Cap 02

▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔

▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔

6 de Febrero

3: 40 Pm

— Habla Jimin, no puedes permanecer callado en toda la cita — incentivo, sintiéndose un tanto preocupado por aquella mirada perdida en el rubio — tu esposo — recordó consiguiendo la atención de Jimin — ¿Por qué no asistió hoy?

— Trabajo — mintió con completo descaro, sin apartar su grisea mirada de los ojos ajenos — Se encuentra muy ocupado en su trabajo

—Comprendo — asintió lentamente, apartando su mirada del menor — ¿Ha vuelto a maltratarte?

— No — negó, permitiendo que una sonrisa cursara sus labios — En este momento no es capaz de ello

— Eso es un avance — sonrió, siendo contagiado de aquella llena de una dulzura insana — ¿Han hablado?

— No — volvió a negar, bajando su mirada a sus manos, las cuales jugaban infantilmente entre ellas — Él no es capaz de ello ahora

— ¿No desea hablar?

— No desea hablar con la mascota de nuestro hospedaje — río por lo bajo, llevando una de sus manos a sus labios

— ¿Consiguieron un cachorro o gato? — ladeó un poco su rostro con confusión, observando la negativa

— Yo soy la mascota señor Jung — apartó su mano de sus labios, sonriendo con satisfacción — ahora si soy suficiente para él

— No eres un animal Jimin, eres humano — corrigió, sintiendo un revoltijo en su estómago, mirando la manera en la que aquella mirada gentil se endurecía

— Él siempre me trató como uno, yo me adapte a serlo ¿Espera que deje de serlo de un día a otro? — elevó uno de sus labios, demostrando su conflicto

Solo eres una mascota Jimin

Un accesorio en nuestro lobby

— Aún así Jimin, no eres un animal — se atrevió a decir — es un tema que debemos abordar, tu esposo no esta bien

— Él está muy bien, corre y camina, sigue siendo el mismo infeliz de siempre — gruñó, sintiendo aquel grito contra su oído — sin embargo, ahora yo no soy el único amor de su vida

— ¿No eres el único? — preguntó al aire considerando el adulterio, no comprendía la tranquilidad en aquel hombre de hebras rubias, le causaba inquietud, una inquietud que mayormente sentía con Min Yoongi al escucharlo hablar de la perfección del hombre frente sus narices

Él es perfecto, es el rey de mi cielo pútrido

— Me sentí tan reemplazable cuando fui consciente de ella, cuando la vi gimiendo en mi propia cama, vistiendo mi propias camisas — comentó con amargura, apretando sus dientes, sintiendo la presión en sus muelas — debía esperar algo como aquello en el momento donde me permitió reunirme con mi madre

— comprendo

—Al principio sentí tanta gloría al tenerlo dentro de mi, cuando tuvimos un sexo tan... — hizo una mueca, comenzando a considerar lo asqueroso y poco creativo que había sido — ni siquiera fue bueno — se quejó, recordando lo ebrio que se encontraba ese día — había gemido el nombre de esa zorra mientras me cogía — chasqueó su lengua, antes de reír

Todo era tan despreciable, lo odiaba tanto

— Me veía como la mascota, mientras a ella le poseía como una reina — se quejó entre risas apretando sus manos en su regazo — verla de aquella manera tan placentera oscureció todo lo que quedaba en mí — admitió, recordando todo lo que tuvo que pasar para algo tan agrió — he venido a malditas terapias por mejorar nuestro matrimonio y ¿De esta manera me lo pagan?

Chasqueó nuevamente su lengua...Él no sería humillado por una zorra, él colocó primero sus ojos en él y donde el ojo queda la bala rebaza ¿No?

