El bazar de Bestia es uno de los lugares que gusta de recorrer cuando regresan después de semanas o meses de ausencia por estar comerciando entre las estrellas. Era un lugar un tanto ruidoso por todas las personas que llegaba a ver en cuestiones de segundos, ya fuese comprendo frutas, carne o hasta telas finas o modestas para confeccionar alguna prenda, cobija y cortina.

Hay unos cuantos niños riendo y gritando mientras se persiguen alrededor de sus madres quienes les piden que solo jueguen cerca de ellas, al parecer están jugando pero Coda no sabe descifrar cual es o de que va (por más que miré), pasaba tan poco tiempo en Bestia de niño que realmente no hizo ningún amigo, solo Carnelian pero este era de Alba.

Deja de prestar atención en aquello y se centra en Fang, quien estaba comerciando hace pocos segundos con un señor grande, fue de los primeros con quienes trabajaron pues conocía a su padre. Aunque ahora Coda agradecería que aquel agradable señor no se hubiera movido de ahí buscando lo que un cliente le pedía y dejado en su lugar a su joven nieta.

Y tal vez sea cosa de Coda, que se lo esté imaginado, pero puede jurar que le está coqueteando a su rey, el cual solo le sonríe y contesta amablemente lo que le dice. Le causa más molestia que incomodidad, más no podía culpar a la muchacha por intentarlo...

Fang es un hombre bastante atractivo; el tono bronceado que posee, un cuerpo llamativo, una personalidad tierna y varonil, a pesar de que guste de jugar bromas no es molesto y, debe añadir, tiene una sonrisa y unos ojos dorados que podría derretir hasta el glacial más profundo (al menos así lo siente), es la clase de pretendiente que los padres esperan que lleves.

Se termina palmeando las mejillas para salir de esos pensamientos ganando que las personas que van pasando volteen a verle. Pero es que no debería tener aquellos pensamientos, al menos no sobre el mayor, quien es su líder de caravana y también su rey.

¡Sobre todo su rey!

Le debe respeto a parte debe de ser sincero consigo mismo, no importa que siente algo más allá de una admiración o amistad por este es bastante claro que Fang no se fijaría en él.

No sería lógico, Coda no tenía nada que resaltar de su persona que pudiera llamar la atención, definitivamente no diría que ser inteligente al igual que saber el oficio del comercio eran cualidades para resaltar pues al final hay personas más preparadas. Tampoco mencionaría que era bonito, sabe que tiene un rostro bonito... Fang varias veces se lo ha hecho saber aunque llega a pensar que solo lo hace para avergonzarlo por ende no lo toma como cumplido.

A parte, su rey llevaba vario tiempo tratando de tocar el tema sobre tener una pareja pero Coda siempre terminando cambiando el tema, no estaba listo para saber si alguien había ganado el corazón de la persona que ama.

Suelta un suspiro algo cansado, puede sentir como sus orejas se pegan más a su pelo una reacción muy normal cuando se pone triste.

Ah... que ridículo se llega a poner.

—Coda— Fang le llama, hasta ese momento se percata que la joven se ha ido y que este camina hacia él, respira profundo. —Perdón por hacerte esperar tanto— le sonríe.

—No te preocupes...— guarda silencio un momento, considerando si es prudente lo que desea saber. —Puedo hacerte una pregunta...

Debe de estar loco.

—Lo que Coda quiera.

— ¿Qué te decía la joven de antes?— sí, seguramente estaba loco y si el contrario no le contestaba era justificado.

El rey se ríe por lo bajo, avergonzado. —Me estaba invitando a cenar— la respuesta no le sorprende. —Pero rechace la invitación.

El menor le mira confundido, era algo muy raro, una parte le dice que Fang debe de preocuparse por buscar a alguien pero otra parte es egoísta y le pide que no le suelte.

—Oh— es lo único que sus labios formulan.

—Le dije que era muy amable pero que planeaba ir a cenar con la persona de la cual estoy enamorado— añade aunque nunca le pidió una explicación. —Y me preguntaba...

—Tal vez eso estaba de más— le interrumpe, su líder siempre está diciendo cosas de más.

—Coda...

La manera en que pronuncia su nombre provoca un escalofrió en su espalda.

—Perdón, continúa con lo que decías.

Esta vez es el turno de Fang de suspirar. —Me preguntaba ¿Te gustaría cenar conmigo?

Coda se para en seco, tratando de procesar todo lo que el mayor le ha respondido en aquellos segundos. —Pero... pero tu acabas de decir... de decir que cenarías con la persona de la que estás enamorado...— su repuesta es demasiado pausada, demasiado nerviosa.

—Aun me faltaba preguntarte ¿Entonces qué dices?

Le gustaría que la tierra se lo tragase solo por lo bobo que había sido al no darse cuenta de todas las señales que le había dado Fang sobre los sentimientos que tenía por él, y él como bobo sufriendo.

—Sí— y sus mejillas se tiñen de un rojo más fuerte que el de su túnica.

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N/A: Esta historia esta basada en el evento del Hoshimeguri (^\\^), muchas gracias por leer. 💗