¡Quiero vivir!


Oliver gruño molesto de solo abrir los ojos. La cabeza le zumbaba cual si tuviera un enjambre de avispas atrapadas dentro, pero ni eso distraía suficiente su atención del dolor de su espalda. ¿Qué diantres lo había arrollado, un tren?

—Oli, que bueno que despiertas. —Exclamo una sonriente y aliviada Kara.

Green Arrow asintió al comentario para luego reparar en una segunda persona que a varios pasos de distancia observaba tranquilamente. El rubio frunció el ceño, se sentía algo ofendido y herido en su orgullo por las acciones de Bruce y la presencia el clon futurista de sujeto en cuestión no mejora su ánimo.

—De verdad lamento lo ocurrido Señor Oliver. —Se disculpó humildemente Terry, si bien ya no pensaba dar consejos ni mucho menos actuar a favor de la JLA eso no le impedía tomar ciertas responsabilidades de las acciones de su mentor rejuvenecido.

—¿Cómo esta Bruce? —Rumio Oliver la pregunta a dientes apretados.

Terry parpadeo un par de veces antes de sonreír tristemente. El Bruce Wayne que él conocía decía no tener amigos ni absolutamente a nadie que se preocupara por su persona, pero se equivocaba porque ahí estaba el Arquero Verde anteponiendo su enfado a la preocupación, lo que es más, ese hombre decidió sin pensarlo dos veces enfrentarse a Superman con tal de salvarlo.

Terry desapareció la distancia que los separaba y sin más estrecho en un abrazo amistoso a Oliver Queen, quien enrojeció hasta las orejas. Quizá no todo estaba perdido, quizás en este tiempo Bruce Wayne si podría llegar a encontrar algo por lo que vivir y ser feliz, y solo quizás también cambiaria ese pensamiento pesimista para ver llegar un mejor futuro.

—Gracias —susurro Terry con sentimiento.

Green Arrow sintió con la cabeza, sin llegar a corresponder o repudiar el gesto cariñoso debido a la sorpresa, luego dio un pequeño y casi imperceptible brinco en su lugar al notar que estaba siendo abrazado por "BATMAN" el del futuro, pero BATMAN a final de cuentas. Era como para lanzar fuegos artificiales y armar una fiesta.

Y su emoción debió notarse demasiado porque...

—Aún sigo aquí —dijo Kara para hacerse notar y haciendo ruborizarse a Oliver quien tenía las manos al aire sin encontrar el valor para cerrarlos alrededor de Terry aunque ganas no le faltaban.

Terry soltó al rubio y carraspeo con la garganta claramente incomodo antes de contestar. —Bruce escapo de la Atalaya poco después de casi matar a Superman.

—¿Pero qué paso? ¿De verdad el grandulón... viol... bueno... ultra...? ¿¡eso, le hizo eso a Bruce!?

Terry meneo la cabeza negativamente, de verdad no lo sabía y la duda lo estaba carcomiendo. Cuando vio salir corriendo a Bruce hacia el teletransportador su apariencia había cambiado aunque no lo suficiente para regresarlo a su adultez. Más bien ahora parecían tener la misma edad, quizás unos dieciocho años, así que le preocupaba lo que aconteció en esa habitación. Además para su mala suerte y asombro, Bruce había noqueado a Clark y este último aun no despertaba.

¿Será que ahora es más fuerte que Superman? Se preguntaba Terry curioso y preocupado.

Los hechos lo estaban sobrepasando. La línea de tiempo que conocía se desvanecía y él y Lucy también, junto a ese futuro que ahora seguramente ya no existía. Cuando regresaran, si es que lograban volver, ¿adónde seria? ¿Con quién se encontrarían? ¿Sería un mejor o peor lugar?

&&&(...)&&&

Clark miraba el techo detenidamente, sus distintos tipos de vista le eran inservibles en ese momento al igual que cualquier otro tipo de súper poder. Bruce se le escapa de las manos como el agua ente los dedos. Dio un jadeo e intento recomponerse y pensar en otra cosa o de otro modo terminaría llorando, era Superman pero no por ello estaba exento de ser lastimado, herido por la persona que amaba.

—¿Qué fue lo que paso? —cuestiono Terry con voz impertérrita desde la puerta del cubículo. Con paso lento penetro a la estancia cerrando detrás de sí para tener cierta privacidad.

