VIII

Todos se echaron a correr... Eso significa que nuestro creador se acerca. se escuchan sus pasos ruidosos por un pasillo, que, al juzgar por el sonido de cada pisada, tiene un suelo de madera.
Estoy a salvo en mi estantería, me pondré detrás de los libros que brindaron gran parte de mi conocimiento hacia estas bestias atroces, el humano llega y se sienta en su lugar de descanso, está mirando fijamente nuestro refugio, de pronto se levanta, estirando su extremidad derecha alcanza la herramienta de punta afilada, observa el entorno con un gran odio emanando de sus globos oculares... Oh, dios mio, ¿acaso me ha visto? Huyan, no quiero que vean esto. Su mano pesada ahora va en dirección al estante de Ryan, pobre de él, ya nadie puede ayudarlo.

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