmigo! –Bufó, incorporándose sobre la cama sin haber soltado el teléfono. –Ya ha pasado mucho, tiempo, no sé tú, pero a mí me parece una oportunidad excelente para poner en práctica todo lo que me enseñaste.
Se alzó de hombros y volvió al teléfono, abriendo el contacto de Michael ¿Cuál era la forma indicada de invitarlo? Estaba muy seco de ideas para ser espontáneo, y su Squip no le ayudaba mucho.
–Jeremy, te he dicho que todavía no es momento.
Pero él no le estaba escuchando, seguía tirando y desechando ideas, escribiendo y borrando oraciones. Nada le parecía el intermedio perfecto y eso le estaba desesperando bastante, ya hasta estaba considerando que entrar por la ventana de la habitación de Michael era una idea mucho mejor que esta. Le hubiese gustado pensarlo más ahora que tenía al menos "Hey, Michael" escrito, pero antes de poder teclear algo más un choque eléctrico leve y apenas molesto lo sobresaltó.
–¡Oye! ¡¿Qué...?! ¿Qué? –Iba a quejarse, pero al ver su teléfono notó que se había apagado. –No puede ser ¡¿Rompiste mi teléfono?!
–¿Qué? ¡Claro que no! ¿Crees que fundiría tu único aparato de comunicación sabiendo que no puedes ni pagar ropa decente? Solo lo apagué. Puedo hacer interferencias electromagnéticas directas ¿No te lo conté?
–Mierda, a veces puedes ser un dolor de culo.
Gruñó queriendo volver a encender el teléfono, pero otro choque eléctrico se lo impidió, salvo que esta vez fue lo suficientemente fuerte como para hacerlo chillar y tirar el celular al otro lado de la habitación. Cuando recuperó el aire y dejó de sentir que se le quemaba la piel, no pudo hacer otra cosa más tonta que tirarle una almohada a la imagen holográfica de Keanu Reeves, que obviamente atravesó el lanzamiento.
–¡Jesucristo! ¡¿Cuál es tu maldito problema?! –Todavía no pensaba levantarse para buscar su celular, le parecía mucho más importante hacer algo que consideraba necesario desde hace bastante; empezar a marcar los límites.
Su Squip era más que eficiente, eso nunca podría negarlo, le consiguió en unos días la popularidad que no había logrado en años, sin embargo había algo que no le agradaba de él y que tampoco toleraba en otras personas. Odiaba que le obligaran a hacer cosas que no quería o que le dieran prohibiciones, y no por cosas tan simples como no usar el teléfono en clase o ciertas normas de conducta, eso lo comprendía, pero de eso a cortar toda su creatividad, opinión o señal de propia moral... Eso ya era cruzar la línea de lo fastidioso.
Por supuesto que al principio le parecía razonable obedecerlo en todo lo que dijera, pero porque apenas tenía necesidad de ello y solo se limitaba a darle información, opciones para responder a conversaciones que quedaban estancadas, y demás cosas banales. Toleró lo de Michael por mucho tiempo a pesar de que creía que era algo muy extremo y el desgraciado no se había dignado en hablarle aún sobre su desempeño para llamar la atención de Michael.
–No me estabas haciendo caso.
–Muy bien, creo que tenemos que empezar a dejar puntos claros entre tú y yo. –Suspiró pesadamente. –Agradezco tu ayuda, pero estás pasando los límites. No soy un computador pero tengo la ligera sospecha de que tantos choques eléctricos me darán problemas en un futuro, así que deja eso. Segundo, no me has dicho si Michael se ha fijado en mí todo este tiempo que lo he ignorado. Tercero, sé que quieres ayudarme pero una cosa es aconsejarme y convencerme, mientras que la otra es prácticamente pasarte por encima de mis decisiones propias y hacerme tu títere.
El Squip ni se inmutó, apenas glitcheando su forma holográfica antes de hablar. –Tú dijiste que harías todo lo que yo dijera.
–¡Si me ayudabas con Michael! ¡Se supone que me ayudarías con eso! ¡Es increíble que sea la segunda vez que tengo que repetírtelo!
–Es increíble que aún no entiendas que ya te estoy ayudando con eso. –Respondió completamente tranquilo. Tanta calma de su parte solo estaba enfureciendo más al de pecas, aunque no supiese por qué.
–¿Sabes qué? Estoy empezando a creer que no tienes las intenciones de ayudarme, y que tal vez solo seas defectuo-
"Defectuoso" es lo que planeaba decir, pero antes de terminar la oración su voz se quebró y el oxígeno empezó a faltarle en los pulmones. Trató de respirar, pero sentía la tráquea bloqueada, como si alguien estuviese asfixiándolo con un cable o con sus propias manos, solo que hasta donde él sabía no había nadie en su casa que pudiera hacer tal cosa. Llevó sus manos a su cuello por reflejo, cayendo sobre el colchón, podía respirar un poco, pero la sensación de sofocación desesperante seguía ahí.
–Yo no soy defectuoso. Yo una versión más que mejorada de mis antiguas versiones. La 2.0, la 2.5, la 3.0... Yo soy la versión 4.0 y estoy más que calificado para esta tarea. Mis versiones antiguas sí que eran defectuosas ¿Y sabes por qué? Porque tenían humanidad. Los humanos tienen sentimientos y emociones, en otras palabras, son débiles.
Lo dijo casi con un siseo irritado, y entonces Jeremy por fin pudo volver a respirar normalmente, claro antes de toser y dar bocanadas de aire para aliviar el mareo. Tenía la vista nublada entre lágrimas de pánico, y esto solo se sentía diferente a todos sus ataques de ansiedad porque a pesar de la sensación estos eran simples ataques y nada más, no moriría en uno. Pero esta vez no lo creía tan así.
–Si no te he dicho nada sobre Michael es porque quería que te concentraras más en mejorar muchas cosas de tu vida. Michael sí ha estado mirándote, pero no como tú quieres. No has llamado tanto su atención, todavía no es terreno seguro que hagas un movimiento.
–¿A qué te refieres con que no me está mirando como yo quiero? –Alcanzó a preguntar con un hilo de voz, todavía un poco asustado ante esa repentina asfixia, pero también curioso ante ese comentario ajeno.
–Yo puedo bloquear a Michael de tu visión, pero puedo verlo. Sus expresiones no me dicen nada bueno, Jeremy. Será menos vergonzoso para ti si te abstienes de invitarlo a la fiesta de Jake.
Jeremy se quedó callado, tratando de analizar sin que le diese un arranque de frustración o algo similar. Una idea llegó a su mente, solo que no estaba seguro de comentarla, aunque... Ya la había pensado ¿No? Si era así, el Squip ya debería estar al tanto.
–Es porque ignorarlo no ha funcionado. –Suspiró, apoyando su cabeza en el respaldar de la cama. Su Squip no respondió, seguía callado observándolo con su forma falsa de Keanu Reeves, inmutado y expectante. –Tú te equivocaste.
Estaba listo para recibir otro choque eléctrico o cualquiera sea la respuesta física que se le ocurriese, pero el Squip tan solo negó con la cabeza. –Ese no es el problema. Nos falta mucho que mejorar en ti antes de dar el gran paso. Recuerda que solo quiero evitar complicaciones, Jeremy. Como Squip no me gusta para nada herirte o que te desvíes de tu camino al objetivo, pero de alguna manera tengo que evitar que lo arruines por tu cuenta.