Clark se sintió estremecer ante la voz que refunfuñaba y lo había sorprendido. De todos los ocupantes de la Atalaya, al último que espero ver era quien tenía en frente.

Y sobre la pregunta... Kal-El dejo salir un suspiro derrotista, pues era la misma que lo atosigaba sin hallar respuesta. Lo que aconteció en esa estancia antes de la interrupción de Kara fue... no sabría decirlo con certeza. Cinco minutos antes ellos... Bruce y él parecían haberse entendido. Una parte del Bruce real pareció despertar y como en antaño le regalo caricias suaves y miradas cargadas de deseo. Por un breve instante su Bruce volvió a ser ese amante insaciable que exigía y tomaba de él cuanto quisiera y luego...en una fracción de segundos la escena dio vuelta y la emoción y lujuria de su rostro fueron remplazados por odio y desprecio.

—Nada —casi escupió Clark la palabra.

—¿Cómo que nada? ¡Maldición! Bruce creció casi tres años de un empellón. No me vengas a decir que nada. Además la paliza que te puso habla de que su cuerpo no es el mismo de antes, esto no está bien él...

—Crees que no lo sé —grito Clark sentándose y encarando a McGinnis. — Por si no te has dado cuenta soy yo quien lo está perdiendo, quien es rechazado por su propia hija y quien es malmirado. Si te digo que no pasó nada es que no pasó nada, al menos no de mi parte... Bruce es otra historia.

—¿Qué quieres decir? —Terry intentaba con todas sus fuerzas comprender, razonar un poco la línea de eventos.

—Por un segundo pensé que él volvía a ser mío... —la mirada de Clark parecía realmente herida. Guardo silencio antes de continuar. No quería develar su intimidad con Bruce pero si era la única forma en que le creyeran entonces lo haría. —Por un instante me hice ilusiones cuando Bruce con su dulce y experta boca me hizo llegar al cielo, pero luego... luego él se retiró de mi gritando cual poseso. Intente calmarlo pero no pude ni decir tres palabras antes de que Kara derribara la puerta y me lanzara lejos de Bruce.

—Entonces él...

—Te estoy diciendo que Bruce no es el un niño inocente que todos creen, que todo lo tenía perfectamente planeado y que él sabe, quizás mejor que nosotros, la situación real y nos está manipulando. Mueve las piezas a su antojo, nos deja ver y saber solo lo que él quiere. No más no menos.

—Eso no, no puede ser. Por qué eso significaría que él... —Terry jadeo, sentía que el aire no entraba a sus pulmones de solo considerar que el genocida sin sentimientos que conoció en el futuro estuviera ahora ahí, en esa época listo para aniquilar todo y a todos.

—Créeme que soy yo quien más desearía saber que está pasando con él —murmuro Clark cabizbajo.

—¡Vaya! —exclamo con tono decepcionado. —Entonces nada ha cambiado ni cambiara, porque él así lo ha dispuesto.

Superman miraba a Terry sin entender.

—Porque él es Batman y todo se hace a su manera. Siempre esta aun paso delante de nosotros.

Y Kal-El tuvo que darle la razón.

&&&(...)&&&

Bruce se despertó con el cuerpo completamente entumido, pero por extraño que parezca con una sensación de tranquilidad y satisfacción total.

—Lo has hecho muy bien Bruce —alago una voz susurrante sobre la piel sensible de su oído que de inmediato le hizo dibujar una sonrisa en su rostro y estremece el cuerpo de placer.

—Entonces ¿ahora si podemos irnos? —Cuestiono aferrándose más a ese cuerpo duro y firme que despedía un aroma deliciosamente varonil.

—Claro que si mi pequeño detective. Claro que sí. A partir de ahora solo seremos tu y yo Bruce, solo tú y yo —aseguro aquella voz con deseosa sensualidad que al chocar contra la piel blanca del millonario se convertía en exquisitas descargas que le cosquillaban en el cuerpo haciéndole erizar.

—Jasón —gimió Bruce igual de ansioso que su acompañante enroscando sus brazos alrededor de la cintura de su acompañante.

—Duerme otro rato. Te lo mereces...

Bruce no dudo en cerrar los ojos sintiéndose pleno entre los brazos de Jasón. Todo había salido según el plan, según SU plan. Con el hombre de acero fuera del juego no había nadie con la más mínima posibilidad de alejarlo de Jasón Todd, de Red Hood.

