•Inquietantes pensamientos•

Hospital de Occidente Gahong Seúl. Corea del Sur 5 de septiembre.

Corrió tan rápido como su cuerpo se lo permitía y tanto como la camilla que llevaban él y otras dos enfermeras los dejaba mover.

—Necesito de un partero en el primer piso de obstetricia en la sala de partos inmediatamente. —hablo, halando la camilla y revisando de reojo a la mujer que estaba postrada en la misma.

—El doctor Park no está en el hospital, y no hay ningún otro obstetra que puedan ayudar a esta hora, podríamos llamarle al doctor Park, pero sería demasiado tarde, la mujer ya rompió la fuente y es cuestión de minutos para que inicie labor de parto.

Jungkook negó y miró de nuevo a la mujer de rostro conocido para él, motivándose a tomar una decisión.

—Bien, entonces lo haré yo, aun así, requiero que le llamen al doctor Park con urgencia.

La enfermera que estaba a su lado asintió y rápidamente corrió para tomar su teléfono, mientras tanto los demás terminaron de llevar a la mujer a la sala hibrida.

La enfermera quien había llamado al doctor Park, se acercó hasta Jungkook con el teléfono en la mano.

—Doctor Jeon ¿me escucha? —la voz del doctor Park fue lo primero en sonar.

—Lo escuchó fuerte y claro doctor Park.

—Ya me han informado la situación, escucha, estoy alistándome para ir al hospital, estaré ahí en unos 30 minutos, mientras tanto necesito que te mantengas al teléfono y te ocupes de la paciente.

—Eso hago, pero doctor Park, nunca he asistido un parto yo solo.

—Doctor Jeon, ¿la paciente ha coronado ya?

—No. Tiene seis centímetros de dilatación y no notó la cabeza.

—¿Hace cuanto empezó?

—Hace unos 10 minutos desde que llegó.

—¿Estás seguro de eso?

Jungkook se detuvo y abrió los ojos de golpe.

En realidad, pudo haber comenzado desde antes que llegara y le pasara el síncope. Pudo haber roto la fuente desde hace ya bastante tiempo, puesto que había una hemorragia saliendo de ella cuando la encontró.

Dado que había llegado sola parecía que estuvo caminando durante un buen tiempo y fuera no había ningún auto estacionado.

Llevaba más de 30 minutos desde entonces. Estaba seguro.

—¡Doctor Jeon! ¿Me escuchas?

Finalmente salió de su trance.

—S-sí aquí estoy. —sacudió la cabeza—. Lleva un aproximado de una hora desde entonces. Contando el tiempo que estuvo deambulando hasta llegar aquí. Podría ser poco más que eso.

—Bien. Usa las maniobras de Leopold para saber la localización del bebé, puede que esté atascado.

Jungkook se acercó a ella y comenzó por buscar por la parte abdominal, cuando repentinamente un quejido ahogado y una cara de dolor se reflejó en la mujer.

—Está en posición transversal. A unos 30 grados hacia la izquierda. —dijo Jeon, sin dejar de ver la cara de la mujer, quien parecía aún en estado de inconsciencia. Soltó su abdomen.

—No podemos sacar al bebé.

—¿De qué hablas? ¿Por qué no? —contestó exaltado.

—Tenemos que girar al bebé. —negó —. Tienes que hacer una versión cefálica externa.

—O puedo hacer una cesárea. He ayudado a hacer varías.

De pronto, como si la paciente pudiera escucharlo, negó en repetidas veces.

—Jeon, en un quirófano con un cirujano. No voy a permitir que hagas una cesárea ahí. —dijo con firmeza.

—Incliné la cama, iré por el gel. —hablo la enfermera esta vez, acotando una orden que ni siquiera había sido para ella y, aun así, obedeció.

—De acuerdo.

Jungkook suspiró e hizo lo que aquella enfermera le había pedido.

En pocos minutos, ya se había preparado para hacer aquella práctica que solo un obstetra sabría hacer con perfección. Pero debido a las circunstancias, terminaría haciendo un cirujano cardiotorácico.