Flashback

—AH... MÁS

— ¿Qué es eso? — se preguntó completamente extrañado, subiendo su mirada hacia las escaleras de su hogar

—MHG ... SE SIENTE MUY BIEN — un nuevo gemido, un gemido que heló la sangre de aquel hombre que solo se disponía a dejar las cosas en su lugar — OH Si PAPI

— Asqueroso — murmuró para sí mismo, dejando todo de lado, para luego encaminarse a las escaleras, subiendo una por una mientras escuchaba gruñidos, gemidos, jadeos y lloriqueos

Al encontrarse en el pasillo, mordió su labio inferior, temiendo aquellos sonidos que provenían de su habitación... su corazón comenzó a exaltarse y latir en una maldita taquicardia

Uno, dos, tres pasos, había comenzando a caminar consumido por su propio malestar, hasta encontrarse en frente de aquella puerta semiabierta, misma por donde asomó uno de sus ojos

Cubriendo uno de sus labios, evitando el jadear por la impresión; Observando con completa atención como el cuerpo de su esposo se movía bruscamente sobre el de aquella mujer que no paraba de gemir con satisfacción

¿Estaba usando una de sus camisas?

Estaba usando su camisa favorita, la camisa que su esposo le había obsequiado en su primer aniversario como pareja, un aniversario donde si lo amaba

— OH SÍ— Jadeó echando su cabeza hacía atrás, arqueando completamente su espalda, se veía tan satisfecha, sentía envidia — Por favor, continúa ahí

Él quería tener sexo de aquella manera, él se había esforzado por hacerlo de aquella manera, él se había portado bien.

Era injusto

Luego de un chasquido, retrocedió tres pasos, sintiendo como su corazón se achicaba por su propio enojo, quería vomitar, el ácido en su estómago no paraba de hervir demostrando su ira; Era injusto que una zorra cultivara todo aquello que él había sembrado en años

Sin un poco de duda, retrocedió por el pasillo, bajando con pasos llenos de enojo las escaleras

— Yo no seré humillado — murmuró para sí mismo, abriendo la puerta de aquella habitación a la cual asistía tanto

Tomó aquel traje de borrego el cual siempre era obligado a usar y se lo colocó, esta vez con una gran satisfacción, para luego tomar un cuchillo y el arma de fuego, permitiendo que el almidón de sus guantes fuera el único testigo de su acción

Sus dientes se apretaron al escuchar un nuevo gemido provenir de su recamara, estaba tan asqueado de aquello

¿Cuánto? ¿Cuánto tiempo?

Sin dudarlo volvió por su anterior camino, hasta encontrarse en la puerta de la habitación, sin embargo, esta vez no solo observó desde una rendija

Alzó una de sus piernas y pateó con fuerza la puerta, creando un sonido abrupto que sorprendió a ambos amantes, pero antes de que la mujer gritará espantada, observando a aquel hombre con un traje de borrego

Un agujero de creo en su rostro, luego de escucharse el fuerte sonido del disparó y sentirse el olor de la pólvora

Sin evitarlo, Jimin aspiró aquel exquisito aroma, se sentía tan bien, había esperado un error como aquel; alzó nuevamente su arma y apuntó al cuerpo inerte de la mujer al ver como su marido se apartaba espantado de lo que había sucedido

— Bum — susurro para sí mismo, apretando el gatillo cuatro veces, sonriendo con tanto placer y satisfacción, sin apartar su mirada del cuerpo carmesí y agujereado

—¿Qué has hecho? — preguntó en un hilo de voz el hombre, mirando con tanto horror a su esposo, hasta ese momento detallando el traje con el que lo humilló por tantos años

— Defiendo lo que es mío amorcito — río como un niño, tirando el arma al suelo, dirigiendo su gélida mirada hacia el castaño — ¿Tienes miedo amor? — ladeó su rostro, mirando aquel estremecimiento en el hombre desnudo — ¿Cariño? — preguntó al observar cómo se levanto, corriendo, empujando uno de sus hombros para así pasar por un lado de él

— Estas enfermó — escupió en un tartamudeó, corriendo torpemente mientras era seguido por su esposo en un traje infantil— ¡Ayuda! — Exclamó, tropezando contra una pared, escuchando como los pasos a sus espaldas aumentaban en velocidad

Era lo que él tanto había esperado, un mínimo error

— No te acerques — rogó, abriendo la puerta principal, sin importarle encontrarse completamente desnudo, corriendo por el jardín