El adolescente no respondió en seguida. Su Squip no solía hablarle de ese modo, de hecho no se comunicaban si no era para recibir su ayuda o unos regaños. Estaba ligeramente sorprendido, se supone que no era un humano pero creía percibir preocupación ¿O quizá solo lo estaba malinterpretando? Como sea que fuese, ahora se sentía culpable por haberle echado toda su bronca hace unos momentos. Él solo estaba tratando de ayudarle como mejor podía, dándole las tácticas más sencillas y efectivas, y él solo lo cuestionaba ¿Se podía ser más malagradecido en la vida? No quería ni imaginarse cómo podría ser esta situación si tan solo fuese Shannon la que lo mirara de ese modo inexpresivo.
–Lo siento. –Soltó en voz baja, volviendo la mirada al holograma de la computadora. –Sé que tratas de ayudarme y...
–Está bien. Los humanos tienen desconfianza y miedo porque es un instinto de supervivencia, es normal que a veces desconfíes de mí. Pero trata de no hacerlo ¿Está bien? –Jeremy asintió, sintiéndose más aliviado. –Ahora levántate y ve hacia al espejo ¿Qué es lo que siempre tenemos en cuenta?
Tardó un poco en hablar, puesto que no entendía del todo a qué se refería, pero solo dejando sus emociones fluir llegó a pensar algo. Hace poco había movido un espejo a su habitación, pero ni siquiera lo usaba para mirar si la ropa le quedaba bien, solo estaba ahí ocupando espacio y molestándolo cada vez que le pasaba por delante. Su Squip le dijo que alguna vez les sería útil, ahora que estaba realmente frente a él como esa vez en el centro comercial creía captar a qué se refería.
–¿Todo sobre mí es terrible?
–¿Eso fue una pregunta o una afirmación?
Se sobresaltó ligeramente volviendo a intentarlo. –D-Digo... Todo sobre mí es absolutamente terrible, todo sobre mí me hace querer morir.
–¿Pero?
–Pero... Tú vas a ayudarme con eso. –Aventuró sus palabras con una ligera sonrisa y el Squip se la devolvió con satisfacción.
–Exactamente. Yo me aseguraré de cambiarte tanto que ya no habrá un "tú original" que odies. Ahora alístate, la fiesta será pronto.
–¡Mierda, es cierto! –Chilló corriendo a la cama para tomar el disfraz y su teléfono. Seguro tenía un montón de mensajes no leídos en su grupo.
Aún tenía tiempo y la casa de Jake no quedaba tan lejos en auto. Normalmente Michael era quien le daba aventones o los llevaba a todos lados, pero ahora que había aprendido a conducir con su Squip, podía tomar el auto de su padre cada vez que lo necesitase, igualmente no es como si él lo usase normalmente.
Respiró hondo terminando de ponerse el disfraz. Tal vez tendría que aguantar un poco más antes de volver a ver a Michael, y aunque eso no lo tranquilizaba ni un poco tenía esperanza de que la fiesta lo distrajera.
–¿Sabes, Jeremy? A veces creo que dependes mucho emocionalmente de ese chico ¿No crees?
Jeremy se asombró de volver a escuchar a su Squip, más aún al oírlo decir aquello. –¿A qué te refieres?
–Te portas como si lo necesitaras para respirar y no te das tiempo para ti mismo. Das mucho por ese chico y según mi base de datos en psicología no calculo que sea recomendable que estés pendiente de él siempre. Sabes que puedes hacer las cosas por ti mismo ¿Verdad? No necesitas darle lástima para que se ocupe de ti. –Jeremy abrió la boca para decir algo, pero seguramente el Squip ya había leído su pensamiento y se adelantó a volver a hablar. –Por supuesto que eres una pena de ser humano, Jeremy, pero no te ayudará en nada creer que todo estará bien en tu vida si lo tienes a él. Es decir... Siempre me dices lo mucho que lo amas, pero ni siquiera te amas a ti mismo ¿Estás seguro de que quieres seguir con esto?
El silencio tenso duró un par de minutos en los que Jeremy terminaba de acomodar algunos detalles en su disfraz. Ese tiempo fue más que suficiente para que su Squip supiera su respuesta y que el gesto incómodo en su rostro le dijera más que mil palabras.
–El trato sigue en pie.
. . .
La fiesta ni siquiera había comenzado aún y la casa de Jake ya parecía un caos. Todos se habían reunido un rato antes para asegurarse de tener todo listo, pues mejor prevenir que lamentar.
Alcohol, vasos, botanas, buena música, luces estroboscópicas, un cartel en el patio trasero de la casa para indicar que estaba permitido nadar desnudos en la piscina, en fin... Todo lo que se necesita para una gran fiesta. Incluso se habían encargado de hablarle a Dustin Kropp para que trajera sus mejores drogas; marihuana, éxtasis, LSD, cocaína, crack, etc. Siempre las drogas de mejor calidad en las fiestas de Jake, por supuesto.
Brooke estaba emocionada, todavía meneando su cadera para mover la cola falsa de su disfraz. Había escogido para esta noche un ocurrente disfraz de perro sexy ¿Por qué? Bueno, veía a muchas chicas vestirse de conejas y gatas sexys, hasta Gatúbela lo era sin esas intenciones ¿Pero por qué no había perritas sexys? Eso tenía que cambiar, una revolución perruna se acercaba liderada por una adolescente guapa, rubia, y de talla apretada.
Chloe le había dicho que su idea era ridícula ¿Pero podía tomar en cuenta su opinión cuando ella iba disfrazada de bebé? Definitivamente no, más aún cuando su enorme pañal más que hacerla ver caderona solo le quitaba todo lo sensual al disfraz. Claro que eso no se lo dijo en voz alta, pero lo pensó mientras escuchaba sus comentarios y ella asentía como siempre.
Chloe era su única amiga, no valía la pena perderla por simples bromas ¡Además! Le importaba solamente cómo reaccionaría Jeremy al verla. Se había encargado de aumentar el escote de su top y de acortar la falda del disfraz para que se le viese el trasero en algún momento, todo para impresionarlo agradablemente mientras fingía no darse cuenta de ello. Hoy era la noche, si la suerte corría a su favor lograría llevarse a Jeremy a una de las habitaciones y hacer de las suyas.
No le malentiendan. Brooke adoraba a Jeremy. Nunca había tenido un novio tímido y sensible como lo era él, era tan adorable... Que le daban enormes ganas de corromperlo, pero se contenía porque tenía bien marcada la palabra consentimiento. No quería obligarlo a nada que no quisiera, aunque sí intentaría hacer su voluntad flaquear con tan sensual disfraz.
Suspiró revisando sus mensajes. Él aún no le respondía los que les había mandado, pero no tenía apuro, seguro él estaba ocupado en este momento.
Tenía suerte de tener un novio como él, uno que no le hiciese comentarios cada dos por tres sobre el mechón rubio que siempre cubría su ojo derecho, o uno que no la escuchara y actuara como si ella fuese una vieja aburrida. Estaba segura de que era el chico indicado para ella, a pesar de que fuese un poco raro a veces.
Bah, y Chloe dijo que podría estar con él cuando fuese popular y cuando volaran los cerdos. Quién lo diría... ¡Tal vez sí podía volver populares a los nerds si se enamoraba de ellos! Debería ser un don reconocido.
