Cap 04
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
Yoongi estaba sentado en aquella silla tan habitual para él, sentado mientras esperaba su sesión psicológica
¿Acaso no debía estar ya en ella?
Bueno, él mismo se encargó de cambiar su turno con la persona que solía asistir luego de su adorado chico de oro. De esa manera tenía más posibilidades para mirarlo y hablarle, observando aquella divina hipocresía y falsedad
Una falsedad que se creaba al estar rodeado de otras personas además de él
Su mirada se encontraba fijamente en Jimin, sus ojos eran como una puerta que daba a la piel y belleza de aquel ser tan magnífico, era perfecto, no importaba que tanto lo mirara, hasta cada pestaña en sus ojos era divina
¿Cómo podía existir alguien como él?
Cada segundo que pasaba, era un respiro que lograba tener junto a él, se sentía tan dichoso, sin embargo, era poco, odiaba sentir como algo se apagaba en su pecho cada vez que lo veía irse
Cada vez que su mirada dejaba de estar en él
Pero era tan simple, Yoongi no podía ver en otra dirección
A medida que el tiempo pasaba su obsesión aumentaba, su deseo por mirarlo y seguirlo era más intenso, pero no era una tarea sencilla, Jimin era un hombre muy cuidadoso y era consciente de aquellos momentos donde lo veía correr de él, subiendo al primer autobús en la parada o huyendo a toda potencia en cualquier callejón o zona oscura
Era divertido
Su obsesión por Jimin era como un virus, fácil de tener, pero difícil de quitar, pero sumamente difícil de controlar
Pero ¿Él deseaba controlar su obsesión?
Y entonces como si dichoso rubio hubiera escuchado sus pensamientos, giró su rostro, observándolo con aquel típico ceño fruncido, expresión que no tendría si hubiera alguien más además de ellos
Su rostro era frío y hostil, sin una pisca de amabilidad o intención de relacionarse con aquel demente que no paraba de mirarlo con una sonrisa, preguntar si estaba bien de la cabeza, era algo de idiotez, él mismo era consciente de todo lo que faltaba en aquella cordura
— ¿Qué planeas mirándome de esa manera? — preguntó con hostilidad, su voz siendo dura y cortante como el filo de un cuchillo
Un hecho que solo emocionó el corazón de cierto pálido
— Planeó que aceptes salir conmigo — volvió a intentar, mirando la manera en la que Jimin rodaba sus ojos y volvía a mirar al frente, ignorando radicalmente al más alto — ¿Por qué no?
—No saldré contigo, estas loco — señaló sin humanidad, volviendo a dirigir su mirada hacía el hombre que se había colocado de pie, mirando toda su vestimenta, haciendo una mueca al arrugar su nariz
Una mueca que mostraba desagrado
—¿No te gusta como me veo? — bajo su mirada a sus pantalones, limpiándolos un poco con sus manos — quise verme formal para ti, verme como aquellos hombres de antes que llevaban flores a sus amados
— ¿Dónde están tus flores? — preguntó con burla y arrogancia, sin embargo, guardó silencio al ver cómo el hombre de rostro pálido señalaba el basurero, donde él mismo se encargó de lanzar aquel obsequio que recibió al llegar al consultorio
—Las lanzaste a la basura
[Mierda] — murmuró para sus adentros el rubio, al recordar lo tan caras que eran las flores
— No me interesan tus flores o como te veas — se veía muy bien, sobre todo su cabello largo, era tan atrayente, eso lo molestaba
Solo deseaba subirse encima de él y sentir sus manos en sus caderas, mientras sus manos exploraban su cabello negruzco...
[No, no, no] — negó repetidas veces en su mente, maldiciendo el pensamiento
—Esto es demasiado — dijo, levantándose de golpe de la silla, señalando al pálido con sus mejillas rojizas — eres un lunático
— ¿Y? — ladeó su rostro sin comprender
— Por favor, simplemente déjame en paz — se sacudió con furia, no debía pensar de más, odiaba tener aquellos pensamientos tan obscenos con un hombre tan repugnante
Odiaba recordar aquella noche donde soñó con él y no sintió disgustó al sentirlo completamente
— Aléjate de mi
Yoongi miró con horror a Jimin por su pedido, su corazón y mente se sintieron destrozados por sus palabras
¿Cómo su perfección podía pedirle algo como aquello?
