•Perfectamente imperfecta•

Preparatoria Singh Yonsei de Seúl, Corea del Sur. 15 de septiembre 2012

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Sparks by Coldplay

Tomó un poco de tiempo para encontrar sus lentes y rápido se los colocó, salía de último siempre que comenzaba el receso de clases, tomando las últimas notas de la clase para después repasarlas, siempre tratando de ser el alumno ejemplar.

Y como no, esa era su última semana siendo estudiante de preparatoria, pronto tendría alguna respuesta de las universidades a las que había aplicado para asistir.

Muchos de sus compañeros se burlaban de él y hacían malas bromas por sus aparatos dentales, los filtros nasales que le permitían respirar con normalidad, y no se pueden dejar atrás sus brillantes y grandes gafas para su miopía.

Jungkook, ante los ojos de los demás podría llegar a ser un completo friki, y su personalidad tímida solo hacía que esas suposiciones fuesen más certeras. Aunque a él realmente no le importase mucho lo que dijeran sobre su aspecto, no le importaba la opinión de nadie. O bueno, solo la de una única persona.

Cha Woo Young.

La chica más hermosa ante sus ojos y la única que llegaba a estar en su nivel estudiantil. La imperfectamente perfecta Woo Young.

Se juntaba con uno de los grupos más populares de la escuela Singh de Yonsei, aunque todas sus amigas fuesen superficiales y a su parecer tontas, sorprendentemente ella era todo lo contrario, nunca tenía que esforzarse por verse bien, naturalmente todo de ella era impecable; su cabello recogido en una media coleta con un listón blanco, su rostro con poco maquillaje y sin imperfecciones, aquella sonrisa brillante, aquel uniforme amarillo aburrido que solo a ella se le veía precioso, su forma de caminar, y sobre todo, lo que más admiraba y adoraba de ella era que sin importar qué, siempre se mantuvo intacta en sus convicciones, su corazón y su amabilidad era lo que se atrevía a decir; amaba más que todo y al mismo tiempo lo amaba todo de ella.

Fueron compañeros de clase un semestre en la materia de química donde, ella se adelantó el curso y por ende lo marcho junto a él, incluso durante algún tiempo se sentó a su lado y por momentos, también compartió material de laboratorio con ella.

Pero eso termino un semestre atrás, y ella no volvió a presentarse en un curso junto a él, y justo en ese momento, se encontraba sentada una banca adelante de él junto a sus amigas.

Ella como siempre, luciendo tan bonita e impecable mientras hacía algo tan básico como comer las guarniciones de su almuerzo. Simplemente le parecía lo más cercano a la perfección.

Jungkook apoyo su mentón sobre ambas manos y sonrió como tonto mientras la contemplaba, o eso, hasta que se percató de que sus ojos estaban siendo dirigidos a él.

Sus mejillas se pusieron rojas como un picante y su mirada se mantuvo con la de ella un par de segundos, ella le sonrió amable y levantó un poco su mano para saludarlo.

Él, por su parte, estaba que no cabía de la emoción, y de la misma forma, levantó un poco su mano y la agitó con delicadeza.

Aquella pequeña burbuja que se había formado entre ambos no duró mucho, y como todos los días, la campana que indicaba el fin del receso sonó, Jungkook se exaltó y levantó su cuerpo del banquillo donde se encontraba, y tan rápido como sus pies le permitieron corrió por el camino que daba hasta su siguiente clase. Pero como era su costumbre, tropezó con alguien más por ir de carrera, dejando caer un par de cuadernos que llevaba consigo y su lápiz. Al mismo tiempo que él caía sobre sus rodillas rasgando sus pantalones escolares.

Un par de chicos a su alrededor se burlaron de él por ser tan "torpe" como muchos en la secundaria aseguraban que era.

Cuando sus ojos se giraron en dirección donde habían caído sus pertenencias, su libreta de anotaciones estaba justo encima de un desagüe, y en el preciso momento en el que estaba a punto de ir a recogerlo, sus ojos aperlados se encontraron con los suyos. El rostro de una de las personas más bonitas en toda la jodida tierra lo estaba mirando justo a los ojos.

La joven chica pelinegra se agachó un poco, lo suficiente como para recoger algunas de las cosas que se le habían caído en tanto el chico recogía su mochila.

Se levantó casi de inmediato, y le ofreció su mano al pelinegro que aún se encontraba sobre el piso, este de forma tímida la aceptó apoyándose sobre sus pies para levantarse.