–Bueno, ya revisé la cocina y tenemos todo listo ¿Jake? ¿Falta algo más? –Preguntó abandonando la cocina. El aludido terminaba de colocar pilas de vasos desechables sobre la mesa, mientras que Chloe estaba recostada en el sofá y Rich trataba de... ¿Cortar el perchero con una baguette? Bien, ese chico no dejaba de ser raro y lindo.
–¡Ya lo tenemos todo! ¡Yo tengo un condón! –Anunció, y Brooke supuso inmediatamente que ella no sería la única que trataría de llevarse a la cama a su cita de esta noche. Eso la hacía sentir menos sola.
–¡Y una botella! –Dijo Chloe, alzando un biberón que había traído para hacer juego con su disfraz, aunque en realidad lo que llevaba ahí adentro era licor fuerte de chocolate blanco. Muy original ¿No creen?
–Yo robé la máscara de Jason de mi hermano mayor, y no tengo un machete pero una barra de pan servirá. –Dijo Rich, haciendo un amague de atacar con la baguette de pan.
–Deberías ponerle algo para disimular sangre. –Aconsejó su amigo, todavía preguntándose cómo es que Rich tuvo la tan extraña idea de reemplazar un arma blanca con un pan, y aún más confundido al recordar que antes de que Jenna le propusiera la baguette él pensaba usar un paquete de pan en rebanadas.
–Sí, mermelada. –Se burló la castaña, y Rich no dudó en hacer su biberón caer de sus manos al golpearlo con la baguette. –¡Oye!
–No te alteres, bebé. No quiero ser el que cambie tu pañal hoy. –Respondió altanero y orgulloso, alzando su cabeza para desfilar con pasos militares hasta su amigo, mientras se bajaba la máscara de Jason para cubrir su rostro. –Vaya, amigo, amigo ¿Vas a pasarla bien con Christine esta noche?
–No va a llegar muy lejos. –Se carcajeó Chloe.
–¿Por qué lo dices? –Preguntó Brooke, obteniendo un gesto que pretendía restar importancia de parte de Chloe.
–Solo estoy bromeando.
–Sabes que Chloe es así. –Habló Jake, no se veía afectado por el comentario, sino más bien emocionado porque la hora de la fiesta se acercaba. –Ahora vamos a lo importante ¡¿Quién está listo para mi fiesta de Halloween?!
. . .
Cuando estacionó el auto y bajó a la acera, no esperaba que incluso llegando a horario la casa de Jake estuviese tan llena de gente.
Desde el patio de adelante hasta el de atrás, cada espacio tenía un montón de adolescentes bebiendo, bailando, charlando, y en el caso de varios... A punto de follar en público o tirándose en la piscina con ropa y todo. Eso último no le pareció muy práctico, considerando que estaban en octubre y el clima no era cálido en esas épocas para hacer semejante estupidez, pero... ¿Quién era él para juzgar? Si querían amanecer con fiebre no era su asunto.
Las luces de colores salían por las ventanas, haciendo ver las siluetas de la gente bailando y tirando sus vasos al aire. Mirando hacia arriba vio a unos que otros grupos de gente fumando y sentados en el techo.
Se puso nervioso ¿En qué estaba pensando cuando creyó que pertenecía a una fiesta salvaje como esa? No estaba seguro de poder sobrevivir a esto ni siquiera con la ayuda de su Squip. Si tuviese a Michael para ofrecerle apoyo moral sería mucho más sencillo, pero la idea de traerlo con él ya estaba más que descartada, no podía verlo todavía por más que quisiera.
–Esta noche es la noche. Esto es para lo que hemos estado trabajando todo este tiempo. Si este lugar no te enseña a ser más espontáneo y popular para acercarte a Michael, entonces no sé qué más hacer. –Habló su Squip. Le parecía impresionante que para la ocasión él también haya cambiado su outfit a uno menos formal. Tenía una gabardina negra con cuello cerrado y unas gafas oscuras. Jeremy juraba que se parecía mucho a Neo de Matrix. –No te preocupes por nada, Jeremy, recuerda que yo te ayudaré. Ahora ¿Estás listo?
Él asintió colocándose la capucha del disfraz, sus rizos caían cerca de sus ojos pero las gafas cían lo evitaban. –Afirmativo. –Imitó un tono de robot junto a una señal militar, mas no consiguió más que el Squip lo mirara como diciendo "Deja de hacerte el estúpido". Jesús, al menos Michael se estaría riendo. –Digo... Lo tengo.
Sin más que decir, se encaminó por el patio de adelante hacia adentro de la casa. Muchos le saludaron por un momento y volvieron a sus actividades.
Bien, estaba realmente impresionado. Todos se movían con la música, alzando vasos rojos de cerveza que pronto se derramaba en el suelo, cosa que no parecía preocuparles mucho porque podían volver a llenarlos cuanto quisieran. La gente se conocía, escuchaba saludos como "¿Qué tal?", "Oye, hombre ¿Qué hay", "Hagamos competencias", "Fumemos" o incluso "¡Mira cuántos tragos ya he bebido!". En fin, era toda una locura con olor a cerveza, hormonas y papitas del supermercado donde el sonido era tan fuerte que muchos tropezaban por ello.
Las canciones no eran de su estilo, pero no se quejaba, al final las fiestas como estas parecían malas excusas para abusar de la resistencia de su propio cuerpo y tal vez desmayarse y amanecer entre latas de cerveza o algo así. Eh, no le vendría mal si es que al menos conseguía fumar hierba en algún momento, pero por ahora quería llegar a su casa en sus cinco sentidos. A los demás eso no les importaba, pues era Halloween y solo querían festejar.
–¡Jeremy! –Escuchó a Brooke gritando su nombre desde las escaleras. Estaba disfrazada de... ¿Perro? Esperaba algo así de su parte pero no tan... Waw. Brooke sí sabía cómo ser lo que quería ser y sexy a la vez. –Tenía miedo de que no llegaras ¿No viste mis mensajes?
–Actúa como si no te importara. –Indicó su Squip, justo a tiempo para evitar que su lado más nervioso saliera a la superficie.
–¿Llegué tarde? Ni siquiera me di cuenta. –Trató de hacer un tono despreocupado, aunque no se le notaba mucho lo fingido gracias a la música ¿No se supone que debía venir a este horario? Había estado tan distraído con el asunto del disfraz y de Michael que había confundido la hora de la fiesta. Tenía suerte de que eso no influyera en su popularidad.
–Uh... ¿Q-Qué piensas de mi disfraz? –Preguntó, comenzando con un tono algo tímido hasta que su corto modelaje del disfraz se volvió más fluido. Algo le decía a Jeremy que se había vuelto un 70% gay últimamente de tanto pensar en Michael, porque normalmente se le caería la mandíbula al ver a una chica tan guapa modelando para él un disfraz sensual, pero esta vez solo pensaba que se veía muy bien y... ¿Brooke lo había hecho tal vez? Porque se veía genial. –Es decir, siempre hay gatas sexys pero nunca nadie se viste como una perrita sexy.
–Hazle un cumplido vago.
–Es... Uh... Original. –Alagó siguiendo su papel de novio desinteresado, sin embargo no duró tanto, el gesto desilusionado de Brooke era mucho hasta para cualquiera, incluso para un novio falso. –¡D-Digo...! E-Es asombroso. Es asombroso, de verdad. No puedo creer que esté con una chica como tú.
