Capítulo 19

Un momento de debilidad.

Zafiro

Susto... impresión... como sea ¡¡flaqueza!!

La sorpresa y el miedo se apoderaron de mí al darme cuenta que pudo haber escuchado todo lo que dije.

¡Dios! ¡Qué suerte la mía siempre!

¡¿Por qué tenía que estar ahí?!

¡Ay, ay, ay!

La unión de esas emociones me hizo colapsar...

Y ¿cómo no? Si apareció mi machote de la nada, cuando tanto había despotricado sola o con... bueno, mi único confesor.

Todo se volvió oscuro y mis extremidades pesadas. Sentía que iba cayendo en un sueño profundo, dejando de estar en el servicio de mujeres y transportándome a un vacío absorbente. Chocando de a lleno con unos brazos cómodos que me acogieron impidiendo mi daño contra el suelo.

No sé cuánto tiempo transcurrió pero fue una sensación extraña y agradable a partes iguales.

No podía sentir mi cuerpo ni era consciente de nada más que de la calidez que me sostenía.

A miles de millas de distancia logré escuchar murmullos o susurros no sé bien qué decían o quién era la persona que hablaba.

Al rato percibí a lo lejos una voz conocida, que dictaba palabras de amor y sentí suaves e imperceptibles presiones por toda la piel... ¡besa mi cara con ternura!

Sentí leves sacudidas y algo húmedo en mi semblante pero mis pestañas estaban muy pesadas y me impedían ver el artífice de semejante acto de amor y dedicación.

Cuando por fin fui recobrando fuerzas, parpadeé varias veces hasta abrir los ojos y vislumbrar lo que jamás imaginé.

Aún atontada no lo podía creer, era él. Porque solo él haría semejantes actos... en el pasado pero, no sabía que ahora también.

Aturdida pregunté incoherencias hasta que distinguí lo que creí era fruto de mi imaginación.

Era mi amor quién me había recibido entre sus brazos y quién había exclamado aquellas frases de adoración.

Lo que dijo me impresionó aún más que lo que hizo.

-...amor...

Esa palabra la dijo viéndome a los ojos. Sin darse cuenta. Y mi corazón diminuto creció un poquito más pero detuvo su constante bombeo de sangre al resto de mi cuerpo por unos segundos.

¡Demasiada información para tan poco tiempo!

¡Alerta roja!

¡Mierda! Me tiene como una idiota esperando que diga algo.

--Yo... ¡Mierda! Lo siento.

Respiró con resignación.

Me dolió su reacción.

Me decepcionó su semblante.

Me sentí perdida y avergonzada.

Creo que solamente se le salió esa palabra o yo la imaginé.

--No me lo tengas en cuenta. No fue mi intención faltarte al respeto... Yo... yo solo... ¿Te encuentras mejor?

Le oí disculparse en silencio.

Como pude me recompuse y usé mis cuerdas vocales con pesar para fingir otra vez. Como la guerrera que soy.

Hay tragos amargos que tragar sin pensarlo mucho para poder sobrellevar los malos momentos.

--Eh... Sí. Mejor. -tercié campante.

--Genial. Me... gustaría que...

Aquello fue un momento de debilidad. ¡Punto! No de colapso total. ¡Ja! No soy tan débil como creen muchos.

Sonreí de lado para ocultar mis penas y aparentar superioridad.

--¿Puede dejar de tartamudear señor Rivera? Muchas gracias por su ayuda pero ya puedo sola. -puede que haya sonado un poco ruda pero, ¡Ja! Esta soy yo... la nueva... la fuerte.

¡Adiós amor mío! ¡Hola despotismo interno!

Asintió, se acercó a mí y depositó un beso en mi frente antes de encaminarse a la puerta y quitar el seguro, para luego marcharse sin mirar atrás.

Le vi marchar y sentí que se revivía nuestra despedida de hace cinco años atrás.

Volví a sentir dolor, vacío, pérdida y frío.

Sin él nada es igual, nada tiene sentido, nada tiene color es solo gris en mi cielo.

Sin él pierdo el norte, pierdo el ánimo, la esperanza y los papeles.

Sin él no soy yo completamente.

Aunque me despedaza todo esto, tengo que seguir adelante con mi drama porque no sé nada de mi amor desde hace años y no quiero incordiar en su vida ahora que he logrado avanzar tanto en la mía.

Lo valoro mucho más de lo que soy capaz de aceptar en voz alta. Pero no lo sabrá, al menos, no por mí. No de mi boca.

No, desde mi pequeño corazón luchador.

No, desde mis noches de llanto.

No, desde mis noches sin dormir.

No, desde que me rompí por ganar una batalla que le protegería.

No, desde que renuncié a amarlo sin medir que me perdía a medio camino, no cuando lo amo con mi alma y lo lloro cada que se va.

No, cuando por fin lo vuelvo a ver.

No ahora.

No hoy.

Ni mañana.

No lo sabrá, hasta que gané esta guerra.

Minutos después.

Arreglada, como una reina lista para su coronación y atenta a cualquier enemigo asechando regresé al público con deseos de bailar e intentar olvidar lo ardiente que resultaba su mirada sobre mí.

Actuar no es lo mío pero ¿quién me va a juzgar ahora? Nadie más que yo sabe lo que cargo y cómo lidio con mis cargas.

_______________________

Notita...

Este capítulo es muy corto y lo ampliaré más adelante.

Espero les guste.

Nos leemos en un tiempazo.

Con amor para ustedes mis amores guerreros y guerreras.

Su autora Death 💀💋❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top