—¿Está listo doctor Jeon?

—Sí, noto la cabeza.

—Escucha, tú y la enfermera Choi Daehyun tienen que rotarlo en la misma dirección.

—Respira hondo, Woo Young.

La enfermera Choi hizo una mueca de confusión, preguntándose en qué momento, el doctor Jeon se había dado a la tarea de conocer los datos personales de la paciente, sin embargo, no le tomo mucha importancia.

Algo que no se esperaba, al cabo de todo ese tiempo, la mujer habló débilmente.

—Vale...

Aún, con los ojos cerrados y con la conciencia recuperándose, ella hizo lo que se le pidió.

Fue entonces que el doctor Jeon, junto a la enfermera, comenzaron la maniobra. La mujer soltó un grito.

—E-espere, no, no puedo. N-no puedo hacerlo...

—Apriéteme el brazo lo más fuerte que pueda. —la enfermera Choi fue la primera en responder.

Woo Young, hizo lo que se le dijo y con la poca fuerza que le quedaba, tomo el brazo de la enfermera.

Jungkook por su parte, estaba evitando con todas sus fuerzas pensar en otras cosas, pensar en ella de la forma que quería y forzándose a verla como una paciente más.

—El feto se mueve. —hablo la enfermera, tomando con ambas manos el lado derecho del abdomen, mientras el doctor Jeon se encargaba de empujar desde el otro lado.

—La cabeza está mirando al cuello. Empuje una vez más. Solo necesit-

—¡Doctor Jeon, pare! —gritó el doctor Park, quien seguía al teléfono escuchando todo.

Jungkook ahogó un jadeo.

—Desprendimiento de placenta. Tiene una hemorragia nuevamente. —mencionó la enfermera con un tono severo.

—¿Frecuencia fetal? —interrogó el doctor Park.

—La frecuencia del bebé... está bajando. Necesitamos dos vías de gran calibre y dos unidades de concentrado de hematíes. —la enfermera asintió y rápidamente fue en la búsqueda de lo que se le pedía. —Park, necesito que te apresures en llegar pronto y mientras... supervises mi primera cirugía en solitario.

—Ya voy de camino, mantenlos vivos hasta entonces.

...

—El abdomen está abierto. Retracción.

—La presión le está bajando. Doctor Jeon la pared uterina. —hablo la enfermera.

Jungkook entro en shock.

—Escúcheme doctor Jeon, tiene que hacer una incisión gradual e ir despacio para no tocar al bebé —explicó con prisa.

—Frecuencia 95.

—¡La pared uterina!

—Doctor Jeon ¿le subimos el oxígeno?

Voces, voces y más voces.

Jungkook se detuvo, no podría hacerlo si la situación continuaba así.

—¡Basta ya! ¡Por favor! ¡Necesito concentrarme! —hablo exaltado, había mucha tensión de por medio, sin embargo, con la presión de escuchar al doctor Park y a la enfermera Choi hablar al mismo tiempo, se había sentido descolocado.

—Estoy entrando al estacionamiento, espero que puedas mantener la compostura como médico hasta entonces, Jeon. —hablo Jimin, como último antes de colgar.

Jungkook le echo una mirada a la enfermera Choi y luego repentinamente movió sus ojos hasta la paciente, quien había tomado su mano.

—Pase, lo que pase, salve a mi bebé, p-por favor.

Paso saliva y asintió con determinación.

—Doctor Jeon, veo la cabeza. —mencionó la enfermera, en tanto Jungkook se acercaba y termino por sacar al bebé.

—No respira... ¡rápido, hay que reanimarlo! —tomo al bebé con ambas manos y lo paso a una camilla apartada de la mujer, la enfermera lo siguió con el equipo de RCP neonatal en sus manos.

Pero nuevamente, algo salió mal.

Unos pequeños pero audibles sonidos comenzaron a escucharse, provenientes de donde se encontraba la madre.

—La paciente... Tiene hipotensión y taquicardia.