Verla sonreír radiantemente lo alivió. –Jah, y Chloe dijo que era tonto ¡Necesitas una bebida! –Lo llevó de la mano hacia la cocina y comenzó a buscar en el refrigerador mientras Jeremy esperaba apoyando su espalda en la mesa. Dios, realmente le dio un buen susto creer que había hecho un mal comentario.
–¿Viste la expresión en su cara? Pensó que la había plantado.
–¡Y estaba tan emocionada cuando se dio cuenta de que no! Las personas quieren lo que no tienen, ya te lo dije. Sirve con ella, sirve con Michael. –Le explicó.
–Sé que no bebes alcohol, así que le pedí a Jake que apartara algunos refrescos para ti. –Habló Brooke, ofreciéndole un vaso. Se le veía orgullosa por el detalle, y la verdad es que Jeremy no lo dejaba pasar de largo. Le había comentado a Brooke que no bebía en una ocasión, pero no esperó que ella lo recordara, eso lo agradecía, no se moriría de sed ni viviría de agua del grifo en plena fiesta.
–Waw. Gracias, Brooke. Eres muy atenta. –Agradeció, mientras dejaba que ella volviese a llevarlo consigo a la sala. Aun no podía creer que Jake tuviese una casa tan grande como para que casi la mitad de la escuela entrara, aunque no pensó mucho en eso porque cuando pasaron cerca de la puerta de entrada su Squip llamó su atención.
–Hey, mira quién está aquí. –Jeremy volteó, impresionándose al ver a Christine. Sabía que ella iba a ponerle todo su esfuerzo a su disfraz, pero no esperaba un vestido tan hermoso y elegante, con adornos pomposos en los bordes y todo. Se veía simplemente magnífica ¿Ella lo había confeccionado? ¿Se vería muy gay ir a abrazarla y gritarle lo mucho que le encantaba el disfraz?
–¡Heeey! –Jake se acercó a saludarla. Él estaba disfrazado del prince, o sea, de Michael Jackson, y no estaba nada mal. Se veía irreconocible con esa peluca.
–Lo siento, llegué tarde.
–Está bien. Ni siquiera me di cuenta. –Jake hizo un gesto de restar importancia, cosa que no hizo a Christine ponerse más cómoda.
–Oh... Está bien. Este... Pensé que nos vestiríamos como príncipe y princesa.
–¡Correcto! Soy el príncipe. –Respondió como si fuera obvio, y luego miró a Christine de pies a cabeza como si fuese un bicho raro. –Espera ¿Qué se supone que eres tú?
Jeremy estaba seguro de que si Christine no fuese tan pacífica la mayoría del tiempo, ahora mismo le arrancaría la cara a Jake. –¡Es un auténtico disfraz del renacimiento...! No importa. –No valía la pena tratar de explicarle con toda la música a alto volumen y su mirada confundida encima.
–Oh... Uh... ¿Quieres una bebida?
–¿Oh? Seguro.
–¡Bien! ¡Están por allá! –Indicó señalando hacia la mesa. La expresión de Christine era un poema.
Al final no pudo acercarse a saludar, Brooke lo seguía arrastrando a la "pista de baile" y aunque no fuese así no quería aparecerse en un momento tan incómodo. Era mejor dejar al par de tortolitos resolver cualquieras sean sus problemas y esperar a que en un rato Christine no estuviese ocupada. Por ahora se divertiría, para eso vino ¿No es verdad?
. . .
Esto apestaba, apestaba mucho, y no estaba hablando de su ropa sucia ni nada por el estilo, sino de toda la situación que lo envolvía.
¿Qué más podía decir? Su mejor amigo lo había mandado al demonio —no directamente, pero ignorarlo era lo mismo solo que pretendiendo ser menos grosero— sin explicaciones, sin decirle nada, solo desapareciendo por completo de su vida como si nunca se hubieran conocido en lo absoluto.
No había excusa que se tragara, no después de haber llenado la casilla de mensajes de Jeremy desde entonces y que este le clavara el visto en cada ocasión, y que ignorara sus notitas que dejaba en su casillero, ah... Y cómo olvidar las clases donde estaban juntos y el muy estúpido ni se dignaba en dirigirle la mirada. Pero, hey "Bloqueo de nervio óptico" era una frase bastante delatora como para no darse cuenta de lo que ocurrió.
Al principio era una teoría y nada más, pero el Squip era supuestamente lo último en tecnología ¿Verdad? Jeremy lo había bloqueado de su vista, algo así como bloquear en redes sociales pero en la vida real ¿Y saben qué? No pensaba derramar una sola lágrima más por eso, no señor, tenía dignidad.
O tal vez solo estaba esperanzado de que Jeremy dejase de ser un... ¿Cómo decirle? Oh sí, un idiota creído, pero ya habían pasado semanas desde el bloqueo y nada, ni una llamada, ni un mensaje... Jeremy simplemente lo había desplazado ¿Cómo demonios se atrevía? Era increíble que le diese importancia a algo tan estúpido como las categorías de la secundaria, él ya había aprendido que solo eran estupideces que otros inventaban para sentirse superiores y no tenía por qué sentirse reprimido a ser él mismo.
Daba igual, Jeremy seguro estaba divirtiéndose en la presuntuosa fiesta de Halloween en casa de Jake, bailando con su coqueta y sexy novia rubia, pasándola bien con sus nuevos amigos... Que se joda.
Había prometido tratar de superarlo, pero no podía simplemente olvidar doce años de su vida y pretender que el chico de rizos cobrizos que lo había abandonado no es la persona que amó y ama. No podía solo borrar los recuerdos como las fotos de una computadora —ni siquiera pudo borrar las jodidas fotos, la carga emocional era fuerte y la cifra era tan larga que podía ser un número de documento— y fingir que en la misma cama donde estaba sentado jugando Warcraft no acurrucó a Jeremy en sus brazos y no lo observó dormir porque, demonios, el desgraciado tenía la cara de un ángel y... ¡No! ¡Corten los pensamientos gays! ¡Se supone que estaba enfadado!
Bueno, lo estaba, pero se puede amar a alguien al mismo tiempo que quieres golpearle en la cara, solo que él requeriría que Jeremy se agachara un par de centímetros —¿Qué? Era alto, pero no demasiado— antes de recibir el puñetazo.
Suspiró, decidiendo centrarse más en el chat del juego. Así como no pudo superar a su amigo como se había propuesto, no pudo tragarse la bronca contra la maldita computadora japonesa que provocó todo este melodrama adolescente y seguir escuchando "Twin size mattress" no le ayudaba.
Había investigado al respecto todo lo que pudo, porque, aunque Rich asegurara que no había nada sobre el Squip en internet no podía creerle. Es decir ¿Qué no existe en la internet? Algo tenía que haber, en un foro, en un borrador de Wikipedia, en comentarios de YouTube en videos de slime y maquillaje ¡Algún lugar! Pero no, solo obtenía resultados negativos y correcciones de parte del teclado, que le sugería buscar "Quick".
No es que estuviese preocupado por Jeremy... Bueno, sí lo estaba. Pero la píldora china —Perdón, "japonesa", porque no son lo mismo— no le daba buena espina, nunca lo hizo. Todo esto tenía un lado oscuro, y estaba determinado a conocerlo. No era posible que hayan inventado a una computadora tan inteligente con tantos usos y tanto poder solo para ayudar a un puberto a triunfar en algo tan banal como el estatus social de una secundaria.
Algo turbio ocurría con la historia de esa condenada Tik-Ta sabor circuitos, y ahora que por fin había conseguido hablar con alguien que sabía sobre el tema no lo desaprovecharía.