"Esta vez no voy a renunciar a lo que más quiero, no voy a renunciar a mi felicidad"

Se prometió Bruce sonriendo complacido de como avanzaban las cosas.

&&&(...)&&&

Green Lantern miraba por la gran ventana hacia el vasto universo. Durante toda su vida siempre pensó que sin importar la situación siempre lograrían salir adelante; que cuando llegar el momento estaría a la altura de cualquier problema y sobre todo, que contaría con aquella mente vivaz e inteligente de Batman para sacarlos del atolladero. Pero no, Bruce los había dejado en la estocada y sin ese faro para guiarlos la JLA se estaba perdiendo, porque Bruce siempre enviaba a la persona adecuada para tender la emergencia justa, situación que a ellos jamás se les paso por la cabeza glorificar hasta ahora.

¿Cuánto tiempo demeritaron el arduo trabajo del murciélago? ¿Cuántas veces dieron por hecho que las cosas eran simples? Y ahora cada detalle les mostraba el verdadero valor de la personalidad perfeccionista del Guardián de Gotham. Hoy que tenía la zona de la enfermería casi a tope mientras las llamadas de ayuda no disminuían, muy al contrario de su personal. Era momento de aceptar que estaban entrando en crisis.

Quién lo diría, el que se proclamaba la Noche era la brillante estrella que los llevaba a continuar por el camino recto, era quien mantenía a toda esa gran organización de justicia funcionando. Batman calibraba, distribuía, colocaba a cada miembro como jugando con las piezas cual si se tratara de un tablero de ajedrez, una apartida en donde Batman se alzaba como rey negro portentoso y sabio. Un estratega difícil de vencer en su terreno.

—¡Rayos! Bruce no sabes la falta que nos haces. —Mascullo Stuart intentando concentrarse y no cometer otro error en seleccionar a los miembros del equipo de rescate para un trasatlántico de la NASA que se encontraba varado.

Stuart miro la lista de los afiliados así como las descripciones de sus habilidades. Estaba a punto de mandar todo por un tubo, los miembros actuales ya sumaban cerca de quinientos y cada uno tenía su propia ficha; eso quería decir que Batman se había tomado la molestia de INVESTIGAR a cada uno de ellos y forma un registro; aunque el patrullero galáctico estaba seguro que Bruce se los sabía de memoria porque enviar a la persona correcta al desastre adecuado era casi el 70% de trabajo en sí.

Y Bruce lo hacía como si se tratara de sus pequeños petirrojos.

La llamada de emergencia volvió a sonar haciendo resplandecer el foco rojo de la sala y Stuart casi pateo el maldito aparato que lo estaba volviendo loco.

—¿Qué no pueden quedarse a salvo un maldito segundo? ¿Es mucho pedir que cuiden de sí mismos? —Mascullo irritado el Lantern, luego soltó un suspiro cansado. —Bruce si vuelves te juro que propondré el día mundial de Batman, te construiré un altar o una estatua, pero vuelve. Bruce, vuelve. —Murmuro angustiado escuchando una segunda alarma y luego una tercera chillaban exigiendo atención.

&&&(...)&&&

—Esto está mal y lo sabes. —Sentencio con aprensión Terry de solo ver a la chica que se mantenía muy a duras penas en pie manteniendo el equilibrio sosteniéndose de la camilla; la frente le sudaba y el cuerpo le temblaba con tan escaso movimiento.

—Sé que es estúpido, pero Terry, Bruce no puede ser feliz con nadie más que Clark, aunque me pese él es mi otro padre y quizás aún exista una forma de remediar muestro futuro. Tu sabes donde esta Bruce, ve y tráelo de vuelta —casi suplico la niña.

—Lucy, Bruce esta con Jasón por convencimiento propio, no creo que...

—¡Porque no recuerda! Debemos hacerlo rememorar aquello lo llevo a consentir a Superman a su lado.

Terry levanto una ceja. —No eras tú la que se la pasaba gritando lo mal nacido que era Clark Kent y lo mucho que lo odiabas.

—Lo odio —aseguro ella apretando las manos en puños. —Pero por sobre ese odio esta Bruce Wayne. Mi padre.

Terry meno la cabeza negativamente no comprendía porque los quería juntos si aborrecía a Superman y así selo hizo saber.