— ¿Te da asco? — se quejó con indignación, sonriendo al ver a su esposo caer contra el asfalto— siempre espere este momento— admitió acercándose lentamente, sin apartar su mirada de aquel ser tan horrible — Eres un infeliz, cogiendo a una mujer en mi cama — gruñó, pateando un costado del otro, obligándolo a caer al suelo

subiendo sobre su pecho, sentándose a orcadas, sonriendo con libido, creando un gran estremecimiento en el cuerpo debajo de él

— Por favor— suplicó, pero antes de poder rogar un poco más, gritó lleno de dolor, sintiendo como un cuchillo se encajaba una y otra y otra vez contra su rostro— ¡AHHHHHHHH!

Una armoniosa risa escapó de los labios gruesos, mientras no paraba de mover el cuchillo sobre la piel de su esposo, sintiendo como las manos de este, buscaban la manera de apartarlo, sin embargo, todo el movimiento se detuvo en el momento donde clavo con profundidad el filo del cuchillo en su boca

— Tan miserable — sonrió sacando su arma del cuerpo, mirando con completa atención la manera en la que su boca expulsaba el exceso de sangre— Un perro en ocasiones puede morder a su dueño querido — murmuró, colocándose de pie— espero que hayas disfrutado de tu zorra

Río por lo bajo, apartándose del cuerpo, sin dejar de mirarlo

¿Qué debería hacer?

No fue problema para él, lanzar a su esposo por uno de esos agujeros de las alcantarillas, antes de comenzar a caminar por las calles de Seúl, buscando la manera de relajarse y calmar su adrenalina

Debía procesar lo que había hecho

End of the Flashback 

— Supongo que debo dejarlos ser felices ¿no? — preguntó, acomodándose en su lugar, aligerando su malestar por el placer

— Es un pensamiento muy maduro de tu parte — halagó, sin embargo, Jimin solo lo ignoró, dirigiendo su mirada hacía el reloj de pared

Su hora había culminado

—Este tema lo hablaremos con un poco de profundidad en la próxima sesión — se atrevió a decir, dado el caso que el rubio se levantó

Era un hombre demasiado puntual ante todo

— Nos vemos próximamente doctor— reverenció, siendo correspondido

—Eres un buen chico Jimin— se atrevió a decir, mirando aquella mirada llena de curiosidad— no mereces pasar por este tipo de cosas, se que es poco profesional de mi parte, pero considera el divorció

—Lo tendré en cuenta

No era necesario

—Nos vemos— volvió a despedirse, observando como el más bajo se encaminaba a la puerta

Sin embargo, al solo salir por ella, la mirada de Jimin fuera captada por aquel hombre pálido que lo esperaba con paciencia en una silla

¿Qué quería ahora?

— ¿Qué quieres? — preguntó de mala gana, parándose en frente de Yoongi mientras cruzaba sus brazos

sin embargo, se sorprendió al sentir como descaradamente sus caderas fueron apresadas por aquellas manos tan voraces

— Quiero invitarte a salir — le miró con una sonrisa, mostrando sus encías, esperando que de aquella manera el rubio cediera

— ¿Acaso no ves que estoy en terapia de pareja? — enarcó una ceja, quitando bruscamente el tacto de su cuerpo, mirando aquella desilusión — ¿Qué haces aquí? ¿De verdad esperaste dos horas solo para decirme esto?

— No vi problema en hacerlo — confesó, escuchando el susurro de ese rubio que solo se giro, retirándose de aquel consultorio, moviendo sus caderas de un lado a otro

Un hecho que solo obligó al pálido a morder sus labios con fuerza, adoraba lo renuente que era

No se rendiría tan fácilmente 

▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔

Nota de autor:

Hola, espero que disfruten de este capítulo

Me disculpo sinceramente por no hacerlo ayer, no logré publicarlo, tuve demasiados inconvenientes y aún faltaban ciertos detalles, pero bueno, aquí lo tienen disfruten

Entre un Rey y una Reina, te aseguro que preferirás ser un Peón 

Att: Dem

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top