-TheInsanelyCoolJK: Espera ¿Un Squip? ¿No querrás decir chip?
-You: No, un Squip. Es algo así como una computadora inteligente de Japón que funciona con MTD.
-Guest23: Viejo, de todo corazón. Mantente lejos de esa porquería.
-TheInsanelyCoolJK: No me digas que tratas de asustarlo, LMAO.
-You: NO. CÁLLATE JARED :)
-You: Mi amigo compró uno y ahora se porta como un pendejo ¿Hay algo que deba saber sobre el Squip?
No había obtenido respuesta desde hace media hora, lo cual lo impacientaba demasiado. El chat se seguía llenando y nada, ni rastros del tipo con el cual jugaba normalmente. Casi se lanzaba a la cama con vaso de jugo y todo apenas volvió de la cocina y vio que por fin el tipo se había dignado en responder.
-Guest23: No sé exactamente lo que te dice que hagas, no tengo uno como para hablar por ese lado, pero...
-Guest23: Mi hermano tenía uno. Él me lo dijo, y el cambio fue notorio porque... Escuchen atentamente.
-Guest23: PASÓ DE SER UN ESTUDIANTE CON NOTAS BAJAS A ESTAR EN HARVARD, EN HARVARD.
-Guest23: Y la verdad me pareció de lo mejor, él se veía bien y se mudó de casa apenas consiguió trabajo estable.
-Guest23: Pero unos meses después nos llamó la policía, dijeron que había estado gritando durante toda la noche en una semana, y los vecinos se quejaron. La casa estaba hecha un asco, él no había salido desde hace tiempo.
-Guest23: Está en un hospital mental. Se volvió completamente loco intentando quitárselo por todos los medios, pero no lo consiguió. No tengo ni idea de por qué haría tal cosa, solo... Se veía tan aterrado, y hasta el día de hoy me dicen que sigue hablando solo, se ha vuelto violento e impredecible. Le diagnosticaron esquizofrenia fuerte, pero sé cuál es la verdad, solo que los doctores no me creyeron.
-Guest23: Perdí a alguien que quería por esa mierda japonesa, es mejor que tú no hagas lo mismo.
Michael no respondió al instante, le temblaban los dedos y un escalofrío recorrió su espalda. Tecleó su respuesta segundos después, todavía tembloroso.
-You: ¿Sabes cómo se apaga?
-Guest23: MTD verde para encenderlo, roja para apagarla. Están descontinuadas, buena suerte con eso.
-You: Veré cómo arreglármelas, muchas gracias.
Michael cerró la computadora cuando dio la conversación por terminado, no perdió ni un solo minuto más y se apresuró a ponerse su hoodie y correr escaleras abajo a buscar las llaves del auto.
Ya lo sabía, era tan obvio... ¿Cómo no sospechar de algo que parecía ser demasiado bueno para ser verdad? ¿Cómo no extrañarse de las lágrimas que vio en los ojos de su mejor amigo antes de que lo dejase? Todo estaba mal, terriblemente mal.
¿Y si el Squip obligaba a la gente a hacer lo que ellos querían contra su voluntad? ¿Y si poseían a las personas? ¿Y si destruían sus órganos desde adentro? ¿Y si los enloquecían por puro placer? ¿Y si les hacía daño? Oh Dios ¿Y si Jeremy sufrió daños? ¿Y si estaba bajo el control de su Squip? Jeremy no quiso dejarlo, ahora lo sabía. No dejaba de estar molesto, pero no quería dejarse llevar por pensamientos negativos como la ira ahora que estaba la posibilidad de que Jeremy estuviese en peligro.
Todo volvería a ser como antes, solo tenía que advertir a Jeremy antes de que fuese tarde.
–¡Ma, mamá! ¡Voy a salir! ¡No me esperen! –Avisó rápidamente, tomando las llaves al tiempo que sus madres se asomaban por la puerta de su habitación y corrían escaleras abajo.
–¡¿Qué?! ¡Es casi de madrugada! –Exclamó Tania, corriendo junto a su esposa tras su hijo, cual subió al auto rápidamente ignorando a Lisa y sus reclamos.
–¡Jovencito, baja del auto ahora mismo y explícate! ¡No puedes solo irte a estas horas y...!
–¡Jeremy me necesita, volveré después! –No tenía tiempo para hacer caso a la autoridad materna ahora, mientras menos tiempo perdido mejor, así que solo puso el auto en reversa y una vez en la calle pisó el acelerador en camino a la fiesta de Jake.
Cualquiera diría que estaba harto de tener que salvarle el culo a Jeremy, pero no era así.
. . .
La fiesta iba mejor de lo que pudo haber esperado en realidad.
Había bailado con Brooke un largo rato hasta que ambos quedaron exhaustos y decidieron juntarse en grupo para charlar y beber. En eso vio a Jenna, a quien no reconoció hasta que se quitó la máscara de su muy elaborado disfraz de payaso tenebroso. Ella era una de las pocas chicas que no se fue por lo lindo o sexy, lo cual le pareció genial, porque se pegó un buen susto cuando apareció detrás de él.
A este punto de la fiesta habían llegado los músicos de la escuela, reemplazando la música de los CDs por las propias y unos covers, habían roto un par de cosas y habían dejado manchas de hígado en el suelo —vómito por el exceso de porquerías y alcohol para los que no entiendan la elegancia del término— pero Jake no estaba preocupado en lo absoluto por eso. Él por su parte no había bebido alcohol aunque Chloe le ofreció jelloshots que no pudo aceptar. Hasta con gelatina el alcohol le resultaba cero atractivo.
Se estaba divirtiendo mucho, solo deseaba pasar tiempo a solas y en silencio por un rato, porque tanta música volvía molesto tener que gritar para hablar dentro de la casa, y afuera hacía frío como para preferir ir allá.
Luego de un rato, Jake prefirió ir a hablar a otro sitio con Christine, Jenna se sentó en el sofá para subir unos tweets y las fotos que se habían tomado, Brooke y Chloe cuchicheaban entre ellas y reían por lo bajo—No hizo preguntas, eran temas de chicas que no le incumbían— y Rich gastaba toda su energía yendo de acá para allá preguntando por algo que no escuchaba.
Brooke decidió ir a bailar un rato, pero Jeremy estaba agotado como para seguirla así que se quedó con Jenna en el sofá, imitándola al revisar su celular para ver si no había recibido ningún mensaje importante —De Michael, duh— pero como siempre no había novedades. Extrañamente no se sentía deprimido por eso, pasar tiempo con amigos le había subido los ánimos que habían estado en el suelo hace semanas.
Chloe se acercó unos momentos después, Jeremy bajó el teléfono y se levantó cuando ella le hizo señas para que le siguiera.
–Ven, se supone que te lleve. Brooke tiene una sorpresa para ti. –Le guiñó el ojo esperando que captara alguna indirecta, pero ciertamente no sabía a qué se refería. Chloe nunca era directa para ciertas cosas, y eso que normalmente era brutal. En otras palabras, o era muy directa o no lo era en lo absoluto.
Un poco complicada, eh... Al menos le caía bien ahora que la conocía.
–Oh ¿Qué tipo de sorpresa?
–El tipo donde no me preguntas y me sigues hacia las escaleras.