—El ultimo día que estuvimos ahí, una noche antes de que ÉL muriera, corrección, de que nosotros lo asesináramos. Bruce, ya sabía lo que planeábamos y se preparó para lo que sabía debía pasar. Esa noche subí a su habitación como de costumbre para darle los medicamentos, la puerta estaba ligeramente entornada así que no puede evitar mirar hacia adentro. Nunca podré olvidar con cuanto anhelo vi a sus dedos acariciar un papel, sus ojos destellaban con amor y dolor, una mezcla que jamás le había visto y por primera vez en mi vida lo escuche llorar, gimotear tan lastimeramente que desee poder revertir el tiempo y no haber presenciado aquello. Al fin después de mucho se durmió y tuve la oportunidad de ver lo que tanto lo lastimaba. Era una foto de Clark.

Terry se había quedado sin aliento ante tal revelación. Nunca había visto a Bruce triste o angustiado... pero haberlo visto llorar seguro era una estampa por demás desgarradora que seguro dejo una herida profunda en el ser que más lo amaba. Su hija.

—A pesar del tiempo mi padre aun lo amaba, aun lo extrañaba y sabrá la misericordiosa Era cuanta amargura y resentimiento cargo él solo. No lo estoy justificando nada, pero... —una lagrima rodo por la mejilla de la niña, gruesa y amarga.

Terry dejo salir un suspiro antes de dejarse caer en la camilla y halarla a su lado. En este momento añoraba las palizas de los delincuentes de Dark Gotham City, mil veces mejor enfrentarse a los miembros de la Escalera Real o los Guasones a tener que lidiar con la tristeza de su pequeña hermana.

Hacia cerca de tres años que se conocían, cuando ella llego a su vida tuvieron miles de enfrenamientos por sus caracteres dispares y un pelea a muerte por atraer la atención de Bruce Wayne, meces insufribles de trampas y maldades que lo dejaban en ridículo en la universidad y ante Dana, aunque él no era un santo y le hizo pagar cada jugarreta.

Ahora la consideraba su hermana pequeña, ella era la hija de Bruce, la legítima heredera del imperio Wayne y de esa avasalladora inteligencia y mente ágil de Batman, él era el clon, algo así como su hijo a fuerza, pero llevaba su sangre a final de cuentas.

Ambos habían crecido mucho y aprendido tanto, se habían salvado la vida en más de una ocasión y sin duda confiaban el uno en el otro más que en cualquier otra persona.

—Lo único que quiero es que sea feliz, aun a costa de mi existencia. —Concluyo ella casi en un suspiro.

Y ahí estaba la clave de todo, ¿Cuál sería la decisión correcta? Dejar a Bruce con Jasón esperando que ese amor diera como resultado un mejor futuro o amarrar a Wayne a Clark solo por el egoísmo de ver nacer a Lucy.

—Tráelo Terry, sabes que tiene que estar aquí —afirmo ella. —No hay nadie, ni habrá quien pueda darle la dicha que Kal-El le proporciona.

McGinnis frunció el ceño y sin más acepto. Lo haría por ella, solo por ella.

&&&(...)&&&

Jasón miro a Bruce. El adolecente dormía plácidamente entre sus brazos y el sentía su corazón henchirse de satisfacción. ¿Cuánto tiempo había soñado con ese momento? Sin duda demasiado, sin embargo, había algo que no encajaba del todo. Era como disfrutar de lo ajeno. Un sentimiento nada placentero porque siempre estas esperando el momento en que el dueño llegue a reclamarlo.

Meneo la cabeza negando e intentando dormir otro rato para suprimir su deseo de toquetearlo un poco por encima de la ropa. Quería despertarlo así disfrutar de las últimas horas de la noche en algo más provechoso que dormir. Tener todo de Bruce, cada gesto y sonido nacido de su derroche pasional lo atesoraría como un preciado tesoro.

Y aún que era demasiado temprano para tener esos pensamientos pecaminosos, para ser exactos las dos de la madrugada, tampoco deseaba levantarse porque Bruce sentiría su lejanía y despertaría.

Lo amaba. Siempre lo amo y ahora...

—Sera mejor que disfrutes de su compañía mientras puedas.

Jasón escucho ese susurro, y como solo estaban ellos dos entonces debía tratase de Bruce que murmuraba dormido. Se acercó levemente deseando verle el rostro aun entre las penumbras que poblaban la estancia.

—No creas que le permitiré quedarse contigo, no eres ni remotamente a quien yo deseo para él.