—Se está desangrando. —la voz del doctor Park se escuchó al otro lado de la puerta de cristal, Jungkook le dio una mirada rápida, observando que apenas y llevaba un pijama de dormir.

En otro momento, le habría dado gracia verlo en esas condiciones, sin embargo, concentro su atención en realizarle una reanimación al bebé. Conteniéndose en correr al lado de la mujer. Podría salvarlos a los dos, estaba seguro.

—Doctor Jeon, las reglas de prioridad medica son claras. Céntrate en salvar a la madre. —hablo con firmeza al otro lado de la puerta, un atisbo de desespero por lo que estaba haciendo el doctor Jeon lo invadió. —¡Doctor Jeon, tienes que parar ya!

Exclamo cuando no vio la mínima intención de Jungkook por detener la reanimación.

—¡Doctor Jeon! ¡Doctor Jeon!

Jungkook se detuvo.

—Podemos salvar a los dos. —sentenció, pero una vez que se dio cuenta de lo que estaba haciendo, volvió a hablar, esta vez dirigiendo sus palabras a la enfermera. —Consigue un litro de suero, una bolsa de plástico, cinta quirúrgica y una gasa Kerlix, por favor.

La enfermera asintió y corrió en búsqueda de los materiales.

Jungkook le dio una última mirada a Jimin, quien lo observo confundido, al darse cuenta que saldría de la sala.

No le dijo nada más. Decidido a confiar en él.

Mientras tanto, por su parte, Jungkook camino con prisa por los pasillos, esperando encontrarse con alguien que pudiera ser de utilidad.

—¿¡Quién sabe hacer Reanimación cardio-pulmonar!? —grito, una primera vez en tanto llegaba a una sala con personas. —¿Quién sabe hacer RCP?

Un joven enfermero levanto la mano.

—Yo creo que pued-

—Ven conmigo. —lo interrumpió y rápidamente el joven lo siguió sin rechistar.

Cuando ambos llegaron, la enfermera ya se encontraba lista con un carrito con todo lo necesario.

—Pon dos dedos en el centro del pecho y presiona dos veces por segundo. Cada 14, para y aprieta la bolsa. —el chico abrió la boca para hablar, pero rápidamente calló. —No lo hagas muy fuerte o le romperás el corazón.

—Entiendo. —pronuncio como última palabra, nervioso, trago saliva y seguidamente comenzó a seguir las instrucciones de aquel médico.

—¿Preparado doctor Jeon? —hablo el doctor Park, él asintió dándole una rápida mirada. —Mete el extremo de la bolsa despacio por el cuello del útero. —Jungkook siguió sus indicaciones. —Cuando llegues al fundus del útero, empieza a inflarla.

—No funciona, sigue sangrando. —hablo con una pizca de desespero, aquel pitido de la maquina y ver como la tensión descendía cada vez más, lo estaban poniendo inquieto.

—Sigue inyectando suero. Confía en mí.

Jungkook continúo presionando la bolsa con el suero, rezando porque en cualquier momento, aquella maquina detuviera el sonido y la ABP con los números comenzara a elevarse.

Y justo, como si hubiese sido un milagro, antes de que el marcador bajara de 60/20, se estabilizo y, por consiguiente, el sonido ceso.

—La tensión ha subido a 80/60 y la frecuencia está en 110. —menciono la enfermera, dejando salir un suspiro.

Jungkook rápidamente se dirigió hasta donde aún, el pequeño bebé, luchaba por su vida.

—Detén ya el masaje. Tengo que ver si respira solo. —precepto al chico y tomo al bebé.

—¿Está bien? —cuestiono el joven.

—No. Tiene los pulmones encharcados. Se está ahogando. —nuevamente, Jungkook se dirigió a Jimin, en busca de asistencia.

—Toma el laringoscopio pediátrico. —decreto, dirigiéndose a la enfermera Lee, quien rápidamente lo empuño y se lo dio al doctor Jeon.

Este por su parte, realizo el procedimiento y analizo con rapidez la situación.

—El bebé ha aspirado meconio. Catéter de aspiración.