Jeremy no se opuso y siguió a Chloe por las escaleras. Una vez arriba se tomó el tiempo de observar la planta del segundo piso, pues aunque había ido a la casa de Jake durante el tiempo que se hizo popular, no había subido al piso de arriba. Había algunas parejas coqueteando y otras saliendo por la ventana para ir al techo, no reconocía ninguna puerta pero suponía que una era el baño, las otras dos los cuartos y... Las demás no estaba muy seguro ¿Qué tipo de habitaciones adicionales tienen los ricos en sus casas? ¿Bibliotecas, oficinas, un gimnasio?
Se tendría que quedar con la curiosidad, porque al único lugar donde ingresaron fue la puerta al final del pasillo. El cuarto tenía una cama matrimonial, así que obviamente se trataba de la habitación de los padres de Jake.
Buscó con la mirada bajándose la capucha del disfraz. No veía a Brooke por ningún lado ¿Estaría escondida en el armario tal vez? Aun se preguntaba qué sorpresa quería darle, y esperaba que fuese igual que la vez que le llevó pastel en el almuerzo de la escuela.
–La habitación de los padres de Jake. No te preocupes, no la están usando. –Comentó Chloe con una sonrisa cómplice, cerrando la puerta detrás de sí. Eso debió ser una alarma más que suficiente para hacer a Jeremy lanzarse por la ventana, pero solo siguió ahí parado como un idiota, fijándose en los muebles y decoración.
–Waw, tú realmente sabes cómo guiarte por aquí. –Él apenas sabía guiarse por la casa, era más grande de lo que acostumbraba.
–Sí, es que he tenido sexo en casi cada habitación de esta casa.
Ok, ese comentario inesperado descolocó a Jeremy. –¿Qué? –No es como si los chicos no se la pasaran hablando de sexo cada vez que estaban con él, pero que una chica lo hiciese delante de él era raro. No "raro" malo, solo "raro" de inusual.
–Porque era la novia de Jake. –Aclaró sin mostrar estar ofendida, acercándose casualmente para bajar el cierre de su abrigo. –Dios ¿Qué tipo de puta crees que soy?
Jeremy se apartó enseguida, incómodo ante ese contacto. Le agradaba Chloe ahora que no era grosera con él, pero sentía ese trato muy fuera de lugar. No acostumbraba a que alguien más que Brooke, Christine o Michael tuviesen esa cercanía íntima con él. Y eso que las dos primeras ni tan lejos llegaron.
–Entonces ¿Dónde está Brooke? –Cambió de tema al principal. Vamos, que se supone que vino aquí por la aludida, pero la sonrisa divertida de Chloe le decía todo lo contrario.
–Oh por Dios. Eres malditamente adorable. –Dijo en tono burlón, presionando las dos mejillas de Jeremy con una sola mano antes de soltarlo. –Brooke no va a venir.
Parpadeó confundido ¿Entonces no había sorpresa? –Si no va a venir ¿Entonces por qué...?
–¿Quieres pasar el rato?
Oh, ahí estaba la sorpresa.
–¿Quieres pasar el rato conmigo, Jeremy? –Volvió a preguntar.
Jeremy retrocedió, no porque le estuviese siguiendo el juego, sino porque seguía aturdido y no quería que ella se le acercara hasta que fuese clara de verdad. Estaba dando indicios, pero no quería creer lo que estaba viendo. Chloe trataba de apoyarse sobre él, sus labios pintados de rosa se curveaban en una sonrisa maliciosa y sus ojos delineados de negro expresaban todo menos inocencia.
–Solo tú y yo, íntimamente, hablando de nuestros sentimientos y esas mierdas. –Cuando sus rodillas chocaron contra el borde de la cama ya fue tarde, y Chloe lo empujó contra ella para que se sentara. No fueron más de unos segundos en su mente y ya veía su abrigo yaciendo en el suelo.
No se estaba moviendo, sus brazos o piernas no querían responderle, sabía que podía hacer algo pero... Solo se había paralizado y no reaccionó motoramente hasta que Chloe quiso subirse a horcajadas sobre su regazo, y atinó a retroceder a rastras con los codos y las piernas. No tuvo la fortuna de que eso la detuviese.
Sabía que podía hablar y parar esto, pero tenía miedo de ofenderla. Su Squip le había advertido que tenía que ser sutil al rechazar a una chica o de lo contrario quedaría mal. En este caso no era solo el miedo a quedar mal, simplemente no se sentía cómodo y Chloe no era tan accesible como Brooke.
–¿No quieres entrar profundo? Podemos conectar, y si me pongo mal puedes mecer a esta bebé hasta que se duerma.
–U-Uh, tengo que irme. –Dijo al fin al incorporarse para levantarse, pero fallando en el intento. Sus piernas en serio no respondían, y sus brazos no le daban más fuerza para ayudarse. –No me... No me puedo levantar.
–De nada. –Habló desde una esquina de la habitación la imagen de su Squip antes de desaparecer.
Jeremy casi le gritaba olvidando que él podía comunicarse mentalmente, estaba indignado ¡¿Por qué lo dejaba a merced de Chloe Valentine?! Esto no estaba en la letra chiquita del contrato.
–¡¿Qué estás haciendo?! ¡Sácame de aquí! ¡Oye! ¡OYE!
Pero no le estaba respondiendo, y eso lo alteraba. No sabía qué hacer. No podía moverse, y no sabía cómo pedirle a Chloe que lo dejase ir, o sea... Ella seguía agarrándolo de las mejillas mientras lo miraba con desdén en cada sitio que pudiese, y no podía apartar su mano aunque tratara.
–No entiendo por qué ella está tan loca por ti, no eres tan lindo. Sin ofender.
–Pfff, no me ofendes. –Soltó sarcásticamente, no necesitaba su criterio. –En serio pienso que debería volver a...
–¡No! ¿Sabes? ¡Ella no es así de inocente realmente! –Interrumpió molesta, lo cual hizo a Jeremy callar por la sorpresa ¿En qué momento esto se volvió una charla sobre Brooke? –¿Esa rutina de cachorrito herido? Es así como ella consigue a los chicos. Actúa toda indefensa, así que ellos quieren protegerla. No es que me importe de todos modos.
Vale, Jeremy podía ser un estúpido sin brújula para entender a las mujeres, pero no necesitaba tanto sentido común para notar los puros celos que irradiaba Chloe en cada letra. Esto lo confundía, por no decir que también lo enfadaba ¿No se supone que Brooke y ella eran amigas? ¿Qué clase de amiga trata de acostarse con el novio de su amiga y habla mal de ella a sus espaldas? Le valía un carajo no estar enamorado de Brooke, ella era una de las personas más amables con las que había socializado y no merecía este trato.
–¡¿Estás celosa de Brooke?!
Chloe le miró fríamente, pero eso no le intimidó en lo absoluto. –Obvio... Que no.
Jeremy rodó los ojos. No quería profundizar en algo que no le correspondía, sin embargo le parecía ridículo considerar que Chloe tenía motivos para estar celosa de Brooke. O sea, no había indicios de que ella lo quisiera, así como todos en la escuela aseguraban que la joven Valentine era la más popular y guapa de todas con Brooke en el segundo lugar.
–Jesús... ¡Eso es una locura! ¿Por qué estarías celosa de Brooke? Eres la chica más sexy de la escuela. –Por Dios ¿Esta chica iba en serio? Tenía a todos los chicos babeando por ella y aun así demostraba pura envidia por Brooke. Hasta daban ganas de darle un caramelo y palmearle la cabeza solo para que se fuese contenta y dejase de molestar. Es más, creía que su tono expresaba bastante bien su opinión al respecto, pero la mirada impresionada de Chloe que pronto mostró un brillo travieso le hizo saber que hizo mal uso de palabras. –Espera ¿Lo dije en voz al...?