—Gracias. —dijo apenado.

—No hay problema —sonrió amable —. Jeon Jungkook ¿No es así? Compartimos clase el año pasado.

Él asintió y sonrió.

—Así fue.

—Oh, perdón, olvidaba los honoríficos, eres el sunbae que me ayudó en clase de química, te recuerdo bien. Muchas gracias por aquella vez.

—Sí, fue un placer para mí. —sonrió cayendo embobado, cuando se dio cuenta de que aún tenía que ir a clases volvió hacia sí mismo —. Muchas gracias por ayudarme Cha Woo young.

Ella pudo darse cuenta en sus palabras la prisa que tenía, y al mismo tiempo cayó en cuenta que aún le faltaba tomar una clase más antes de irse a casa.

—Tal vez después podamos hablar con más calma. —estiró su mano entregándole un lápiz, él la miro con confusión, hace poco menos de 2 minutos creyó que le había entregado todo —. Vi que se cayó tu lápiz a la cloaca, y este es uno extra que yo tengo, espero que te sirva.

Le sonrió por última vez, dejando el lápiz en una de sus manos, agitando la suya y despidiéndose de él.

—Nos vemos luego, Jungkook sunbae.

El corazón de Jungkook nunca se había sentido tan cálido como lo fue en ese momento.

Sin esperar que, al terminar la última clase, su vida daría un giro completo, y ese "nos vemos luego" no cobraría sentido hasta mucho tiempo después.

...

Se quedó callado, escuchando a su padre hablar, el sueño de su vida estaba justo frente a sus ojos, la oportunidad que le estaban dando era invaluable.

Viajar a Estados Unidos para estudiar medicina en una de las universidades más prestigiosas era algo que probablemente nadie rechazaría. Él no lo rechazaría.

—Es tú decisión Jungkook, con tus calificaciones y la carta de recomendación que el director Kang ha hecho para ti, los directivos de la universidad están dispuestos a otorgarte la beca. —hablo su padre, mirándolo con compasión.

—Hazlo por Hee Soo, ¿no querías ayudarla? Es tu oportunidad. —mencionó su madre esta vez.

Jungkook observó a sus padres y después se miró a sí mismo a través del espejo que estaba en su sala. La noticia de su aceptación en Harvard para estudiar medicina con una beca del 90% le cayó como una realidad aterradora y emocionante al mismo tiempo.

Había muchas cosas que aún no había hecho. Y otra muchas que probablemente no podría hacer si decidía no irse.

Tan fácil como era el no pensarlo tanto e irse sin más, finalmente era algo que hubo estado esperando hacer por mucho tiempo.

Convertirse en el mejor cirujano de Corea. Y poder ayudar a su hermana.

Sobre todo, la segunda.

Pero había algo que lo detenía, un sentimiento que quizá sólo debía dejar ir, pero este se aferraba tanto a su corazón que le era imposible dejarlo pasar.

Y Cha Woo Young era la causante de todo aquello.

No quería dejarla, no en ese momento que las cosas habían progresado con levedad.

No en ese momento que se había decidido en confesarle sus sentimientos por ella. Decirle lo mucho que sentía por ella y lo tanto que dolía su corazón por el hecho de que quizá nunca lo sabría en ese tiempo.

El tiempo, todo era cuestión de tiempo. O eso esperaba luego de tomar la decisión que cambiaría su vida completamente.

—Iré a empacar las maletas ahora.

Sus padres se miraron entre sí con algo de confusión, en definitiva, su hijo no parecía estar feliz de irse, sin embargo, sabían que como todo era cuestión de tiempo y adaptación al nuevo capítulo que Jungkook estaba por vivir.

...

Estaba hecho, era un hecho ya. No había nada más por hacer.

Por todo el aeropuerto se escuchó la voz de una mujer hablar.

Pasajeros del vuelo 120 con destino a Boston Massachusetts, favor de abordar el avión.

Supo que no había vuelta atrás cuando se despidió de sus padres, supo que no había vuelta atrás cuando puso un pie dentro del avión que lo llevaría lejos de todo lo que conocía.

En el momento preciso cuando se sentó junto a la ventana, observando como la aeronave comenzaba a moverse, se lo prometió.

Regresaría siendo un mejor hombre, regresaría a Corea siendo más valiente y finalmente, si el destino se lo permitía, diría todo lo que, en ese entonces, no pudo decir.

Y se reencontraría con la persona que había robado su corazón.

"Solo espera un poco, Cha Woo Young. Regresare por ti..."

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