—¿He hecho algo mal? —pregunto con preocupación el joven, quien aún seguía en aquella sala.

—Probablemente has hecho que expulsara algo. Si no, ya se habría asfixiado. —le explico Jimin, intentando tranquilizarlo.

—Limpiando las vías. —indicó, encendiendo la máquina de succión dejando ver la cantidad de materia fecal que bloqueaba las vías respiratorias.

De pronto, el bebé comenzó a llorar y Jungkook se detuvo.

—Limpieza terminada, el bebé esta fuera de peligro.

Finalmente, el doctor Jeon arropo al bebé y se lo entrego a la enfermera quien lo miro con alivio y satisfacción. El doctor Park junto a aquel chico y un par enfermeros más, le aplaudieron.

Al cabo de unos segundos, Jungkook por fin pudo suspirar con tranquilidad, apaciguando su respiración. Se dirigió hasta la mujer que acaba de parir, quien aún seguía con los ojos cerrados.

—Woo Young, ¿cómo te sientes? —preguntó, revisando el gotero del suero.

Ella gimió.

—Como si acabará de parir. —Jungkook sonrió, en realidad aquella pregunta había sido estúpida.

—Tienes los signos vitales estables, y parece que también tu sentido del humor ¿crees que podrías abrir los ojos ahora? Necesito hacer una revisión rápida. —hablo con amabilidad y cierto nerviosismo.

Ella frunció su ceño y poco a poco abrió los ojos.

Al cabo de unos segundos para poder enfocar su vista, su cara hizo un extraño gesto al ver a aquel hombre.

Jungkook por su lado, se dejó guiar por sus lindos ojos, su corazón sintiéndose cada vez más acelerado y una creciente ansiedad invadiéndolo, queriendo saber si ella también lo recordaba.

—Woo Young, tú me-

—¿Está despierta? Creí que continuaba inconsciente. —hablo Jimin, acercándose hasta ellos luego de un largo tiempo.

—Todo este tiempo estuvo consciente, doctor Park. —dijo, sacudiendo un poco cabeza, guardando sus preguntas, pensamientos y sus inquietudes para sí mismo.

—En ese caso, debe de sentirse muy cansada, señorita Cha.

Ella asintió volviendo a cerrar sus ojos.

Jungkook se cruzó de brazos y exhaló.

—La dejo en tus manos, Doctor Park. —hizo una pequeña reverencia antes de darse la vuelta para marcharse.

—Muchas gracias, Doctor Jeon. —agradeció ella.

Jungkook quiso girarse y olvidar que ella era una paciente, que, en realidad, ella aún seguía teniendo aquel efecto adrenérgico en él a pesar de tanto tiempo.

Sin embargo, se contuvo y soltó un suspiro tembloroso.

—Felicidades por su bebé, señorita Woo Young.

Finalizó, saliendo de aquella sala con una extraña pesadez sobre su pecho.

...

7:00 am.

Habían pasado ya un par de horas desde que Jungkook volvió a encerrarse en la oficina del presidente Min.

Durante un arduo tiempo, trató de concentrarse en leer las investigaciones restantes, pero en todos aquellos intentos había fallado, no podía concentrarse. Y todo se debía a una sola persona.

Tenía tantas preguntas, tantos pensamientos y tan poca suerte para que todas sus cuestiones se aclararan. Realmente estaba sopesando mucho y era algo que lo frustraba.

Pero su cuerpo ya no podría aguantar un solo segundo más sin descansar, llevaba poco más de 46 horas despierto.

Tomó los últimos expedientes de las investigaciones que le faltaban por revisar y las echo dentro de su maletín, al mismo tiempo, apilo todas las demás sobre una repisa de donde las habían tomado y se dirigió fuera de la oficina.

Hacia algo de frío, y su nariz olfateaba el olor a café recién hecho, realmente quería uno, pero había decidido aguantarse las ganas desde la séptima taza que se había tomado. Quizá luego podría causarle taquicardia el exceso del adrenalínico.

—Ah, buenos días doctor Jeon. —saludó la enfermera que, durante la madrugada, había conocido.