Chilló apenas Chloe se le apegó completamente. Los brazos le temblaban tratando de detener sus besos y toqueteos, pero no podía ni sacarlos de esa posición.
Había visto en las películas y hasta en videos porno este tipo de situaciones, y cuando las vio creyó que era de lo mejor, pero lo que estaba sintiendo ahora no llegaba a ser placer o emoción ni a kilómetros de distancia. Estaba incómodo, se sentía asqueado, incluso podía decir que estaba asustado. Jesucristo, Jeremy Heere estaba aterradísimo en medio de una situación sexual en la cual cualquier chico que conociera querría estar ¿Esto siquiera era normal?
Chloe era brusca para besar, tal vez esperaba que él correspondiera, pero Jeremy no estaba dispuesto a separar sus labios el uno del otro, no quería darle más acceso. Chloe no tenía las manos frías y aun así se tensaba cada vez que llevaba muy lejos sus toques y decidía hacerlo debajo de su camiseta.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios. No le importaba cómo, quería salir de ahí antes de que ella siguiese marcándolo con labial en el cuello. Para su milagrosa suerte su Squip hizo presencia visual al lado de ambos. Listo, le daba igual decirlo en voz alta, no soportaba un segundo más.
–¡Haz que pare!
Su Squip solo alzó una ceja ampliando una sonrisa burlona. –No entiendo la solicitud.
Jeremy palideció, no podía creer que después de todo el desgraciado no quisiese ayudarlo ¡No solo eso! Era obvio que él ya sabía que esto iba a ocurrir.
No le quedaba de otra, tenía que pedírselo a Chloe, si Brooke entendió cada vez que rechazó tener sexo seguro que ella también lo haría ¿Verdad?
–C-Chloe, en serio me siento halagado, pero... No quiero seguir ¿Puedes...? ¡D-Digo! ¿Podemos parar?
Sus palabras hicieron efecto para que ella se apartase un poco. Sintió alivio, pero solo por un minuto antes de que ella le quitara la camiseta de un tirón y lo empujase para que terminara recostado. –¿Quieres parar tú de ser tan tímido? Ella no tiene que saberlo, Jeremy. Confía en mí.
–N-No lo entiendes. Realmente debemos parar. –Chloe le observó con extrañeza, esperaba que eso fuese señal de que estaba comprendiendo, sin embargo empezó a reírse como si lo que dijo fuese un chiste. –Chloe, en serio, yo-
–Ay, hombres. Nunca creí que encontraría a uno tan cohibido y tímido ¿Me dirás que no quieres meterte dentro de mi pañal? –La respuesta era un rotundo sí, pero Jeremy seguía mudo del miedo. Esto nunca le había pasado, Brooke paraba cuando él se lo pedía y era comprensiva al respecto. Era como si Chloe no entendiese o él no fuese tan directo. –Por cierto. –Habló, revisando dentro de su sostén hasta dar con un biberón. –Esto no es leche.
Oh no, eso sí que no. No tragaría una sola gota del nauseabundo alcohol y menos si era de un envase que estuvo en los senos de alguien.
–Y-Yo no beb- ¡Mphh! –Ni terminar de hablar pudo antes de que su cuerpo actuase contra su propia voluntad arrancando el biberón de las manos de Chloe, quitándole la tapa con el chupón para empinarse todo el contenido. Incluso con lo horrible que fue tragarlo su garganta no se cerró ni él hizo una reacción natural para detenerse. Era su Squip tomando control otra vez solo para devolvérselo después de que ella volviese a lanzarse sobre él.
Y podía moverse por su cuenta otra vez, lo sabía porque sentía sus piernas temblar y sus dedos aferrándose a la espalda del top rosa de Chloe mientras ella continuaba. Apartarla hubiese sido lo más sencillo del mundo si tan solo su propia mente entrando en pánico no lo detuviera.
Esta última iba de un lado a otro, preguntándose por qué esto se sentía así. Por qué sus besos le daban asco, por qué sus roces parecían arañazos o manoseos vulgares.
¿No se supone que el sexo era placentero y sensual hasta siendo casual? Esto no debería estar pasando, él no debería estar dejándola seguir, no debería estar paralizado del miedo, ni siquiera debería sentirse de ese modo o querer rechazar la oferta. Ni siquiera debería estar al borde del llanto mientras que su acompañante ni cuenta se daba que pronto lo haría tener un ataque de pánico ¡Dios, no debería estar siendo sometido por una chica!
Atenea, Artemisa, Dios, les rogaba a todos ellos para que esto parara de una vez. No lo quería. Lo odiaba, juraba que nunca en su maldita vida volvería a ver porno o pensar en sexo, pero quería que esto se detuviera.
–¡Jeremy! –Chloe se detuvo al escuchar que tocaban la puerta con desesperación, Jeremy se apartó enseguida hacia el otro extremo del borde de la cama, pero no se relajó, quien lo llamaba era Brooke. –¡Jenna Rolan dijo que te vio subir escaleras arriba! –Siguió golpeando la puerta, eso solo irritó a Chloe hasta que gruñó por lo bajo.
–Jenna Rolan nos vio. –Quería acusarla y hacerle ver todo lo que estaba mal con esto, pero seguía tan constipado que pareció más un comentario.
–¡Jenna Rolan debe meterse en sus propios asuntos! –Chilló cruzando los brazos.
–¡Brooke va a vernos ¡¿No te importa?!
–Eres menos lindo cuando hablas. –Bufó volviendo a apretarle las mejillas, solo que esta vez Jeremy sí la apartó. Ya no quería ni que le tocase el hombro, solo salir de ahí y fingir que nada ocurrió antes de que perdiese la calma que le quedaba.
–¡Jesucristo! Solo ayúdame a salir de aquí.
–¡Konichiwa! –Respondió su Squip, cosa que Jeremy se tomó como otro intento de mala broma. Ah no, ya no estaba para esas estupideces y mucho menos en un momento así.
–¿Qué?
–Lo siento, Jeremy ¡El alcohol perturba temporalmente mi- Gengo settei!
Esto tenía que ser un chiste, un cruel y nada gracioso chiste ¿Justo ahora que más lo necesitaba dejaba de funcionar, y para colmo le hablaba en japonés? –¡¿Entonces por qué me hiciste beber eso?!
–Era importante que tomaras ventaja de- jōkyō. Ima watashi wa anata o tasukeru koto wa dekimasen. Anata wa jibun de yaranakereba naranaideshou. Me agradecerás después.
Con eso dicho desapareció dejando al par de adolescentes por su cuenta, y una más al otro lado de la puerta que ya estaba considerando buscar a Jeremy en otro lado.
–Como sea, ya tuve suficiente. –Suspiró dispuesta a rendirse. Jeremy por su parte ya estaba considerando salir por la ventana y bajar por el techo como algunos hicieron esa noche, tal vez entrar a la casa por otra ventana y hacer como si nada, pero antes de idearlo bien empezaron a sonar golpes más fuertes en la puerta.
–¡Hey, Jeremy Heere! –El aludido se sobresaltó del susto ¿Era esa la voz de quien creía que era? Chloe lo sabía, y por eso se incorporó con una sonrisa amplia y malvada en los labios.
