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Gota tras gota, un sonido escalofriante y un aroma lleno de humedad

¿Dónde se encontraba?

¿Por qué su cabeza dolía de aquella manera?

Su cuello dolía en demasía, no lograra respirar con normalidad, su aliento fue arrebatado, aún no podía respirar sin sentir un grave dolor en su cuello

Lentamente los ojos de Jimin se abrieron, mientras su boca se entreabrió para toser sin cuidado. Su saliva no paraba de deslizarse por su mandíbula y su pecho no podía detener la taquicardia, subiendo y bajando de manera irregular

Tenía una horrible sensación de cómo algo se deslizaba por la parte superior de su garganta, por lo que carraspeo, hasta sentir como aquello salía de su boca, abriendo nuevamente sus ojos, para ver aquel líquido en el sucio suelo; Se veía viscoso

Era asqueroso

— ¿Dónde estoy? — se preguntó a sí mismo, intentando enfocar su mirada, achicando sus ojos, buscando una manera de ver entre tanta oscuridad — Maldición — maldijo, bajando su mirada a sus pies, notando como carecía de sus propios zapatos de diseñador

Viendo con completa curiosidad sus uñas pintadas de un color oscuro, tal vez negro

Todo movimiento era limitado por aquellas cuerdas que sujetaban su cuerpo, estaba completamente vulnerable, ¿Cómo había terminado en aquel lugar?

En un brusco movimiento intentó soltarse, moviendo la silla de un lado a otro, moviendo su cuerpo con brusquedad en todas direcciones, deteniéndose al sentir como esta se fue hacia atrás, golpeando parte de su cabeza y cuerpo. Un quejido escapó de su garganta, para luego gruñir completamente furioso, notando como la silla era más resistente de lo que parecía

— Mierda — se quejó, cerrando por un segundo sus ojos, frunciendo su ceño, pensando una manera de liberarse

No deseaba esperar a conocer su situación, ya había estado de esa manera, su esposo era un maníaco del orden, por lo que estuvo muchas noches de esa manera, si su esposo tuvo un descuido, aquella persona tambien debía tenerlo

Los grises ojos de Jimin se abrieron al escuchar pasos en lo que él creía y era el techo, llevó su mirada hacia la zona y pudo ver una bombilla colgante, se encontraba en un sótano, esto debía ser una broma, comprendía la razón por la que su nariz no soportaba los fuertes olores

Simplemente eran insoportables, humedad, moho, gas, azufre, eran olores demasiado fuertes y asqueroso, pero por alguna razón el que predominaba era el azufre

Jimin por un segundo enfocó todos sus sentidos, mientras escuchaba los pasos en el suelo de arriba, era una sola persona, pero su caminar lo llenaba de nervios, eran pasos tranquilos y llenos de seguridad, era un tipo de caminar confiado; Admitía que aquello le ponía los pelos de punta

Sintió el frío traspasar su piel hasta alcanzar sus huesos, su corazón no paraba de latir lleno de angustia, no recordaba nada y aquello solo empeoraba la situación; Se sentía angustiado pero molesto

No le gustaba estar en un lugar tan pútrido... Sin embargo, podía sentir como su corazón desarrollaba pánico, mientras escuchaba los pasos, cada vez más cerca de su paradero. Y entonces de un segundo a otro, sus ojos se cerraron con fuerza al escuchar unas llaves chocar contra la puerta, escuchando un silbido gélico

Su piel se erizo y como pudo se encogió en su lugar, sintiendo el ardor de las ataduras de sus pies y torso, era imposible, no tenía una manera de ocultarse, no había una manera, aunque su corazón le rogara que huyera, no existía una forma de hacerlo

La luz se encendió y pasos se comenzaron a escuchar por los escalones de la escalera de madera, creando un rechinido que le ponía los pelos de punta a Jimin, todo mientras aquel silbido predominaba entre el silenció. Park quería abrir sus ojos, pero temía de lo que pudiera ver... Joder, tenía miedo

— ¿Jimin? — preguntó Yoongi, dejando de silbar, mirando a su lindo invitado en el suelo, permitiendo que la suciedad fuera visible en sus nuevas prendas blancas — ¿Por qué estás en el suelo? — volvió a preguntar, acercándose al menor, tomando la silla como tal para volverlo a dejar en la posición anterior — Hola Jimin — susurró en un tono diabólico, creando un gran pesar en el de mirada grisácea

Quien abrió sus ojos, solo para ver el dueño de aquella voz tan conocida, el dueño de aquella sonrisa tan llena de inocencia, el dueño de aquel recuerdo lleno de tantas intenciones

Aquel hombre que fue capaz de perseguirlo por tanto tiempo, abusando de su persona en una sala psiquiátrica...