Él pálido intentó controlar sus impulsos y el no acercarse a Jimin, pero su obsesión con él era tan intensa, que esta misma se encargaba de controlarlo. Su mente se hundió en un abismo de dudas y susurros intrusivos
Todos sus pensamientos giraban entorno a una sola persona
—Ni siquiera te ves bien, das miedo, deja de intentar algo, en más, no volveré a las terapias si eso me distancia de ti — volvió a hablar el rubio, acercándose a Yoongi para luego empujar el pecho de este con ambas manos
Sin embargo, sus manos fueron tomadas y apresadas, deteniendo todo movimiento en él. Por más que deseara alejarse, los ojos de Yoongi no paraban de seguir cada movimiento en él, mientras sus labios demostraban un claro reproche por sus palabras
— suéltame — exigió
— Dime un porque — frunció su ceño, acercando su rostro al ajeno, notando aquella impresión en su mirada — tu esposo está muerto y yo estoy dispuesto a cubrir ese lugar
—¿Te escuchas cuando hablas? — apretó sus manos, bajando su grisácea mirada a aquellas que lo apresaban
—El lugar de un muerto puede ser tomado Jimin
—Basta — Alzó un poco su voz, sintiendo un temblor en su cuerpo al sentir como Yoongi lo abrazaba a su cuerpo, apresando cada parte de él — hacer escenas de películas no te ayudará en nada
Tenía miedo... lo admitía, comenzaba a temer de aquel hombre que lo tomaba con delicadeza
— Basta — repitió, forcejeando hasta alejarse de aquel hombre extraño, empujando su cuerpo hasta sentarlo en una silla — no seguiré con esto, no volveré y si me sigues le diré a la policía lo que has hecho — señaló, abriendo de más sus ojos, mostrando que tan alterado se encontraba
Todo antes de girar y caminar hacía la puerta, siendo seguido por la mirada molesta de Yoongi, su corazón latía con fuerza y frenético. Sus ojos no paraban de seguir a Jimin, ni siquiera en el momento donde salió de la habitación
Pero Jimin estaba cada vez más contraído en su propia mente, se encontraba aterrorizado, tenía que alejarse de aquel hombre
Ya no tenía otra manera de controlar la situación, estaba siendo acosado por un homicida experto
Un homicida que lograba encaminarlo a tener sueños llenos de libido
Jimin giró de golpe al escuchar pasos a su espalda, observando como aquel hombre que lo encaminaba al delirio lo comenzaba a seguir a un paso muy intimidante, mientras su mirada era semejante a la de un depredador
Su mirada era fría como el hielo y tan caliente como la lava
Joder...
Él rubio dio un paso hacía atrás, su corazón estaba loco, era un demente, estaba retumbando en su pecho con adrenalina, como si ambos estuvieran jugando una clase de juego del gato y el ratón. Tenía que salir de allí, lo más rápido posible
Su respiración se agito y jadeó un poco temeroso al ver aquella lengua filosa deslizarse por los delgados labios
No lo pensó ni un segundo y tomó cosas de un carro de artículos y comenzó a lanzarlos en dirección de Yoongi
¿Dónde estaban las personas?
¿Por qué estaban solos?
Si tan solo fuera consciente del anterior trabajo de aquel hombre que lo miraba fijamente
—¡Basta, dije que pares! — exclamó, intentando huir, sin embargo, tropezó, por poco cayendo al suelo— ¿Que? — preguntó al aire, bajando su mirada, sus ojos se abrieron con impresión y perplejidad al ver un cadáver sin rostro
Sin mirar hacía atrás, se levantó apresuradamente, comenzando a correr. Necesitaba alejarse de Yoongi, necesitaba estar lejos de aquella mirada pesada llena de posesión
Jimin siguió corriendo, con su respiración agitada y jadeante. Odiaba aquella adrenalina con una doble intención que invadía su cuerpo como si fuera agua
—Falta poco— se dijo a sí mismo al ver las escaleras y el ascensor
Pero antes de que lograra llegar, soltó un chillido por el terror que sucumbió su cuerpo al ser tomado con fuerza, para luego empujarlo al interior del ascensor, siendo girado, volviendo a ser estampado contra el metal, con una mano en su cuello
Se sentía bien...
— ¿Por qué tienes la mala costumbre de huir de mí? — preguntó, mientras su rostro mostraba una angustia entre la molestia — mi esposo no debería huir de mi
Su esposo...
— ¿Tu... tu esposo? — sus labios temblaron y sus manos fueron a aquellas que lo sostenían — no eres mi esposo
— soy tu nuevo esposo — sonrió con obsesión, acercando su rostro al del más bajo, apretando su agarre en el cuello de este, elevando aún más sus comisuras por la gracia de escucharlo gemir — eres tan perfecto amor mío
—Suéltame — dijo con dificultad, no podía respirar– ah — jadeo por el cuerpo que fue presionado al suyo
—Descansa esposo mío — dijo con dulzura, besando castamente sus labios, mientras presionaba el botón del estacionamiento — duerme bien — se alejó, apretando aún más su agarre hasta ver los ojos del menor ceder
Hasta el momento, donde su hermoso cuerpo se deslizó por sus brazos, creando una gran satisfacción en el pelinegro
—Mi hermoso personaje en vida propia, todo mío
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
Entre un Rey y una Reina, te aseguro que preferirás ser un Peón
Att: Dem
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top