—Buenos días enfermera Lee. —saludo de igual manera.

—Uh, ¿Ya se marcha? —preguntó, observando que llevaba consigo su maletín.

—Sí. Iré a descansar y por la tarde regresaré.

—No será necesario. Tomate el día.

Jungkook se giró, esta vez para mirar al presidente Min caminar hasta ellos.

—Buenos días presidente Min. —reverenció la joven enfermera.

—Buen día. —la enfermera Lee se despidió con una última reverencia de ambos hombres y se marchó a toda prisa, dejándolos solos en el pasillo. —Escuche que anoche tuviste un parto, todos en el primer piso están hablando sobre lo asombroso que fuiste, doctor Jeon.

—Exageran, fue algo inesperado y la mayor parte de los créditos se los llevaron el doctor Park y la enfermera Choi.

—Eres muy modesto, para ser un médico de talla internacional en un hospital como este. —suspiró, colocando una de sus manos sobre el hombro de Jungkook. —Como sea, debió ser duro para ti, llevas dos días sin dormir, así que puedes tomarte el día de hoy para descansar.

—Presidente Min, yo no-

—Sin peros ni reproches, de cualquier forma, no voy a permitir que regreses hasta mañana, así que ni lo intentes ¿está bien? —Jungkook no tuvo más remedio que asentir.

—Bien, gracias presidente Min. Con permiso. —mencionó, como último.

—¡Ah! Y doctor Jeon, antes de que se vaya, el doctor Park me pidió que le dijera que pase por obstetricia antes de irse, dijo que era importante.

—Está bien, gracias por avisar.

Estaba un poco confundido, creyó que ya todo estaba bien

¿le habrá pasado algo a Woo Young? —pensó.

Su ansiedad incrementaba mientras más se acercaba al área de obstetricia, donde seguramente, ella aún continuaba.

Al llegar a penas y pudo ver a un rubio un poco más bajo que él dar vueltas sobre el pasillo con el dedo pulgar sobre su boca. Inquieto.

Definitivamente, algo andaba mal.

Y tan pronto como el doctor Park lo vio llegar, corrió hacia él con una mirada perturbada.

—Jungkook, tenemos que hablar.

Él asintió, y siguió a Jimin hasta un lugar más apartado.

—¿Qué ocurre? ¿Sucedió algo de lo que deba enterarme?

—Dios, esto realmente es, impresionante. Incluso para decirlo, y aún más que no te hayas dado cuenta. Maldición. —dijo por lo bajo.

Jungkook frunció el ceño, el corazón le latía demasiado rápido y ya no sabía si era por la cantidad de cafeína que ingirió o por la desesperación que le estaba causando tanta intriga.

—Dímelo ya, ¿qué es lo qué pasa? —Jimin negó.

—Ella, esa mujer... la que antes ayudaste en el parto. Jungkook, ella pudo haber muerto incluso antes de llegar a este hospital.

Palideció, realmente no estaba entendiendo, pero la cara de Jimin no le daba alguna señal de respuesta, hasta que volvió a hablar.

—La paciente Cha Woo Young... estuvo a punto de morir embarazada, le realizamos algunos estudios ya que seguía quejándose de dolor y en los exámenes ginecológicos que le realizaron describía graves desgarres en el cérvix y los labios mayores. Verdaderamente es un milagro que haya sobrevivido, ella ya se estaba muriendo por dentro y cuando el bebé salió, el cérvix pudo haberse roto completamente.

—Pero... ¿ella ya está bien?

—Se le aplicó un analgésico para el dolor, pero no resistiría mucho así que decidí realizarle una pequeña cirugía interna para cerrar el desgarre y que esté no provocará una hemorragia mayor.

—Ajá... continúa. —aquella tensión le estaba resultando tortuosa.

—Luego después de la cirugía, salí para poder buscarte, pero antes de poder llegar ti, me informaron que la paciente había salido del hospital con el bebé.

—¿¡Como!? ¿Me estás diciendo que ella...?