Como si fuera un flash de alguna cámara, los recuerdos golpearon la mente de Jimin, mientras escapaba, mientras era ahorcado, mientras era amarrado, mientras era cubierto por un pañuelo para adormecerlo aún más, mientras era besado a la fuerza con brutalidad y como su boca era violada por una filosa lengua

— ¿Te encuentras bien? — Se atrevió a preguntar en un tono suave, revolviendo el estómago del menor, todo mientras se movía lentamente alrededor de Jimin, inspeccionando todo su cuerpo, asegurándose de que éste no se hubiera lastimado

Dedujo que la caída había sido causada por si mismo, no había otra manera en la que su hermoso personaje hubiera caído; Sin poder evitarlo se acercó y apoyó una de sus manos en su suave cabello, acariciándolo con devoción, era tan fino y delicado, tan contrario a todo él

— ¡Suéltame! — exigió en un fuerte gritó, frunciendo con fuerza su ceño al sentir las caricias en sus hombros, por lo que se removió un poco o mejor dicho, lo que pudo — ¡Llamaré a la policía! — amenazó, escuchando la estruendosa risa del lunático a sus espaldas

— Calma, calma — dijo, volviendo a pararse frente a su preciado Jimin — me da curiosidad saber la manera en la que llamaras a la policía — se burló, mostrando su punto al señalar las sogas

— Gritaré — hablo completamente seguro, sintiendo su corazón latir en demasía al sentir tantos nervios por aquella mirada

— Ya veo — sonrió, retrocediendo tres pasos, sentándose en el antepenúltimo escalón de la escalera — vamos comienza — reto, obteniendo una mirada perpleja de parte de Jimin

— Lo hare

— Jimin — llamó, su tono siendo una navaja traspasando el cuello del antes rubio— me gustas, no hago esto por lastimarte, solo soy tu nuevo esposo, uno mejor — sonrió, creando un vuelco en el pecho ajeno

— ¡No estoy casado contigo! — se negó, desviando su mirada de Yoongi — Déjame ir...— dijo, bajando su mirada nuevamente a sus pies, sintiendo como su mirada era consumida por su propia furia

—Te amo — dijo Yoongi, deseando desesperadamente la mirada de Jimin... — me necesitas, yo sabré amarte

— ¡No tienes ni idea de lo que necesito! — Gritó con enojo, cerrando sus ojos, negándose a ver aquellos que lo buscaban, era el juguete de un psicópata — Tu no me gustas, yo solo necesito irme de aquí... —habló más en un ruego ahogado que en una exigencia

— Te enseñaré a amarme — intentó solucionar el pelinegro, hincándose para así tomar el rostro del menor, mirando como este lentamente abría sus ojos para él — te enseñare a ser amado adecuadamente, te amare más de lo que amo mi trabajo, te daré todo si solo dices que lo intentaras

— Estas loco... — mordió su labio, sintiendo su corazón acelerarse despavorido al ver el rostro pálido acercarse al suyo, cerró de nueva cuenta sus ojos, pero no sintió una presión en sus labios, en cambio sintió la presión en su frente

— Intenta que tu físico esté de acuerdo con tus palabras Jiminnie — río por lo bajo, al ver los dedos de los pies de Jimin moverse llenos de nervios — ¿Seguro que no cederás?

— No cederé — hablo con seguridad, enfrentando la mirada oscura

— ¿Y si te digo que te amo?

— Me da igual

— ¿Y si te digo que estoy dispuesto a ser el esposo perfecto?

— ¡Lo único que quiero es irme! — volvió a luchar contra sus ataduras, sintiendo su corazón chocar contra su pecho

— ¿Seguro? — preguntó, acercándose, para así detener los movimientos de la silla, bajando hasta volver a dejar caer sus rodillas contra el suelo, quedando a la altura de Jimin, mirándolo con sus ojos negros y brillantes tal carbón— Si me amas, te prometo que nos iremos de aquí — propuso, mirando con completa atención aquella mirada llena de perplejidad — ¿Qué dices?

— Yo... — sacudió su cabeza, estaba loco como para considerarlo

— Prometo tratarte como mi rey

— Eres un lunático

— Simplemente estoy enamorado de ti — confesó, observando la duda en el rostro ajeno — puede haber algo especial entre nosotros

— No es posible — cerró sus ojos, frunciendo su ceño, sin embargo, los volvió a abrir al escuchar el suspiro de Yoongi, mirando como ahora este le daba la espalda

Por un segundo creyó que lo dejaría solo y se iría, completamente enojado por sus negativas, pero ese no fue el caso, en lugar de ello lo vio regresar con una escoba, comenzando a quitar el polvo del suelo

— ¿Qué haces? — preguntó en un hilo de voz, claramente estaba confundido

— No eres un animal, no dejare que te encuentres en una zona tan sucia — explicó continuando con su tarea — además de esta manera te acostumbraras a mi presencia 

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Entre un Rey y una Reina, te aseguro que preferirás ser un Peón

Les dejo este capítulo como una disculpa por mi tiempo ausente, los amo, solo esperenme un poco más ¿Si?

Att: Dem