–¡Oh, comienza la diversión! –Gritó para sí misma como si se hubiese ganado la lotería o algo así, Jeremy por otro lado se sentía como María Antonieta en el fin de la revolución francesa.
–¡¿Es ese Jake?!
El chico al otro lado de la puerta, que ya le quedaba claro que era Jake, volvió a golpear. –¡Jeremy, espero que no estés teniendo sexo en la cama de mis padres! Porque si lo tuvieras... ¡TENDRÍA QUE CORTARTE LAS BOLAS! –Rugió dando unos tres golpes más, tan fuertes que Jeremy juraba que las ondas del solido le proporcionaron un adelanto de lo que le esperaba a él.
Chloe no se quedó callada y gritó hacia la puerta. –¡Bien! ¡Así ninguno de los dos tendrá bolas!
Brooke y Jake chillaron. –¡¿Chloe?!
Listo, el de pecas no se pensaba quedar más tiempo y mandaría todo al carajo saliendo por la ventana. Que jodan este drama, que jodan la fiesta, que los jodan a todos, él no quería morir. Su escape habría sido exitoso si tan solo su acompañante no tuviese las ganas de echarle fuego al volcán, empujándolo contra ella y apretando su cara contra sus senos. Reaccionó tarde, la caída lo aturdió y Chloe era bastante fuerte, porque aunque tratase de empujarla de los brazos ella lograba mantenerlo en el sitio y ambos seguían balanceándose de un lado a otro mientras se empujaban mutuamente.
–¡O-Oh! ¡Ohhh! ¡¿Escuchas eso?! ¡Estoy teniendo sexo rudo con Jeremy! ¡SOBRE LAS SÁBANAS DE TUS PADRES! ¡Oh, sí! ¡Jeremy! ¡Es tan grande! –Con su concentración puesta en fingir gemidos y gritos, Jeremy pudo zafarse. Dios, casi se ahogaba, pero tenía el aire suficiente para gritar y salvarse.
–¡No, no, no, no! ¡No lo estamos! ¡No lo estamos! ¡Juro que no lo estamos!
Luego hubo silencio. Chloe miraba la puerta con decepción, él seguía recuperando el aire ¿Jake se había ido? No quería ser muy optimista en un momento como ese, pero nadie respondía y ya no escuchaba más golpes a la puerta.
–Quizá me creyó y se fue. –Murmuró a su enfurecida compañera, que lo miró con fastidio. Decidió no responderle, no valía la pena.
Además, luego de que alguien rompiese la ventana de la habitación eso dejó de tener importancia. Los dos gritaron del susto. Jake había salido por la ventana del pasillo y llegó por el techo hasta la ventana de la habitación.
–¡Kei-koku! ¡Kei-koku! –Empezó a gritar su Squip en una melodía de alarma. Su dueño no necesitaba escucharlo para entender que estaba jodido y si no salía de ahí lo más rápido posible lo usarían de saco de boxeo, así que se apresuró a tomar su ropa entre tropezones y huir por la puerta antes de que Jake terminase de entrar por la ventana.
–¡ESTÁS MUERTO, JEREMY!
–¡Dios, Jake! ¡Espera! –Le gritó Chloe.
Cuando salió de la habitación la cerró de un portazo y se apoyó sobre ella para retrasar a Jake. Ahí la cosa todavía no se terminaba, Brooke estaba justo a su lado mirándolo con los ojos sollozos y una expresión destrozada.
–¡Jeremy!
–¡B-Brooke, yo no...!
Pero no pudo ni explicarle lo ocurrido o siquiera ponerse la camiseta, Jake no estaba dispuesto a dejarlo ir así como así aún. –¡Jeremy, ven acá!
–¡Brooke, en serio lo siento! –No pudo decirle otra cosa antes de darse a la huida por el pasillo.
No sabía a dónde ir. La gente estaba amontonada donde sea que se moviera y se sentía tan desorientado que por poco cayó por las escaleras cuando estaba bajando.
La música a ese volumen lo aturdía, la gente que lo veía correr soltaba comentarios, le dolían los pulmones, su pecho estaba a punto de estallar, sus manos temblaban apretando su ropa contra él, y su cabeza no dejaba de dar vueltas mientras escuchaba al joven Dillinger maldecirlo a lo lejos y llamando a su nombre.
Se escondió rápidamente entre la gente amontonada en la pista de baile y ahí fue cuando vio a Jake desviarse hacia la cocina para buscarlo. Brooke venía tras él, aunque no sabía si era para detenerlo antes de que cometiera una locura o para animarlo a que lo hiciera pedazos. Aprovechando esa distracción, Jeremy se apresuró a volver a correr escaleras arriba. Nadie lo buscaría en el lugar de donde vino.
La planta de arriba ahora estaba casi vacía. Quizá muchos habían ido tras Jake solo para enterarse del chisme.
Sus ojos por fin se toparon con una puerta, la puerta del baño. Entró y cerró rápidamente detrás de sí, escuchando el barullo de afuera amortiguado por la puerta. El baño estaba vacío, no había parejas besuqueándose y tampoco había interrumpido a nadie en... Lo que sea que la gente hiciese en el baño además de orinar.
Estaba solo, y lo agradecía completamente, porque estaba tan alterado que sentía el corazón en el cuello y sus piernas temblando, amenazantes para dejarlo caer en el suelo.
Se tambaleó cerca del inodoro y se dejó caer de rodillas, su estómago se sentía como un océano en tormenta, estaba mareado y quería vomitar. Sentía asco, mucho asco, pero nada salía de su boca más allá de llanto y gritos ahogados.
No podía creer que todo hubiese terminado así. Todavía no podía procesar lo ocurrido, todavía sentía las manos de Chloe sobre él y el pánico que le provocaba, como sofocado, ahogado, preso del pánico. No dejaba de preguntarse cómo pudo permitir que esto ocurriera ¿Por qué no la apartó cuando pudo? ¿Por qué no fue un jodido hombre y se hizo respetar? ¿Por qué sentía que todo era su culpa?
Había tantos pensamientos peleando en su mente que era imposible saber si lloraba por solo una razón o por todas. Jake quería hacerlo pedazos, Brooke estaba destrozada, le había permitido a alguien avanzar más allá de sus propios límites, todavía sentía dolor y migraña por las náuseas pero no fue capaz de hacer a su estómago reaccionar para vomitar hasta que se sentó en el suelo, y no tuvo tiempo de tomar algo más que el abrigo de su disfraz.
Dios, era tan patético y desagradable. Era tan asqueroso, tan horrible, se sentía tan sucio.
Esta fiesta de Halloween no era más que una maldita pesadilla.
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Los asaltos sexuales no tienen género o sexo, amikos. 👌
Che, no escribía algo tan cercano a una violación desde que me metí al fandom de funamusea, keh. Lo gracioso es que tomé más inspiración leyendo testimonios de chicas de mi país, porque como ven la situación no es buena :')
Pero en fin, no quiero hablar de eso ahora, sino de que... Waw, ya estamos a unos pocos capítulos del final, qUÉ COSAS, NO?
Gracias por seguir esta historia, son los mejores, chicos. Los amo ❤️🌈
EDIT 07/04/19: JAJA TUVE QUE CAMBIAR EL DETALLE DEL BAÑO PORQUE CUANDO LO PUBLIQUÉ NO ME DI CUENTA DE ESO, PERDÓNENME POR SER TAN PENDEJA :(
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