—Escapó con el bebé y una cirugía que sigue reciente y sin medicamento, en cualquier momento podría empezar a agonizar del dolor.

No espero si quiera a saber si el doctor Park tenía algo más que decir, corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, sin un rumbo específico, buscando una mínima posibilidad de encontrar a alguien que había desaparecido como un fantasma.

Fue estúpido creer que la encontraría aún, a sabiendas que quizá ya habría pasado demasiado tiempo. Pero, aun así, aquel instinto dentro de él era inquietante.

Una impotencia dentro de él creció cuando intento ir en busca de su auto, pero al haber llegado hace apenas dos días, este fue enviado directamente al estacionamiento de su departamento.

Un jadeo salió de su boca.

Al cabo de unos minutos pensando en todo y en nada al mismo tiempo, volvió dentro del hospital, solo para encontrar al doctor Park con una sonrisa triste.

—Es una pena, no pudimos hacer nada para salvar el código morado esta vez.

Aquellas palabras retumbaron en su cabeza y su pecho se contrajo.

Código morado.

No podía siquiera pensar que ella, estuviera bajo la clasificación de aquella atrocidad.

—Doctor Park, ya me voy... si saben algo más de ella, avíseme de inmediato. Por favor.

El doctor Park asintió y mantuvo su vista en él mientras volvía a salir del hospital y tomaba un taxi.

...

Arrastró sus pies sobre la alfombra de la entrada, estaba cansado. Sin embargo, no lo suficiente para poder sonreír al ver a su mejor amigo mover la cola con un efusivo en recibimiento.

—¡Bam! Tranquilo. —la sonrisa en su rostro se amplió cuando su peludo amigo se lanzó sobre él y lamió su cara —. ¿A qué hora llegaste aquí? ¿Ya comiste? Debiste esperar mucho, lo lamento.

El perro se dejó caer sobre el piso de mármol y comenzó a lamer sus patas. Seguramente la había pasado aburrido.

Se dirigió a la cocina donde ya aguardaba un costal de croquetas que rápidamente sacó y Bam identifico por el sonido, yendo hacia donde él estaba.

—Bien, espero que comas y te adaptes a este nuevo hogar conmigo Bam, porque será permanente. —le acarició la cabeza mientras el perro comenzaba a comer.

Se dirigió hacia el sofá de la enorme sala, aquel lugar se sentía tan vacío en realidad, lo había comprado solo porque estaba cerca del hospital y la seguridad de la residencia era muy buena, pero el lugar era demasiado grande para él solo.

Bufo al recordar a sus padres insistirle en constantes ocasiones sobre el matrimonio y que se estaba volviendo viejo, que debía formar una familia pronto y hacer su propia vida.

Pero él ya estaba demasiado comprometido desde el primer momento en el que decidió ser médico. Era una vida solitaria, pero el prestigio y la fama que tenía eran innegables. Aunque después de todo, seguía solo.

En realidad, nunca se había preocupado por conocer a alguien y formar una familia, al menos no hasta en ese momento, cuando la vio a ella.

Jamás imagino que fuese a formar una familia tan joven, incluso pensó que tendría un futuro más próspero que el suyo y podría ser una mujer muy ocupada en su trabajo. Sin embargo, la imagen que le mostró hace apenas unas horas antes, era demasiado triste como para pensar que ella siquiera logró una familia feliz.

¿Estará casada?
¿Tendrá más hijos?
¿Qué fue lo que le pasó?

Sus interrogantes no obtendrían respuesta, y quizá nunca lo sabría, pero se aferraba a la esperanza de volver a encontrarla y hablar con ella.

Al menos quería saber cómo estaba y que había pasado con ella todos estos años. Pero eso era ya, mucho pedir.

Seúl es una ciudad enorme, pero no lo suficiente para no poder volver a verla de nuevo.

Jungkook no estaba dispuesto.

Y se aseguraría de que la próxima vez que la viera, no le dejaría ir tan fácil.

No le importaba nada más, no volvería a perder a Cha Woo Young otra vez.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top