Jasón dio un jadeo de asombro y miedo cuando los parpados de Bruce se abrieron y ahí en medio de la oscuridad destellaron en un tono azul. El rostro del millonario lo enfrentaba sosteniéndole la mirada a su compañero de cama. Como retándolo a tocarlo.

—¿Aun no has notado la diferencia? —Pregunto Bruce y sus labios dibujaron una sonrisa burlona. Jasón negó con la cabeza sin atreverse a pronunciar ni un solo sonido. —Yo soy Batman.

Jasón abrió la boca para inmediatamente cerrarla y forzar a su cerebro a trabajar, no tenía mucho sentido el hecho de que Bruce se proclamara a si mismo Batman cuando él ex-Robín lo sabía de sobra, aunque...

Y volvió a sentirse desubicado hasta el punto del mareo. No podía ser cierto lo que pensaba, miro de nuevo a Bruce y sus iris azules casi brillaban de forma demoniaca. Batman y Bruce Wayne se había dividido convirtiéndolo en un fragmentado, un hombre que sufre de doble personalidad.

—¡Oh! Veo que no eres tan tonto como el Kriptoniano. —Dijo feliz Batman sentándose sobre la cama. —Ahora bien, estoy seguro que entiendes lo que significa tratar conmigo. ¿Verdad, Jasón?

Todd asintió. —¿Bruce, donde esta Bruce? —Pregunto atropelladamente, sintiendo como su corazón bombeaba desenfrenadamente, con tantos resultados posibles y Bruce terminaba por dividirse a la mitad. Era una jodida mala suerte.

—Tranquilo, voy a explicarte cómo funciona esto. —Batman le sonrió con malicia al tiempo en que juntaba las piernas a su pecho en un gesto inocente que desentonaba con su mirada. —Veras mi querido Jasón, Bruce y yo somos dos entes viviendo en el mismo cuerpo. Yo conservó todos y cada uno de los recuerdos pasados, las peleas, el miedo, la perdida, así como también el orgullo y la vanidad. Bruce por su parte es el niño dulce e inocente antes de la muerte de sus padres.

—Pero entonces... fuiste tú quien... —y Jasón se mordió la lengua antes de soltar: "el que engaño a Superman para obtener su seme."

—No creíste que el niño que tenías delante de ti podría haberse atrevido a engañar al gran Superman. —Batman sonrió ladino. —Vaya que ingenuo, el Bruce Wayne que conoces ni siquiera estaba seguro de que intenciones tenia Clark cuando lo llevo a su habitación. —Rio guasón mirándose las uñas con meticulosidad. —Si simiente era necesaria para que mi cuerpo se estabilizara, pero nunca imagine que su semen me otorgara más poder del que jamás imagine. Puedo hacer cualquier cosa porque soy más poderoso que él. Este mundo sabrá al fin que es la justicia. No más dejar en manos de otros las sentencias, no más corruptos que menosprecien y desperdicien mis esfuerzos. Con estas habilidades no hay nada que no pueda lograr. Un mundo mejor, uno en donde los niños puedan salir sin miedo, uno en donde ninguno pierda a sus padres.

Jasón dejo de respirar, no lograba asimilar la idea de que su adorado y siempre justo tutor ahora pareciera estar pasando por un ataque psicótico, que a pesar de su demencia estaba lleno de sentimientos y deseos positivos.

—Pero para eso debo encargarme de un diminuto problemita. —Batman apretó los labios y su mirada se afilo. —Bruce Wayne.

&&&(...)&&&

Terry inspiro profundo antes de tocar solicitando permiso para entrar a la habitación de Clark. De antemano sabía que posiblemente Superman ya lo había visto indeciso parado frente a su puerta desde adentro con su visión de rayos X y la verdad eso le ponía los pelos de punta, era escalofriante.

—Si vas a entrar hazlo de una buena vez —gruño desde adentro el hombre de acero.

Terry rodo los ojos y sin más entro. El héroe de Metrópolis se encontraba sentado en la cama con la cabeza gacha y sin prestarle atención a otra cosa que no fuera el exquisito y casi cristalino piso azulino de la Atalaya.

—¿Entiendes que no puedes forzar a Bruce? —soltó McGinnis dedicándole una miraba afilada. Clark solo asintió. —¿Estas consciente de que si te ayudo con Bruce tu tendrás que prometerme algo a mí?

—¿Qué quieres a cambio?

Continuara...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top